martes, 30 de noviembre de 2010

Lunes negro

He pasado una noche asquerosa. Apenas he podido pegar ojo por culpa del maldito temporal, del viento sobre todo pero también de los truenos. Para colmo, a eso de las dos de la madrugada me he despertado con mal cuerpo y la garganta hecha polvo (y para más abundamiento creo que con décimas de fiebre) así que me he levantado y me he chutado algo. Ahora que ya estoy en el trabajo me sigue doliendo la cintura lo cual es mala señal porque sólo me ocurre cuando van a salir placas en la garganta.

En realidad, la noche ha sido el perfecto culmen para un día penoso. Por la mañana me entero que ha muerto Leslie Nielsen, ese actorazo de pelo blanco que la mayor parte recordará por sus pelis de Agárralo como puedas (The naked gun) o Aterriza como puedas, aunque para mí será el comandante de Planeta prohibido.





Y luego va y se muere Irvin Kershner, el director de El imperio contraataca, la mejor película de la trilogía de Star Wars. Sólo por eso merece estar en el Olimpo de los directores, aunque también dirigió otras cosillas como la segunda parte de Robocop, más salvaje y sangrienta que la primera si eso era posible. Por culpa de Lucas no dirigió El retorno del jedi, básicamente por diferencias creativas y de guión pues no estaba de acuerdo en mostrar al final el rostro de Vader, entre otros detalles.


Si es que no somos nadie...


viernes, 26 de noviembre de 2010

Enfermo

Reconozco que soy un poco hipocondríaco. Pero sólo un poco, lo justito para no acabar en la consulta de un psiquiatra en un diván. Cualquier cosa que se salga de mis migrañas y los problemas estomacales habituales y ya pienso en enfermedades raras. Y series como House no ayudan en absoluto a que la hipocondría disminuya. Creo que estoy desarrollando una enfermedad nueva, el síndrome de Diógenes, y no se si preocuparme o sentirme realizado.

El miércoles me alcancé hasta mis cuevas que se hallan en otro edificio distinto al que se halla mi oficina. Cuando llegué, percibí movimiento en otra cueva aneja y sabiendo que pertenecía a esa cosa ignota y exiliada que llaman Cultura me asomé a la puerta. Dos subalternos se afanaban en guardar libros que se hallaban apilados y almacenados en cajas. Curiosamente conocía (y conozco) a uno de ellos por coincidir en el anterior gimnasio donde iba hasta abril de este año. Nos saludamos, hablamos un poco y, cuando la conversación estaba a punto de morir, le pregunté qué iban a hacer con todos esos libros. "Pues algunos van a la biblioteca y el resto para reciclar". Un pálpito en el corazón. Emoción. Una chispa en el cerebro soltó la pregunta"¿Cómo? ¿Que los vais a tirar?" entre asombrado y molesto. Me da que se vio demasiado el plumero porque sobre la marcha me comentó que podía llevarme los que me interesasen. No hizo falta que lo dijese dos veces, pregunté por los de Historia y me encontré en un pequeño paraíso. Seleccioné y llené una caja de mudanzas de libros.

Llegué al curro deslomado. Y más aún a mi casa después de subir los tres pisos a cuestas con la caja. Cuando la puse en el estudio me doy cuenta que no tengo sitio donde ponerlos, así que los limpié un poco y los apilé en la mesa. Y aquí me tienen maquinando posibilidades que se resumen en comprar estanterías nuevas. Porque no pienso deshacerme de mis niños. Antes la muerte. Quien dijo aquello de que el saber no ocupa lugar era un imbécil con la lengua larga. Eso o un aspirante a investigador reconvertido en bibliotecario/archivero que recoge todo lo que le den. Si es que no somos nadie.


miércoles, 24 de noviembre de 2010

Pandora

A veces pienso que voy por el mundo como Pandora, desatando todos los males imaginables. A veces de manera inconsciente, pero en otras se que la culpa es mía y sólo mía. Y además, sabiendo en qué momento comenzó todo.

Momento confesionario. Padre, perdóneme porque he pecado. Yo sólo quería casarme, de verdad, lo juro ante el Spaghetti Volador si es necesario. Pero no sabía cuáles iban a ser las consecuencias. Mire que yo me llevo muy bien con mi familia, en el más amplio sentido de la palabra familia. Demasiado bien, diría más de uno. Y por eso les invité a la boda. Que si llego a saberlo me caso de estrangis en un juzgado y no se entera ni Dios. Ooopps, perdón Padre, no volveré a decir el nombre del Señor en vano. Pues eso, que a partir de la boda se ve que les ha gustado lo de verse y hablar de todo y han organizado ya tres asaderos en lo que va de año (vale que la última ha sido porque vinieron nuestros tíos los mañicos y había que hacer algo para vernos todos en conjunto). Y no se contentan con eso, Padre, no. Encima me han buscado por el feisbuk ese... ¿cómo qué que es el feisbuk? Un invento del diablo Padre, seguro, para hacernos perder el tiempo y no dedicarnos a menesteres más provechosos. Pues eso, como le decía, estamos todos agregados juntos en el feisbuk y, bueno, pues que hasta hace poco era llevadero: te conectabas, se conectaban, te mandaban algún mensaje, la mujer de un primo me pidió que la agregase como vecina de la granja... Sí, Padre, también hay granjas virtuales donde cuidas a los animales, cultivas, cosechas, visitas a los vecinos llevándoles regalitos, echando una mano y todo eso.

¿Por donde iba antes de esta divagación? Ah sí, que estábamos tranquilos en el feisbuk ese. ¿Se puede creer que a una de mis primas no se le ocurre otra cosa que crear un grupo familiar cerrado e invitarnos a todos los primos? ¿Y que a raíz de eso se pasan las tardes-noches comentando chorradas, despotricando unos contra otros, en especial con la mujer de uno de ellos y anunciando las actividades que planean? Se lo digo yo, Padre, es un sinvivir. Pero eso no es lo peor, no. Alguien tuvo la brillante idea la semana pasada de colgar una foto suya de la primera comunión. El susto que tuve fue morrocotudo. Y casi me ahogo con el café que me estaba tomando. Otro tuvo la desfachatez de seguirle el juego y, sin comerlo ni beberlo, habían montado un concurso de fotos de primeras comuniones. Sí, Padre, una verguenza, riéndose de ese momento especial en el que un niño recibe a Cristo por primera vez. Bueno, en concreto de Cristo no, más bien de los trajes, de las posturas, de las caritas. Espero que pueda entender el shock que supuso ver la foto de mi primera comunión sin que nadie me pidiese permiso. Y no sólo eso. Sino que encima me comparaban con este señor.



Yo que culpa tengo, si con una chaqueta y unas gafas de pasta hasta un mono se parecería a Alfredo Amestoy en aquella época. Horroroso Padre, ha sido una semana terrible. Porque lo peor es que encima he ganado, que no se que premio había por quedar el primero, pero así ha sido. Y estaba yo pensando qué podía hacer para evitar que esto se volviese a desmadrar... ¿Padre? ¿adonde va? Pero, pero, no se vaya todavía. Si apenas he comenzado con mis pecadillos y aún no me ha puesto la penitencia...

[Basado en hechos reales. Ningún animal ha sido maltratado durante la redacción de esta entrada]


martes, 23 de noviembre de 2010

Lo que se avecina (II)

Estoy perraco perdido. El fin de semana, sobre todo el viernes por la tarde y el sábado, fue un poco agotador así que el domingo me lo pasé haciendo mi deporte favorito: silloning. Perdonen que siga tumbado y no me levante.

Ahora un par de novedades cinéfilas que llegarán pronto. Novedades palomiteras se entiende que ya saben de la afición de uno por la ciencia ficción. La primera es Cowboys & aliens, una peli de ciencia ficción ambientada en el Salvaje Oeste (casi nada) y que está basada en una novela gráfica. Dirigida por Jon Favreau y protagonizada por Daniel Craig (ay omá) y Harrison Ford, así que puedes esperarte cualquier cosa.




La segunda es Skyline, más palomitera si cabe que la anterior, y que narra un ataque alienígena a la Tierra. Como en muchos casos similares, nos encontramos con pocas caras conocidas, muchos efectos especiales y un par de horas de descanso neuronal. Vamos, que tiene pinta de ser la Independence Day del siglo XXI. Esta se estrena a finales de mes, creo.




Y ahora un poco de música de ciencia ficción de la buena.



sábado, 20 de noviembre de 2010

Deja que la fiesta comience

Llegó el gran día. La fiesta de cumpleaños de T. Así que, para empezar bien el fin de semana, vamos a poner una canción que me gusta mucho. Esta versión es tan pero tan de película Bond...



viernes, 19 de noviembre de 2010

Mad Men

El que escribe y suscribe este blog intenta mantenerse al día con las novedades seriéfilas pero esa es una tarea titánica. Hay que seleccionar. Para bien o para mal. Lees las sinopsis, miras quien sales, quien está detrás de la serie y te preguntas si te puede interesar o no. A veces aciertas y en otras te equivocas. Hoy hago propósito de enmienda y corrijo un error.

Hace tiempo que estaba detrás de Mad Men, tenía las dos primeras temporadas en el disco duro y no le prestaba mucha atención por no decir ninguna. Siempre me preguntaba ¿de verdad es tan buena como dice la gente? ¿qué me puede contar el mundo de la publicidad sesentera? Pues nada, que me puse hace casi dos semanas y en este tiempo nos hemos (sí, hemos porque el pobre T. también se ha enganchado a la serie) visto la primera y casi la segunda temporada.


Mad Men es una serie ambientada en el comienzo de los sesenta que recoge las vidas de un grupo de publicistas que trabajan en Sterling Cooper, una agencia de Nueva York, liderados por Donald Draper, jefe de la sección de creativos. Pero no se centra exclusivamente en las campañas de publicidad y las deliberaciones de trabajo sino que también explora las vidas personales, los matrimonios, lo que ocurre cuando no están trabajando. El título de la serie puede entenderse tanto como que están todos un poco locos por trabajar en una empresa de estas características (y hasta cierto punto es así) como por ser los hombres de Madison (Avenue) que es donde tenían su sede casi todas las agencias de publicidad, incluída Sterling Cooper.

Puntos a favor. Todos, que son muchos. En primer lugar, la ambientación de la época y me refiero a la totalidad. Los decorados, el atrezzo de las oficinas, de las casas son realmente impresionantes. Está todo muy cuidado, hasta en los pequeños detalles como los teléfonos de colores, la comida, etc. Al comienzo de la serie, cuando Peggy Olson llega como secretaria de Don Draper le enseñan su mesa donde hay una máquina de escribir "ultramoderna" y le dicen que no se preocupe, que hasta cualquier mujer puede manejarla. Luego está el vestuario, que es increíble, que destaca por la variedad y la riqueza de trajes, y que te sirven de guía para conocer los caracteres de los distintos personajes. Es de los aspectos que más me han llamado la atención y me ha encantado.


Pero, como decía, no sólo la ambientación sino también la mentalidad. Los hombres mantienen su posición dominante, casi acosadora con las mujeres, las cuales se circunscriben a su papel de amas de casa/amantes esposas y secretarias en el mundo laboral. Las excepciones son muy escasas aunque ya se apuntan maneras de lo que se avecina en los años siguientes. De hecho, podría catalogarla como una serie políticamente incorrecta. La actitud de los hombres ante cualquier mujer guapa es totalmente machista. Se bebe mucho y se fuma aún más. Nada como levantarse de la cama con un pitillo en la mano y un copazo de whisky. Por no hablar ya de la segregación racial, donde los negros son ignorados y realizan los trabajos más bajos como ascensoristas, limpieza, servicio doméstico, etc.

En realidad, la serie se dedica a destruir aquello que relacionamos con el american way of life, sobre todo en las relaciones familiares. Secretos de cama, adulterios, amas de casa frustradas, hijos no deseados. En ese sentido los guiones son magníficos, tan pronto te encuentras una reunión para diseñar una campaña de publicidad como pasas a una escena silenciosa en una casa, con miradas inexpresivas o, todo lo contrario, totalmente expresivas. Por no hablar de que la serie no es ajena a los acontecimientos exteriores, otro punto que me interesa por mi interés por la Historia. La primera temporada se desarrolla durante la lucha por la presidencia entre Nixon y Kennedy; de hecho, hay un episodio centrado principalmente en la noche electoral donde pasa de todo.


Y luego está la música. Qué les voy a contar. Canciones de la época, un score melancólico y cuasi triste, que te sumergen en el mundo de finales de los cincuenta y comienzos de los sesenta.



Por todo ello, y más cosas que seguro me dejo atrás, es totalmente recomendable. No te extrañe que lo haya ganado todo en los Emmy y Globos de Oro. Y ahora que acaba de terminar su cuarta temporada voy yo y empiezo a verla. Mejor, porque me estoy pegando unos pequeños maratones impresionantes. Si te interesa, aquí puedes echar un vistazo para lo que ya sabes. Y en su página web en AMC hay incluso un apartado en el que puedes madmendizarte.






jueves, 18 de noviembre de 2010

Creatividad

Puedo decir que entre los capacidades que la genética me ha dado no se encuentran las habilidades artísticas y creativas. Estas son muy escasas, siendo muy generosos y por no decir nulas. Si me pusieran junto a un mono delante de un lienzo para pintar algo estoy seguro que ganaría el mono. Y por goleada.

Nunca se me ha dado bien el dibujo o realizar manualidades. En la EGB (sí, soy uno de los que pasaron por la Educación General Básica, eso que ahora llaman Primaria) lo pasaba francamente mal en las clases de dibujo. Únicamente me salvaba cuando llegábamos a la parte de dibujo técnico porque, sin llegar a ser un predestinado a delineante, pues no se me daba tan mal. Aún me acuerdo de la perspectiva axonométrica y sus ejercicios con las hojas de dibujo en din-a3. Menos mal que en BUP no tenía dibujo aunque sí Historia del Arte ya en COU (que siiiii, ya se que todo esto es preLOGSE), donde junto con un amigo hacía unas viñetas de las diapositivas que se iban poniendo en clase (él realizaba la parte artística y yo ponía el texto) porque luego eran las que caerían en el examen. No les extrañe que me decantase por una carrera de letras, donde lo máximo de la creatividad artística era realizar un trabajo de cincuenta páginas con información para uno de quince.

Todo esto viene por el cumpleaños de T. En concreto, con la celebración que le estoy organizando para este sábado. Como reconozco mis carencias, he quedado con una amiga esta tarde para mirar y comprar algunas cosillas en plan decorativas-cumpleañeras que podamos colocar en el sitio donde vamos a montar el tinglado. Ya se sabe que dos cerebros piensan mejor que uno y que cuatro ojos ven más que dos. Bueno, eso es la teoría matemática. Ya veremos la realidad práctica.



miércoles, 17 de noviembre de 2010

Futuro pasado

Sigo un poco K.O. con la cabeza. Pero como no puedo remediar el alegrarles un poco el día con una frikada, pues ahí tienen. Que no se diga que no están avisados.




Eso sí. Visión futurista al contar con que el chino sería un idioma importante en el 2001, aunque tal vez se hayan adelantado unos años nada más. Y ahora, algo más serio.


martes, 16 de noviembre de 2010

Sin Titulo

Estoy migrañoso. Y creo que incubando algo. Con la semana que me espera. Así que perdonen si no les molesto con quejidos sino con algo de música.





viernes, 12 de noviembre de 2010

De Laurentiis Production

El cine lleva una racha de muertes un poco dolorosa. Toda la gente que vivió una época dorada en los cincuenta y sesenta está desapareciendo. Ayer falleció Dino de Laurentiis. Si no sabes quien es este señor, ya puedes dar media vuelta y desaparecer de mi vista, bueno, igual puedes leer aquí y enterarte por qué fue importante.



Para mí Dino de Laurentiis siempre estará asociado a producciones excesivas, con decorados fastuosos donde el cartón piedra campaba a sus anchas, con ambientaciones barrocas y recargadas y estrellas de relumbrón perdidas en películas extrañas. La culpa la tienen King Kong, Flash Gordon, Conan el bárbaro o Dune, por citar unos pocos ejemplos. En realidad, la culpa de esta asociación mental no es tanto suya como de su hija Rafaella de Laurentiis, que también produce películas y los hizo en Conan el destructor, Llamaradas, Dragonheart, Sky Captain y el mundo del mañana o Kull el conquistador. Y es que los ochenta no se entiende sin los De Laurentiis, clásicos como los citados a los que hay añadir muchos más carnes de cañón de videoclubes de la época.

Luego, cuando creces y amplías las miras cinematográficas, te informas y te enteras que, gracias a este señor, Fellini pudo rodar La Strada y Las noches de Cabiria; que produjo Guerra y Paz, una superproducción de los cincuenta con una guapísima Audrey Hepburn; que gracias a él Jane Fonda se convirtió en un sex symbol con Barbarella; o que produjo Serpico con Al Pacino. No extraña que esté asociado al cine con mayúsculas, sí incluso al cine comercial donde tuvo tanto grandes éxitos como sonados fracasos. Para mí, ir al cine en los ochenta y empezar una peli viendo A De Laurentiis Production era sinónimo de que podía encontrarme cualquier cosa, para bien o para mal, pero que casi nunca te dejaba indiferente. Y si no has visto alguna de las películas que he citado más arriba, ya estás tardando en hacerlo. Algunas son obras maestras, otras películas de culto frikeras y otras auténtica caspa, pero todas entretienen y merecen ser vistas con mucha atención.

Ahora, un poco de música. De Laurentiis por supuesto.






jueves, 11 de noviembre de 2010

Proximamente

Una de cine y otra en televisión. Qué de ganas que lleguen las fechas de estreno.






Y un poco de música al hilo...


miércoles, 10 de noviembre de 2010

Fiesta

Como decía ayer, llevo una semana más para allá que pa'cá. El otro motivo que me trae por la calle de los desvelos es puramente personal. Dentro de un par de semanas es el cumpleaños de T. y cuando le pregunté qué quería, me suelta que le gustaría que le organizase una fiesta para un fin de semana. Acabáramos. Con las ganas que tenía yo de un cumpleaños tranquilo, una cena, un fin de semana en algún lado o algo así.

Me pasé toda la semana preguntando por sitios para celebrar un cumpleaños, porque es obvio que, aunque nuestra casa no es pequeña, tampoco es la Estrella de la Muerte y como que no era plan de meter cuarenta o cincuenta personas en ella. Llamadas por un tubo para confirmar que lo de la crisis es una historia que alguien debe haberse inventado. Porque no me explico como puede estar todo lleno, y los que estaban disponibles eran por tener unos precios asequibles expresamente para la Lomana y semejantes. Ya estaba medio desquiciado porque seguían los días y no conseguía nada, y eso para un Virgo como el que suscribe al que le gusta tenerlo todo organizado y bajo control es como, no se, algo así como el fin del Universo, supongo. Al final, el viernes y por medio de un subalterno pude encontrar un lugar que tiene muy buena pinta, medio campo medio urbano, y fui a verlo esa misma tarde con una amiga que me ayudará con todo el tinglado. Nos gustó y sobre la marcha lo reservé, no fuese que, con la suerte que tengo últimamente, viniese alguien al rato para pedir el mismo día que yo.


Esta semana toca avisar a todo el personal, que no son pocos y me confirmen si irán. Y la que viene comprar la comida y la bebida y tener todos los detalles preparados. Que diez días me esperan.




martes, 9 de noviembre de 2010

Moving

Llevo una semana, vamos a decir, que algo descentrado. Descentrado, nervioso y desbordado por dos motivos. Uno de ellos, que voy a contar hoy, es meramente laboral. Vale, no me van a despedir de mi curro lo cual ya es un importante punto de partida pero reconozco que a veces me pongo en plan drama-queen que ni yo mismo me aguanto (con razón me gustan los dramones de Douglas Sirk).

El motivo de todo este sinvivir lo tiene mi concurso de traslado. Creo que ya he comentado algo por aquí. Antes de que saliese allá por junio, los cuatro pelagatos que somos en nuestro cuerpo (bueno, en realidad somos cinco) vivíamos en una cierta paz y armonía ya que los chichas estaban en su casa y los canariones en la nuestra, y el spaghetti volador en la casa de todos. Pero cuando se publicó la convocatoria nos enteramos que un compañero de allá se quería venir porque, según le comentó a una compañera que no concursa, "quería trabajar menos y cobrar más", por lo que pidió la plaza de otra compañera de aquí, además buena amiga mía, que tiene una jefatura y luego la mía. Primero incredulidad, luego nerviosismo y a continuación un poco de mosqueo, porque ya podía haberse molestado en avisarnos de que estaba interesado en nuestras plazas y no enterarnos por terceros. Al final, nos hemos enterado de que hay otro motivo más [modo Salvame de luxe ON], el sentimental, y es que por lo visto está saliendo con alguien de esta ciudad y quiere venirse para lo que ustedes y yo sabemos [modo Salvame de luxe OFF].

Vamos, que yo no digo que no tenga derecho a pedir nuestras plazas, faltaría. Sino que, según ha llegado a nuestros receptores auditivos, alguien podría estar metiendo mano para que así suceda. Y hasta ahí podíamos llegar. Que si hay algo que siempre me ha jodido mucho, pero mucho, es lo de "quítate tú pa' ponerme yo". Porque no me da la gana. Lo que me pone de muy mal humor, como estuve un par de días.

La semana pasada tenía claro que todo saldría antes de Navidad; luego en una reunión que tuvimos parece que no, que sería después de Reyes. El viernes pasado salió publicado una cosa que tiene una relación tangencial pero que ha puesto a todo el mundo nervioso porque ha acelerado el proceso y a estas alturas ya no sabemos dónde nos comeremos el turrón. Ese mismo viernes estuve con la compañera que también se halla en peligro mirando la letra pequeña de la convocatoria y haciendo interpretaciones para comprobar si teníamos todos los puntos en determinadas áreas. Un desquicie, vamos. A estas alturas, lo único que tengo claro es esa sensación indefinida en el estómago de que acabaré en la capital del Imperio galáctico. Lo intuyo, he visto el futuro en una revelación jedi y se que está ahí. No es que sea pesimista, no, soy un optimista realista.

En fin, que ya me he comido suficientemente la cabeza. Y ahora ustedes se lo leen. Casi nada. A veces me gustaría ser como la prota de Bailar en la oscuridad y olvidarme de esta letanía soñando que me hallo en un musical hollywoodiense.


jueves, 4 de noviembre de 2010

Una de cal y otra de arena

La ciencia ficción está de capa caída en la televisión, vamos, que no está en sus mejores momentos. Entre que apenas existe una oferta aceptable, la poca que hay se va a pique. A finales de la semana pasada salió la noticia de la cancelación de Caprica, el spin-off precuela de Battlestar Galactica.


Era de prever. Allá por mayo o junio hicieron un parón en la primera temporada que se ha reanudado hace cosa de un mes, cosa extraña que te corten una temporada así sin más. Vale, aceptamos cylon como animal de compañía. El problema es que las audiencias no acompañaron el regreso pero también porque, como dice el refranero español, el que mucho abarca poco aprieta, y había quizás demasiados temas que tocar (los cylons, mundos virtuales, terrorismo, integrismo religioso, bandas mafiosas, etc etc). Para colmo, han anunciado que harán otra serie Galactica: Blood and Chrome, protagonizada por Adama en plena primera guerra con los cylons pero que llegará, como muy pronto, dentro de un año. Así que nos quedamos sin una más, bueno con dos porque encima no tengo ninguna gana de ponerme con V, cuya segunda temporada está a punto de comenzar.


Anoche pude, por fin, ver el primer episodio de The Walking Dead.


Por si no lo saben, está basada en un comic y narra la lucha de un grupo de supervivientes en un mundo apocalíptico dominado por zombis. A ver, nunca he sido un gran fan de las películas de zombis, y sí que he visto La noche de los muertos vivientes y alguna que otra más, pero hasta ahí. Reconozco que lo que ví en este primer episodio me ha gustado bastante.

Por supuesto, hay tópicos y clichés del mundillo zombi pero está todo narrado con una calidad totalmente distinta al resto de este tipo de ambientaciones, con escenas tensas y duras en las que incluso podría decirse que sentimos pena y compasión por los zombis. Se nota que está dirigido y escrito por Frank Darabont, el director de Cadena perpetua o La niebla. El ritmo es tranquilo, que no lento, y junto al protagonista vamos descubriendo qué ha pasado para llegar a esta situación. Y, para cerrar el círculo de este post, encima la música es de Bear McCreary, el mismo que la ponía para Battlestar Galactica y Caprica. Esta primera temporada sólo consta de seis episodios, así que no hay excusa para no verla.

Si quieres leer otras opiniones, aquí las de Asesino en serie y aquí las de Hernán Casciari.






miércoles, 3 de noviembre de 2010

Frikismo en vena

Hay sitios en los que debería tener prohibido entrar. Algo así como sucede con los bingos y los jugadores compulsivos. Porque a veces reconozco que actúo compulsivamente y luego no es que me arrepienta, no. Pero mi vena cinéfila-frikera me va a llevar algún día al nivel de Grecia. A la ruina. Y siempre he intentado mantenerme como Alemania aunque reconozco que nunca he pasado de una discreta Francia o Reino Unido.

El lunes por la mañana me fui con T. a dar una vuelta y acabamos en el MariMar, ese antro de perdición que acabará conmigo. Y es como con Ikea, siempre vuelves con algo. En mi caso, con esto.




¿Quien puede negarse a tener la saga entera de El planeta de los simios, las cinco películas, con un libro estupendamente ilustrado e información por veinte miserables euros? ¿O una de las trilogías más casposas ochenta-noventeras como Robocop? Vale que las últimas pelis de los simios ya eran un despropósito pero que se le va a hacer. Ainsss, que gratos recuerdos de ver la gore Robocop 2 en el cine en plena Semana Santa. En fin, que ya sólo me falta buscar el fin de semana para pegarme la maraton de cada saga.

Ahora, una pausa para la publi.




Y ahora un poco de música.