Aunque siempre dicen que segundas partes nunca fueron buenas, parece que fue mentar la bicha y que todo comenzase a caminar. Hablaba en el post de la semana pasada del rodaje que se estaba haciendo en estos sures de una película con Jessica Lange y Shirley MacLaine como protagonista. Y es que el jueves por la tarde me llamaron para ver si estaba interesado en participar como extra el sábado; aunque dudé al principio, porque ya tenía unos estupendos planes para el finde con mi chico, pues volví a llamar y acepté la oferta. Y no me arrepiento porque ha sido toda una experiencia.
De lo poco negativo que puedo decir, una de ellas fue la larga duración ya que nos citaron a las cuatro de la tarde y todo acabó en torno a las cuatro de la mañana; además, se producían muchos tiempos muertos y ya en el tramo final, en el que no participó el grupo en el que estaba, se hizo un poco tedioso. Pero, sinceramente, no lo cambio por nada. Me lo pasé pipa y tuve la suerte de estar en un grupo divertido, que nos reíamos de todo y todos, incluyendo a las actrices.
Lo positivo fue toda la experiencia. Conocer el mundillo del cine, ese que adoro de casi toda la vida, y ver los entresijos, cómo se rueda y las distintas tomas que se hacen para, en teoría, una escena bastante sencilla. La escena en la que participábamos consistía en hacer de clientes del hotel por detrás de las actrices mientras estas se hallaban hablando en la barra del bar y llegaba el actor Billy Connolly. Mientras esperábamos a que nos colocasen y dijesen qué debíamos hacer, entraron ellas, auténticas divas y mitos del cine. Para un fan del cine y mitómano confeso como es uno, tener tan cerca a estas dos personas fue como un sueño. Sí, ya se que son personas normales, como tú y yo, con sus problemas, adicciones, manías y disfunciones pero no dejo de reconocer que son auténticas estrellas de cine, con obras maestras del celuloide, premios y muchísima experiencia a sus espaldas. Poder ver cómo preparan la escena con el director, que la Jessica Lange se sentase a un metro escaso de mí a ponerse los tacones y prepararse para dicha escena mientras la miraba entre embobado y con admiración y curiosidad, comprobar que la MacLaine con ochenta añazos es capaz de memorizar líneas e interpretar... todo eso y más es un lujo del que pude disfrutar el sábado por la tarde.
Lamentablemente no pude sacar fotos del interior del set. Estaba superprohibidisimo y muy pero que muy controlado; ya nos habían advertido seriamente con el tema y la verdad es que no quería que me echasen por una tontería. He conseguido un par de fotos de los periódicos digitales que corresponden a la escena que hicimos, sobre todo la primera con ellas en la barra.
Como aún estarán cuatro semanas más por aquí, hay posibilidades de que vuelvan a llamar. Además, el mismo sábado llegaba Demi Moore en sustitución de Sarah Jessica Parkjer, a ver si hay suerte y toca con ella. Seguiré informando...
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