A diferencia del anterior, este fin de semana ha sido más enérgico y con mayor contenido. Hemos tenido de todo, señores.
El viernes por la noche dos amigos nos invitaron a un grupito a cenar en su casa. Uno de ellos tiene buena mano para la cocina y presentó algunos platos hindúes que estaban para chuparse los dedos. De hecho, en alguna ocasión les hemos animado a que monten algún negocio de restauración por su cuenta pero me da que, precisamente el cocinero, no está muy por la labor. Esa misma noche ya puse una fotilla en el facebook para deleite de los amantes de la comida. Y luego unas copichuelas en un baretillo cercano donde no paré de encontrarme gente que hace tiempo que no veía. Menos mal que me retiré a una hora decente que al día siguiente tenía curro; porque las dos de la mañana continúa siendo una hora decente ¿no?
El sábado tocó zafarrancho de limpieza. Aparte de por otras cuestiones, cuando llega esta época me entra un frenesí limpiador de la casa. No sé si es por dejarlo todo preparado cara al invierno y así poder hibernar como los osos con total tranquilidad hasta marzo o abril o si es por cargo de conciencia después de un verano detocarte los huevos total reposo y te pones a hacer lo que no has hecho en tres meses. En fin, levantarse a una hora indecente (más cuando sales la noche anterior), cargarte de cafeína, ponerse la cofia y a machacarse todo el día a excepción de la pausa.
Y el domingo para compensar nos fuimos a la playa. Bajamos a Maspalomas y allá que nos fuimos para que nos dejasen cual croquetas. Que viento hacía, en el límite entre el incordio y lo insufrible. Lo compensaba lo estupendo que estaba el día, que la marea estaba bajando y a partir de las tres empezó a bajar un poco la intensidad del viento así que nos quedamos, no como la última vez que fuimos hace unas semanas en la que sí que nos fuimos. Pero esto es así, un poco lotería porque cuando se mete viento agárrate una vela que llegas al Caribe en un plas.
Lo mejor de todo es que hoy se acaba mi semana laboral, ojalá todas fuesen así de cortitas. Como aún no había pedido casi ningún moscoso, he empezado a cogerlos y solicité el jueves y viernes. Así que a currar un ratito y hasta el lunes no me verán el pelo. Y encima ayer se me fue el día en una jornada técnica para ver algunas novedades en nuestro aplicativo, algunas de las cuales ya conocía, juas juas. Y mañana supermegaasadero gayer.
El viernes por la noche dos amigos nos invitaron a un grupito a cenar en su casa. Uno de ellos tiene buena mano para la cocina y presentó algunos platos hindúes que estaban para chuparse los dedos. De hecho, en alguna ocasión les hemos animado a que monten algún negocio de restauración por su cuenta pero me da que, precisamente el cocinero, no está muy por la labor. Esa misma noche ya puse una fotilla en el facebook para deleite de los amantes de la comida. Y luego unas copichuelas en un baretillo cercano donde no paré de encontrarme gente que hace tiempo que no veía. Menos mal que me retiré a una hora decente que al día siguiente tenía curro; porque las dos de la mañana continúa siendo una hora decente ¿no?
El sábado tocó zafarrancho de limpieza. Aparte de por otras cuestiones, cuando llega esta época me entra un frenesí limpiador de la casa. No sé si es por dejarlo todo preparado cara al invierno y así poder hibernar como los osos con total tranquilidad hasta marzo o abril o si es por cargo de conciencia después de un verano de
Y el domingo para compensar nos fuimos a la playa. Bajamos a Maspalomas y allá que nos fuimos para que nos dejasen cual croquetas. Que viento hacía, en el límite entre el incordio y lo insufrible. Lo compensaba lo estupendo que estaba el día, que la marea estaba bajando y a partir de las tres empezó a bajar un poco la intensidad del viento así que nos quedamos, no como la última vez que fuimos hace unas semanas en la que sí que nos fuimos. Pero esto es así, un poco lotería porque cuando se mete viento agárrate una vela que llegas al Caribe en un plas.
Lo mejor de todo es que hoy se acaba mi semana laboral, ojalá todas fuesen así de cortitas. Como aún no había pedido casi ningún moscoso, he empezado a cogerlos y solicité el jueves y viernes. Así que a currar un ratito y hasta el lunes no me verán el pelo. Y encima ayer se me fue el día en una jornada técnica para ver algunas novedades en nuestro aplicativo, algunas de las cuales ya conocía, juas juas. Y mañana supermegaasadero gayer.
2 comentarios:
¡A disfrutar! Yo tambíen debería haber pedido moscosos, que este año no he tenido vacaciones de verano... pero he sido tonto y no los he pedido :-(
Pues pide que aún queda algún puente por ahí (1 de noviembre, el de la Constitución...) estupendo para relajarse y descansar.
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