Un post breve que salgo pitando en un rato. Hace algún tiempo, en algún post por ahí atrás, comenté que me iba de viaje a celebrar un aniversario especial. Por motivos diversos, el superviaje que queríamos hacer se ha ido quedando en viaje y luego en puente, pero bueno al menos es algo. Así que el día ha llegado y nos vamos a Barcelona esta tarde hasta el domingo, aprovechando este minipuente (mañana es fiesta en Canarias). Nos vamos lo que yo llamo el quinteto del 93, el año que terminamos la carrera. Nos conocimos cinco años antes cuando la empezamos y desde entonces nos sufrimos, nos aguantamos, nos reímos y nos lo pasamos bien. La efemérides se merecía un viajecito para celebrarlo aunque sea corto.
Llevo dos días en otro servicio (el primero en el que estuve) sustituyendo a un compañero enfermo. Aunque apenas he parado, es mucho más relajado y tranquilo, sin agobios. Y rodeado de películas. Así que empiezo a curiosear un poco por aquí y por allá, y pienso: "mmm, esta no la he visto, me la llevo, anda, esta la vi hace tiempo y me gustó, también me la llevo". Y en esas meto primero una peli, luego otra, después una tercera y hasta una cuarta en la mochila. Cargas con ellas hasta casa, y cuando llegas y las sacas piensas: "tontodelasnarices, si apenas tienes tiempo para ver las que tienes en casa ¿y te traes cuatro más?".
Así que hoy las he devuelto. Y en su lugar me he traído un dvd de una ópera y otro de un concierto de Tina Turner, pensando inocentemente que puedo escucharlos mientras hago otras cosillas en casa. Hasta que ha saltado mi pepitogrillo particular y me ha recordado que estos días no estaré por aquí, así que no servirá de nada. Si es que no tengo remedio.
En fin, menos mal que siempre nos quedará el youtube y/o similares ¿no?
Y ganó Rusia, como era de esperar. ¿O es que alguien esperaba que ganase España, almacándida? La verdad es que me lo pasé muy bien y me ayudó a levantar el ánimo. Yo me había sacado por Internet las banderitas de algunos países que fueron adjudicadas al azar a cada uno para que animasen a su país y se las pegasen en el pecho como azafatas; además cogí algunas canciones (las cantadas en inglés) para animar el cotarro. Pero lo mejor fue un amigo que se trajo pelucas, banderitas y gafas setenteras. Y acabamos todos hechos unos zorros, creo que por algún rincón del salón quedan plumas de las boas. Aquí lo que queda del sábado.
El festival está cada vez más mariquita, así, sin pelos en la lengua. Empezamos a meternos con la representante de Polonia, ultrarecauchutada y seguidora de Julio Iglesias en los rayos UVA. A partir de ahí salieron sus clones o las clones de la Beyoncé, porque salieron dos o tres con el trajito de lentejuelas y tirillas colgantes (la de Ucrania, por ejemplo). Y había cosas espeluznantes como la de Suecia, que con esos ojos parecía el extraterrestre de Roswell. Lo mejor no eran los cantantes sino los acompañantes. Los de Israel estaban para mojar pan, igual que los de Ucrania. Y que decir de la reina rusa del patinaje. Daba el pego hasta que pegó un giro y la mano se le dislocó, juasjuas, es hermanaaaaa. Las carcajadas aún se oyen en mi salón. En las votaciones, cada vez que nos daban un voto empezábamos a vitorear. Ah, y gané la porra que habíamos hecho en el intermedio (pura geopolítica).
Ayer, para descansar, me fuí a Arucas con una amiga que vino el sábado y su novio a ver las alfombras del Corpus y luego a comer algo. Por la tarde en casa de un colega me acordé que era el día del Orgullo Friki, así que muchas felicidades.
La imagen está tomada del blog de Fido, así que todos los derechos de autor, alabanzas, elogios y demás son para él.
Que larga se me va a hacer la semana, y eso que solo me dura tres días.
Pues sí, al final fui a ver la última entrega de las aventuras de Indiana Jones. No voy a hacer una crítica cinematográfica de ella pero si diré que me gustó, me entretuvo durante las dos horas que duró, me lo pasé bien. ¿Que hay algunas cosas que pueden chirriar? Bueno, puede ser, pero si te crees ciertas cosas de las otras películas no veo porque no te las crees aquí. Hay pequeños guiños para los que han visto las anteriores, un humor más descarado que en las anteriores y muchas aventuras. Tal y como está el panorama hoy en día, con eso me basta.
Cambiando de tercio, desde ayer estoy de chacha recogiendo la casa y limpiando aquí y allá. Y es que hoy tengo reunión de amigos en casa para ver el festival musical por antonomasia. Sí señores, Eurovisión. En realidad, es más una excusa para vernos, comer algo y reirnos un poco con las actuaciones y las votaciones posteriores. Reconozco que mi afición, por decir algo, al festival no ha sido constante. En los setenta y principios de los ochenta, sí que solía verlo más que nada porque coincidía con las visitas a casa de mis abuelos. Después en los noventa dejé de seguirlo, así que hay muchos años que para mí como si no existieran. Y en los últimos años he vuelto a retomarlo, más que nada porque quedamos estos amigos en casa de alguien, nos empachamos a comer y nos pasamos un ratillo agradable. Este año me ha tocado a mí. Lo mejor ha sido organizar las cosillas porque he pensado en hacer una votación paralela entre nosotros, con premio incluído (algo que he comprado en un Todo a 1 euro, así que ya podeis imaginar la calidad).
Ya se que Eurovisión ha decaído un poco, que no es lo mismo que antes cuando cada país cantaba en su propio idioma, pero es que nos ha dejado unas actuaciones impagables. ¿Que sentiríais si con ocho años te pones a ver el festival y de repente sale esto?
Pues eso: adicción. Para que luego digan que los frikis han llegado este año. Me río yo del Chikilicuatre. ¡¡Arriba Dschinguis Khan!!
Pues aqui estamos, intentando volver a la rutina diaria que, como buen Virgo, es lo que mejor llevamos. Los peores momentos, cuando estoy en casa porque inevitablemente la mirada se me va hacia el rincón de su cesta o en la cocina espero que aparezca para ver si pilla algo. Así que, consciente o inconscientemente, apenas he parado en casa estos días anteriores por las mañanas. Y es que, para colmo, no he parado porque he tenido que ir a la óptica a cambiar la montura de las gafas (en el curro se me rompió parte de la anterior), he ido a hacer compras para el sábado, preparar cosillas, etc, etc.
Encima, ando un pelín agobiado con el master por una tarea que tengo que entregar mañana y con todo esto se me ha retrasado. Pero, al menos, ya la tengo encaminada y solo me falta dar un par de retoques para que parezca algo decente. Claro que no me puedo quejar porque no voy a trabajar ni hoy ni mañana porque, como ya comenté, me lo pedí para ir al cine. Esta noche me voy al estreno de la nueva peli de Indiana Jones. Ya veremos en que para. Sí, ya se que soy un friki asqueroso pero algún defecto hay que tener, ¿no? Y para redondear, una de las mejores escenas de En busca del arca perdida, hala, pero solo con la música.
Sed felices y que la Fuerza os acompañe. Y gracias por los comentarios de apoyo.
Su hora preferida era la de comer; como decimos aquí, era un autentico bochúo. Era un viejo gruñón, que pasaba de tí y de cualquiera excepto si tenías comida. Pero últimamente ya no era el mismo. No tenía la misma energía de antaño, las patas traseras le flaqueaban, se quedaba con la mirada ausente, le costaba respirar y dormía cada vez más. Hace un par de semanas, mi pareja me dijo que estaba pensando en darle una muerte digna, que le daba pena verle así, que no quería que sufriera, y yo dejé la decisión en sus manos pues venía de su familia.
Hoy nos hemos despedido de él. Se ha ido durmiendo, como me gustaría irme a mí. Y pienso que ahora estará feliz, con la madre de mi pareja (su anterior dueña), ladrando a otros perros, comiendo hasta hartarse y esperando por nosotros. Pero yo sigo aquí con los ojos cuajados, como esta mañana, y pensando que lo volveré a ver cuando llegue a casa, que asomará su hocico en la puerta de mi estudio. Y con una tristeza encima como hace tiempo no tenía.
He de confesar que soy un poco friki, bueno, algunos dirían que mucho, y sólo porque me gustan las pelis y libros de ciencia-ficción, las bandas sonoras y otras cosas asociadas a ellos. Claro que como he sido siempre un friki pobre y con mucha verguenza pues no me suelo comprar trajes, ni voy a convenciones, ni me gasto el sueldo en muñequitos digo reproducciones miniaturizadas de ediciones ultralimitadas. Me limito a ir a ver las pelis, si me gustan comprarlas en dvd (o vhs cuando aún existía), escuchar las bandas sonoras, algún que otro comic y poco más. Tanto es así que ni siquiera he tenido muñequitos ni nada por el estilo. Únicamente este:
Me lo trajo hace poco un buen amigo desde Madrid, aún más friki que yo porque encima es adicto a los comics y a las consolas de videojuegos. En fin, todo un número.
Así que, como buen friki, me he pedido el día para ir al estreno de la nueva entrega de las aventuras del Dr. Jones, que llegarán la semana que viene. Ni que fuera la primera vez que lo hiciera, aún recuerdo la trilogía del Señor de los Anillos, la segunda de Star Wars y alguna que otra que nos parecía más que interesante. Porque nos gusta ir el día del estreno y a la primera sesión. Y este año no va a ser diferente.
Siempre he sospechado que existen varios universos paralelos, en los cuales nosotros llevamos vidas diferentes, alternativas a innumerables opciones que se nos plantean a lo largo de nuestra vida. Realidades donde uno podría ser un macarra drogadicto, el hijo playboy de un multimillonario o una dragqueen de fama y éxito mundial.
Hoy al mediodía, a eso de las 12:30, creo que se ha producido un cruce con uno de esos universos y se ha acoplado con el que yo vivía hasta ese instante. Cual personaje de Star Trek, me he quedado paralizado unos instantes, asumiendo mi nueva identidad física en este universo, ocupando este cuerpo mortal y preparándome para asumir las responsabilidades que me van a surgir en esta realidad.
Y todo porque he aprobado el tercer examen. Joder, toma alegría, toma emoción... y cuánto vértigo. Como siempre me asaltan las inseguridades, aún en el momento de la felicidad.
Y sí, Nepo, vete preparando los vasos de plástico y los ganchitos. Parece más que seguro que habrá fiesta.
Hoy hablaremos de un compositor que comenzó su andadura en la década de los sesenta y mantuvo una importante carrera hasta su fallecimiento en el 2004. Se trata de Jerry Goldsmith, un compositor que empezó a trabajar en la televisión, en series como La cuarta dimensión, Perry Mason, etc. A finales de la década de los sesenta se dio a conocer con la música que compuso para El planeta de los simios, que revolucionó los esquemas conocidos hasta entonces con una música innovadora y atonal (para saber más). La década de los setenta fue uno de sus períodos más prolíficos, componiendo la música para películas como Patton, Tora, Tora, Tora, Papillon, Chinatown, La fuga de Logan, Star Trek o Alien, el octavo pasajero. Fruto de la buena música que compuso, ganó el Oscar por la música para La profecía. No me digan que esta música no es para que se pongan los pelos de punta.
Aunque compuso música para todos los géneros, siempre se sintió muy cómodo en el género fantástico. A las mencionadas arriba se suman una larga lista, como Capricornio Uno, Legend, Desafío Total o varias de Star Trek. A continuación, la suite de Alien, donde se recogen los temás más interesantes de la música para esa película.
A finales de la década de 1990 pasó por una nueva etapa creativa muy interesante con películas como L.A. Confidential, El guerrero nº 13 o La momia, por citar algunos de sus trabajos de esta época. Para la primera compuso una enérgica partitura que retrata la corrupción y sordidez de los personajes. Aquí una muestra.
Y no me voy a ir sin uno de los temas que le hicieron más famoso, sobre todo entre los frikis (como yo). Se trata de una adaptación del tema de Alexander Courage para la segunda serie de Star Trek.
Si quereis saber más de este compositor, pues a buscar en google hombre. Que noooo, teneis un par de cosillas en la wikipedia o en su página personal. ¿Qué más quereis? Larga y próspera vida.
Este fin de semana ha sido un no parar. Estoy más cansado que si hubiese ido a trabajar. El sábado me fui con dos de las amigas con las que me voy a Barcelona a finales de mes para comprarle un regalo de bodas a otra amiga que tambien se viene con nosotros. Mi cuenta corriente, ya maltrecha, ha quedado para el arrastre. Corre para casa y me fui con mi nene un ratillo a la playa, bueno más que playa es una zona por el norte de acantilados con charcos donde puedes hacer nudismo. Y después a casa de un amigo que nos invitaba a cenar. Y hoy domingo un cumpleaños de otro amigo que llegaba a la cuarentena y quería celebrarlo bien, lo que supuso almuerzo-merienda hasta bien entrada la tarde. Me lo he pasado muy bien, me he reído a gusto y hemos comido genial.
Y estoy un poco cansado para seguir. Debería haber hecho algo con el master pero ni lo he tocado. Debería haber aprovechado para hacer algunas cosas con el blog pero tampoco he podido. Debería tantas cosas... que no se por donde empezar. Así que un poco de música para acabar el findesemana y descansar a gusto.
Que tengais un buen comienzo de semana. Larga y próspera vida.
Siempre me ha gustado el cine, desde pequeñito. Entrar en una sala oscura y compartir muchas emociones con más gente es algo que me ha parecido increíble y apasionante (y para los mal pensados, la otra sala oscura me parece igual de increíble). Cuando era un chiquillo me iba con mi hermana todos los domingos a la sesión de las 3 a un cine que estaba cerca de mi casa de entonces, el típico cine de barrio, que luego se reconvirtió a fines de los setenta en un bingo (y fue de los primeros). Por un duro tenías la entrada y golosinas para un buen rato. Allí me veia las películas de Bruce Lee y demás acólitos de artes marciales, las de Godzilla barriendo ciudades japonesas, los spaghetti-western, clásicos de Errol Flynn y piratas y muchas más.
Y desde entonces he seguido yendo al cine, la verdad es que ahora menos que nunca porque entre lo que ponen en las salas y lo que cuesta ir pues se le quitan las ganas que uno tiene. Pero aún así, la magia de ver algo nuevo, que te sorprenda, que te haga sentir cosillas en el estómago, que te haga reir de verdad, es algo que aún no he perdido.
Todas estas divagaciones vienen porque llevo un mes de lo más cinéfilo, pero de casa. Con el tema de las oposiciones, en un fin de semana me vi de una tacada Doctor Zhivago y al dia siguiente Lo que el viento se llevó. Me dio un punto filipino y me traje la segunda del curro. Sobredosis de cine clásico y pensando que ya no se hacen pelis así, un desastre en toda regla. Eso fue hace casi un mes pero desde entonces han caído otros clásicos como 39 escalones y Cantando bajo la lluvia, clasiquillos más recientes como la segunda de Mad Max (dos eurillos en MM) y algunas más recientes como Stardust o Horton. Aparte de ir a ver Iron Man al cine. Teniendo en cuenta que las veo los fines de semana, más que cinéfilo parece que me he convertido en cinéfago. Definitivamente, necesito salir más e irme a la playa, ahora que empieza el buen tiempo.
Para acabar el tema de una peli que, en su momento, me fascinó pero por lo cutre, histriónica, acartonada y tan laurentiis. Y como me divertí viendola. Sobre todo por su banda sonora
Y a ver si pongo un post sobre las bandas sonoras, que las tengo más abandonadas. Pero eso será otra historia.
Al final no me fui a la playa ayer domingo, no porque no quisiera sino porque mi amigo prefirió salir de marcha. Así que el sábadonoche nos fuimos a los sures a divertirnos un poco. Lo pasé bastante bien y eso que de vez en cuando me quedaba solo porque el otro se iba de caza mayor, pero bueno tampoco me importaba mucho y por un amigo se hacen esas cosas y más. Mucho guiri y también producto nacional aunque menos de lo que esperaba, teniendo en cuenta que estábamos de puente. Eso si, muchas miraditas, roces y poco más, que el cuerpo solo estaba para bailoteo esa noche. Y si alguien intentó algo más pues, la verdad, es que ni me enteré.
Y todo este preámbulo para apuntar algo que comentamos esa noche, muy al principio en una terraza. Hablando de ligoteos y demás asuntos banales, le comenté a este amigo los supuestos intentos de ligue que había sufrido estando en pareja y el interés que puede despertar alguien que está casado, algo que ya he comentado más atrás. Y él me dijo que era la erótica del casado, una derivada de la famosa teoría de la erótica del poder. Me gustó el término y me reí un buen rato. Y ahí estuvimos divagando sobre si los que se emparejan desarrollan una feromona especial que atrae a algunos porque no es normal. Pasas de un estado de invisibilidad o semi a una exposición total. Y encima parece que atraes a los moscones. O puede que esta gente tiene un sentido especial para detectar a los emparejados. En fin, pseudofilosofía a la una de la madrugada de un sábadonoche.
Entre que ya he perdido mucho la costumbre de trasnochar, que necesito una cura de reposo y que ya no está uno para estos trotes, además de que solo dormí como cuatro horas, ayer domingo estaba como esta canción. Eso sí, quitando lo del alcohol y el fumar.
Estoy perezoso. Pero no me dejan. El máster no me deja.
Desde el martes estoy en un estado de pereza, de desgana absoluta. Lo único que se me apetece es tirarme en el sillón y ver alguna peli, alguna de las series que tengo en lista de espera o sencillamente vegetar viendo la tele o leyendo algún libro. Pero resulta que estamos en pleno curso sobre un tema del master y el puñ...o profesor está mandando tareas para cada dos días. Así que me he tenido que coger la pereza y guardarla en el fondo de mi cerebro y ponerme las pilas, a medias, para leer y escribir las tareas.
Aunque ayer como era mi día, nuestro día, vamos el de todo el mundo (porque todos, el que más, el que menos, curran) pues lo dejé para última hora. Me fui con los colegas a una sesión matinal, hacía mucho tiempo que no lo hacía, a ver Iron Man y después a comer algo ligerito y una tarde de paseo sin rumbo fijo. Sólo cuando llegué a casa me puse un poco las pilas.
Y mañana comienza la Operación Verano 2008. A partir del sábado vamos a luchar por lucir un tipo más que digno este verano y no parecer Moby Dick, una ballena blanca y gordinflona resoplando en las playas sureñas. Eso sí, con una frustración y es que al medirme resulta que soy algo más bajo de lo que pensaba. No estoy yo muy convencido. Yo seguía pensando en mis 1'75 de toda la vida y resulta que no. ¿Será que ya ha empezado la decadencia y a encoger por la edad? Que coño, ni que fuera Pepe Isbert, así que me niego a aceptarlo.
Este findesemana estoy dudando entre salir de marcha, que le había prometido a un amigo, o irme a la playa el domingo con él. Le planteare a este amigo la disyuntiva y que él elija: marcha o playa. Por si acaso, me voy preparando.
Soñad con las estrellas, las de Hollywood y las del cielo.
