Hoy toca una entrada superficial, de esas ligeras y con poca sustancia, tan poca que es mayormente, por no decir prácticamente, visual. A raíz de una entrada que escribió Sufur sobre lo estupendo que le parecía, y está hay que añadir, el compositor Ramin Djawadi, sí hombre, el que ha compuesto entre otras cosas la música de la serie Juego de Tronos, se me ocurrió esta entrada: una muestra de lo buenorros que pueden estar los compositores de bandas sonoras. La mayoría, entre los cuales me incluyo, solemos tener una idea de compositores serios, mayores, con gafas, trajeados o casi... Y es una imagen tan real como la vida misma; siempre han existido ovejas negras y díscolas pero una búsqueda simple te confirma la idea anterior, sobre todo en lo de la edad.
A finales de los noventa parecía que eso iba a cambiar, surgió una nueva hornada de compositores jóvenes que estaban para mojar pan pero que, a estas alturas de los 2000, se han convertido en auténticas señoras de. Algunos han envejecido bastante bien pero otros, uffff mejor lo dejamos. Así que encontrar compositores que estén tan estupendos y apetecibles como el Djawadi ha sido una tarea titánica y muy complicada, básicamente porque encontrar compositores relativamente jóvenes, es decir, menores de los cuarenta es un poco difícil. Que los hay oigan pero ni son tan conocidos ni probablemente tan estupendos como la edad pueda sugerir.
En fin, que aquí van unos cuantos para que se alegren la vista. He puesto de todo un poco porque sé que para gustos los colores y lo que a uno le pone a otro le tira para atrás y viceversa. Pues eso.
Bear McCreary, compositor habitual de series televisivas como Battlestar Galactica, Caprica, Eureka, Defiance, Agents of SHIELD, The walking dead o Outlander. Con un aire entre moderno y grunge con esas melenas, está pidiendo a gritos una peluquería.
Con un aire de empollón, Marco Beltrami ha conocido tiempos mejores (hace diez años estaba indudablemente mejor) pero con esas canillas y esas gafas a más de uno seguro que le entran ganas de lo que sea.
Siendo como es casi un recien llegado, con un filmografía en la que solo destaca Kick Ass 2 y Kingsman: Servicio secreto aunque ha colaborado en muchas más, Matthew Margeson tiene planta de oso achuchable, con el que pasarías un fin de semana entero sin salir de la cama.
El británico Murray Gold, archiconocido por ser el compositor exclusivo de la nueva etapa de Doctor Who aunnque también de las británicas Queer as folk, Shameless, Torchwood o la actual Cucumber, Banana, Tofu, tiene ese airillo autosuficiente tan british. Las últimas fotos que he visto de él le muestran más al estilo Bruce Willis, casi sin pelo, lo que aumenta un puntito más en el nivel hot.
Para aire autosuficiente y con un pelín rockero chulesco (para algo aún no ha llegado a los cuarenta), ya tenemos a Tyler Bates, compositor habitual de pelis de acción como 300, Day of the dead, Watchmen o Guardianes de la galaxia. Californiano de nacimiento ¿no se nota verdad? podría estar protagonizando cualquier película de cine para adultos que nadie, absolutamente nadie, ve en su casa.
Al argentino Gustavo Santaolalla la edad le ha sentado bastante bien aunque mejor con barba y/o perilla; he visto fotos con su cara afeitada y es el antimorbo. Bueno, para el que escribe al menos. Y eso que ya tiene una edad, 63 añitos nada menos, lo que le convierte en el más maduro de toda la selección. Ah si, para los que no les suene decirles que se llevó dos Oscar seguidos por Brokeback Mountain y Babel, aunque también compuso para Diarios de motocicleta, Amores perros y la reciente Relatos salvajes.
Cara de yerno perfecto, o de estudiante tardío e incluso de abogado, a uno le dan ganas de presentar a tu familia a John Frizzell. Poco conocido a pesar de sus trabajos para televisión (Stalker, United States of Tara) y cine (Alien resurrección, La sombra de los otros, Legion).
Con ese aire de daddy que te comerías hasta jartarte (así, con J), John Debney es de los que mejor ha envejecido y ha ganado con los años como el buen vino. Y es que el que tuvo retuvo, como dice el refrán amigos. Este compositor que empezó en los años 80 en la televisión (Fama, Jóvenes jinetes), empezó a destacar en los 90 con La isla de las cabezas cortadas y asaltar los 2000 con La pasión de Cristo, Sin City o la saga de Spy Kids, combinando su trabajo para la television (Houdini, Hatfields & McCoys).
Dan Mangan es un músico canadiense que ha empezado a componer para algunas películas de su país (Héctor y el secreto de la felicidad, The valley below), de ahí que sea poco conocido. Es de los más apetecibles y es que la juventud es un grado, poco más de treinta años lo que le convierte en el más joven de la selección. Aire casualmente desaliñado, barba y pelo pelo everywhere, una joya para los fans de los bears.
Por último pero no menos importante, tenemos a Geoff Zanelli, que empezó su andadura con el nuevo milenio.Como muchos otros ha combinado su trabajo en la televisión (Into the west, The Pacific) con el cine (Hitman, Outlander, Gamer). Recién entrado en la cuarentena, Zanelli es de los que parecen sugerir más de lo que se muestra.
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