Spiderman

Cuando menos te lo esperas salta la liebre. La semana pasada tuve una nueva cita con mi neuróloga, aquella a la que había acudido hace ya casi tres meses por mis migrañas. Esta vez era una revisión rutinaria, para ver cómo me iba con el tratamiento que había prescrito y analizar los resultados de una resonancia que me había mandado para descartar cualquier posible anomalía y que me hice el pasado mes de noviembre.

Y resulta que tengo un quiste aracnoideo en mi cerebro. Cuando me lo dijo se me aceleró un poco el corazón hasta que me comentó que era algo que veían mucho los neurólogos y que no tenía nada que ver con las migrañas ni nada raro. Vamos, que le quitó hierro al asunto mientras me acordaba muy mucho de Peter Parker y aquel asuntillo con las arañas radioactivas. En realidad, lo de aracnoideo no tiene que ver remotamente ni nada con las arañas (el nombre viene de las células aracnoideas) pero en un primer momento sonaba muy cercano. Sinceramente, y dado que soy de letras, no sabría que decirles exactamente en qué consiste salvo que tiene que ver con el líquido de la espina dorsal así que si quieren saber más, pues se leen la entrada de la wikipedia. Ya decía J. que soy un poco raro pero de ahí a pensar en superpoderes arácnidos va un largo trecho.

 Mientras tanto, a seguir bailando...