martes, 31 de enero de 2012

Vestimentas febreriles

Este fin de semana comienzan las fiestas por excelencia y por multitudinarias de esta ciudad: los carnavales. Desde hace bastante tiempo, cada año están dedicados a un tema sobre el cual gira todo y este año el tema es el cómic. Para un friki de medio pelo como el que escribe eso sería una maravilla si no fuese porque de tanto donde elegir no sabes con cual quedarte. La cuestión es que además de las tres B (bueno, bonito y barato) el disfraz tiene que ser temático y además abrigadito, porque mucho clima tropical y esas cosas pero no vean el frío que hace donde se celebran los mogollones al lado del mar en pleno mes de febrero.

Dado que la gran mayoría va a optar por personajes de comics americanos en plan Superman, Batman, Flash, Green Lantern y demás, decidí centrarme en el comic europeo, con unos personajes más cotidianos y mas accesibles. La primera opción en la que pensé fue Tintin, que ha quedado parcialmente descartado porque el estreno de la película hará que se vea más que nunca y porque no consigo los malditos pantalones de marras.


La segunda opción, y la que más me gustaba, era disfrazarme de Corto Maltés. Un disfraz relativamente sencillo, abrigado y estupendo. Relativamente sencillo claro, porque a pesar de buscar y rebuscar no he encontrado nada ni remotamente parecido al traje que lleva, en concreto la chaqueta larga/gabán. Así que otra idea descartada.


Ya puestos en el cómic francés incluso pensé en el personaje de Iznogud, ese gran visir que quiere ser el califa en lugar del califa, pero seguimos con los problemas logísticos del traje exterior. Porque lo demás, más o menos, es fácil de conseguir.



Al final, creo que me voy a quedar con Lucky Luke, un traje sencillito y seguro que con más clones que en Star Wars. Pero me da igual. Sólo tengo que conseguir la camisa amarilla, que no es fácil porque menudo colorcito fue a elegir.

No obstante, casi que estoy previendo lo que va a suceder. Si no consigo algo de aquí al fin de semana me hartaré y acabaré recurriendo a algunos de los disfraces de años anteriores y pasaré del tema cómic. Lo cual me fastidia bastante. Eso o, si me convencen y me tiro a la piscina, me veo de Lola Flores, de Blancanieves o cualquier chorrada de esas. Arrgghhh...


jueves, 26 de enero de 2012

Star Wars Uncut

(vía Versión Original)

En el año 2009, Casey Pugh pidió ayuda a través de Internet para hacer un remake de La guerra de las galaxias, un fan film. Para ello, la película se troceó en 473 partes de 15 segundos de duración y cada uno debía recrear la escena que le correspondía. Obviamente se apuntó mucha gente. En 2010 incluso ganó un Emmy por la creatividad de un proyecto multimedia. Con la ayuda de Jamie Wilkinson, ha editado todos los fragmentos para darle la unidad necesaria.

Y ha salido una cosa estupenda, un auténtico homenaje de y hacia los fans de La guerra de las galaxias. Hay de todo: partes rodadas en interiores, en exteriores, niños, adultos, muñecos de Lego, animaciones por ordenador, dibujos, maquetas, partes más curradas, otras más cutres, auténticas frikadas... En fin, una delicia para los más frikis. Como se que no van a ver toda la película, que por cierto está en el youtube y abajo se la pongo, sólo les recomiendo que vean la escena inicial de la captura de la princesa Leia. Una gozada.


miércoles, 25 de enero de 2012

Autoestima

Sentimiento volátil, la autoestima es un detalle que necesitamos tener en su dosis justa. Es verdad que en la mayoría de la gente sube y baja más que el Ibex en los últimos meses pero también hay casos en los que se encuentra hiperinflada, porque para ellos no existe la burbuja de la autoestima. Ya se bastan ellos solitos para considerarse lo mejor del mundo mundial y parte del extranjero. El resto de los mortales necesitamos de vez en cuando una porción extra de ella que, generalmente, viene inducida por estímulos externos.

Así, hay amigas que te susurran que le has gustado a una amiga suya y han tenido que abrirle los ojos a la pobre, para que se de cuenta que no hay posibilidades. Y subes un peldañito hacia el cielo. Hay amigos que te susurran que tienes fans en el gimnasio, aunque sabes que no hay nada que rascar porque a la hora que vas el nivel de merendabilidad es similar al de un bocata de calamares y, salvo alguna honrosa excepción (que sabes no es tu fan), el resto no te gusta. Con lo que asciendes otro peldañito. Y hay amigos que te presentan gente a la que caes bien, que te encuentra interesante y con la que se podría tener una conversación intranscendente después de quemar unas cuantas calorías. Con lo que pasas a sentirte como un dios griego en su nube particular.

Claro que siempre vendrá el capullo de turno, a bajarte a la tierra de un golpe con un comentario similar a "bueno, no estás mal para la edad que tienes". Mientras piensas "ya, cuando dejes de ciclarte y llegues a mi edad ya hablaremos...". El mundo está lleno de tontos integrales y siempre me toca el que sale a la calle, que paciencia hay que tener. Eso sí, mi autoestima se mantiene en unos niveles razonables, sobre todo después de ver a algún compañero del instituto. Y no quiero hacer leña del árbol caído...


viernes, 20 de enero de 2012

Destripando...El Topo


El Topo, cuyo título original es Tinker Tailor Soldier Spy (Calderero, Sastre, Soldado, Espía), está basada en una novela del gran John Le Carré. Ambientada a comienzos de los años 70, nos narra como, después del fiasco de una operación en Hungría, se desmantela parte de la cúpula de los servicios secretos ingleses. Uno de los defenestrados es el agente George Smiley, al cual se le encarga poco después una misión: descubrir a un supuesto topo en la cúpula del espionaje que está trabajando para los soviéticos. Desde fuera y con poca ayuda, Smiley irá descubriendo poco a poco las piezas que irán encajando hasta descubrir la verdad.

El Topo es una película de espías pero no al uso clásico que estamos acostumbrados. Nada de persecuciones, tiroteos, situaciones al límite, gadgets inverosímiles, etc; aquí lo importante son los personajes, las relaciones entre ellos, las miradas, los silencios, lo que oculta cada uno. Porque cuando trabajas para los servicios secretos, nadie está libre de sospecha.

Sí, es él, la némesis de Moriarty

Indudablemente lo mejor de la película son las actuaciones, en especial la de Gary Oldman como Smiley. Un agente cansado, que apenas se inmuta porque ya lo ha visto todo en el mundillo del espionaje y al que la misión le va a enfrentar con sus antiguos compañeros y con su propio pasado. Y junto a él todo un top de estupendos actores: Colin Firth, John Hurt, Benedict Cumberbatch, Tom Hardy... que cumplen de manera más que sobrada con sus papeles, jugando a espías que no lo parecen y de los que siempre estamos dudando.

La película me ha sorprendido por la frialdad que desprende, con una atmósfera en muchas ocasiones opresiva a la que ayuda no solo las interpretaciones de los actores con esa frialdad emocional y casi aséptica en la investigación (al menos en la superficie, otra cosa es cuando escarbamos un poco) sobre todo por parte de Smiley. Sino también por la estupenda fotografía, a menudo desarrollada en espacios cerrados, casi sin iluminación, en una Inglaterra invernal, deprimente casi, y que contribuye a esa sensación de tristeza, de soledad que rodea a los personajes (la casa de Smiley, la ruptura del personaje de Cumberbatch).


No he leído la novela original pero el director, Tomas Alfredson (el mismo de Déjame entrar, la sueca), ha conseguido ir montando las piezas que conforman el puzzle de la historia de una manera impresionante. Y es que hay que estar muy atentos a todo lo que se narra porque, como casi siempre, la verdad está en los pequeños matices, en los detalles casi imperceptibles. Hay muchas subtramas que parten o se cruzan con la principal, y constantes flashbacks en la historia pero creo que Alfredson ha conseguido que no perdamos ni el interés ni el hilo que conduce hasta el final. Eso sí, seguramente con una segunda visualización podamos darnos cuentas de matices que se nos escapan.

Por último, la banda sonora, compuesta por Alberto Iglesias, con una música melancólica, suave, y en ocasiones hasta fría, muy ajustada a las imagen de la película. Le dedica un tema a Smiley que lo resume todo. Un score recomendable. Al igual que la película, así que ya saben.




jueves, 19 de enero de 2012

Walking dead

No se si es que la vuelta de las vacaciones no me han sentado bien, o es que el principio de año está siendo una caca. Pero menudo mesecito de enero, y aún no ha acabado así que ojito. Llevo dos días en modo casi invisible en Internet, y en casi todo en realidad, por culpa de dos noches en las que apenas he descansado; dando vueltas en la cama, soñando con vete a saber qué (casi nunca me acuerdo de lo que sueño) y levantándome con dolor de cabeza. Normal que luego por el día estuviese dando tumbos como un zombi. Para colmo tenía un mal cuerpo y el estómago revuelto, con lo que tenía la sensación de estar incubando algo.

Después de una siesta, ayer por la tarde empecé a sentirme mejor y hoy me he levantado siendo persona humana de nuevo. Aunque para no tenerlas todas conmigo tengo el cuello dolorido, seguramente por dormir en alguna mala postura. Eso sí, el catarro no acaba de irse, el muy puñetero. Ahí sigo con los kleenex, estornudo de vez en cuando y a moquear. Menos mal que el fin de semana está ya más cerca...


viernes, 13 de enero de 2012

Globos de Oro musicales

Este fin de semana se entregan los Globos de Oro, esos premios que otorga la prensa extranjera acreditada en Hollywood y que se suelen considerar la antesala de los Oscar. Que tópico todo en esa frase ¿no? Bueno, entre la multitud de categorías que tiene (porque se reparten premios a cine y a televisión) hay una que es la que me interesa: la de mejor Banda Sonora para una película.

Este año, el tema está reñido porque la calidad es alta. Los candidatos son los siguientes.

John Williams por War Horse (Caballo de batalla). Williams en estado puro, una banda sonora que combina las partes más tranquilas, melódicas, con otras más épicas. Tiene un tema central claramente definido al que vuelve constantemente para reflejar la relación del protagonista con el animal, y el mundo del campo. Un clasicismo en la composición que, en realidad, es lo mejor para una película de estas características. De lo mejorcito de Williams en los últimos años.




Ludovic Bource por The Artist (El artista). Como comenté hace un par de semanas, es una banda sonora que se adapta como un guante a la película. Bource toca todos los palos en ella: música sinfónica, jazzística, romántica, divertida, de ambiente... Es un gran trabajo porque, además, recrea en buena medida la música para el cine de aquella época, con un cierto sabor antiguo que es perfecto para la película.




Abel Korzeniowski por W.E. Esta es la segunda película dirigida por Madonna donde se narra dos historias paralelas: la de Wallis Simpson con Eduardo VIII a través de una mujer casada que tiene una relación con un guardia de seguridad. No he visto la película pero la música de Korzeniowski es maravillosa. Intimista, llena de lirismo, de un romanticismo apasionado y que recuerda mucho a la que compuso para Un hombre soltero. No hay un tema principal, ni falta que le hace, porque tanto las cuerdas como el piano se bastan para poner al que escucha en situación de lo que está aconteciendo.




Howard Shore por Hugo (La invención de Hugo). Es, quizás, la que menos me ha convencido de todas, lo que no quita para que tenga sus buenos momentos. Shore construye una música tranquila, con motivos fantásticos y misteriosos, en los que incluye una buena dosis de partes de acción, todo ello regado con una cubierta de sonidos típicamente franceses que se notan en el uso del acordeón. En su favor hay que decir que es un conjunto coherente y bien estructurado; tendría que ver la peli para ver si se ajusta a ella aunque tengo la sensación de que sí, que te traslada hasta la época en que se ambienta.




Trent Reznor y Atticus Ross por The Girl with the Dragon Tattoo (Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres). Al igual que en su anterior trabajo La red social, se trata de una música árida, fría, densa, difícil de escuchar fuera de su contexto, la película; lo que no quiere decir que no se ajuste a la misma. No he visto ni ésta ni la anterior versión que hicieron de este libro, pero por lo que he leído y sabiendo dónde está ambientada y de qué va, la música compuesta por este dúo parece totalmente apropiada. Y es que, a pesar de la aparente frialdad, hay cortes que dejan entrever melodías tranquilas, sugerentes incluso apasionadas. Desde luego, se salen de la música habitual para el cine.




Mis favoritas son las tres primeras, en especial Bource por el trabajo que ha hecho para The Artist, aunque reconozco que cada vez más escucho la música que compuso Korzeniowski y me encanta. Y si hay que premiar el riesgo y la innovación deberían decantarse por The Girl with the Dragon Tattoo. Salvo la de Shore, creo que cualquiera de ellas podría llevarse el premio pero si hay que apostar sólo por una diría que Bource con The Artist. Saldremos de duda el domingo por la noche.

martes, 10 de enero de 2012

Tonto

Echo de menos el bulto sospechoso durmiendo al otro lado de la cama. Ir a abrir la puerta y saber que habrá alguien esperando en casa. Los domingos por la tarde de sofá, manta, peli y roce con otra persona. De sentir cosquillas en el estómago cuando conoces a alguien. De preparar la mesa y hacer comida para dos. De las miradas cómplices que lo dicen todo sin palabras. De los besos en la parte trasera del cuello. El conducir acompañado sin necesidad de ir a un lugar concreto. Y tantas otras cosas que uno no sabe si volverán...



Damn! Damn! Damn! Damn!
I've grown accustomed to her face.
She almost makes the day begin.
I've grown accustomed to the tune that
She whistles night and noon.
Her smiles, her frowns,
Her ups, her downs
Are second nature to me now;
Like breathing out and breathing in.
I was serenely independent and content before we met;
Surely I could always be that way again-
And yet
I've grown accustomed to her look;
Accustomed to her voice;
Accustomed to her face.

"Marry Freddy." What an infantile idea. What a heartless,
wicked, brainless thing to do. But she'll regret, she'll
regret it. It's doomed before they even take the vow!

I can see her now, Mrs. Freddy Eynsford-Hill
In a wretched little flat above a store.
I can see her now, not a penny in the till,
And a bill collector beating at the door.
She'll try to teach the things I taught her,
And end up selling flowers instead.
Begging for her bread and water,
While her husband has his breakfast in bed.
In a year, or so, when she's prematurely grey,
And the blossom in her cheek has turned to chalk.
She'll come home, and lo, he'll have upped and run away
With a social-climbing heiress from New York.
Poor Eliza. How simply frightful!
How humiliating! How delightful!
How poignant it'll be on that inevitable night
When she hammers on my door in tears and rags.
Miserable and lonely, repentant and contrite.
Will I take her in or hurl her to the walls?
Give her kindness or the treatment she deserves?
Will I take her back or throw the baggage out?

But I'm a most forgiving man;
The sort who never could, ever would,
Take a position and staunchly never budge.
A most forgiving man.
But, I shall never take her back,
If she were even crawling on her knees.
Let her promise to atone;
Let her shiver, let her moan;
I'll slam the door and let the hell-cat freeze!

"Marry Freddy"-ha!

But I'm so used to hear her say
"Good morning" ev'ry day.
Her joys, her woes,
Her highs, her lows,
Are second nature to me now;
Like breathing out and breathing in.
I'm very grateful she's a woman
And so easy to forget;
Rather like a habit
One can always break-
And yet,
I've grown accustomed to the trace
Of something in the air;
Accustomed to her face.

jueves, 5 de enero de 2012

Dioses

Estoy muy perezoso estos días, demasiado tal vez. Pero puedo decir una cosa. Amigos, niños, niñas, lectores habituales y paseantes ocasionales de este blog, he visto la luz. Sí, como San Pablo en el camino de Damasco, he sufrido un shock y he decidido cambiarme de religión porque he visto la luz verdadera. La de la religión griega. Y es que tanto dorado, tanto cuerpazo, tanta carne, me ha hecho ser consciente de que, en realidad, quiero volver a montar un Partenón en casa y, hala, a realizar adivinaciones, predicciones futuras y adorar a los dioses griegos. Total, es lo mismo que hay ahora y para sucedáneos mejor quedarse con los originales.

Y no me digan que no es para convertirse...

Aquí Zeus, mucho mejor que el de Furia de Titanes

Apolo, vestido a lo moderno


Poseidón, preparándose para los carnavales


Y Heracles, que bueno no sería un dios pero con ese cuerpo...

Y para críticas, ya que no tengo el cuerpo para criticar nada después de tanta carne, os dejo las breves pero interesantes preguntas de Efe Morningstar. Ahora, como siempre, una poca de música. De dioses, claro está.




domingo, 1 de enero de 2012

OST (I)

Con el Año Nuevo inauguramos una nueva sección. Curiosidades, rarezas y sorpresas musicales del cine. Que aproveche.