Llevo un par de semanas desaparecido en combate, como Chuck Norris pero sin tanta mala leche. Como siempre pasa, hay épocas más tranquilas y otras en las que se te junta todo, y esta ha sido una de esas. La semana pasada me empezó un curso de tres semanitas de duración, al mismo tiempo que me avisaban de que este mes tendría otro (menos mal que online), de esos que la empresa que tanto te quiere te obliga a hacer y que comenzó el lunes. Vamos, superchupi todo. A ello se ha unido la marcha de un par de compañeras por un concurso de traslado y empezar a llegar peticiones raras de documentos y expedientes de hace años desde la capital imperial. Vamos, una delicia de entretenimiento laboral.
Para rematar la faena, he estado este par de semanas organizando y viendo material para el regalo de mi chico, una tarea más agradable y llevadera. Mañana nos vamos a la capital del Imperio Británico durante una semanita para que J. la vea y disfrute, así que he estado organizando visitas, recorridos, tours y demás parafernalias. Hace bastante tiempo que estuve, prácticamente vi a la reina Victoria paseando en carruaje, y aún recuerdo muchas cosas pero hay otras que, seguramente, han cambiado por completo. Iremos a tomar el té con la tía Lilibeth, pasaremos a saludar a Harry y Kate con sus retoños y probablemente acabemos recordando al destripador más sanguinario de Londres. Hasta la vuelta entonces.
1 comentario:
1. La máquina de refrescos del Burger King de Leicester Square.
2. Tomar un sandwich de pastrami en Bodean's at Poland Street.
y 3. ¡Visita obligada al Prowler y VinMag de Brewer Street!
Publicar un comentario