Una chica que ejerce de criada está enamorada en secreto de un joven militar con prometedora carrera. Él también lo está de ella peeeeero las diferencias de clase impiden que puedan pasar más allá de miraditas de enamorados. Además, la señora de la chica también está enamorada del joven militar. Este es enviado a la guerra y las dos se quedan desaladas pensando que puede que no vuelva. La señora cree que la chica está enamorada de su hombre y le dice que aquel ha muerto en la guerra; ante la reacción de la otra que no puede contenerse le dice que no tiene ninguna oportunidad porque ella es más guapa y más rica (todo mentira, claro) además de hacerla sufrir diciendo que era una broma y que el militar vive. Y no sólo eso sino que regresa triunfante, y con el padre de nuestra protagonista cautivo. El padre de la señora, que es así como muy poderoso, le promete conceder lo que pide y él, que además de guapo y con buena estrella es generoso, pide que se liberen a los cautivos. Y el padre además de eso le da la mano de su hija, la señora.
Pero resulta que la criada (cof cof) es una princesa ya que su padre es rey, obviamente. Y este ha visto las miraditas entre ella y el joven militar. Así que le pide, no, le ordena que se aproveche de ello y le sonsaque por donde van a ir sus tropas. Ella se resiste pero al final no puede negarle a su papi. Aparece el joven militar y ella, como buena arpía, le sonsaca la información aunque se arrepiente y en ese momento aparece el padre de ella y se revela como quien es. El militar se desquicia y, para colmo de males, aparece en ese momento la señora con el cura y ven que algo se está tramando. El militar se entrega y la chica y su padre huyen. Aunque la señora le pide que confiese y suplique el perdón, el militar no dice ni pío y es condenado a morir, ante la desesperación de la señora que ve como se va a quedar para vestir santos. Al final, el militar es encerrado para que muera y aparece la chica quien quiere morir con él mientras la otra se resigna.
Interesante ¿no? Pues este es el argumento, más o menos de Aída, no la serie de Telahinco sino la ópera de Verdi.
Aida nació como encargo del khedive de Egipto para celebrar la inauguración del canal de Suez. Verdi se resistió un poco pero, al final, compuso la ópera aunque no llegó a tiempo para la inauguración, en cuyos fastos se representó Rigoletto. La ópera se estrenó en 1871 en El Cairo.
Es una ópera muy popular porque combina momentos espectaculares (muy al estilo de la Grand Opera francesa), como la llegada de las tropas egipcias, con otros más íntimos y personales, donde los personajes se debaten entre los sentimientos, como el amor, honor y el orgullo, que aparecen muy bien reflejados. Además, está ambientada en el egipto faraónico, un escenario exótico muy al gusto de la época. Si quieres saber más, que esto es sólo un aperitivo, pues aquí, aquí y aquí.
Pero resulta que la criada (cof cof) es una princesa ya que su padre es rey, obviamente. Y este ha visto las miraditas entre ella y el joven militar. Así que le pide, no, le ordena que se aproveche de ello y le sonsaque por donde van a ir sus tropas. Ella se resiste pero al final no puede negarle a su papi. Aparece el joven militar y ella, como buena arpía, le sonsaca la información aunque se arrepiente y en ese momento aparece el padre de ella y se revela como quien es. El militar se desquicia y, para colmo de males, aparece en ese momento la señora con el cura y ven que algo se está tramando. El militar se entrega y la chica y su padre huyen. Aunque la señora le pide que confiese y suplique el perdón, el militar no dice ni pío y es condenado a morir, ante la desesperación de la señora que ve como se va a quedar para vestir santos. Al final, el militar es encerrado para que muera y aparece la chica quien quiere morir con él mientras la otra se resigna.
Interesante ¿no? Pues este es el argumento, más o menos de Aída, no la serie de Telahinco sino la ópera de Verdi.
Aida nació como encargo del khedive de Egipto para celebrar la inauguración del canal de Suez. Verdi se resistió un poco pero, al final, compuso la ópera aunque no llegó a tiempo para la inauguración, en cuyos fastos se representó Rigoletto. La ópera se estrenó en 1871 en El Cairo.
Es una ópera muy popular porque combina momentos espectaculares (muy al estilo de la Grand Opera francesa), como la llegada de las tropas egipcias, con otros más íntimos y personales, donde los personajes se debaten entre los sentimientos, como el amor, honor y el orgullo, que aparecen muy bien reflejados. Además, está ambientada en el egipto faraónico, un escenario exótico muy al gusto de la época. Si quieres saber más, que esto es sólo un aperitivo, pues aquí, aquí y aquí.
La Loren pone el cuerpo y la Tebaldi la voz