Ayer domingo por la noche, el programa "Salvados" estuvo dedicado a la Ley de Dependencia y su aplicación en distintos lugares de España, aunque con especial dedicación a la Comunidad Valencia. Fue ponerme a verlo, y aunque ya sabía en gran medida lo que iba a ver, no pude evitar que la indignación y la rabia comenzase a entrarme viendo el programa.
La Ley de Dependencia del año 2007 constituyó un gran avance cuando se promulgó; suponía el reconocimiento para aquellos miles, por no decir millones, de personas que se dedicaban a ayudar a familiares o trabajar para personas que no podían valerse por sí mismas al cien por cien. Aparte de ofrecer una serie de ayudas y servicios, por fin, para estos dependientes según el grado de dependencia que tuviesen. Como todo, la ley era, y es, muy mejorable pero suponía un cambio en todo lo relacionado con las políticas sociales, eso que siempre está tanto en boca de los políticos pero que les importa un cojón.
Pero como en otras tantas cosas no todo transcurre como se había planeado. La crisis económica vino a trastocar mucho todo lo relacionado con la dependencia porque cuando se tuvo que meter la tijera se empezó por los asuntos sociales. Con la llegada del PP la cosa fue cada vez a mayor de manera que existen miles de expedientes de personas que tienen reconocida su dependencia pero que no han visto, ni verán con toda seguridad, un euro que les pueda ayudar. Y es que el PP quiere que vuelvan a donde estaban antes, a las cavernas, que a los dependientes los cuiden sus familias o se lo costeen de su bolsillo y cuando no puedan a vivir entonces de la caridad y la beneficiencia. Y esto es indignante, una auténtica salvajada; con la excusa de que no hay dinero no se cumplen con los compromisos adquiridos. Hemos retrocedido años en lugar de avanzar, aunque sea muy lentamente.
Conocía algo del tema porque mi chico ha trabajado durante mucho tiempo en ese tema y me contaba cada cosa que era para coger una escopeta e ir a la caza del politicucho de turno. Como no hay dinero no se tramitan expedientes, de hecho no se están admitiendo más personas dentro del sistema, y los que están dentro no perciben, en su gran mayoría, ninguna ayuda. Es decir, que las distintas administraciones están esperando que estas personas vayan falleciendo, porque la dependencia va asociada en gran medida a la edad, para irse librando de lo que consideran una carga. Y es que como decía uno de ellos en el programa "Salvados" el gobierno los ve como una rémora, como seres improductivos, en lugar de aprovecharlos e intentar insertarlos en la sociedad en aquellos casos que sean posible. Además, en el fondo de todo me da que esta derecha tan liberal ve en esto una posibilidad de negocio; no se extrañen que en el futuro muchos de estos servicios y ayudas se externalicen y salgan a concursos públicos a los cuales opten las empresas donde, que caramba, se hallan antiguos políticos o amigos del PP. Que coño, eso ya está pasando y no hace falta pensar en el futuro.
Claro, te pones a pensar en todo esto, se te sube la tensión, la mala leche y lo único que deseas es que a esos malnacidos les toque sufrir una vejez muy mala, llena de enfermedades dolorosas y sin cura. Para que sepan lo que es depender de otra persona para lo más básico. Hoy no pongo música que no tengo el cuerpo para eso, de verdad.