Cuando Celeste Temple recibe una carta de su novio Roger Bascombe en el que rompe su compromiso matrimonial llora y se desespera como cualquiera pero luego piensa que quiere saber cuáles son los motivos que ha tenido para ello. Así que coge un carruaje y le espera a la salida de su trabajo en el Ministerio de Asuntos Exteriores y le sigue, decisión que le llevará a tomar un tren nocturno que le llevará a una mansión aislada en la costa donde se tropezará con una reunión en la que todo el mundo lleva antifaces, habrá sexo, procesos extraños y estará a punto de perder su vida.
Este es el arranque de Los libros de cristal de los devoradores de sueños, el último libro que me he estado leyendo las últimas semanas. Pero Celeste no es el único personaje del mismo; en su historia se cruza con el Cardenal, un asesino a sueldo que ha sido contratado para vigilar y eliminar a un soldado, y con el doctor Svenson, miembro de la delegación que acompaña al príncipe de Macklemburgo. Los tres se adentran en una conjura que pretende controlar la Inglaterra victoriana y se convierten de manera inesperada en aliados, aunque cada uno por motivos distintos.
Cuando lo vi en la biblioteca y ví que se le describía como una mezcla de novela gótica, ucronía, folletín de aventuras y relato fantástico pensé que era perfecto para mí, no pude resistirme y me lo llevé. De lo cual no me arrepiento. El libro tiene un sabor a folletín victoriano, de aventuras, repleto de nobles, militares ingleses y alemanes, prostitutas, doctores que hacen pruebas con personas de ciertos procesos, conjuras y enemigos implacables. Todo ello aderezado con tintes fantásticos, casi de ciencia ficción, y ambientado en una Inglaterra alternativa que bien puede ser la que realmente existió y conocemos.
El libro me ha gustado por varios motivos. La historia es bastante original, quizás en algunos momentos puede hacerse un poco confusa debido a las varias tramas que van coincidiendo, pero la mezcla de folletín, toques fantásticos con procesos alquímicos, el grupo de villanos reunidos en una conjura pero que desconfían unos de otros, etc, todo eso y más le da un sabor casi de novela steampunk que es muy sugerente. Por otro lado, hay aspectos de la trama, de la conjura, que se van descubriendo poco a poco pero muchos permanecen ocultos casi hasta el final, con lo que te mantiene en tensión para averigüarlo todo. Además, está narrado desde los tres puntos de vista de los protagonistas, Celeste, el Cardenal y el doctor Svenson, que se solapan en la línea temporal y permite ir descubriendo aspectos relacionados con los otros protagonistas; además, ayuda a no centrarte exclusivamente en uno de ellos y considerarlo como el protagonista principal.
Como parte negativa diría que al libro podrían sobrarle unas cuantas páginas. Está llegando casi a las 900 páginas y podría perfectamente quedarse en 700 porque es bastante descriptivo. Lo cual no es malo per se pero en ciertos momentos sí lo es ya que ralentiza la narración; me parece perfecto que describa los sentimientos de los personajes y lo que les pasa por la cabeza cuando presencian ciertos acontecimientos pero no ocupar dos o tres páginas en describir un hecho que podría haberse sintetizado en un párrafo. Pero, vamos, es quizás el aspecto más llamativo en la parte del debe del libro. Con todo es altamente recomendable si te gustan las novelas de corte fantástico, con ribetes de ciencia ficción, con un alto contenido folletinesco y ambientado en épocas pretéritas.
5 comentarios:
Me lo apunto! El verano, aunque aquí no se aprecie su llegada, siempre me aumenta las ganas de leer este tipo de novelas :-)
También me lo apunto, que precisamente andaba buscando algo veraniego para leer. Además, no sé lo que significa ucronía, pero la palabra me encanta.
Sufur, creo que te gustará. Espero ;)
Mocho, ¿algo veraniego? que son casi 900 páginas, algo ligerito para la siesta XDDD Ucronía = http://es.wikipedia.org/wiki/Ucron%C3%ADa
Ya he buscado ucronía. Será una palabra que usaré a diario a aprtir de ahora, junto con "emplatar". Na, en formato digital sólo la encuentro en inglés :(
Pues eso parece Mocho, y es raro que no esté en formato digital porque el libro ya tiene cuatro años.
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