jueves, 31 de octubre de 2013

Música para una noche de difuntos

Música para una noche de difuntos y escuchar a medianoche. O por la mañana, cuando despiertes.

Primero, algo más clásico.



Y algo más "moderno" para terminar.



miércoles, 30 de octubre de 2013

Destripando... Gravity

Este fin de semana pasado que estuve en Coruscant aprovechamos para ir a ver una película de la que se ha estado hablando mucho últimamente: Gravity.

 

Gravity narra la odisea de la Dra. Ryan Stone, interpretada por una estupenda Sandra Bullock, una ingeniera que en su primera misión espacial sufre un accidente que destruye la lanzadera y debe volver a la Tierra. Como pueden ver, el guión es bastante sencillo: una astronauta, encima no profesional, que en su primer viaje se halla en una situación límite de supervivencia. Sin embargo, esta sencillez está narrada de manera magistral y llevada con mano firme por Alfonso Cuaron, su director, de manera que una historia en apariencia simple y sin grandes aspavientos se transforma en una aventura de supervivencia total. Todo ello narrado en tan sólo noventa minutos que se te pasan en un suspiro, lo cual se agradece porque no hay escenas alargadas innecesariamente consiguiendo que la tensión sea constante. 

Todo el peso de la cinta recae en Sandra Bullock que es la protagonista indiscutible de la misma, con la ayuda de un George Clooney, al que oímos más que vemos, y que se convierte en el soporte del otro personaje. Entre el guión y la buena interpretación de la Bullock, que dicho sea de paso no es una actriz que me vuelva loco, lo cierto es que vives en una angustia permanente. La película es bastante claustrofóbica y tensa en muchos momentos y esta sensación se contrapone con otros de gran belleza con el espacio infinito sobre ellos como  cuando orbitan sobre el planeta al comienzo de la película o el instante del amanecer.



No voy a entrar en la parte técnica de la astrofísica sobre cuestiones acerca de la ingravidez, los distintos planos en el espacio, las distancias y esas cosas porque soy un completo ignorante (lo tengo asumido desde hace mucho tiempo) pero me parece que, en general, está bastante logrado y si existen algunos fallos, que los hay, son prácticamente perceptibles para los expertos (como cuando me pongo a pillar los errores históricos de series y películas). No obstante, creo que es una película con un enfoque bastante realista con lo que narra, no he visto acciones increíbles ni ilógicas que te hagan resoplar ante un trance determinado.

Dicho esto hay que señalar que los efectos especiales son impresionantes; sólo con la primera escena que está realizada en una única toma, es decir, sin cortar y siempre con la misma cámara, es para quitarse el sombrero. Por no hablar ya de las escenas en el exterior, las vistas del planeta, etc. Es un despliegue visual impresionante que merece la pena verlo en pantalla grande. Además, creo que si se animan a verla deberían hacerlo en 3D. He de reconocer que es la primera película que veo en este formato; mis temores a marearme o a la incomodidad de unas gafas encima de mis sempiternas gafas siempre han hecho que me inhibiese de ver películas en 3D, aparte de las críticas que leía que en muchas películas lo del 3D era un auténtico timo. En este caso, he salido, mejor dicho hemos salido porque fui a verla con J. y también era su primera vez, encantados.Y eso ha sucedido porque Alfonso Cuarón, el director, la ha rodado desde su inicio en este formato, porque estaba concebida así desde el comienzo y no ha sido una adaptación posterior.


Y ahora, como siempre, la parte musical. La banda sonora la ha compuesto Steven Price, un joven músico británico prácticamente desconocido ya que ha trabajado en algunas películas como editor musical aunque este es su segundo trabajo como compositor. Es una música ambiental donde coexisten partes opresivas, de recreación atmosférica con otras más épicas, en las que se enfatiza el tesón de la protagonista por sobrevivir. Es una banda sonora que se acopla perfectamente a la imagen y transmite al espectador tanto la angustia de la protagonista tanto como llevarte con ella a los momentos climax de las escenas. Un trabajo estupendo de Steven Price que merece un par de escuchas.




domingo, 27 de octubre de 2013

OST (XCIII)


1. Main Title 
2. Vanished Merchant 
3. The Tomb, Andre and Aline 
4. Why? 
5. Pavane 
6. Andre Escapes 
7. The Big Apple 
8. The Magic Box/Roses and Napoleon 
9. End Cast

miércoles, 23 de octubre de 2013

El naranja mola

Orange is the new black es una serie de la cadena Netflix que ha sido uno de los sleepers de este verano. Una auténtica sorpresa por muchos motivos.


La serie cuenta la historia de Piper Chapman, una relaciones públicas con novio incluido, que entra en la cárcel de forma voluntaria (así reduce la condena a un año) por un antiguo delito de tráfico de drogas. En los trece episodios que forman la primera, y hasta ahora única temporada emitida (aunque la cadena ya ha encargado la segunda), vemos como Piper llega a la cárcel e intenta sobrevivir al nuevo entorno, adaptarse a las reglas de convivencia entre reclusas, al sexo, a las triquiñuelas para reparar ofensas y, sobre todo, al encuentro de su antigua amante, que también cumple condena en la misma cárcel.

Orange is the new black tiene muchos motivos para que le echen un vistazo. Es una mezcla de drama y comedia, lo que en los últimos años se ha venido a denominar dramedia, y combina de manera magistral los momentos duros, violentos e incluso tristes con otros aparentemente divertidos y que te arrancan una carcajada o una sonrisa. Aunque, a veces, esa sonrisa se te quede un poco congelada porque el realismo es tal que sabes que han hecho una gracia pero que tiene su trasfondo amargo. Más si tenemos en cuenta que la serie se basa en las memorias de Piper Kerman, que fue encerrada por tráfico de drogas y blanqueo de dinero. Para mí es, en esencia, un drama carcelario con tintes de comedia.


Pero lo mejor de la serie es, sin dudarlo ni un momento, todo el elenco femenino que acompaña a Piper. Si bien ésta es la protagonista principal y la serie gira en torno a ella, no es menos cierto que hay todo un grupo de secundarias detrás a cual mejor. Desde Red (la capitán Janeway de Star Trek: Voyager), la rusa que controla la cocina lo cual le da mucho poder, hasta Suzanne, Crazy Eyes, pasando por Sophia, una transexual que lleva la peluquería, la loca de Taystee, Pennsatucky la fanática religiosa, Miss Claudette, y las latinas, y las afroamericanas, y las cristianas, y las bolleras, y todas ellas. Personajes que al principio podían parecer antipáticos e incluso planos se van convirtiendo en seres humanos de carne y hueso a través de flashbacks en los que conocemos algo de su vida antes de entrar en la cárcel y cómo acabaron ahí. A pesar de que son legión cada una de ellas tiene sus momentos, en los que descubrimos sus miedos y cómo son de verdad, y cómo nadie es "totalmente bueno" ni "totalmente malo" sino que navegan en una enorme gama de grises que ríete tú de los lapices de colores Alpino.

Por no hablar de la sección masculina, que también la hay, liderada por George "Pornstache" Méndez, un personaje detestable con todos los estereotipos para convertirse en el ser más odioso de la televisión. Y al que sigue muy de cerca Mr. Healy, el orientador de Piper. Quizás la parte que menos me gusta es la del novio de Piper, Larry, tal vez porque reconozco que el personaje me cae un pelín mal aunque su parte, y todo lo que sucede en el exterior, sirve para descubrir como afecta el que Piper esté entre rejas al resto de la familia y a sus amigos. Aparte de que es el desencadenante, voluntario unas veces e involuntario otras, de muchas de las situaciones que le suceden a Piper. 

Vamos, que si le echan un vistazo no creo que se vayan a arrepentir. Y, por supuesto, no se queda en meras anécdotas de lo que pasa en el día a día; la temporada va evolucionando y todos los actos tienen sus consecuencias, sobre todo para Piper que se encontrará en algunos momentos bastante perdida y totalmente fuera de juego. Si les interesa, aquí para lo que ya saben.



miércoles, 16 de octubre de 2013

Remakes, reboots y la madre que los parió

Hay un montón de frases tópicas en torno al mundo del espectáculo. Que si la eterna crisis del teatro (más larga que la vida de Matusalén si hacemos caso de las crónicas del siglo XIX), que si Hollywoood es la moderna Babilonia (que me digan algo de los alemanes de los años veinte), que si ya no hay nada nuevo y está todo inventado... Muchas de ellas tienen un trasfondo de verdad, mayor o menor, pero existe. El problema es que se suele recurrir a ellas para justificar aspectos con los que no estamos de acuerdo, como en todas las generalizaciones.

Una de ellas consiste en señalar que es difícil ver algo novedoso en el cine, que sólo estrenan segundas, terceras y demás partes de una saga, o remakes/readaptaciones/revisionado de alguna peli de éxito añejo o de culto. Totalmente incierto y falso. Eso existe desde que Hollywood fuese Hollywood. O es que ya nadie recuerda los seriales de la época muda, o las tropocientas películas de Tarzán de los años treinta, cuarenta, cincuenta e incluso sesenta, por no hablar de las de King Kong o las distintas adaptaciones de libros de Dickens (Oliver Twist, por poner un ejemplo tuvo una adaptación en la década de los veinte, otra en los treinta, en los cuarenta y el musical de los sesenta, por no decir de las más recientes). Vamos, que el tópico de no hay nada nuevo bajo el sol es, quizás, el más realista.



La cuestión novedosa radica probablemente en que hasta hace pocas décadas este tipo de películas, salvo algunas excepciones como las adaptaciones literarias, solían contar con un presupuesto limitado e iban dirigidas a un público concreto, el adolescente o los realmente aficionados a esta temática. Sin embargo, ahora con el aumento de los costes y la necesidad de llenar las salas para compensarlos, la máquina publicitaria es brutal y comienza desde varios meses antes para llamar la atención del público potencial. Aparte de las bocas, boquitas y bocazas que se gastan los miembros de la profesión, ya sean directores, actores/actrices, guionistas, etc.

Sobre todo en el género de la ciencia ficción, que es el que más controlo (por lo que me toca). Y así es como nos enteramos que Harrison Ford ha estado hablando con Ridley Scott sobre una potencial segunda parte de Blade runner. ¿De verdad hace falta o es que ambos necesitan volver a la primera plana del cine retomando un clásico de la ciencia ficción? O que se iba a realizar una nueva versión de La fuga de Logan que, al parecer, está prácticamente muerto al dejar el proyecto el que iba a ser su actor principal, Ryan Gosling. Afortunadamente, porque, salvo que hiciesen algo decente, la película de los setenta ya era bastante digna como para hacer un truño con más dinero. O que Roland Emmerich ha confirmado el reboot de Stargate, que encima convertirá en una trilogía. O que se está gestando otro reboot, en esta ocasión el de Terminator con fecha de estreno para el 2015. Por no hablar de las recientes readaptaciones o revisitaciones de películas como Juez Dredd o Total recall o de lo que se avecina con la saga de las sagas estelares de la mano de J. J. Abrams.



Y si solo fuese el cine... Hace poco nos enteramos que harán un spin-off televisivo con el personaje del comisario Gordon que se llamará Gotham. O que el comic Constantine, que ya fue llevado al cine, se convertirá en una serie de televisión. Lo que unido a los tropocientos proyectos harán que los frikis del género estarán/estaremos frotándonos las patitas de contentos. O tal vez no...


martes, 8 de octubre de 2013

Vainilla

No se si lo habré contado alguna vez, y probablemente los que me conozcan en persona ya se habrán dado cuenta, pero soy un goloso empedernido. Me puede todo lo dulce, lo calórico, lo que engorda sin remedio; soy de esos que si van a comer a algún restaurante no pueden resistirse a un buen postre (salvo, quizás, en los momentos de dieta dieta u operaciones bikinis en que me pongo serio... cof cof...), a un dulce en el desayuno, a las galletas, a cualquier chuche en definitiva. Siempre le he echado la culpa a mi madre, que es una golosa empedernida, porque estoy seguro que cuando estaba embarazada de mí se hartó a comer de todo eso y más, así que, como lo llevo en los genes, pues he decidido que no tengo remedio y sigo con la tradición familiar.

Tras este breve prólogo, he de confesar que hace poco he descubierto a través de J. que el Mercachona... siii, ya se que el Mercabrona es el Mal para muchos pero tiene cosas que me gusta así que caigo y peco en ellos aunque luego reconozco que reparto mi dinero por otros establecimientos. A lo que iba, pues resulta que el Mercachona tiene un gel de baño de la colección Monogotas con olor a vainilla. No es el único porque tiene unos cuantos a canela, coco e, incluso, de moras. Pero del que estamos hablando en concreto es el de vainilla.

He aquí el cuerpo del delito


A continuación un breve interludio en la historia. En esta ciudad existe una marca que fabrica chocolates, chocolatinas, café, caramelos e, incluso, mermelada y probablemente algún producto más que desconozca. Pero, vamos, los más conocidos por la población local y no tan local son los relacionados con el chocolate y el café. Esta fábrica se encuentra en una avenida muy cerca de la casa de mis padres y la de mis abuelos, tanto que para ir al instituto, a la playa y a varios sitios de la ciudad debía coger la guagua justo delante suya. Y era un placer estar sentado en la parada mientras sentía los olores a café (el que más me gustaba) o a chocolate en los días que se ponían a ello. 

Prosigamos con la historia. Pues eso, que a través de una amiga de J. conocí este gel y cuando lo huelo por primera vez resulta que no, que no me huele a vainilla sino que me recuerda a los caramelos de nata de Tirma, la fábrica de antes, que me daba mi abuelo paterno cuando era pequeño. Caramelos de nata que eran la gloria, mucho antes de los Werther y esas zarandajas, porque además son blandos. Así que ahí me tienen cada vez que me ducho, oliendo a caramelos de nata. Soy consciente que quedaría muy bien diciendo aquello de que ese olor me trae recuerdos especiales de mi infancia, de dientes que se pegan entre sí por el caramelo, de paquetes enormes llenos de caramelos, etc. Pero, si tengo que ser sincero, diré que cada vez que abro el gel y me lo pongo por encima de lo único que tengo ganas es de salir corriendo a la calle y comprar un kilo de caramelos de nata para comérmelos sin parar como si no hubiese un mañana. Maldita perdición...



miércoles, 2 de octubre de 2013

Temporada nueva

Ahora que ha comenzado el mes de octubre y el otoño astronómico, en algunos sitios incluso el meteorológico, vamos a realizar un repaso de las novedades seriéfilas que se han presentado este año. Porque haberlas haylas y algunas ya han comenzado el pasado mes de septiembre, el mes por excelencia para el comienzo de la temporada seriéfila. Otras lo irán haciendo poco a poco durante este mes e incluso más adelante. No obstante, son tantas las novedades que sólo voy a centrarme en cinco que me interesan y pueden tener un huequito en sus agendas.

La primera es Agents of S.H.I.E.L.D., la adaptación a la televisión del universo de los Vengadores de la mano de Joss Whedon. La serie cubre la cuota de los aficionados a las aventuras, al comic y a los superhéroes, algo que había hecho parcialmente la temporada pasada Arrow tras el vacío dejado por otras series como Alphas. En esta, el agente Phil Coulson dirigirá a un equipo de operaciones encargado de detectar a individuos con superpoderes y neutralizarlos en el caso de que supongan una amenaza. Obviamente, vamos a tener acción, puede que algo de superhéroes (veremos cómo avanza la temporada) y entretenimiento palomitero. Con eso me conformo.



La segunda es Sleepy Hollow, un procedimental sobrenatural que toma de lejos las referencias a la película de Tim Burton ya que coinciden en el nombre y en los protagonistas, el jinete decapitado e Ichabod Crane, y poco más. A diferencia de la película, la serie se halla ambientada en la actualidad y en ella Ichabod, un soldado de la Guerra de Independencia, se despierta en el pueblo de Sleepy Hollow para descubrir que ha vuelto el jinete sin cabeza. Intentaré echarle un vistazo porque me atrae la temática pero, sinceramente, no se cómo va a continuar la historia y es algo que ya me pasó con Once upon a time, a la que dejé mediada la segunda temporada.




La tercera novedad es The blacklist, una serie protagonizada por James Spader en la que interpreta a un exagente, que ha sido el criminal más buscado, el cual se entrega a las autoridades y se ofrece a delatar a todos los criminales de una lista que ha ido creando, con la condición de colaborar con una nueva agente del FBI con la que parece tener cierto interés. ¿Qué podemos esperar? Pues intriga con tramas y subtramas y algo de acción. O al menos entretenimiento policíaco. 



La cuarta es Masters of sex, que dicho así parece como muy sugerente y de hecho lo es ya que trata de William Masters y Virginia Johnson, dos pioneros en la investigación de la sexualidad humana desde los años cincuenta hasta los noventa. Es una serie de Showtime, muy proclive a las escenas subidas de tono, pero da la impresión de no quedarse sólo en eso sino ser una mezcla de drama y comedia y de centrarse también en la evolución de la sociedad y la mentalidad de la gente. Me parece curioso y pienso ver esta temporada ya que sólo tendrá doce episodios.



Por último, la quinta elegida será Drácula, una nueva serie ambientada en el más famoso mito vampírico y que está protagonizada por Jonathan Rhys Meyers, ex Enrique VIII en Los Tudor. Ambientada a finales del siglo XIX, Drácula llega a un Londres victoriano bajo la fachada de un empresario norteamericano para vengarse de aquellos que le maldijeron con la inmortalidad. Podría tener cierto interés pero parece que la producción es un poco floja, y eso siendo generosos. Le daré una oportunidad teniendo en cuenta que sólo son diez episodios. 




Por supuesto, están también los retornos. La cuarta temporada de Downton Abbey, la tercera de Homeland, la quinta de The Good Wife, la quinta de Modern Family o la cuarta de The walking dead. Y tropecientas más porque la oferta es enorme, tanta que es imposible seguirlo todo. Así que pongánse cómodos, cojan algo de picoteo y disfruten viendo lo que más les apetece. Aquí para lo que ya saben.