lunes, 17 de agosto de 2015

Hasta luego

Si has llegado hasta aquí, querido lector, y llevas una temporada visitando este blog habrás podido comprobar que, a lo largo del último año, ha ido languideciendo. Cada vez escribo menos y, con la excepción de las entradas musicales del fin de semana a las que dedico un tiempo porque reconozco que me encantan, el espacio temporal en la publicación de las entradas ha ido aumentando. Inexorablemente. Tal vez tenga menos tiempo, menos energía, menos interés o sencillamente es que estoy inmerso en otros proyectos. Siempre vi el blog como un medio de contar mis cosas, mis neuras, mis inquietudes, mis pasiones y mis gustos. Pero últimamente hasta eso ha ido cediendo el paso. 

Por eso, antes de dejar que el blog vaya muriendo triste y lentamente y que deje de escribir despidiéndome un poco a la francesa, prefiero venir y daros los gracias. Por haberme acompañado en este viaje. Por las visitas. Por los comentarios. Por habernos conocido, ya sea virtualmente o físicamente. Porque, con toda probabilidad, lo mejor de este blog ha sido conocer a gente estupenda y maravillosa por toda la geografía española. Pero no penséis que esto es una despedida definitiva. Nunca me han gustado los adioses rotundos. Prefiero creer que, en el octavo cumpleaños de este blog, algún día volveré por aquí. Que tendré las ganas, las energías, para retomarlo. 

Así que esto es sólo un hasta luego. Hasta la próxima entrada. Porque nos seguiremos viendo/leyendo/hablando por otras redes sociales, que ya sabéis que tengo cuenta en twitter y en facebook a las cuales están invitados.

Sed felices. Os deseo larga vida y prosperidad.

martes, 28 de julio de 2015

Verano de series

Ya estamos en pleno verano y muchos, o algunos, de los que se pasan por aquí de vez en cuando estáreis de vacaciones. O con más tiempo libre. O, sencillamente, no tenéis ganas de salir a la calle hasta las 8 de la tarde en que el tsunami de calor se convierta en una ola y refresque levemente. ¿Qué hacer en esas horas muertas del mediodía o de la tarde? ¿Echarse una siestaza de dos horas para levantarte como un zombie? ¿Zapear en los maravillosos canales de la TDT? ¿Irte a la abarrotada piscina de la zona para aguantar chiquillería y adolescentes hiperhormonados y más salidos que los babuinos de la 2? Olvídate de todo eso. Enchufa el ventilador, ponlo a tu lado y disfruta de algunas de estas recomendaciones seriéfilas para estos días de asueto.

Humans

Aunque ellos dicen que está inspirada, en realidad esta serie, coproducida por el canal AMC y la británica Channel 4, es un remake de la sueca Äkta människor, también conocida como Real Humans, que tuvo dos temporadas entre 2012 y 2013. En ella se narra el impacto que tiene la llegada de los robots, denominados en la serie original como hubots, al entorno doméstico para realizar tareas de sirvientes, niñeras, trabajadores, etc., creando interrogantes sobre la humanidad y los sentimientos a partir de la interacción entre humanos y androides. Aunque la programación de éstos se apoya en las leyes robóticas de Asimov (nada de hacer daño a los humanos o que éstos sufran daños por su inacción), lo que se aprecia en esta distopía es como la llegada de estos hubots altera la sociedad y nuestras relaciones. Reconozco que tengo por ahí la original sueca que no he podido ver y que algunos la destacan precisamente por la frialdad nórdica que le pega tan bien a una serie de estas características. Ciencia ficción para quemar alguna neuronilla.



Dark Matter

Por contra, Dark Matter es una serie de ciencia ficción para dejarse llevar. Este guilty pleasure de la cadena Syfy se centra en un grupo de individuos que se despiertan a bordo de una nave espacial sin recordar quiénes son y cómo han llegado hasta esa nave. Pronto averiguarán que no todo es lo que parece; de hecho, la primera temporada parece encaminada a indagar en esas dos premisas: quiénes son y qué hacen allí. Los creadores de esta serie provienen del mundo seriéfilo de Stargate y eso se nota bastante en la estética, en las historias y la combinación aventura-space opera que impregan la serie. No vamos a mentir, es una serie ligera para pasar el rato y con la que Syfy intenta llenar su cuota de ciencia ficción que había descuidado últimamente. Perfecta para el verano.




Daredevil

Pese a haberse estrenado hace unos meses ya, Daredevil es una serie cuyo estreno podría haber caído perfectamente en esta época del año. Una serie de superhéroes pero no al uso, sino de superhéroes que sufren, a los que le llueven palos y golpes por todos los lados. Esta primera temporada de sólo trece episodios se centra en la génesis del superhéroe, desde su aparición como justiciero hasta su transformación en Daredevil. Pero también en la génesis del supervillano, la némesis del héroe. Es una serie oscura, con peleas y mucha violencia, en ocasiones cruda y palpable, nada de soslayarla y obviarla; aquí el héroe se lo curra y mucho, y sufre físicamente como el que más. Y, a pesar de todo, lo más interesante son los personajes, sus motivaciones, sus interrelaciones, lo que habla muy bien de los guiones de esta serie. Absolutamente recomendable.



Mr Robot

Esta es una serie de USA Network en la que conocemos a Elliot, un joven analista de seguridad, que trabaja en una empresa de seguridad informática pero que, en realidad, el resto del tiempo está hackeando todo lo que llame su atención, incluyendo delitos que pone en conocimiento de la policía. Esto que de por sí puede resultar algo visto se narra a través de su percepción, una persona asocial, paranoica, que no le gusta el contacto físico y adicto a morfina lo que nos lleva a pensar, a veces, si lo que está viviendo es real o sencillamente su mente desbordada. Por supuesto que hay más. Hackers activistas que pretenden cambiar el mundo, megacorporaciones que lo controlan casi todo, etc etc pero todo narrado desde el punto de vista del protagonista, lo cual convierte a la serie en una especie de juego para saber si todo es producto de la mente de un paranoico o no.



 

Jonathan Strange y Mr. Norrell

Y acabamos donde empezamos, con una serie británica. Jonathan Strange and Mr. Norrell es una serie de la BBC basada en la novela fantástica homónima de Susanna Clarke. Ambientada en los primeros años del siglo XIX cuando el Imperio británico se encuentra en guerra con la Francia napoleónica, en realidad es una distopía ya que comienza con una pregunta clave: ¿porqué la magia tan corriente antes ha desaparecido de Inglaterra desde hace trescientos años?. Pues no lo ha hecho, como se puede apreciar, aunque la magia existe pero es muy difícil practicarla. Una miniserie de siete episodios donde encontrarás estupendas interpretaciones, una magnífica y cuidada ambientación y una historia sorprendente en la que las estatuas hablan, gente que resucita y otras pequeñas maravillas. Para disfrutar.



¿Qué más quieres para el verano? Pues aquí para Humans, aquí para Dark Matter, aquí para Daredevil, aquí para Mr. Robot y aquí para Jonathan Strange y Mr. Norrell. A disfrutarlas.

lunes, 13 de julio de 2015

Pereza hasta para un título

Estoy perezoso, muy perezoso. Es más. Yo aún diría tremendamente perezoso. Es lo que tiene el verano y llegar el caloret, que se te quitan las ganas de todo lo que signifique hacer algo que suponga un mínimo esfuerzo. Trabajar en casa, gimnasio, escribir... Por supuesto, todo esto conlleva sus consecuencias. El blog más parado que nunca. Casi tanto como mi  metabolismo corporal que sólo funciona para incrementar su masa lo que ha propiciado que salten todas las alarmas. De hecho, ha llegado casi a cruzar la línea roja, aquella en la que se lee con letra roja mayúscula y en Arial Bold tamaño 36 "FOCA". Sí, exacto, tal que así. Por eso, he tenido que restringir una de mis actividades veraniegas favoritas: la ingesta masiva de helados en sus más diversas variantes. Amén de otras cosas alimenticias, aunque tengo que luchar con los intentos paternos por ballenizarme trayendo ensaladilla rusa a mi casa. Eso es tentación y no los cuarenta días de Jesucristo en el desierto.

En otro orden de cosas, he ascendido en el apartado laboral. Literalmente. Me han hecho subir dos plantas, hasta la planta noble por decirlo de alguna manera. Al lado de mi nueva jefa. Rodeado de todos mis compañeros de servicio. Wonderfuloso ¿verdad? La única ventaja es que por fin tengo ventana, con luz natural y aire fresquito de la mar. Pero, a veces, añoro mi zulo en el que nadie molestaba ni pasaba siquiera por delante. En ocasiones soy así de antisocial. Pero, vamos, es una queja ya de puro vicio porque, como siempre, me adapto bastante bien y con la mayoría de mis compis me llevo fenomenal.

Y sí, sigo con mis series y películas pero reconozco que la pereza llega hasta el extremo de no escribir para recomendarlas. Bueno, alguna ya la hice en su momento pero me gustaría insistir: denle una oportunidad a Sense8, merece mucho la pena. Tarda un poco en arrancar y tal vez se pierdan un poco (bueno, vale, puede que bastante) pero a partir del episodio 4 va cogiendo cuerpo. En la interrelación de los personajes y el montaje me recuerda a la película que ellos mismos, los Wachowski, dirigieron: El atlas de las nubes.

Tengo ganas de vacaciones y sólo de pensar que me quedan seis semanas por delante...



domingo, 12 de julio de 2015

OST (CLXXXI)



00:00 = "Main Title"
02:36 = "The Welcoming"
04:15 = "Old Thunder"
05:32 = "The Raid - Parts 1 & 2"
07:38 = "Major Terrill's Party"
09:04 = "The War Party Gathers"
11:14 = "Ambush In Blanco Canion - Part 2"
12:56 = "End Title"

domingo, 5 de julio de 2015

OST (CLXXX)


1. Appaloosa Main Title (0:02:13)
2. New City Marshall (0:01:48)
3. Bragg's Theme (0:00:46)
4. Allison French (0:01:51)
5. Allie Teases Virgil (0:00:40)
6. Dawn In Appaloosa (0:01:46)

domingo, 28 de junio de 2015

28-J

Hoy es 28-J, día que siempre se merece una entrada especial en este blog. Así que aquí van dos ideas para celebrarlo como se merece.



Una sugerencia: Sense8. La última "locura" de los Wachowski. Aparte de por muchas otras, por la normalidad y naturalidad con la que trata el sexo, entre ellos gays y lesbianas. Me quedan episodios por ver pero merece la pena. Aquí para lo que ya saben.


Una escucha: Homage, el último disco de Jimmy Sommerville. El ex de Bronski Beat y The Communards ha mantenido una carrera en solitario desde finales de los 80 tal vez menos conocida para el gran público desde su salida de ambos grupos, aunque siga siendo bastante popular en su país de origen. Este año ha publicado un nuevo disco, inspirado y asumiendo la música disco de los setenta. No un homenaje con canciones de la época sino canciones nuevo con la estética de entonces, un derroche de música para bailar, pegadiza y con buenas letras. Lástima que no se le de la suficiente publicidad que se merece.




Y sean muy muy felices.

martes, 23 de junio de 2015

Bye Mr. Horner

Hoy nos hemos despertado con una mala noticia: el compositor James Horner ha muerto en un accidente de aviación.


Horner se hizo tremendamente popular, refiriéndome por este término a ser conocido más allá del reducido ámbito de los fans de las bandas sonoras, allá por 1997 cuando ganó el Oscar a Mejor Banda Sonora por Titanic, al que se añadió el de Mejor Canción. Una espinita que se le había clavado desde que dos años antes fuese doblemente nominado por Braveheart y Apolo 13 y se lo arrebatase un cuasi desconocido Luis Bacalov por El cartero (y Pablo Neruda). Digamos que se obsesionó un poco con el tema y siempre se le reprochó que la composición que hizo para Titanic, a pesar de ser la banda sonora más vendida en la historia, era bastante convencional. 

A Horner siempre se le ha reprochado mucho su capacidad de autoplagio, de reciclarse a sí mismo, de usar y abusar hasta la extenuación su famoso parabará. Pero en honor de la justicia hay que señalar que ha sido uno de los compositores más destacados de las últimas tres décadas. Es verdad que en los últimos años estaba un poco de capa caída; salvo el score que compuso para The Amazing Spider-Man de 2012 su último gran trabajo fue Avatar allá por 2009 y que le valió su última nominación al Oscar. Y seis años sin grandes trabajos, o al menos relevantes, es mucho en un mundo musical donde hay que ser constante; y si no que se lo pregunten a John Williams. Tal vez sea cierto lo que se comenta en las noticias y que había cogido la avioneta en busca de las musas y la inspiración.

Sinceramente, me quedo con el James Horner de los primeros años. El compositor de nuevas ideas, fresco, rotundo en las escenas de acción e intimista; el Horner de Star Trek II: La ira de Khan y Star Trek III: En busca de Spock, Krull, Aliens, Cocoon, Fievel y el nuevo mundo, Willow, Glory, Rocketeer... Luego se puso serio y, aunque creció en popularidad, también se puso como más intenso y, quizás, dejó de divertirse. Pero aunque ya no esté con nosotros sí que lo seguirá estando su música. Ella nos acompañará siempre. Adios, Mr. Horner.





jueves, 18 de junio de 2015

Reentrada

Pues ya estamos aquí. De nuevo metidos en la vorágine de la rutina con mis expedientes, mis cursos, mis series. Todo ello aderezado con un poquito de cansancio postvacacional, otra poca de pereza y desgana y un mucho de tener que ponerte al día con algunas cosas. Así que en vista de la situación he decidido no escribir un post sobre nuestras andanzas londinenses sino más bien un resumen telegráfico, ilustrado con algunas fotos que saqué (nada del otro jueves y muy "postales", por cierto), de lo que dio de si el viaje.

Lo mejor. Ver de nuevo Londres después de muchísimos años con J. Reencontrarte con antiguos lugares y descubrir muchos nuevos. Subir a la cúpula de San Pablo. El tour de Jack the Ripper. Camden Town. El turisteo puro y duro. La visita al Parlamento. Colarte en Westminster Abbey. Ver a Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes en el Royal Albert Hall con orquesta en vivo tocando la banda sonora. 

Lo peor. Que Londres sea tan cara y más aún con el cambio libra-euro. Pero era de esperar ¿no? Y nada más porque ¿qué puede ser malo cuando vas con tu chico de viaje y hace tus gustos?



























viernes, 5 de junio de 2015

Back to Londinium

Llevo un par de semanas desaparecido en combate, como Chuck Norris pero sin tanta mala leche. Como siempre pasa, hay épocas más tranquilas y otras en las que se te junta todo, y esta ha sido una de esas. La semana pasada me empezó un curso de tres semanitas de duración, al mismo tiempo que me avisaban de que este mes tendría otro (menos mal que online), de esos que la empresa que tanto te quiere te obliga a hacer y que comenzó el lunes. Vamos, superchupi todo. A ello se ha unido la marcha de un par de compañeras por un concurso de traslado y empezar a llegar peticiones raras de documentos y expedientes de hace años desde la capital imperial. Vamos, una delicia de entretenimiento laboral. 

Para rematar la faena, he estado este par de semanas organizando y viendo material para el regalo de mi chico, una tarea más agradable y llevadera. Mañana nos vamos a la capital del Imperio Británico durante una semanita para que J. la vea y disfrute, así que he estado organizando visitas, recorridos, tours y demás parafernalias. Hace bastante tiempo que estuve, prácticamente vi a la reina Victoria paseando en carruaje, y aún recuerdo muchas cosas pero hay otras que, seguramente, han cambiado por completo. Iremos a tomar el té con la tía Lilibeth, pasaremos a saludar a Harry y Kate con sus retoños y probablemente acabemos recordando al destripador más sanguinario de Londres. Hasta la vuelta entonces.

martes, 26 de mayo de 2015

Feliz cumpleaños, ILM

Cuando George Lucas comenzó a gestar su proyecto de Star Wars se dio cuenta que no existía un departamento de efectos especiales que pudiese cear lo que demandaba, y encima el de la 20th Century Fox acababa de cerrar justo tras dar luz verde a aquel proyecto. Lucas se hizo con John Dykstra, asistente de Douglas Trumbull (creador de los efectos especiales de 2001: Una odisea del espacio), el cual reunió un pequeño equipo que se hizo cargo de los efectos especiales de Star Wars y fundó Industrial Light & Magic, o ILM como se le conoce habitualmente. 

Desde entonces, la ILM ha sido un referente en la evolución de los efectos especiales, tanto visuales como de sonido, ganando dieciséis premios Oscars hasta 2007 y más de veinte nominaciones, sin contar con los veintidos Oscar en otras categorías técnicas. Crearon la primera secuencia generada totalmente por ordenador, el primer personaje, tanto protagonista como secundario, por ordenador, el primer morphing, el primer personaje en gráficos 3D, etc etc. Y este mes de mayo cumplen cuarenta años. Cuarenta años de sueños hechos realidad, de fantasías, de imaginación desbordante, de crear, como ellos dicen, lo imposible. Que mejor manera de celebrarlo que con un reportaje que les ha dedicado la revista Wired.


Y, por supuesto, la ILM ha creado un video de apenas un minuto con las películas en las que ha participado. ¿Eres capaz de reconocerlas?



jueves, 21 de mayo de 2015

Destripando... Mad Max: Fury Road

Cuando George Miller estrenó allá por 1979 la primera película de Mad Max, poco podía imaginar que iba a ser el origen de una saga que perduraría hasta el siglo XXI a lo largo de casi cuatro décadas. Película pequeña (por su presupuesto que no por la carga que conllevaba) que además iba a provocar todo un subgénero cinematográfico muy en boga en los ochenta: el de la supervivencia postapocalíptica.


A pesar del tiempo transcurrido respecto a la saga original, esta cuarta entrega de Mad Max, a la que ha costado parir más de una década si hacemos caso a lo que Miller cuenta sobre su gestación, no presenta diferencias sustanciales respecto a sus predecesoras. En realidad, no hay un reinicio, o reboot como gusta tanto decir últimamente, de la historia; no hay una vuelta a los orígenes, a contar la creación de la figura de Max y su pasado. Miller sabe lo que el espectador quiere y se lo ofrece; la película arranca como no podía ser de otra manera, con la acción trepidante y salvaje de la carretera y aquel huyendo de sus posibles enemigos. 

Lo que sí hay, desde mi punto de vista, es una evolución del personaje de Max, que ha pasado de ser el centro de la acción, del protagonista absoluto en la primera entrega a convertirse en un elemento narrativo, en un alter ego del director para acercarnos a las distintas maneras que el ser humano desarrolla para sobrevivir en un mundo adverso, en unas condiciones extremas, en las que el hombre se ha convertido en el lobo para el hombre. En esta película, quizás más que en ninguna otra, se aprecia el viaje que realiza Max; acosado por su pasado a través de alucinaciones, se convierte en un instrumento de vida (primero forzado y luego voluntario) y en la vía a través de la cual navegamos por la historia de estas mujeres que huyen y transforman su futuro. A pesar de dar nombre a la saga, Max ya no es el motor de la historia sino la correa que transmite esa historia entre el director y los espectadores. 


Esta evolución del protagonista contrasta con el progresivo ascenso de los personajes femeninos a lo largo de la saga. Si en la primera eran inexistentes (salvo el caso de la mujer de Max que sirve como detonante de la acción), en la segunda ya aparecen como perfectas colaboradoras de la supervivencia de la comunidad y en la tercera afianzaban su poder, tanto el personaje de Tina Turner como el de la chica que lidera a los niños. Resulta curioso que una película tan, en apariencia, masculina como Mad Max: Fury Road que exuda testosterona por todos lados sea la película más feminista en mucho tiempo. En esta cuarta parte, el papel de la mujer es absoluto; ellas son las dadoras de vida (¿se puede decir así?) y el personaje de Immortan Joe lo sabe. De ahí su implacable persecución tras las que considera son sus posesiones más preciadas pues a través de estas mujeres se mantendrá su legado. Y al frente de ellas se encuentra Imperator Furiosa, una estupenda Charlize Theron, que las libera para llevarlas a un nuevo lugar donde las mujeres puedan ser consideradas como tales y no meros objetos reproductores.


Pero no olvidemos que Mad Max es aventuras, acción, violencia extrema (que no gratuita ni explícita, ojo) y coches en la carretera, muchos coches. Es impresionante pensar que un director de setenta años como Miller le de un millón de vueltas a esos nuevos pseudodirectores a la hora de rodar una persecución, de mantenerte en tensión y, sobre todo, de hacer parecer nueva una historia que hemos visto en pantalla muchísimas veces. En este sentido, no engaña y da lo que promete, con más persecuciones y coches tuneados que en las tres entregas anteriores juntas. Por supuesto, hay efectos especiales, algunos más evidentes que otros, pero al servicio de la historia y desde luego mucho trabajo artesanal, algo que se agradece enormemente en esta era digital donde los CGI campan a sus anchas.

Por último, unas palabras sobre la música. Compuesta por Junkie XL, conocido también por Tom Holkenborg, es una banda sonora muy adrenalínica en su mayor parte, ideada para acelerar al personal al ritmo de la velocidad de los coches. Presente en gran parte del metraje, va evolucionando de una composición asfixiante a base de efectos de sonido y partes electrónicas a otra ligeramente más convencional con el empleo de usos orquestales para enfatizar la acción, modelo que al final es el que acaba predominando en la banda sonora. No está mal pero podría haber estado bastante mejor si hubiese continuado en la línea inicial.




martes, 19 de mayo de 2015

Orgullos sureños

Un año más, y van unos cuantos, se celebró este fin de semana el Orgullo más madrugador de la temporada, el que tiene por epicentro al centro comercial más famoso a este lado del río Pecos. Este año nos fuimos desde el jueves para pasarlo en grande y disfrutar de los amigos como se merece. Lo mejor de todo, la cabalgata y conocer a Mocho con su consorte in person por fin. Gente maja y divertida donde las haya. Eso sí, nos alojamos en su hotel favorito del que no pienso decir nada sino enlazar lo que él ya comentó en su momento, básicamente porque lo hace más divertido, con material fotográfico y el shock es mayor. A pesar de estar sobre aviso nada te puede preparar a ESO. En fin, cosas veredes amigo Sancho. Volvimos a ir en carroza en la cabalgata para acabar siendo devotos de Baco, unos en mayor grado que otros, y disfrutando muchísimo como lo hicimos el año pasado.

Como dicen que una imagen vale más que mil palabras, aquí van unas cuantas.

 Reinonas


 Portadoras de la Santa Nancy Yumbera

 Futbolistas, porque también entienden

 Leather con su mascota

 Gente haciendo el indio

 Vikingos y valquiria

 Señoras emperifolladas para el megaevento

 Animadoras antimorbo

 


Princesas Leias de poliespán
 
 Señoritas de no se sabe qué

 Mix torero escocés reducido a la mínima expresión

 Superhéroes entendidos, que haberlos haylos

 Más gente haciendo el indio

 Caballeros del zodiaco ligeritos de cascos

Fanes de Madonna

Por supuesto, también había gente más interesante...








Y hasta aquí llegó mi móvil que murió con las botas puestas llegando al Yumbo y apenas pasaban las seis de la tarde. Perdonen la calidad de las fotos pero es que, montado en una carroza y entretenido con el panorama, cuando te das cuenta ya te has pasado el objetivo marcado.