Esta semana es LA semana. Esa que muchos llevan esperando medio año, o un año entero según quien, que hay gente pa'tó. Y es que, por fin, ha llegado la Gay Pride de Maspalomas, ese evento que reúne a miles de hombres a quienes les gustan los hombres, y lesbianas, bisexuales, transexuales y otras especies. Vamos, que si de por sí esos sures son un lugar de vicio y perversión, que diría Rouco o el de Alcalá de Henares, esta semana puede llegar a niveles estratosféricos. Que ni se te ocurra encender el Grindr, Bender y demás aplicaciones de entretenimientos varios que conocemos porque tu móvil puede explotar. Así, tal cual. Y tampoco hay necesidad, que para eso ya los ves in person a todos, bien en la playa, bien en el centro comercial más famoso a este lado del Pecos.
El sábado pasado nos fuimos unos cuantos colegas a pasar un buen rato, a bailar, a mirar maromazos y disfrutar visualmente. Ya se notaba ambientillo porque, si bien no estaba abarrotado, ya había bastante gente, más de lo acostumbrado. Aún así, nada de nada. La ley no escrita por la cual una sobreoferta del producto cárnico provoca un descenso de la posibilidad de ligue directamente proporcional a la oferta, a la que se añade el factor X de no enseñar carne que podría haber disminuido ligeramente el descenso, hizo que me convirtiese en el hombre invisible para todo bicho viviente. Pero la verdad es que me daba igual, había ido a pasármelo bien, a bailar un poco, a estar con los colegas y eso fue lo que pasó. Además, ejercí de "pareja" de uno de ellos toda la noche. Al poco de llegar me suelta "si me miran mucho, tú eres mi pareja ¿vale?". No problem. Que hay mucho stalker suelto. Y así fue. Lo que me reí diciendo que lo estaba vigilando, o que me tenía abandonado, o controlando a los colegas que hablaban con él.
No suelo ir al Gay Pride del sur porque me agobia un poco, demasiada gente, demasiado alcohol, demasiado de todo. Y me da una perezaaaaaa. Pero creo que este sábado bajaré a la cabalgata que será de 2 a 5 (sí hijos, horario europeo para todo) y luego hay sesión de música hasta las 8 o así. Lo cual será una hora perfecta para volver a casita y descansar para poder ir a la playa el domingo que es lo que realmente me interesa. En fin, que a quien le interese aún está a tiempo de venirse, aunque estará todo hasta los topes.
2 comentarios:
¡Qué envidia! Por favor, saca muuuuuchas fotos!
Jajaja, a ver si el sábado me acuerdo, que me quedo en estado de shock y me olvido de la cámara ;)
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