Generalmente tenemos asumido que la vida es maravillosa, y es así en la mayoría de los ocasiones. Pero también es una carrera de obstáculos que tienes que sortear constantemente y puede convertirse, y de hecho lo es en más ocasiones de las que nos damos cuenta, en una auténtica hija de perra. Lo que ocurre es que, salvo excepciones, mientras la persona es joven no es realmente consciente de los peligros y de lo puñetera que es la naturaleza, de lo frágiles que somos las personas, de que vivir también conlleva sus riesgos.
Perdonen que parezca un poco, o un mucho, melodramático pero es que llevo más o menos una pequeña temporada pensando en estas cosas a raíz de la situación vivida por dos amigas. Casualmente, o no, tengo dos amigas que no se conocen entre sí y que han pasado por quirófano con apenas dos semanas de diferencia, y no precisamente por nimiedades. En el caso de una de ellas, además, después de superar otra enfermedad hace unos años. Y todo ello hace que me enfade con la vida porque son mujeres de mi edad, vitalistas, siempre con planes y proyectos en marcha y que, en estos momentos, lo están pasando un poco mal aunque se que se van a recuperar. Sí, ya se que es lo que suele ocurrir y que no puedo considerarme un caso especial porque esto es una constante vital, porque hay casos muchísimo peores, pero me fastidia, y bastante. Aunque suene infantil y hasta estúpido, que seguramente habrá alguien que lo piense.
Luego estoy yo la semana pasada y me viene la migraña durante un par de días, con visita doble a urgencias, y te das cuenta que lo tuyo, aún siendo doloroso y jodido, no tiene ni punto de comparación con lo de ellas y lo de mucha gente. Que existen situaciones más chungas y puñeteras, lo cual no es un consuelo pero te ayuda a tener otra perspectiva desde la que tomarte las cosas. Así que he decidido disfrutar de la vida como si cada día fuese el último, aprovechando todos los buenos momentos al máximo, quejándome lo justito para gozar de todo lo bueno que tengo alrededor. Voy a intentar currar todo lo posible para compensarlo luego haciendo todo aquello que me interesa, me gusta o sencillamente quiero hacer, como viajar con mi chico, leer, ir al cine, tener unas vacaciones aceptables, etc etc etc. Porque lo que siempre he tenido claro, y cada día que pasa cada vez más, es que estamos aquí de paso y que hay que aprovechar hasta el último instante que el universo nos da para seguir en pie. Así que salgan al mundo y disfruten de él como si fuese el primer día que lo viesen, ya sea verano, invierno, otoño o primavera.
2 comentarios:
Ánimos y siempre adelante....
Tienes toda la razón..... hemos de disfrutar de cada segundo de nuestra vida.
Un beso del Florestán
Siempre mirando hacia adelante y disfrutando de lo que tenemos ;)
Publicar un comentario