No pensaba postear este fin de semana pero he cambiado de idea. Los que suelen pasarse por este blog saben que no me gusta hablar de política, más que nada porque es un tema que, según que cosas, me enerva bastante y porque hay otros blogs que lo tratan más y mejor que yo. Pero esta vez voy a hacer una excepción. Porque que alguien te llame tonto por la radio no puede quedar sin respuesta.
El señor Enrique Múgica, ese "estupendo" Defensor del Pueblo que tenemos en este país, se fue el otro día a la Cope, nada del otro mundo si no fuese porque a la pregunta de ¿Qué les diría a los que se oponen al toreo? va y se pone farruco, como el torito bravo de la canción de El Fary, llamando tontos a los que señalan que el toreo es una tortura y que hay que tener una "especial sensibilidad" para apreciar la "estética del toreo". Pues, que bien. Un cargo que se supone tiene que defender a todos los españolitos de a pie insulta a millones de personas que no comparten un gusto. Estupendo. Y como a mí nunca me gustado nada de lo relacionado con el mundo taurino pues soy un tonto. Genial.
Supongo que si yo le preguntase a este elemento si le gusta Star Wars me diría que no tiene ni idea de lo que le hablo, y entonces podría llamarlo tonto-del-culo porque millones de personas en todo el mundo a quienes les gusta esta película no pueden equivocarse y si él no es capaz de sentir la "sensibilidad" que desprende la saga galáctica es que no se puede dialogar con él y por tanto es un gilipollas (según la RAE, tonto, lelo).
Así que Fet ha colocado una carta en su blog, tomada de otro bloguero, para que le mandemos un correíto a Múgica. Yo la pienso mandar, y tú ¿que harás?
Y como no quiero terminar de mal rollito pues un poco de música. Ahora que Akira, la película que el cómic tuvo una vida más dilatada, cumple veinte años vamos a recordar algo.
Como el gran Julio, y no me refiero al tostado de Julius Churchs, llegué, ví y vencí. Bueno, tampoco hacía falta vencer, que no se trataba de una guerra, pero vamos que llegué y ví, y creo que convencí.
Después del madrugón, vamos que ni se habían levantado las gallinas aún, pues llegué puntual al aeropuerto para coger el avión a los Rodeos, el aeropuerto del norte de Tenerife, que siempre me da un poco de mal rollito por el mal tiempo que suele haber en la zona. Pero esta vez no, hacía frío pero despejado y cuando llegué me cogí un taxi hasta Santa Cruz, donde hice una visitilla rápida a mi jefe en cuestiones archiveras. Allí conocí a un par de compañeros más que iban al curso y me fui con ellos. La entrada fue un poco mosca porque ya estaban casi todos, y todo el mundo te miraba en plan Terminator (quien es este, dónde curra, que archivo lleva...), y uno que es más cortado para esas cosas pues rapidito a sentarse en la última fila, que además es mi sitio favorito para pasar desapercibido. Claro que cuando ya estábamos todos y el que daba el curso empezó a presentarnos, pude ver como todo el mundo giraba su cabeza (casi podía oir el crujido de las vértebras, jejeje) para conocerme aún mejor.
La verdad es que tanto nervios para nada, como siempre, vamos. El curso pues estuvo bien, una cosa sencillita (seis horas tampoco es que den para mucho) pero siempre se aprenden cosas nuevas y la verdad es que aproveché el tiempo y aprendí bastante cosillas. Cuando salimos me fui pitando al aeropuerto, previo atascazo en Santa Cruz para salir de la jodida ciudad, a ver si conseguía sitio en algún vuelo anterior. Pero no, que el de las 4 venía hasta los topes, y el mío a las 5 pues también. Para que luego hablen de la crisis.
Y para empezar bien el fin de semana, os traigo algo muy especial. Si creiais que lo habiais visto todo, es que no conoceis a la gente como se merece. Este video hay que verlo hasta el final. HASTA EL FINAL. Espero que las ganas de vomitar no os estropee la cena.
Y con los pelos de punta, que tengais un buen fin de semana.
Llevo unos días, casi desde el lunes, con la cabeza dándome la lata. Y con vértigos. Lo cual es síntoma de que algo no anda bien, nada bien. Y es que me noto tenso, muy tenso, casi como una monja en un sex shop. Y la culpa es solo mía porque estas movidas me las monto, me las guiso y me las como yo. Claro que hay un culpable indirecto: un viajecito de nada que haré mañana a tierras chichas (Sta Cruz de Tenerife) a hacer un cursito de un día y donde me encontraré con buena parte de los compañeros de otras consejerías y con algunos miembros de la superioridad. Que sí, ya se que es una tontería pero uno que es así de gilipollas neurótico pues no tiene remedio. En fin, todo habrá pasado en veinticuatro horas.
Pero no se vayan todavía, aún hay más. Ayer me fuí a ver Quantum of Solace, la última peli de Bond.
La película me gustó, aunque menos que la anterior, Casino Royale. Había leído algo y algunas críticas no eran muy buenas; no es tan mala como la pintan, únicamente creo que se habían creado demasiadas expectativas. Mucha acción, muchas persecuciones y muchos tiros. Las escenas de acción se están convirtiendo en un frenesí; ya se que hay que camuflar a los especialistas y demás pero tanto meneo de cámara y tanto montaje rápido nunca me ha gustado, prefiero ver las escenas en plano general. Y entre escena y escena, Bond haciendo turismo, que si un ratito por Haiti, que si otro ratito por Austria y acabamos en Bolivia. El villano es bastante flojo para ser el malo; ya no quedan villanos que torturan, matan y masacran, ahora es todo muy tecnológico y puro negocio. Ay, si Ernst Stavro Blofeld levantara la cabeza. Lo mejor: Judi Dench haciendo nuevamente de M, como me encanta esa mujer. Y no me gusta nada la canción que han elegido para esta película, no pega ni con cola.
Además, me da que la siguiente continuará la trama que empezó en la anterior y se desarrolla en ésta. Aquí, el principio de la pelicula.
Y, para terminar, comentar que me he empezado, merced a recomendación de Van Hessa, Los Tudor, una serie ambientada en la corte de Enrique VIII y todo lo relacionado con la cuestión del divorcio y el surgimiento de la iglesia anglicana.
Lo visto hasta ahora, mediada la primera temporada, me gusta. Intrigas palaciegas, ajusticiamentos, diplomacia, etc, etc. La ambientación tanto histórica como de vestuario y decorados está bastante bien, para lo que suele estilarse en televisión, vamos, y aunque el Rhys-Meyers hace bien su papel de Enrique VIII me sigue chirriando un poco. No se, será que soy un poco tikismikis con eso. Aquí los títulos de crédito.
Si alguien observase desde fuera la comunidad frikie de la ciencia ficción, puede encontrarse con dos grandes campos: por un lado, los fans de Star Wars y por otro lado, los de Star Trek, o trekkies. Generalmente, se trata de dos bandos no enfrentados pero sí separados, cosa que yo personalmente no entiendo. Desde siempre he sido un gran fan de La guerra de las galaxias: tengo las películas, las bandas sonoras, alguna que otra maquetilla, posters, he ido a todos los estrenos y demás cosas que hace este tipo de personajes. Pero también he de decir que Star Trek tiene un hueco en mi corazón, y no precisamente pequeño. Salvo la primera y la quinta (que la ví cuando se editó en video), he ido a ver las películas al cine, me he visto casi todas las series, tengo alguna en dvd (Star Trek: The next generation), he comprado las bandas sonoras y demás. Vamos, que casi tengo el corazón partío, aunque siempre me decante por la saga de Lucas. Te pueden o no gustar, pero es innegable que ambas ejercen un enorme poder de atracción, quizás Star Trek mucho menos en España. Pero ese es otro tema.
Me he dado cuenta que, salvo cosillas muy puntuales, apenas he hablado de Star Trek, así que empezaremos a paliar este déficit. Y lo hacemos con las películas.
Star Trek La película, fue la primera de la saga. En ella aparecía una amenaza exterior al comienzo y la Enterprise era la única nave capaz de hacerle frente. Luego averiguamos que en realidad dicha amenaza es ... Si quereis saber cómo termina, pues a verla, hombrefaltaríamás. Todos los personajes se encuentran en su plenitud, bueno, alguno ya madurito, y nos tropezamos con incorporaciones nuevas como Stephen Collins. Mucho traje ajustadito, faldas cortitas, todo muy futurista y a la vez muy setentero. La banda sonora a cargo de Jerry Goldsmith es de lo mejorcito. Aquí un corte que corresponde a un paseíto que se da Spock para averiguar algunas cosas.
Star Trek II La ira de Khan continuó la saga con la incorporación del hipervitaminado y musculado Ricardo Montalbán, que con el cardado que lucía en determinados momentos podía haber emulado a la mejor Tina Turner de los 80. Es una de las mejores películas de la saga y eso que habían reducido el presupuesto de los efectos especiales (y se nota, si los comparamos con la primera). Ah, por si no lo sabiais muere Spock pero lo hace por una causa noble ¡toma spoiler!
Star Trek III En busca de Spock fue la primera cinta dirigida por un actor componente de la saga. Y no estuvo nada mal. Ver al doctor McCoy más despistado que un hippie en una convención del PP no tiene precio. Y, claro, el señor Spock vuelve, que siiiii. Y pasan más cosas, como que aparecen de nuevo los klingons, pero no cuento más para no hacer más spoilers. Parte de la película se ambienta en la Tierra, por fin, y vemos como es la última moda en el siglo XXIII. Le puso la música el mismo que en la anterior: James Horner, que aquí se lució menos.
Star Trek IV Misión salvar la Tierra cierra lo que podríamos denominar una mini-trilogía compuesta por las dos anteriores y esta. Se pueden ver de manera independiente pero el arco argumental las une y resulta importante verlas continuadas. Aquí ya ha regresado Spock, pero al igual que le pasaba a McCoy en la anterior está un pelín desfasado y lo tienen que hacer pasar por ex-fumeta, vamos. La tripulación viaja en el tiempo hasta la década de los 80 para conseguir algo que ya no existe en el futuro. Mensaje ecológico, buenas interpretaciones y un guión que no estaba nada nada mal.
Star Trek V La última frontera es, con diferencia, la peor de la saga, de toda la saga. Un guión nuevamente filosófico-existencial bastante cutre (la búsqueda de un Dios en el límite del universo conocido), con escenas lamentables como una Uhura ya entradita en años haciendo un baile erótico encima de una duna como elemento de distracción. Eso por no hablar de unos efectos especiales bastante pobres y una dirección muy rígida (sí, la dirigió William Shatner, el capitán Kirk). Todo en ella es bastante mediocre, salvándose únicamente la banda sonora de Goldsmith. Creo que en España salió directamente a video.
Star Trek VI Aquel país desconocido constituye la última película en la que aparece la tripulación original al completo (algunos lo harían en la siguiente). En ella se intenta conseguir la paz con los tradicionales enemigos: los klingons, camino torpedeado por muchos, desde fuera y desde dentro. Una de las mejores de la saga, para mí la mejor junto con la segunda de la tripulación original. Un buen guión, buenas interpretaciones en las que hay alusiones constantes a la edad y la pronta jubilación, y unos magníficos efectos especiales sirvieron para conmemorar el veinticinco aniversario de la saga. La banda sonora, de un desconocido por entonces Cliff Eidelman, sirvió para ambientarnos aún más.
Estoy más molido que un zurrón. Como decía Alaska,
tengo los huesos desencajados, el fémur tengo muy dislocado, tengo el cuerpo muy mal, pero una gran vida sociaaaaaaaal.
No puedo seguir así, que voy a acabar con unas ojeras como las del Belloch.
A ver, ¿por donde empezamos? El viernes no fui a trabajar. El jueves por la noche tenía el catarro en su mejor momento y encima me saltó la migraña. Cuando sonó el despertador, me levanté como un sonámbulo, me tomé la pastilla y me volví a meter en la cama hasta las 9. Cuando me levanté de nuevo parecía el Pato Donald, con la nariz trancada, moqueando y la garganta como si me acabase de fumar un paquete de Kruger (tabaco negro, vamos). Y esa noche teníamos la primera celebración del cumpleaños de mi nene. Sí, la primera, que él es así de estupendo. Así que me dopé convenientemente y me puse a recoger la casa poco a poco, en plan hago la cama, descanso quince minutos, recojo el salón, me siento a ver la tele media hora, coloco la ropa, me apalanco otros 15 minutos, que la capacidad pulmonar por respirar solo por la boca no me daba para más. Menos mal que la cena con los colegas fue relativamente suave y muy tranquila.
Como el sábado me encontraba “algo” mejor, invité a mi nene a comer para celebrar su cumpleaños. Así que nos dimos una vuelta en el coche, acabamos en las Canteras, pasamos por el Carrefour a comprar un par de cosas para el domingo y llegamos prontito a casa para vegetar en el sillón por la tarde y noche. Que gustazo, señor.
Y el domingo, el Apocalipsis. Mi nene, que es así de espléndido y estupendo, comenzó a invitar a amigos a comer en casa para su cumpleaños, hasta que llegó un momento en que le comenté: “¿Has contado la gente que viene? que no vamos a caber en casa”. Demasiado tarde. Para entonces, ya había invitado como a trece personas con cuatro niños, y eso que fallaron dos adultos. El sábado me había agobiado un poco por ver dónde coño metía yo a tanta gente (aunque después de lo del años pasado en Navidad como que menos) pero la Fortuna, el Azar o el Destino, o vete a saber qué, hizo de las suyas y todos llegaron con cuentagotas cuando la comida ya estaba hecha. Así que hicimos dos tandas para comer, que mi mesa de comedor es grande pero no como la del Palacio Real. Mientras la primera tanda ya iba por el postre, los rezagados iban comiendo tranquilamente. Como siempre, lo peor que se lleva en estos casos es la hiperactividad infantil; menos mal que uno va muy bien servido en películas infantiles así que los sedamos con Toy Story y alguna otra más.Y después del almuerzo y el postre, pues llegaron el licorcito, el café con dulces, los regalos y toda la parafernalia de un cumpleaños. Hasta las 8de la tarde estuvo la mayor parte de la gente, casi me dieron ganas de abrir la puerta de mi casa y coger la escoba y desahogarme... pobrecillos.
A pesar de todo, el catarro ha mejorado poco a poco. Ya vamos por la tercera fase: la tos perretosa. Sólo espero que no me dure dos semanas como la última vez...
Y como la dicha del pobre, y del enfermo, es poca pues me tocó caminar. La guagua de la mañana no pasó a su hora así que tuve que caminar hasta la carretera general para coger la que venía desde más arriba (arf, arf), bueno, yo y todo dios que cuando llegó se llenó sólo con nuestra parada. Y al salir del curro se me rompió una de las patillas que apoyan las gafas en la nariz, así que a patearme toda la calle de Triana hasta la óptica y que te lo arreglen en un pis-pas. Eso sí, entre una cosa y otra he llegado a mi casa casi una hora más tarde.
Hoy no tengo el cuerpo pa'na, así que toca música relajante, ea. Que mañana es otro día.
Hoy se estrena la última película de la saga de James Bond: Quantum of Solace. Y pienso ir a verla (la semana que viene, espero), aunque a saber que significará el título, a ver si lo aclaran en la película. Siempre he sido un fan de las pelis de Bond. Hay que reconocer que es sexista, misógino y reliquia de la guerra fría (como le soltó M en Goldeneye) pero que tienen un algo. Siempre reinventándose, intentando sobrevivir. Como dice Crow en un post, las pelis de Bond tienen varias constantes en todas ellas: las chicas de buen ver, los gadgets de Q y las canciones (a lo que hay que añadir que están insertas siempre en unos originales títulos de crédito). La canción de Quantum of Solace, cantada por Jack White y Alicia Keys, no me hace mucha gracia, veremos como queda en la película. De las últimas me quedo con la de Casino Royale, la anterior a esta.
El primero, el día de hoy, 33 años desde que Paca la culona pasó a ¿mejor? vida. Cuando llega este día y te bombardean en las noticias con el temita, siempre me vienen dos recuerdos. Uno de ellos es de los primeros flashes que conserva mi memoria; mi hermana y yo (aún no había nacido la tercera de la familia) jugando sobre un sillón con mi abuela al lado mientras en la tele una fila de señores y señoras pasaban delante de un ataúd. El segundo viene de mi viaje de fin de curso de lo que entonces era EGB; una de las paradas turísticas fue El Escorial y el consiguiente anexo al Valle de los Caídos. Sí, estuve allí. Y dentro de la basílica. Y ví la losa. Justo debajo de la cruz. Y se me vino a la cabeza una imagen de la montaña derrumbándose por el peso de la cruz cayendo encima de la losa y abriendo un agujero hasta los infiernos. Ay, que imaginación...
También tenía pensado hablar del curro. Que vamos hacia adelante, con trabajo pero sin agobios (por el momento). Y que van surgiendo cosillas, y la semana que viene hago mi primer viaje laboral a la isla picuda. Que a una buena amiga le ha salido un trabajo (temporal, eso sí, esperemos que dure) justo en la biblioteca que está al lado. Lástima que ella trabaje de tarde.
Y alguna cosa más. Pero resulta que desde ayer estoy con un catarrazo que me tiene con el kleenex-pañuelo en la mano, los ojos medio cuajados y la garganta como un papel de lija (vamos, que parezco la MariSofi Margarita Victoria hablando, un camionero). Y de lo único que tengo ganas es de estar en casita, botado en el sillón bajo la manta y poner la tele a un nivel bajo de audio para que me vaya entrando el sueñecito. Y no como este sillón donde lo que te entra es todo menos el sueño.
Como desvarío por culpa del catarro. Si alguien está interesado en el sillón, hay un interesante video ilustrativo de todo lo que se puede hacer aquí.
En fin, que yo realmente de lo que quería hablar es de la última película de Star Trek. El martes ví el trailer de dicha película (lo poco que se había visto era un teaser que apenas enseñaba NADA). Y me han surgido sensaciones contradictorias. Por un lado, estoy alegre ante la perspectiva de una nueva película trekkie rescatando la tripulación original; por otro lado, sorprendido por lo que aparece en el trailer, que casi parece una película de Bruckheimer (como he leído por ahí) y que no se si conserva el espíritu de la serie original. Habrá que esperar a mayo del año que viene para comprobarlo. Que largo se va a hacer. Ah, ¿qué quereis echarle un vistacito? Pues nada, almas cándidas, ahí va.
Ahora que se han puesto de moda las adaptaciones cinematográficas de videojuegos populares con desigual fortuna (la más reciente podría ser Max Payne), vamos a echar un vistazo atrás para ver a una de las primeras películas basada en ellos, o al menos estrechamente relacionada con ese mundo: Tron.
Tron es una película de Disney que se estrenó allá por 1982, casi nada. Dirigida por Steven Lisberger, narra como un programador de juegos al que le han robado la autoría y propiedad de sus juegos es descompuesto en moléculas e introducido dentro de un superordenador. A partir de ahí, pues a ingeniarselas para salir y de paso aprovechar para arreglar sus asuntillos. Los protagonistas son Jeff Bridges, Bruce Boxleitner, David Warner y Cindy Morgan. La producción de la misma fue bastante laboriosa, no tanto por contener imágenes realizadas por ordenador (que los hay, y bastantes aunque menos de lo que aparentemente puede sugerir) como por el trabajo que supuso realizar ciertos efectos especiales. Si quereis saber más, pues pinchad aquí.
Recuerdo que cuando la ví en el cine me quedé alelado, el principio parecía de lo más normal pero cuando el protagonista era introducido dentro del ordenador, hombre, ya era otra cosa. Los efectos han quedado algo anticuados y algunos pueden parecer muy simples, nada más lejos de la realidad, ya que supusieron un esfuerzo increíble para la época, sobre todo en la posproducción. Algunas escenas siguen manteniendo una magia que pocas películas han superado. ¿Os acordais de esta escena?
No voy a contar más porque hay mucha información por los interneces. Aquí teneis un artículillo en blogdecine y otro dedicado a la banda sonora, compuesta por Wendy Carlos. Y aquí vamos a parar para escuchar algo de la música. La banda sonora es un poco árida porque la compositora utiliza música electrónica para ambientar las partes que se desarrollan dentro del ordenador. El primer corte es el tema principal mientras que el segundo ambienta la navegación de los protagonistas por el Mar de la Simulación mientras son perseguidos por los villanos de la película.
Y todo esto sirve además para reseñar que parece ser que se está rodando una segunda parte. Algo ya había leído en el blog de Crow, pero también ha salido algo más por ahí y en youtube hay un video grabado en la ComicCon. Aquí lo pongo por si alguien quiere echarle un vistazo pero aviso que es un bootleg y la calidad deja mucho que desear.
El post de hoy es taaaaan previsible que pensaba dejarlo para otro día, pero no, tiene que ser hoy. Como decía el viernes (no muy lejos, el post anterior), este fin de semana tuvimos visita. Nos vino a ver Mac. La impresión que nos ha dejado ha sido muy buena, un gran tipo, encantador, buena gente, algo despistado, lo que unido al cachondeo que nos montábamos Mokko y un servidor pues provocaba que más de una vez estuviese un poco desorientado, lo sentimos Mac, te queremos Mac, jajajaja.
Bueno, el viernes por la tarde nos encontramos y fuimos a un copeteo que el Ayuntamiento daba a los participantes en una regata que saldrá al Caribe el próximo fin de semana en el Pueblo Canario pero dada la escasez de la alimentación sólida, que no líquida, Mokko nos invitó a su casa.
El sábado nos fuimos de paseo. Le dí una vuelta en coche por la ciudad, aunque antes de recogerle ya había visto algo. Nos fuimos hasta Vegueta y nos dimos un paseo por la zona antigua. Subimos a la torre de la Catedral para ver las mejores vistas del barrio, incluyendo la plaza de Santa Ana.
De allí cruzamos el Guiniguada y nos fuimos a Triana, donde picoteamos algo con Mokko que acababa de salir de trabajar, el pooooobre. Otra vueltita más y cogimos el coche para pasar un ratillo por el Jardín Canario y llegarnos hasta Bandama, un pico formado por una erupción pero que es más conocido por la caldera que hay junto a él. Acabamos en las Canteras en una terracita tomando café, que buena estaba la tarde. Me fuí un rato a recoger al nene que salía de trabajar y para cambiarme, y nos fuimos los tres a cenar.
El domingo nos fuimos los tres a enseñarle la isla. Coche por un tubo. Nos fuimos por el norte y cruzamos la isla de norte a sur. En Moya, un pueblo de las medianías paramos a tomar un cafe y entramos en un bar bastante particular. Lo llevaba una señora mayor que nos atendió bastante bien y tenía un baño que era no ya un 2x2 sino un 1x1, dios mío no apto para claustrofóbicos.
Parecía sacado de los años 50 o 60
Mac nos regaló un númerito de lotería de Navidad (va a tocar, va a tocar... pensamiento positivo) y de ahí nos fuimos hasta la cumbre, previas pequeñas paradas para que viese un poco el paisaje, descansar de tanta curva y todo eso. Comimos en Ayacata donde casi se me achicharran al sol, uno que es previsor se colocó a la sombra. Y de ahí salimos raudos y veloces hacia el sur, a Maspalomas. Decidimos hacer otra paradilla y tomarnos un cafecito, y acabamos en una mariterraza sin darnos cuenta. Bueno, eso es lo que deduje después de estar rodeados de parejitas, trios y cuartetos que te echaban miraditas, que si un paseíto por aquí, que si una caídita de ojos por allá. Y a todo esto Mac en la luna de Valencia, ¡mira que no darte cuenta, hombre de dios!
Volvimos a Las Palmas y después de una ducha reparadora en mi casa quedamos en casa de Mokko para comernos un par de pizzas y despedirnos en condiciones de Mac. ¡Que amenaza con volver! Así que volverá, y lo hará en carnavales. Pobrecico, no sabe lo que le espera, jejeJEJEJEWHAWHA. Uups, no leas esto eh, o borralo de tu disco duro.
Como verán no he contado mucho, ni de los chistes que le contamos, ni de las boberías que decíamos ni de las cosas interesantes. Eso se lo dejo a Mac para que lo cuente en su blog. Y ahora para Mac y el resto del mundo mundial, algo de música. Cómo me gusta este tango, pero hay que esperar al minuto 1:45.
Eso sí, el entrevistador del principio no tiene desperdicio. Ni vergüenza maldita.
Hoy viernes llega Mac desde el otro lado del mar. Mokko le recibirá primero y yo le veré esta tarde. Y luego a juntarnos para el fin de semana y hacer de cicerone por la isla. Será el cuarto bloggero que conozca en persona, y seremos más de dos a la vez ¡todo un record! Comprendereis que este post salga hoy temprano y que no aparezca por aquí hasta el domingo, o el lunes, ya veremos.
Pues me están alegrando la semanita en el curro que no veas. Dos alegrías en dos días, pleno al quince.
Primera alegría.
Ayer saltaron las alarmas.
El archivo que controlo cuenta con dos depósitos: uno está en la planta de mi despacho, al otro lado de la biblioteca de la consejería que se encuentra aquí, pero el otro está a una cierta distancia, en concretoaquí, a unos 15-20 minutos caminando. Es por eso que a veces pongo que estoy de paseo, porque cuando tengo que ir (lo que suele ser unas dos o tres veces a la semana) me enchufo el reproductor, me voy caminando y a escuchar música mientras disfruto del aire libre.
El edificio donde está este segundo depósito no es del gobierno autónomo, ahora pertenece al cabildo.
Desde hace dos años corre el rumor pertinaz, como la sequía, de que ese depósito tenía que mudarse.
Y ahora el ejercicio de agudeza intelectual. ¿Cuál fue la noticia que mi jefe administrativo me dio ayer?
Esa mismita. Patrimonio (que suena como un villano de DC o Marvel pero no ... bueno, pensándolo mejor casi que sí ...) llamó y dijo que había que desalojar... ¡antes de fin de mes! Pues a ver donde metemos seis mil y pico archivadores (o unidades de instalación, que queda más profesional). Y ya tuve una reunión con los jerifaltes administrativos de este mi servicio para buscar una nueva localización. Hay una alternativa muy cercana pero no disponible hasta dentro de unas semanas porque están en obra así que toca esperar. Ya me veo planificando la mudanza, controlando todo el cotarro, vigilando que se haga como es debido...
Segunda alegría.
El puente de la Pros-titución, como bien me apuntó Mokko, me voy a los madriles, con mi pareja y una amiga y su novio. Tenemos los pasajes desde hace mes y medio, me había pedido el día 5 y así irnos el jueves 4 por la tarde-noche. Y ahora resulta que desde el servicio que coordina el tema archivos querían poner una jornada técnica que me interesa el día 4; llevaba dos días jurando y perjurando y hoy la han pasado al día 5. Pero a quien se le ocurre poner una cosa en vísperas de un puente. ¿Quien es el cabeza pensante de todo esto? Pues ya he avisado que, lamentándolo mucho, no podré asistir; y espero que algunos más se hayan cogido el día y digan que no pueden asistir a ver si cambian la fecha.
Y todavía queda mañana jueves y el viernes. Que cruz, Sumo Hacedor, que cruz.
En mi paseo de esta mañana en busca de unos expedientes escuché esta canción. Que recuerdos. Hala, a disfrutar con Eurythmics.
Hoy pensaba hablar de otras cosillas pero una entrada en Materias grises me ha recordado una efeméride histórica. Hoy hace noventa años, a las 11 horas del día 11 del mes 11 de 1918 comenzaba el armisticio que ponía fin a la I Guerra Mundial.
La I Guerra Mundial, llamada hasta la II Guerra Mundial la Gran Guerra, tenía sus orígenes desde bien atrás, a finales del siglo XIX. La rivalidad germano-británica, las expansiones coloniales de las potencias europeas, los sistemas de alianzas bismarckianos, los conflictos balcánicos, etc, son sólo algunas de las cuestiones que propiciaron el mayor conflicto bélico conocido hasta entonces. En realidad, si somos estrictos no fue el primer conflicto de alcance planetario; otros ya lo habían sido con anterioridad, por ejemplo la guerra de los Siete Años tuvo su equivalencia en América. Pero sí que fue el primero en afectar a países de prácticamente todos los continentes y produjo escaramuzas en África, Asia y Oceanía, además de Europa, claro.
¿Realmente importa cuál fue el detonante? La excusa perfecta a años de un conflicto latente (tan evidente era que a los años anteriores a la guerra se les denominaba la Paz Armada) la dio el asesinato del heredero al trono del Imperio Austrohúngaro, el archiduque Francisco Fernando y su mujer, por un estudiante serbio en Sarajevo en 1914. A partir de ahí se puso en marcha la maquinaria de las alianzas y el conflicto se extendió por toda Europa.
Las consecuencias del conflicto fueron desastrosas: millones de muertos y desplazados, desaparición de estados (produjo directamente la caída del zarismo en Rusia), exacerbó los sentimientos nacionalistas, etc. Hubo varios tratados, el más conocido de todos el de Versalles, que no solucionaron los problemas que ocasionaron el conflicto. En ellos se reafirmó la desaparición del Imperio Austrohúngaro y el surgimiento y/o ampliación de nuevos estados en los Balcanes y este de Europa a costa de Rusia y el imperio austrohúngaro, desaparición del imperio turco, se impuso condiciones durísimas a los alemanes lo que condujo a la larga al surgimiento del partido nacionalsocialista y a la II Guerra Mundial, amén de muchas más. Todavía me acuerdo que elegí este tema, Causas y consecuencias de la I Guerra Mundial, en la asignatura de Historia en la selectividad porque me lo sabía perfectamente.
Si quieres saber más, en wikipedia, en rediris y en este blog dedicado a la Gran Guerra.
El cine ha sentido un cierto interés en este conflicto, quizás no tanto como ocurre con la II Guerra Mundial, donde fue utilizado como arma propagandística, pero que ha dejado numerosas joyas. Quizás la película más conocida sea Senderos de gloria, un drama antibelicista dirigido por Stanley Kubrick y con Kirk Douglas haciendo de coronel enfrentado a los mandos. Pero no podemos olvidar otras como Lawrence de Arabia, que aunque se trata de una biografía narra el conflicto en el Próximo Oriente entre británicos y turcos. Otras menos conocidas son Las águilas azules, El barón rojo y The dawn patrol, o más recientemente Flyboys, sobre los primeros aviadores en esta guerra. Salvo esta última, quizás las últimas películas ambientadas en esta guerra, al menos que recuerde, pertenecen al cine francés: Capitán Conan, Feliz Navidad (Joyeux Noël) y Un largo domingo de noviazgo.
Pues sí. I've been tagged, y el culpable de todo ha sido Otto (me rasgo las vestiduras y con un puño en alto mirando al cielo grito: al Sumo Hacedor pongo por testigo que algún día habrá venganza, mmm, juraría que esto ya lo he visto). En fin, que un año y pico sin haber sido elegido para un meme o algo similar ya tenía su mérito. Y el destino nos alcanza cuando menos te lo esperas.
Bueno, empecemos por el principio: las reglas.
1. Crear un vínculo con el que te ha echado encima esta maldición del tag, en este caso Otto, único autor de su mariblog.
2. Compartir 7 hechos sobre ti mismo en tu blog, cositas raras y similares, amos, no cosas tipo desayuno antes de ir a trabajar.
3. Echarle un tag de estos a otras 7 personas, con su nombre y vínculo a su blog.
4. Avisar a los afortunados con un comentario en su blog… ¡YOU HAVE BEEN TAGGED!
5. Si no tienes 7 amigos con blog, o alguno de ellos ya ha sido tagged, pues a repartir entre 7 blogueros que no conozcas.Como podrá comprobar cualquiera que visite el blog de Otto me he limitado a un simple copy-paste, qué gran invento (el único de Microsoft).
Y ahora vamos a por el bicho, es decir, las intimidades:
1. Me encanta el sexo.
2. No tengo juguetes sexuales.
3. Soy doctor pero no receto.
4. Soy muy perezoso, sobre todo para las tareas domésticas y el deporte.
5. No soporto a las marisabidillas o los que se lo saben todo o tienen un ego más grande que el universo mismo.
6. Me encantan las galletas, de todo tipo y sabor. De pequeño, en mi casa me llamaban Triqui (aka el monstruo de las galletas).
7. Cuando duermo solo, dejo una luz encendida en mi casa.
Y voy a romper la cadena porque no me gusta obligar a la gente a hacer algo. Cualquiera de los que están el blogroll de la derecha podría haber estado en esa lista (sííí, oigo los suspiros de alivio desde aquí), así que el quiera hacerlo de motu propio, es libre de hacerlo. Yo me lavo las manos, como el Poncio.
Y hasta aquí el Confession Tour. Para acabar otro corte musical.
Estoy un poco muerto. Acabo de terminar de recoger y limpiar un poco la casa, lo justo para que no me entren remordimientos de conciencia. Eso sería lo normal y nada extraño si no tuviese un gato cab..n que te despierta al amanecer cuando apenas has dormido cinco horas porque te fuiste al Womad anoche. Que pereza y que sueño. A ver si me voy un rato a la piscina, a despejarme un poco.
Bueno, pues eso que nos fuimos al Womad anoche. Lo mejor del festival no es únicamente la música, sino darse una vueltita por los puestillos, quedar con los colegas, tomarte algo y escuchar a los grupos o solistas. Que te gusta, pues a disfrutar; que ni fu ni fa pues te retiras y a cotorrear mientras de fondo tienes hilo musical. Y mucha, mucha gente. Hoy actúa este grupo: Paprika Balkanicus.
Ahora resulta que mi profesor de spinning es un cachondo. Porque ponerte al final de la clase, cuando estás reventado y sudando como un cerdo, esta canción para que la cantes mientras pedaleas tiene su guasa.
Eso o es un sádico tan sutil que sobrepasa mi imaginación. Me inclino por la primera opción, no pregunteis porqué.
Cuando preguntas a alguien sobre el género de ciencia ficción, generalmente lo asocian a ambientaciones ultrafuturistas, naves espaciales, seres alienígenas, etc, etc. Vale, en algún sentido es eso y más pero no todas las películas de este género cumplen estos parámetros.
Una de ellas es Gattaca, una película que se estrenó en 1997 y que pasó de forma inadvertida para muchos a pesar de contar con gente bastante conocida, entre ellos Ethan Hawke, Uma Thurman y Jude Law.
La historia es relativamente sencilla. En un futuro cercano, Vincent Freeman (Ethan Hawke) es un "Hijo de Dios", es decir, que ha nacido concebido por el método tradicional, en un mundo en el que las personas nacen por efecto de manipulación genética, que como fruto genera personas sin defectos graves físicos y/o mentales (al puro estilo de los alfas y betas de Aldous Huxley). Al nacer, la tecnología genética es tan avanzada que ofrece la precisión de que Vincent morirá a los 30 años por problemas de corazón. Esto provoca que sus padres opten por tener un segundo de manera artificial, libre de la miopía y los problemas cardiacos de su hermano. Vincent desea ser astronauta en la estación espacial de Gattaca, algo imposible para él porque para ello hay que haber nacido sin problemas físicos, ser un "válido". Jerome Morrow (Jude Law), un válido que se encuentra paralítico permitirá que Vincent le reemplace en la sociedad, tomando su nombre, sus muestras de sangre, de orina y todo lo que le lleve a hacer que le confundan con él a la hora de ser admitido en Gattaca. Entonces sucede algo que puede trastocar todos los planes (y como diría Mayra Gómez Kemp: hasta aquí puedo leer).
A pesar de desarrollarse en el futuro, la ambientación de la película es bastante retro, algo así como un “retrofuturo”, pero que a la película le sienta genial. Los protagonistas van vestidos con trajes clásicos, los automóviles parecen sacados de las películas de los años 40 y 50 aunque usen energías renovables, los policías llevan sombrero y podrían colarse en cualquier peli de detectives de esa época. Los edificios son de líneas geométricas, de una arquitectura racional y funcional, que se aprecia en la vivienda del protagonista o en su lugar de trabajo, que recuerda a películas como El apartamento. En una escena acuden a un club que responde a esa estética posterior a la guerra mundial. Si queréis mirar algo más sobre estética, trajes y otras cosillas, ved la entrada que le dedicó Dior.
En realidad, la película nos contaba algo que ya es factible, la manipulación genética, la deshumanización y el control de la persona por la ciencia. Los válidos son los que acceden a los mejores trabajos mientras que los no válidos deben contentarse con las tareas menos agradables, aunque en la película se señale que no existe una diferenciación social. Al margen de todo esto, la película no está exenta de pequeños detalles dispersos referentes a la ciencia. La más evidente es la escalera de caracol en la casa del protagonista que asemeja la hélice del ADN.
O el personaje de Uma Thurman que se llama Irene Cassini, nombre tomado del astrónomo italiano Giovanni Cassini, que descubrió varios satélites de Saturno, destino del protagonista. O las letras que componen el título, que identifican la base del ADN.
Y, por supuesto, la música. Compuesta por Michael Nyman, la banda sonora se complementa con las imágenes de manera perfecta ya que se trata de una música minimalista, racional pero de gran vitalidad. Aquí unamuestra.
Estoy medio muerto, no tanto como Jack Skellington pero casi. Y es que pasar de la indolencia extrema al deporte machacador no es nada bueno.
Este fin de semana no hice nada. Pero nada de nada. Lo cual ya es decir. La cena con los ex-compañeros estuvo muy bien; nos echamos unas risas poniendo a parir a la que me ha sustituído, que es lo más nulo e incompetente que te puedas echar a la cara, y por desgracia la conozco, que me tocó sufrirla el año pasado durante un mes. Se portaron estupendamente y me hicieron un par de regalitos. Uno de ellos fue un delantal para la cocina con un fotomontaje del menda, serán c...s, pero que me hizo reir un rato largo porque no me di cuenta al principio (no pongo foto ahora pero ya caerá). Y luego una cámara de video, que no se qué idea tendrán de mí porque lo de grabar y hacer vídeos caseros no me va nada, es que no me gusta salir en videos y menos aún hablando. Fotos las que quieras, vídeos totalmente prohibido. Por sugerencia de una amiga la cambié el sábado, que además era el último día para hacerlo, por una estupenda cámara de fotos digital que encima salió un poco más barata, y con la diferencia me agencié la nueva edición de Pesadilla antes de Navidad que, por increíble que parezca, no la tenía original. Además, con la cara de Jack en portada, casi nada.
Después de una siesta de casi tres horas (sí, eso pasa cuando tienes un despertador gatuno al que le da igual la hora a la que te hayas acostado y aparece en tu cama ronroneando a primera hora de la mañana), me acicalé, me puse estupendo y me fuí a dar una vueltita con un colega, a tomarnos un par de copas y salir un rato, que hace tiempo no lo hacía. Y claro, volví a acostarme a las tantas, lo que supuso que el domingo estuviese vegetando en el sillón sin dar un palo al agua, excepto el rato ya por la tarde que fuí a buscar a mi nene al trabajo y a comer churros con chocolate con unos amigos.
Y hoy, la hecatombe. Después de un día de curro, amplíado para hacer la exclusiva, llego corriendo a casa y me voy al centro de deportes a mi primera clase de spinning. Sí, a veces soy masoquista conmigo mismo, porque hacíaaños lustros que no sudaba como hoy. Mañana voy a tener agujetas hasta en las pestañas. Que necesidad...