domingo, 24 de febrero de 2013
sábado, 23 de febrero de 2013
viernes, 22 de febrero de 2013
Oscars musicales
Un año más los Oscar vuelven a celebrarse y la ceremonia de entrega tendrá lugar el próximo domingo. Ya saben que soy un gran fan de las bandas sonoras así que hoy toca un ligero repaso de las candidatas a llevarse el Oscar por la Mejor Composición Original. El hándicap con el que me encuentro este año es que, salvo la de Skyfall, no he visto ninguna de las películas a las que pertenece las otras nominadas, así que opinaré sobre la música más que de su acierto dentro de la película. Lo que sí parece claro es que hay una cierta coincidencia en que son las mejores del año ya que, con la excepción de Skyfall, el resto de nominadas también coincidió en la lucha de los Globos de Oro.
La primera nominada es la compuesta por Dario Marianelli para Anna Karenina. Es una composición clásica, con una estupenda orquestación, llena de valses, música melódica e incluso con canciones rusas colocadas sobre la música incidental. Es muy equilibrada y uniforme por lo que resulta bastante atractiva al oído pero, por desgracia para ella, es un año muy duro y es una de las dos convidadas de piedra en la lucha. Sería toda una sorpresa que se lo llevase.
La segunda es la banda sonora de Argo, compuesta por el francés Alexandre Desplat en su quinta nominación. Desplat ha construido una música de ambiente, con toque étnicos y con algún que otro tema más dramático. Lo mejor es el corte final, un resumen que sintetiza el drama que subyace en toda la película. Tiene posibilidades y puede beneficiarse de la lucha entre las dos favoritas pero sinceramente no creo que gane y eso que Desplat ya se lo va mereciendo.
La tercera en lucha es La vida de Pi cuya música ha compuesto el canadiense Mychael Danna. Al igual que la de Argo es una música ambiental, con toques étnicos, pero donde se entremezclan partes ligeramente dramáticas con música onírica e incluso mística. Todo ello le da un aspecto bastante exótico y llamativo, aparte de que tiene una muy buena orquestación. Es una de las dos grandes favoritas para llevarse el Oscar y yo apostaría por ella.
La cuarta banda sonora nominada es la compuesta por John William para Lincoln. Enésima nominación para el Maestro que ha construido una música muy alejada a la idea que tienen muchos de el. Se trata de una composición intimista, sobria, casi austera en la que no hay nada del exhibicionismo que casi estamos buscando. Es un poco dura en la escucha porque se trata de una música ambiental, para una película rodada en su mayor parte en interiores, con lo que apenas hay posibilidades para el lucimiento. Aún así es junto con La vida de Pi una de las favoritas.
Por último, la quinta nominada es Skyfall, por la composición de Thomas Newman. Es, junto con la de Anna Karenina, una de las dos convidadas de piedra ya que de por sí la nominación es premio más que suficiente para una banda sonora que no aporta grandes novedades a la música de la saga. Es más que correcta y efectiva, pensada para reforzar las escenas de acción, descriptivos e incluso de ambientación pero se aleja un poco del tono de la saga y no creo que tenga opciones claras a llevarse el Oscar.
Por supuesto, y como casi todos los años, hay notables ausencias en las nominaciones como las de ¡Rompe Ralph! con la música de Hewnry Jackman o El Atlas de las nubes con banda sonora de Reinhold Heil, Johnny Klimek y Tom Tykwer que estuvo en la lucha por el Globo de Oro. Pero no todas pueden estar en el lote final aunque me habría gustado que esta última hubiese estado en la terna final.
miércoles, 20 de febrero de 2013
Post Carnaval
Nunca he sido muy carnavalero. Mis padres no son muy del gusto de las grandes aglomeraciones ni de los carnavales así que, salvo algún año excepcional, empecé a disfrazarme allá por los años universitarios aunque de manera esporádica porque, entre la falta de costumbre y la sensación de ser el centro de atención (lógicamente si vas disfrazado), no me sentía demasiado a gusto. Raro que es uno, qué les voy a contar que no sepan. Hasta que ya empecé a salir de marcha por el ambiente y los amigos te van empujando año tras año quieras o no, y te disfrazas aunque siempre de manera discreta, para llamar la atención ya tengo un par de amigos.
Algo así pasó este año. J. se vino para Gran Canaria hace casi dos semanas para unos días; tanto él como yo estábamos dudando si disfrazarnos o no cuando ese mismo viernes vinieron dos amigos suyos de Tenerife para pasar el fin de semana. Quedamos el sábado para vernos, tomar algo y a lo tonto a lo tonto acabamos en un chino comprando, por cuatro perras, un kimono y todos los aderezos para un disfraz de conjunto de chinas. Cuatro chinas con barba. Con pelos en el pecho, en las piernas, en los brazos. Ni el yeti, oigan. Y allá que nos fuimos a la zona de los chiringays que este año la situaron prácticamente al lado de mi casa. Cinco minutos caminando, nada más. Así que no había excusas. Por supuesto, a pesar del poco recorrido, cogimos frío a la ida y a la vuelta y nos acatarramos así que el lunes ni por asomo se nos ocurrió salir de marcha. Ni el cuerpo ni las ganas.
Pero J. se llevó los disfraces para Tenerife el miércoles y yo me embarqué para allá desde el jueves, como estaba previsto. El sábado celebraban en Coruscant el Carnaval de día, desde las doce del mediodía hasta que el cuerpo aguante. Nosotros llegamos a la casa de la prima de J. sobre las nueve y media, en pleno apogeo y en pleno centro del meollo, salimos a las doce y pico ya disfrazados y nos acabamos retirando sobre las cinco de la mañana. Sólo puedo decir que aún estoy recuperándome porque, entre que no paramos la pata y que algo nos sentó mal (y no, no fue la bebida malpensados porque no bebí alcohol), estuvimos el domingo para el arrastre. Y uno que se venía en barco.
Por supuesto no pienso poner fotos. Quien quiera verlas que se de una vuelta por el facebook que ya puse algunas y J. me etiquetó en otras, así que más sencillo imposible. Eso sí, aún a riesgo de que me apedreen por la calle en el caso de que me reconozcan sólo diré que me gustó más el carnaval chicharrero: todo el mundo iba disfrazado y todo el sarao se hizo en plena calle. No como aquí que este año ha sido un ascazo. Por culpa de un Ayuntamiento incapaz de negociar con los vecinos y una sentencia infumable. En fin.
Y el próximo fin de semana es el grande del carnaval de Maspalomas. Ni por asomo vamos a ir, ni disfrazados ni de marcha.
Y el próximo fin de semana es el grande del carnaval de Maspalomas. Ni por asomo vamos a ir, ni disfrazados ni de marcha.
domingo, 17 de febrero de 2013
sábado, 16 de febrero de 2013
jueves, 14 de febrero de 2013
Ucronías cinéfilas
Como género literario siempre me ha fascinado la ucronía, la novela histórica alternativa, en la que, si encima, se mezcla con la ciencia ficción entonces es el summum. Preguntarse el "Que hubiera pasado si..." dentro de un buen relato, cosa no tan sencilla como pudiese parecer, es algo que me ha atraído toda la vida, deformación cuasiprofesional o gusto por la Historia, veanlo como quieran. Claro que el "What if..." no es exclusivo del mundo literario en sentido estricto (aunque lo engloba prácticamente) ya que también es muy recurrido en los cómics e, incluso, en el cine.
Y eso es lo que ha hecho Peter Stults, un ilustrador y diseñador norteamericano, que, inspirado a su vez por otro diseñador Sean Hartter, ha creado una maravilla de carteles de películas clásicas en las que ha jugado con el tiempo y el espacio. Aquí sólo coloco unos pocos como muestra, de los cuales me quedo con el primero, el de un 2001: una odisea del espacio alternativa dirigida por Fritz Lang, y el último, El Quinto Elemento, en plan años sesenta.
Para saber más y ver otros carteles pueden visitar su página aquí. Y ahora una poca de música, como siempre.
martes, 12 de febrero de 2013
domingo, 10 de febrero de 2013
sábado, 9 de febrero de 2013
viernes, 8 de febrero de 2013
El Maestro sigue en activo
Hoy el Maestro, John Williams para los despistados, cumple 81 años y lo celebra con una nueva nominación a los Oscar (después del doblete del año pasado) por la banda sonora que ha compuesta para, como no, la última película de Spielberg, Lincoln. Que mejor manera de celebrarlo que escuchando una de sus composiciones, la que hizo para Encuentros en la tercera fase y que pasó un poco desapercibida al coincidir en el mismo año con la de Star Wars. Que cosecha la de aquel año.
00:00 = "Opening: Let There Be Light"
00:34 = "Navy Planes"
01:25 = "Chasing Ufo's"
02:20 = "Barry's Kidnapping"
03:51 = "Stars And Trucks"
04:32 = "Forming The Mountain"
05:29 = "Roy And Gillian On The Road"
06:28 = "The Mountain"
07:18 = "Wild Signals"
09:25 = "Visitors / "Bye" / End Titles: Special Edition"
00:34 = "Navy Planes"
01:25 = "Chasing Ufo's"
02:20 = "Barry's Kidnapping"
03:51 = "Stars And Trucks"
04:32 = "Forming The Mountain"
05:29 = "Roy And Gillian On The Road"
06:28 = "The Mountain"
07:18 = "Wild Signals"
09:25 = "Visitors / "Bye" / End Titles: Special Edition"
jueves, 7 de febrero de 2013
Lo que viene
Aquí van algunas ideas para los que quieran ir al cine a evadirse durante un par de horas de todo lo que está cayendo en los próximos meses. Y olvidarse de sobres, corrupción, Bárcenas y Montoros, recortes, políticos y demás motivos para sacar una metralleta y descargar tu ira.
La primera opción es Cloud Atlas (El atlas de las nubes), la última película de los hermanos Wachowski, que ha tenido desigual fortuna desde su estreno en Estados Unidos. Una historia a través del tiempo y de distintos lugares en el que los personajes descubrirán que todo se halla conectado. Llegará en nada, en un par de semanas ya que se estrena el 22 de febrero.
La siguiente idea es Oz, The Great and Powerful, (traducida aquí como Oz: Un mundo de fantasía, tsk tsk) una producción de Disney dirigida por Sam Raimi que nos cuenta la llegada de Oz desde Kansas y su encuentro con las tres brujas, y como se hace con el control de Ciudad Esmeralda. Una revisitación en clave de precuela al clásico El mago de Oz con James Franco como protagonista y un trío de brujas estupendas: Mila Kunis, Rachel Weisz y Michelle Williams. Estreno previsto para el 8 de marzo.
Otra sugerencia, en este caso más palomitera. Iron Man 3, la nueva y, por ahora, última entrega de este superhéroe apropiado por y para Robert Downey Jr. No hace falta que les cuente nada ¿verdad? Mucha acción, efectos especiales a raudales y entretenimiento puro y duro. No le pidan más de lo que ofrece. Llegará a sus pantallas el 26 de abril, antes incluso que en Estados Unidos.
La cuarta idea que se me ocurre es World War Z en la que Brad Pitt interpreta a un empleado de la ONU en una carrera contrarreloj para luchar contra una pandemia que convierte a los hombres en zombis y puede acabar con la humanidad. Tiene pinta de ser el típico blockbuster veraniego y de hecho su estreno, previsto para diciembre del año pasado, se retrasó hasta julio de este año para no hacerlo coincidir con El Hobbit y Django unchained. Esta pilla un poco lejos porque ya nos metemos en pleno verano pero para que se vayan haciendo una idea ahí va el trailer.
Y, por último, para completar el quinteto, la que mas espero y la que más temo, Star Trek: Into Darkness. Como todo lo que toca J. J. Abrams, Star Trek no ha quedado indemne y si ya el reinicio de la saga en la película de 2009 tuvo polémica el estreno de esta nueva película no va a dejar indiferente. Vamos a ver cómo quedará todo porque después de la starwarización de Star Trek y sabiendo que Abrams va a dirigir las nuevas películas de Star Wars tengo un pánico a ir a verla. Que iré, eso no lo duden, porque uno es así de fan borrego.
Por supuesto, hay muchas más. Pero esas ya estarán casi para el verano y ya hablaremos en su momento...
martes, 5 de febrero de 2013
Destripando... Hitchcock
El viernes pasado se estrenó una de las películas a la que tenia echado el ojo para verla: Hitchcock.
Tras el estreno de Con la muerte en los talones, el director Alfred Hitchcock comienza a buscar un nuevo guión. Tras leer Psycho, una novela que se inspiraba en la historia del asesino Ed Gein, Hitchcock se obsesiona por llevarla a la pantalla mientras que su mujer Alma Reville intenta adaptar el libro de un amigo con el que mantiene una estrecha relación. La película tiene dos líneas argumentales: por un lado, se centra en la aventura del rodaje de Psicosis, con sus avatares por la financiación y pasar la censura; por otro lado, en la relación que mantiene Hitchcock con su esposa durante ese rodaje. Ambas líneas van estrechamente unidas y tienen efectos comunicantes entre ellas.
Indudablemente, uno de los atractivos de la película es la interpretación de los actores, fundamentalmente del dúo principal: Anthony Hopkins como Hitchcock y Helen Mirren como su esposa Alma. Son de esos actores/actrices que conocen su oficio más que de sobra y siempre están estupendos. Me encanta la Mirren, mucho más expresiva en esta película que Hopkins quizás por el atrezzo para parecerse al director inglés. Aunque reconozco que los momentos más íntimos del director, como sus impulsos y deseos por las rubias está muy logrados por Hopkins. Y luego está la bateria de excelentes secundarios como la Scarlett Johansson que hace de Janet Leigh, Jessica Biel que interpreta a Vera Miles, una casi irreconocible Toni Collette en el papel de la ayudante de Hitchcock y James d'Arcy como un joven Anthony Perkins. Lo cierto es que las interpretaciones son de lo mejorcito de la película y las caracterizaciones, sin llegar a estar a la altura de superproducciones, están bastante logradas, aunque no creo que fuese la intención de lograr el mimetismo con los originales sino captar más bien la esencia de su participación en la película.
Como suelo decir en muchas ocasiones, todo lo relacionado con la dirección artística está bastante conseguido. Los decorados, el atrezzo, el vestuario de la época, la recreación de algunas de las escenas de Psicosis... todo ello es muy fiel al original, que para eso los americanos se lo curran bastante bien. Lo mismo se puede decir con los aspectos técnicos como la fotografía o los efectos de sonido y visuales, que algunos hay, aunque habría probrado a rodar la película en blanco y negro, creo que habría conseguido otro efecto, más cercano y paralelo a la película en la que se centra parcialmente.
Sin embargo, y a pesar de su buena factura, de unas buenas interpretaciones con actores de primer nivel y de una historia que te engancha, uno no deja de tener la idea de que Hitchcock podría haber dado más de sí. Tal vez la culpa sea del director, que quizás no ha estado muy a la altura y se ha limitado a rodar dejando a los actores que lleven la voz cantante cuando podría haberlos exprimido más. La película me gustó pero salí del cine con la sensación de ver una película que había estado bordeando el límite de convertirse en un telefilme, muy digno y bien llevado, pero un telefilme.
Aún así me gustó por varios motivos: porque sale la Mirren, amén del resto de elenco actoral, porque narra de manera detallada el proceso del rodaje de Psicosis y porque me encantan las películas que van del cine dentro del cine. Qué se le va a hacer. Reconozco que lo mejor de la película son dos escenas separadas que tienen mucho que ver con la escena más famosa de Psicosis (y que no contaré para no spoilerear por si alguien quiere verla) y que demuestran que Hitchcock tenía razón cuando señalaba que nos repugna el terror pero que no podemos evitar mirar. Que en el fondo somos unos voyeurs, como él mismo.
Aún así me gustó por varios motivos: porque sale la Mirren, amén del resto de elenco actoral, porque narra de manera detallada el proceso del rodaje de Psicosis y porque me encantan las películas que van del cine dentro del cine. Qué se le va a hacer. Reconozco que lo mejor de la película son dos escenas separadas que tienen mucho que ver con la escena más famosa de Psicosis (y que no contaré para no spoilerear por si alguien quiere verla) y que demuestran que Hitchcock tenía razón cuando señalaba que nos repugna el terror pero que no podemos evitar mirar. Que en el fondo somos unos voyeurs, como él mismo.
Para acabar la música. Extrañamente, y utilizo esa palabra a
propósito, la banda sonora se la encargaron a Danny Elfman, un músico
que no se suele asociar a este tipo de películas. El tema principal me
recuerda vagamente al que Carter Burwell hizo para Dioses y monstruos hace ya unos cuantos años. En general, es una banda sonora tranquila, de narración, donde el Elfman apoteósico y llamativo deja paso al más intimista, que suele surgir muy de vez en cuando. Lo que no quiere decir que no se produzcan pequeños destellos en cuanto le dejan. No será de las más recordadas de Elfman pero cumple su propósito de ambientar y sugerir en determinadas escenas.
domingo, 3 de febrero de 2013
sábado, 2 de febrero de 2013
Música (C)
Y para celebrar la entrada número 100 de los sábados musicales nada mejor que Mozart y La flauta mágica.
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