miércoles, 31 de marzo de 2010

Once

11 días


Para dormir y descansar.


Para los juegos.


Para los vicios.



Para ir a la playa.




Y sobre todo para enchufarme series por vía parenteral.











Y más...

martes, 30 de marzo de 2010

Bufetes, abogados y televisión

Aunque tengo ya mis añitos, sigo siendo joven para haber visto en su momento a Perry Mason defendiendo a los acusados ante un tribunal. Mis primeros coqueteos con las series de abogados se produjeron en los ochenta. A un lado del ring estaba La ley de Los Ángeles (o L.A. como aparecía en los títulos), una serie en la que uno de los protagonistas era el pavisoso del Harry Hamlin (aún no entiendo que le vio la estupenda Ursula Andress para tener un hijo con él) junto con habituales de telefilmes y otras series (como Corbin Bersen, Susan Dey o Jimmy Smits). Al otro lado del ring se hallaba Juzgado de guardia, una serie cómica donde el juez era lo menos serio de la corte. Más que de abogados era una serie del personal en torno a los juzgados, el fiscal, el policía, la abogada defensora...

Más tarde llegarían Ally McBeal (de la que aguanté la primera temporada, el resto es más de lo mismo, menos mal que Billy la palma, que gustazo), El abogado (que la seguí a trompicones cuando tenía el Plus), Ley y orden (de esta vi un poco de los primeros episodios y poco más, que lleva veinte años emitiéndose, como para ponerse al día), Crossing Jordan, The guardian (en la que sale Simon Baker, el mismo de El mentalista) y muchas más.

Todo esto viene porque me he puesto con Boston Legal, una serie, ya finalizada, que cuenta las andanzas de los abogados de la firma Crane, Poole y Schmidt, como repiten en bastantes ocasiones, aunque centrada en el personaje de Alan Shore, el cual ya había participado en El abogado.


Alan Shore (James Spader) es un abogado que hará todo por ganar un juicio pero, al mismo tiempo, es un rebelde, un provocador y no se adapta a las normas estrictas del bufete, lo que le lleva a tener constantes problemas con sus compañeros, en especial las compañeras. Aún así, tiene su corazón y cierta integridad; en cierto episodio en el que le obligan a defender a un policía, porque no quiere, lo convencen con la excusa de que es capaz de ver la oscuridad en los demás a lo que replica que, en realidad, la jefa no estaba dispuesta a hacer el trabajo sucio y él sí.

Su gran valedor, y el otro protagonista, es Denny Crane (William Shatner), un abogado ya de vuelta de todo, al que se le va la cabeza, no se sabe si por el alzheimer, el mal de las vacas locas o por la edad y siempre va diciendo su nombre porque se considera el mejor abogado de todos los tiempos (qué gran paralelismo con el ego de James T. Kirk, jejeje). A pesar de eso, se conoce todos los trucos de la profesión, a todos los jueces y sus debilidades y por ello, además de ser uno de los socios fundadores, es uno de los pilares de la firma. Lo mejor es que nunca sabes por donde va a salir, si lo que ha dicho es en serio o de coña, y siempre con la excusa de que está chocheando.

Junto a ellos aparecen varios habituales de las series. Rene Auberjonois (Odo en Star Trek: Espacio profundo 9), que es una especie de socio administrador del bufete; Mark Valley (novio de la agente Olivia Dunham en Fringe) un socio de la firma; o Julie Bowen (una de las madres de Modern family). Además de muchos secundarios que son carne de series, como la Heather Locklear, que, para variar, hace de viuda negra.

Mediada la primera temporada hay dos incorporaciones estupendas. La primera es Candice Bergen (ex Murphy Brown) que hace de una socia fundadora y a la que llaman desde Nueva York para controlar a Denny Crane, con el cual tuvo un affaire hace mucho tiempo pero que él quiere revivir. Es seria y competente pero me encanta cuando se acerca al oído de William Shatner y le susurra las dos palabras mágicas: "Denny Crane", consiguiendo que tenga casi un orgasmo. La otra incorporación es Betty White, ex chica de oro, que se convierte en la secretaria de Alan Shore y que tiene unas salidas que te dejan patinando.

Lo mejor de la serie son los diálogos,con unas frases ingeniosas y bien hiladas. Los casos no están mal pero me gusta más todo el entramado interno del bufete, las relaciones entre los personajes, los tejemanejes personales, etc. Y, sobre todo, me divierte, me río mucho para ser una serie que no es una comedia y se supone más seria. Ya voy casi acabando la segunda temporada y recuerdo un episodio en el que Denny Crane se lleva a Alan Shore a Canadá a pescar salmones y en el que pasa de todo. Memorable. Una serie totalmente recomendable y que pienso verme hasta el final.

Aquí tienes una muestra de lo que se cuece en Crane, Poole & Schmidt.






lunes, 29 de marzo de 2010

Crónicas finisemanales

Estoy molido. Tal cual. Podría ser un recurso metafórico pero es lo más cercano a la realidad de mi cuerpo serrano.

Hacía tiempo que no tenía un fin de semana tan movido. Después de una sesión de cleaning house matinal que ríete tú de los spinning, body building y demás zarandajas de esas, me relajé por la tarde en una partidita de rol donde gracias a mis habilidades innatas mi personaje casi la palma de manera penosa. Menos mal que ahí estaban las gominolas y m&n para animar a salir del trance. Por la noche nos fuimos a cenar para celebrar el cumpleaños de un amigo y no creo que haga falta decir que nos pusimos como cerdos a dieta y comimos como pajaritos.

A pesar de retirarme temprano, entre el cambio de hora perdiendo una hora de sueño, el tener que levantarme a una hora decente y seguir con el estómago como si una boa constrictor estuviese digeriendo un elefante, el domingo estaba más bien zombi. Así que me puse mis mejores galas, cargue los bultos en el coche y me fui a un asadero familiar. Bueno, más que asadero familiar aquello fue una macroquedada familiar porque allí estuvieron todos mis tíos, mis primos con su progenie y mi familia, con lo que éramos como unos cuarenta.

Y qué calorazo. Y qué poca sombra. Y encima en el campo, sin correr una pizca de aire. Otra vez a ponerse como cerdos comer como pajaritos, ponerte al día en asuntos familiares y comprobar que no eres el único viejuno ni canoso de la familia. Mis sobrinas no pararon un segundo, cogieron a un tío mío y lo molieron, a mis padres los pillaron para jugar a la comba y al final no había quien las tocara de tierra que tenían encima. Lo mejor, una sorpresa familiar que me llevé nada más llegar (nota mental: sentarse y contar algo sobre relaciones familiares). Sólo por eso mereció la pena.

Normal que cuando llegase a mi casa me diese una ducha, tomase una infusión y creo que estaba durmiendo antes de las diez. A ver quien tiene ganas de trabajar hoy...


sábado, 27 de marzo de 2010

Música (II)

Scheherezade es un nombre que evoca exotismo, no en vano es la narradora de Las mil y una noches. El libro toma ese nombre de las noches que Scheherezade estuvo contando cuentos al sultán Shahriar, para evitar que éste la matara. Si quieres saber más, aquí tienes su historia. Y si quieres saber más de Las mil y una noches, pues aquí.

En 1888 el compositor ruso Rimski-Korsakov, inspirándose en ese libro, compuso Scheherazada, una suite sinfónica de cuatro movimientos que se caracteriza por su sensualidad, su exotismo y una capacidad para trasladar al que la escucha al antiguo Oriente gracias a una espectacular y colorida orquestación. De hecho, sus temas han sido ampliamente utilizados como música en el cine, en aquellas películas ambientadas en Bagdad o Egipto, y en cualquier espectáculo que sugiera mercados árabes, noches en el desierto, oasis con palmeras, caravanas, harenes...

Aquí la obra completa.












viernes, 26 de marzo de 2010

Moving

Llevo una semana un poco ajetreada y eso se nota en el blog, lo tengo un poco abandonadito. Ando de mudanza en el trabajo; no, no es que me vaya a ningún lado. Digamos que estoy trasladando un montón de archivadores del depósito que está al lado de mi oficina, en el edificio de la empresa que me quita la vida, a otro depósito que está en otro edificio que se halla como a unos quinientos metros. Y no son veinte o treinta archivadores, no. Me llevo unos novecientos. Y no es algo que se haga en un día, ni ganas. Menos mal que tengo la ayuda de un subalterno que además me hace de chófer; cargamos una tanda en la Express y nos hacemos tres viajes al día. Más no, que él tiene más cosas que hacer y yo también. Algunos compañeros alucinan al verme hacer el trabajo sucio, no lo entiendo pero bueno.

A eso se añade el gimnasio matutino, como si fuera poco. Así que cuando llego a casa sólo tengo ganas de tirarme en el sillón y perrear. Claro que como uno es un poco masoquista pues se va por las tardes a trastear en algún archivo o comprar para llenar la nevera. Ayer ya estaba un poco fundido, y sí que me acoplé en el sillón hasta casi la hora de la cena. Menos mal que la cama no se va a ningún lado y me acoge con cariño.

Lo peor es que preveo que este fin de semana no voy a descansar mucho, entre partidas y macroquedadas familiares (ya contaré). Por eso me pedí unos días después de Semana Santa, supuestamente para descansar pero también para ir un par de días al archivo a mis cosicosas investigadoras (sí, sigo siendo masoquista). Eso sí, en Semana Santa voy a hacerle sangre al sillón porque pienso ponerme al día con las series y películas que no he podido actualizar.

Y ahora un poco de animación. Dos cortos estupendos.




(visto en blogdecine)


Y un poco de música.


miércoles, 24 de marzo de 2010

martes, 23 de marzo de 2010

Jefes

El jefe me ha dicho que últimamente estoy muy distraído.


Que no me centro en lo que me tengo que centrar.


Que no estoy cumpliendo con mis obligaciones.


Que tengo mi trabajo abandonado. Que me largo por ahí todo el tiempo.


Que si esto no cambia va a tener que cambiar de empleado y echarme a la calle.


Así tal cual. Bueno, tal vez no lo dijo exactamente con esas palabras. Pero su mirada lo decía todo.


Ayer tuve que emplearme a fondo. Duramente. Sin descanso.


Joder, qué difícil es este jefe. Tenerle contento es imposible.









lunes, 22 de marzo de 2010

Ballet

El baile y yo tenemos una deuda pendiente. Ustedes ya saben que me encanta la música y es escuchar algo mínimamente animado e írseme los pies por ahí. Claro que con la gracia natural que la genética me ha dado, cuando eso sucede es como si un hipopótamo bailase "El lago de los cisnes" en gravedad cero.



Bueno, corrijo. Visto lo visto, los hipopótamos tienen mucha más gracia que yo. Infinitamente, diría. Y es que entre la coordinación que no es mi fuerte, un escaso oído musical y si a eso añadimos mi sempiterno sentido del ridículo pues, vamos, que nunca me encontrarán bailando encima de una tarima y aún menos siendo el centro de atención.

Esto me lleva al ballet. Nunca he sido un especial fan del ballet; sí, vale, conozco algunos como "El lago de los cisnes", "La bella durmiente", "Giselle", "Coppelia" y, mi favorito, "El Cascanueces", pero poco más. Y, por supuesto, no me hablen del ballet contemporáneo porque me siento igualito igualito que ante el arte del siglo XX, una mezcla entre "me la están metiendo sin vaselina y yo sin enterarme o esto es un timo monumental". Eso o soy un paleto de tres pares de narices. El cascanueces es el único que he visto completo, y encima en dvd, y no se porqué es el que más me gusta. Será la música, será la historia, o yo que sé.






Bueno ¿y a qué viene todo esto? Pues resulta que dentro de un par de semanas vienen ellos a actuar y bailar. Aunque bailar es casi lo de menos.





Y ya tenemos las entradas. Que ganas de verlos.

jueves, 18 de marzo de 2010

A prueba

Hoy comienza la prueba de fuego de mi tratamiento preventivo contra la migraña. Ha llegado ella, mi archienemiga.



Sí, la calima. Y, por supuesto, el calorazo. El señor Willis H. Carrier tiene todas mis bendiciones en estos días.




miércoles, 17 de marzo de 2010

El enemigo en casa

Ya lo decía Otto ayer, la Administración es un mundo paralelo en el que la lógica no existe. Y como siempre sucede en estas cosas, basta que se mente la bicha para que algo suceda.

Hace cosa de un mes, o algo más, hice un pedido a una empresa. La semana pasada me acordé vagamente de este tema pero estaba liado y se me pasó; ayer lo volví a recordar y me puse a ello antes de que pasara más tiempo. Les llamé y estuve hablando con la señorita que me atendió; muy amable y que se acordaba de lo mío. En efecto recibieron el pedido, lo grabaron, lo tramitaron peeeeeeeeeeero desde Madrid lo pararon porque
resulta que la empresa que me quita la vida (Willtm) no había pagado una factura ¡desde el verano de 2008! y se encontraba en el limbo de la contabilidad (si es que existe). Pues nada, allá que me puse a investigar y me convertí en Cantinflas en Sube y baja. Manda un fax, recibo otro, hablo con mi jefe administrativo, hago unas llamadas, hablo con la habilitada, vuelvo a llamar y ¡dos horas! después averiguo que ni siquiera es cosa nuestra sino de la sede de la consejería que está en Tenerife, la central, vamos. El culpable es mi jefe de allá porque se ha despistado y se le habrá olvidado, seguro. Y no puedo hablar con él hasta el viernes, y una tarea que debía hacer con algo de urgencia se ha parado por completo. Pero yo feliz, que no me aburro, así que aquí paz y en el Cielo gloria.


Menos mal que el día mejoró y se me quitó la tontería que tenía encima. Eso sí, sigo un poco cansado y me estoy pensando pedir un par de días después de Semana Santa. Tengo que decidirlo ya...





martes, 16 de marzo de 2010

Raro

Hoy me he levantado con el pie izquierdo así que disculpen que no desbarre por un día.

Monday finds you like a bomb
That's been left ticking there too long
You're bleeding
Some days there's nothing left to learn
>From the point of no return
You're leaving

Hey hey I saved the world today
Everybody's happy now
The bad things gone away
And everybody's happy now
The good thing's here to stay
Please let it stay

There's a million mouths to feed
And I've got everything I need
I'm breathing
And there's a hurting thing inside
But I've got everything to hide
I'm grieving

Hey hey I saved the world today
Everybody's happy now
The bad things gone away
And everybody's happy now
The good thing's here to stay
Please let it stay

Let it stay
Let it stay
Doo doo doo doo doo the good thing

Hey hey I saved the world today
Everybody's happy now
The bad things gone away
And everybody's happy now
The good thing's here to stay
Please let it stay


lunes, 15 de marzo de 2010

Cafeteando

Estoy como el café: molidito. Aprovechando que T. libraba, ayer tocó esto:


El día estupendo, un poco de viento, y sorpresa de encontrar la playa de esa manera, que con los temporales de enero y febrero el mar ha llegado hasta arriba y se ha llevado bastante arena. Nos fuimos relativamente temprano porque por la tarde-noche nos fuimos al pueblo de T. a celebrar el cumpleaños de una de mis cuñadas.

Así que esta mañana, cuando ha sonado el despertador, mi cerebro hizo click y debatió en un microsegundo entre dormir media hora más o levantarse e ir al gimnasio. Ganó la voluntad. Hoy. Aún así necesito mi dosis cafetera para continuar.

Y para empezar la semana novedades sonoras. Algo puse en el caralibro pero no me resisto a volver a ponerlo.


(en el enlace de youtube está la letra de la canción)




viernes, 12 de marzo de 2010

Gafas

Tengo buenas y malas noticias.

La mala es que sigo siendo un míope astigmático de cuidado. Un gafotas, vamos.

La buena es que ni tengo presbicia (yujuuuuuu) ni me ha aumentado la falta de vista con lo que mi nivel de rompetechismo se ha mantenido estable.


Vamos, que el miércoles me hice la revisión de la vista. Que ya iba siendo hora después de cuatro años sin ir. Y mi oculista de toda la vida, y cuando digo de toda la vida es así, que fue el que me detectó que era un gafas encubierto cuando tenía cinco años, me alegró la mañana cuando me dijo que todo estaba bien y seguía teniendo la misma graduación que hace cuatro años. Una pasta que me ahorro por no tener que cambiar los cristales, que no vean lo que cuestan los jodíos.






Larga y próspera vida.

miércoles, 10 de marzo de 2010

Destripando... Supernova

El domingo estuve en modo perreo prácticamente todo el día. Y con todas las series que tengo ahí cogiendo polvo se me ocurrió poner una película: Supernova.


Supernova es una película que ya tiene diez años y que pasó sin pena ni gloria por los cines. ¿Y de qué va? Pues cuenta la historia de un equipo de búsqueda y rescate, que viaja por el espacio profundo a principios del siglo XXII a bordo de la nave médica Nightingale. Los tripulantes son únicamen seis. En un momento determinado reciben una señal de socorro procedente de una estación minera que se encuentra a bastante distancia. Al llegar se encuentran cerca de una estrella a punto de colapsar en supernova, teniendo un margen corto de tiempo para rescatar a los posibles supervivientes de la llamada de socorro y salir de allí a salvo. Sin embargo, los problemas no harán más que comenzar cuando encuentren al único superviviente, Karl Larson que lleva una carga inesperada. A partir de ahí, algo de acción, suspense y poco más.





En realidad, el guión no aporta nada nuevo a las historias ya contadas en la ciencia ficción: una nave con pequeña tripulación, llamada de auxilio que esconde algo más, etc. En su momento me pareció decepcionante. El domingo me reafirmé en ello, el guión es flojo y la historia nada nueva. Además, hay que reconocer que las interpretaciones tampoco son nada del otro jueves, aceptables, cumplen y ya está. Entonces ¿porqué escribir un post? Porque la verdad es que me lo pasé bien y me entretuvo, y tal y como está el panorama en la actualidad ya es mucho decir.

Uno de los puntos a su favor es que apenas llega a la hora y media de duración. Aunque empieza un poco lenta, en cuanto coge el ritmo pone el turbo y se lanza a toda velocidad. Además, los efectos especiales (de Digital Domain, la empresa creada por James Cameron) son bastante solventes y no están nada mal. La ambientación de la nave, que es donde principalmente se desarrolla la trama, está bien conseguida. Y sale Angela Bassett, que sólo por haber interpretado el biopic de Tina Turner ya tiene su parcela de mi corazoncito, además de salir en Días extraños.



Cuando empecé a ver la pelí, me di cuenta que está llena de caras conocidas. Recordaba que salía Angela Bassett y James Spader pero además aparece Lou Diamond Philips, Peter Facinelli (el doctor Cooper de Nurse Jackie, y salir en la saga de Crepúsculo), una jovencita Robin Tunney (la agente Lisbon de The Mentalist). La película fue tal fiasco que el director, Walter Hill, se negó a aparecer en los títulos de crédito, disconforme con los recortes que le habían hecho en la sala de montaje. Además, prácticamente acabó con la carrera cinematográfica de Angela Basset y James Spader; la primera apenas ha hecho películas de cierto renombre (la más reciente y destacada Notorious) mientras que el segundo se ha refugiado en la televisión donde, tras su paso por la serie El abogado, protagonizó con éxito el spin-off de aquella, Boston Legal, durante varios años. Lo mismo ha pasado con el resto de los actores/actrices que salen, se han dedicado principalmente a series de televisión.

La película es la típica de serie B, pocas pretensiones, medios aceptables y algunas caras conocidas para contar una historia que ya sabemos, en gran medida, cómo va a acabar. Aún así, se merece una visualización.


martes, 9 de marzo de 2010

Oscar vs Oscar

Unas reflexiones sobre los Oscars de este año.

Me gustó que ganara la Bigelow como mejor directora pero no creo que En tierra hostil (no se porqué le pusieron ese título si el original The hurt locker se ajusta mejor) fuese la mejor película. Y eso que había donde elegir pero este año la cosecha ha sido un poco floja. Vale, un mucho. Y era esto o Avatar, las demás estaban de convidados de piedra, así de claro.

El oscar de Jeff Bridges suena a honorífico, como aquel que le dieron a Paul Newman no sea que se les retirase o muriese sin haberle dado ninguno. No he visto la película que interpreta (tampoco mucho interés aunque puede que la vea por esos mundos virtuales) y es probable que sea muy merecido pero me gustó mucho Colin Firth en Un hombre soltero, y era mi preferido. Lo de Sandra Bullock no tiene nombre y parece típico de las campañas de marketing a destajo, y es que ganar en un día un Oscar y un Razzie... Lo que le están haciendo a Meryl Streep no tiene nombre, y eso que no soy un ultrafan suyo pero tanta nominación sin recompensa no me parece justo. Los secundarios estaban cantados hace tiempo y me alegró que se lo llevara Christoph Waltz por la película de Tarantino.

A pesar de ganar en algunos apartados técnicos, que no en todos (para sorpresa de Cameron En tierra hostil se llevó los de sonido), resulta irónico que Avatar haya ganado el Oscar a la mejor fotografía, siendo como es una película enteramente digital. Hubiese elegido En tierra hostil, con esa fotografía del desierto, o incluso Inglorious Basterds.

Ya era hora que Giacchino se llevara un Oscar por sus bandas sonoras y la de Up es impresionante. Lástima que no estuviese nominada la de Star Trek, que se llevó un Oscar por las orejas puntiagudas el mejor maquillaje.

Y que una de las sorpresas fuese el Oscar a El secreto de sus ojos (que aún no he visto y eso que la tengo ahí en el disco duro, ya pueden disparar si quieren) cuando todas daban por favorita a La cinta blanca. Lo que demuestra que este apartado es siempre uno de los más sorpredentes porque hay que ver, y demostrarlo para votar, las cinco películas.

No ví la gala, hace años que no lo hago más que nada porque no tengo el Plus y aunque puedo seguirlo por otros canales si al día siguiente hay que trabajar es como que un pelín duro. Y si encima todo el mundo está de acuerdo en que ha sido la más sosa y aburrida de los últimos años pues razón de más. ¿Por qué no repetirían con Hugh Jackman que el año pasado lo hizo francamente bien? Misterios de la Academia. No se porqué eligieron a Steve Martin, un actor al que nunca le he encontrado la más mínima gracia. Y lo he intentado, no crean.




lunes, 8 de marzo de 2010

Mujeres

Cuando mi madre tenía catorce años y terminó lo que entonces era la primaria se puso a trabajar. En un supermercado, uno de los primeros de entonces, que estaba al lado del parque Santa Catalina. Cuando era pequeño, y no tanto porque aún lo hace, se ponía a recordar cosas de aquel trabajo: que si venían los turistas o los de los barcos pesqueros, que si las galletas inglesas, que si bombones belgas (sí, mi madre es algo golosa, no hace falta decir de quien lo heredé), etc. Cuando se casó dejó aquel trabajo. Para coger otro más duro, claro, el de su familia. Que si mantener la casa, cuidar de tres hijos, ayudar a su madre y hermana cuando mi abuelo murió y más. Y ahí sigue, al pie del cañón con mis sobrinas, sus nietas, y trasteando de aquí para allá sin parar.

Y aunque se que el día abarca mucho más de lo que el simple nombre señala, hoy debería ser simplemente el día de la mujer, porque todas trabajan, unas más reconocidas, otras menos. Besucos a todas y que tengan un gran día.






viernes, 5 de marzo de 2010

Versiones (VII)

Podría hablar de política (cosa que no me gusta demasiado porque me entrá la irasosiá ottoniana) para comentar que el presidente de este paraíso, donde el paro es una quimera, las comunicaciones son fantabulosas, el precio de la comida es irrisorio y la energía eléctrica aguanta lo que le echen incluida una ciclogénesis explosiva, ha llamado a la población a rebelarse. ¿Contra qué? ¿Contra la banca, el Estado centralista y abusón o los jeques árabes por subir el petróleo? Pues no, contra Iberia porque desde el 1 de marzo cobra 60 leuros por la segunda maleta. A ver donde estaba Paulino I el Memo cuando Spanair decidió hacer lo mismo desde el 1 de febrero o Air Europa lo mismo a partir del 1 de abril. Que ganas que venga otra ciclogénesis y se lleve la COCA barranco abajo.

También podría hablar de los Oscar, esos premios de los que todo el mundo hablan y que pocos ven porque lo emiten en codificado por el Plus y que se entregarán este domingo. De las zancadillas que se ponen, de la trastienda, de los cotilleos. Pero va a ser que no. Que prefiero esperar al lunes, o martes, para comentar los premios y no repetirme.

O del sustituto de mi médico, al que fui ayer por la tarde para pedir mis drogas contra la migraña, y que era tan solícito, amable y miraba tan fijamente que mi chuchi-radar pensó que me estaban tirando los tejos. Claro que lo más probable es que había acabado de comer y tenía toda la sangre en el estómago, con lo que la neurona estaba en parada cardiorrespiratoria y el radar estuviese orientado a donde Cristo perdió las alpargatas.

Pero como que no. Hoy es viernes. Estoy cansado del gimnasio después de cuatro días. Y se me apetece reirme un poco. ¿Y que mejor que una sesión de Versiones para demostrar que todos podemos? Cantar en inglés, claro.



Aquí un fragmento de la actuación en directo




Y de propina...




jueves, 4 de marzo de 2010

Que difícil es ser bloguero

Nadie ha dicho nunca que los cosas son fáciles. Y ser bloguero menos. A excepción de los blogs temáticos (como los de música, política, cine o cualquier tema que se te ocurra), es muy difícil mantener un ritmo constante de publicación, de cosas que contar, de pensamientos que plasmar. Y es lo que tiene la vida, que es una auténtica montaña rusa, momentos vertiginosos en los que te pasa de todo, tienes energía, tiempo y ganas de escribir, y otros momentos en los que se impone la rutina, la tranquilidad, el día a día.

Creo que alguna vez he comentado aquí que el blog es, al menos para mí, una vía de escape, de contar cosas propias, mis paranoias mentales, mis frikadas, mis gustos y disgustos y que me alegra un montón que haya gente capaz de leerme y aguantarme. Como T. Por supuesto que hay blogs que son más interesantes (prácticamente todos); que escriben más y mejor que yo, lo cual es una obviedad que se puede ver en la lista que está a la derecha; que se lo curran muchísimo más, también. Pero este es mi blog y mi parcelita, y me gusta cómo es.

Por eso, me entristece ver como uno de los vecinos, Nyc, una estupenda persona, ha decidido cerrar temporalmente su casa. Sólo espero que se haya ido un tiempo de vacaciones, cómo hacen/hacemos muchos, para cargar las pilas y volver con energía. Así que ya sabes, vuelve pronto.




miércoles, 3 de marzo de 2010

Breves




Vuelvo a ser un politoxi. Un pastillero. Ayer, por fin, tuve la cita con la persona más esperada por mí en mucho tiempo (aparte de mi marido, clarostá): la neuróloga. Recordamos la visita de hace justo cuatro años, le conté todas mis penas y me puso un tratamiento preventivo y me cambió la medicación. Mmmmm ... vale, ni veo gente muerte ni hablo con amigos imaginarios ni tengo momentos eufóricos y al instante la bajona, pero casi que lo parece.

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Estoy leyendo La carretera de Cormac McCarthy y estoy disfrutando como un chiquillo. Bueno, disfrutando lo que se puede teniendo en cuenta de qué va la historia y recordando la película. Me gusta el estilo, la forma de narrarlo sin capítulos, los personajes, la historia que te sobrecoge. Ahora que lo estoy leyendo me doy cuenta que la adaptación cinematográfica es buena; recoge las sensaciones de los protagonistas, refleja muy bien la desolación, la falta de esperanza, la tristeza por un mundo perdido del que sólo quedan cenizas. Obviamente hay escenas que no aparecen en la película y algunas están tratadas de forma distinta, seguramente para darle mayor tensión aunque sin variar la esencia.

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La semana pasada, por culpa de la migraña, apenas fui al gimnasio. Ayer, cuando salí, me di cuenta que ya es de día cuando salgo acelerado para cambiar el bolso e ir al trabajo. No diré que se nota que el invierno está acabando y se acerca el buen tiempo porque seguro que se pondrá a llover y hacer frío (maldita ley de Murphy) pero sí que los días se acortan y que ya estamos en marzo.

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Ahora que, al fin, han terminado los juegos olímpicos de Vancouver vuelven las series. muchas de las cuales habían dejado de emitirse durante el mes de febrero. Poco a poco, que algunas no llegarán hasta abril. He aprovechado para ponerme al día con alguna y empezar otras (tranquilos sólo una o dos), y eso que tengo un par de ellas en la recámara. ¿Por qué el día sólo tendrá veinticuatro horas? ¿Por qué?




lunes, 1 de marzo de 2010

Crónica finisemanal

Este fin de semana ha sido tranquilito, para descansar y dar por acabada la migraña, por fin. El viernes por la tarde me fui con un colega al cine a ver Shutter Island.

En ella un agente judicial (DiCaprio) llega a Shutter Island, una institución mezcla de cárcel y hospital psiquiátrico, para investigar la desaparición de una paciente/reclusa. Y hasta aquí puedo leer (como diría la Gómez Kemp). Es una película dirigida por Scorsese pero no lo parece; juega mucho con la ambientación, el suspense y la intriga (el colega este se puso tenso en un par de escenas y yo le señalaba que ésta no era una peli de terror adolescente, que era de Scorsese y no habría sustos, y así fue) pero me pareció algo previsible. No es que adivines la historia desde el minuto 1 pero sí que intuyes por donde van los tiros.

Eso sí, una ambientación estupenda (años cincuenta) con una buena fotografía y una factura que hoy podríamos llamar clásica. Todo ello propio de Scorsese pero la historia no le pega nada. Además creo que hay un par de errores de casting. DiCaprio no está mal pero no se, algo falla aunque aún tiene un pase; pero es ver a Ben Kingsley y aunque se que ha hecho papeles de cabrón sigo viendo al tipo con gafas de concha y Gandhi, qué quieren que les diga. Y Max von Sydow que sale en un par de escenas pero totalmente desaprovechado, parece que pulula por la peli sin saber qué hace realmente.




El sábado no hice prácticamente nada. Algo de limpieza casera matutina y por la tarde quedar con los colegas para una partidita de rol mientras nos cebábamos con toda clase de porquerías comida dietética y cardiosaludable (je, parezco el Torreiglesias) además de cenar en casa del que organizó la partida y echar un par de carreras de fórmula 1 en la wii.

Para compensarlo, ayer domingo, como T. salía más temprano de su trabajo, nos fuimos a comer a un vegetariano a las Canteras, donde hacía un sol estupendo y un viento más estupendo aún. Luego, nos sentamos en una terracita para aprovisionarnos bien de vitamina D y nos volvimos a casa a tiempo para ponernos a ver Duplicity, una película de Clive Owen y Julia Roberts haciendo de espías empresariales. No está mal; sin pretensiones, simpática, entretiene y pasas un buen rato.




Y ahora a empezar la semana, ainssss.