Y no, no es la del Schwarzenburger de los ochenta sino la nueva con el Jason Momoa.
La peli no es una secuela ni un remake ni nada de eso. Es directamente una nueva versión del personaje creado por Robert E. Howard. Por eso la historia que se narra parte desde los mismos comienzos del personaje; la vida en Cimmeria truncada por un villano que busca un pequeño detallito para lo de siempre, dominar el mundo. A partir de ahí, un salto temporal hasta un Conan adulto que redescubre a dicho villano e intentará tomarse una buena venganza.
La película tiene varios problemas. Uno de ellos es el guión, nada original y llena de tópicos, empezando por la misma historia del personaje. Probablemente es más fiel a los relatos literarios que la película de Milius pero no hay épica y sí un derroche de testosterona, sangre y violencia, como sucede en las novelas. Y mira que hay relatos de Howard para adaptar; de hecho siempre he pensado que Conan sería un personaje ideal para una serie de televisión (en el sentido amplio de serie, con arcos argumentales y personajes recurrentes y no sólo de episodios autoconclusivos) más que para una película (de hecho, hubo una serie en los noventa). Habría preferido que en esta adaptación se hubiesen saltado la infancia, perfectamente narrable en un flashback o una pequeña introducción, e ir directamente a la historia concreta.
Otro problema es la dirección de Marcus Nispel, normalita, nada del otro jueves. Y eso que había escenas proclives al lucimiento, ya sea en las escenas de acción (algunas demasiado embarulladas) como en las de descanso o de fotografía. En este sentido, la película de los ochenta es más clásica combinando unas buenas escenas de acción perfectamente medidas como escenas de gran lirismo; en la actual no hay tiempo para disfrutar del entorno y eso que las localizaciones están muy bien buscadas. Si tuviese que elegir alguna, me quedaría con la de la persecución del carruaje y tampoco es que sea una maravilla, sencillamente es la menos mala de todas.
Y eso que el Jason Momoa está mejor que Arnoldo como Conan. No tan musculado y con una interpretación más acorde al personaje literario. El resto está bastante desaprovechadillo; el villano como siempre un poco flojo y a la segunda de a bordo, la hija gótica, le falta un puntito de maldad y villanía para hacerse con las escenas. Y es una pena porque podrían haber dado más de sí.
Entonces ¿qué tiene de bueno la película? Siendo justos, la ambientación está bastante bien, una mezcla de antigüedad semiclásica con bárbaros, ladrones y algo de fantasía heroica. En este paquete se pueden incluir las localizaciones y todo el diseño de producción. No es que sea una obra maestra pero estos apartados están mejor cuidados de lo que suele ser en películas de este tipo.
Y, por último, tenemos la música. Compuesta por Tyler Bates no está mal, se acopla bien a las escenas y ayuda en las de acción a crear un ambiente vibrante. Peeeeero, no es la de Poledouris. Le falta un tema principal, un tema del héroe (no sé que pasa en las últimas películas que no hay nada de esto ¿tan difícil es?), y un toque más épico, más apoteósico, a la música. Hombre, quiero que en las escenas de acción la orquesta retumbe con la fuerza del protagonista y que en las de viaje o descriptivas haya sensibilidad y te toque la fibra sensible. Y aquí sucede muy poco; no creo que Bates haya sido la elección más apropiada y aunque cumple no pasará a la historia ni tampoco será recordada en exceso.
En resumen, un aprobadillo para una oportunidad perdida para reiniciar la saga porque podría haber sido una buena película con otro guión y, probablemente, con otro director; aunque tal y como está el panorama actual también podría haber sido un desastre. Entretiene y punto.
La peli no es una secuela ni un remake ni nada de eso. Es directamente una nueva versión del personaje creado por Robert E. Howard. Por eso la historia que se narra parte desde los mismos comienzos del personaje; la vida en Cimmeria truncada por un villano que busca un pequeño detallito para lo de siempre, dominar el mundo. A partir de ahí, un salto temporal hasta un Conan adulto que redescubre a dicho villano e intentará tomarse una buena venganza.
La película tiene varios problemas. Uno de ellos es el guión, nada original y llena de tópicos, empezando por la misma historia del personaje. Probablemente es más fiel a los relatos literarios que la película de Milius pero no hay épica y sí un derroche de testosterona, sangre y violencia, como sucede en las novelas. Y mira que hay relatos de Howard para adaptar; de hecho siempre he pensado que Conan sería un personaje ideal para una serie de televisión (en el sentido amplio de serie, con arcos argumentales y personajes recurrentes y no sólo de episodios autoconclusivos) más que para una película (de hecho, hubo una serie en los noventa). Habría preferido que en esta adaptación se hubiesen saltado la infancia, perfectamente narrable en un flashback o una pequeña introducción, e ir directamente a la historia concreta.
Otro problema es la dirección de Marcus Nispel, normalita, nada del otro jueves. Y eso que había escenas proclives al lucimiento, ya sea en las escenas de acción (algunas demasiado embarulladas) como en las de descanso o de fotografía. En este sentido, la película de los ochenta es más clásica combinando unas buenas escenas de acción perfectamente medidas como escenas de gran lirismo; en la actual no hay tiempo para disfrutar del entorno y eso que las localizaciones están muy bien buscadas. Si tuviese que elegir alguna, me quedaría con la de la persecución del carruaje y tampoco es que sea una maravilla, sencillamente es la menos mala de todas.
Y eso que el Jason Momoa está mejor que Arnoldo como Conan. No tan musculado y con una interpretación más acorde al personaje literario. El resto está bastante desaprovechadillo; el villano como siempre un poco flojo y a la segunda de a bordo, la hija gótica, le falta un puntito de maldad y villanía para hacerse con las escenas. Y es una pena porque podrían haber dado más de sí.
Entonces ¿qué tiene de bueno la película? Siendo justos, la ambientación está bastante bien, una mezcla de antigüedad semiclásica con bárbaros, ladrones y algo de fantasía heroica. En este paquete se pueden incluir las localizaciones y todo el diseño de producción. No es que sea una obra maestra pero estos apartados están mejor cuidados de lo que suele ser en películas de este tipo.
Y, por último, tenemos la música. Compuesta por Tyler Bates no está mal, se acopla bien a las escenas y ayuda en las de acción a crear un ambiente vibrante. Peeeeero, no es la de Poledouris. Le falta un tema principal, un tema del héroe (no sé que pasa en las últimas películas que no hay nada de esto ¿tan difícil es?), y un toque más épico, más apoteósico, a la música. Hombre, quiero que en las escenas de acción la orquesta retumbe con la fuerza del protagonista y que en las de viaje o descriptivas haya sensibilidad y te toque la fibra sensible. Y aquí sucede muy poco; no creo que Bates haya sido la elección más apropiada y aunque cumple no pasará a la historia ni tampoco será recordada en exceso.
En resumen, un aprobadillo para una oportunidad perdida para reiniciar la saga porque podría haber sido una buena película con otro guión y, probablemente, con otro director; aunque tal y como está el panorama actual también podría haber sido un desastre. Entretiene y punto.