Community

Cuando Jeff Winger, un abogado de cierto prestigio, debe volver  la universidad para sacar su título ya que el expedido en Colombia no le sirve para ejercer, se encuentra con Britta Perry y monta un grupo de estudio de español para ligar con ella. Lo que no sabe es que al grupo se incorporan Abed Nadir, un estudiante de cine loco por los medios audiovisuales; Troy Barnes, un quaterback sin carrera y venido a menos por lesionarse en el instituto; Shirley Bennett, una mujer separada que intenta labrarse un futuro; Annie Edison, una empollona y primera de la clase; y Pierce Hawthorne, el directivo de una empresa que lleva años en la universidad.

Con esta premisa comienza una de las series más divertidas, locas y frikis que se emiten en la actualidad por televisión. Alguien que vea por primera vez a Community puede pensar qué la hace distinta a otras, a The Big Bang Theory por ejemplo, que es quizás la que por afinidad puede estar más cerca de su planteamiento. Pues la clave está en los personajes. Al comienzo de la serie, los episodios pueden resultar lo normal en una serie de estas características; los personajes van apareciendo, se van definiendo, con sus manías, neuras, tics, se van abriendo al espectador y, por ese motivo, puede llevar a engaño, como podría suceder con Doctor Who y sus primeros episodios de la nueva época.

Sin embargo, mediada la primera temporada, Community empieza a arrancar, se desmelena y comienza a mostrar sus bazas. Y hace honor a su nombre. Los personajes se integran entre ellos, se complementan entre sí y, pese a formar un grupo de lo más dispar (o precisamente ahí está el secreto de la serie y que la diferencia de The Big Bang Theory) forman una comunidad, en la que cuando uno se desmadra allá va el resto a echarle una mano. O a empujarlo para que se desmadre aún más. Pero siempre juntos, porque a pesar de sus diferencias, poco a poco se irán dando cuenta que sin el resto no llegarán muy lejos.

Junto a los siete protagonistas principales, aparecen toda una caravana de secundarios impresionantes, empezando por el profesor Chang y el decano Pelton que se merecen cada uno un spin-off propio y siguiendo por Leonard, Star-Burns, etc. Además, de los invitados que aparecen puntualmente como Betty White, Josh Holloway (el Sawyer de Perdidos), John Goodman... que se unen a la fiesta de buen grado. Episodios memorables como "Modern Warfare" y su continuación en un doble episodio de la segunda temporada "A Fistful of Paintballs"-"For a Few Paintballs More", "Epidemiology", "Advanced Dungeon & Dragons", "Abed's Uncontrollable Christmas" y su historia en animación, "Remedial Chaos Theory" y los universos alternativos... hay donde elegir.

Pero lo mejor de todo, y que es lo que atrae definitivamente a la gente a seguir con Community, es su capacidad de hablar de otras series, con sus parodias a Doctor Who o Downton Abbey, constantes referencias a las películas de serie Z, a programas de la televisión, etc y todo gracias al personaje de Abed que siempre establece paralelismos entre ellas y los acontecimientos que les suceden. Esto, que para algunos puede ser una losa al propiciar muchos gags internos que no se entienden si no has visto la serie, es para el que escribe una de sus mejores bazas porque establece una complicidad con el espectador que, sin llegar a romper la cuarta pared (como sí sucedía en otras series como Boston Legal o Miranda), te hace partícipe de las locuras que se van sucediendo en la Universidad de Greendale.

En definitiva, una gran serie de comedia que te hará pasar unos ratos estupendos y que se merece darle una buena oportunidad. No te arrepentirás. Y si aún dudas, no tienes más que echar un vistazo a los créditos iniciales de algunos episodios, sólo por eso merece la pena.