domingo, 30 de marzo de 2014
sábado, 29 de marzo de 2014
jueves, 27 de marzo de 2014
Una historia de la ciencia ficción
El próximo mes de abril, en concreto el día 19, BBC América estrena una miniserie de cuatro episodios dedicada al mundo de la ciencia ficción bajo el título genérico de The Real History of Science Fiction.
Tal y como propugnan en su web, y a través de las más diversas entrevistas y contribuciones, la serie quiere determinar porqué la ciencia ficción es algo más que un género, ya que para su audiencia es una puerta a diferentes universos en el que es muy fácil perderse. Para ello cuentan con la participación de actores/actrices como William Shatner, Nathan Fillion, Nichelle Nichols, Rutger Hauer o David Tennant, guionistas como Steven Moffat, Ronald Moore o Chris Carter y escritores como Neil Gaiman, Kim Stanley Robinson, Brian Aldiss o Ursula K. Le Guin.
Como comentaba la miniserie se halla estructurada en cuatro episodios, cada uno de ellos dedicado a un tema específico. El primero se centrará en los robots, desde los primeros pasos con Frankenstein hasta el Terminator y el Ciberespacio; el segundo estará dedicado al espacio y sus distintas visiones, desde las más optimistas como Star Trek a las terroríficas como Alien o las más variopintas de Firefly o Star Wars; el tercero versará sobre las invasiones y los contactos con los alienígenas; y, por último, el cuarto tratará sobre el viaje en el tiempo, las paradojas temporales y todo lo relacionado con ellas, desde La máquina del tiempo de H. G. Wells hasta Regreso al futuro.
Conociendo el buen hacer de las series de la BBC, lo cierto es que esto pinta muy bien para cualquier fan de la ciencia ficción. Así que ya saben, si tienen interés y les apetece conocer un poco más del mundo de la ciencia ficción, la cita es a partir del 19 de abril. Ahora un pequeño adelanto.
martes, 25 de marzo de 2014
Destripando... Inside Nº 9
Inside Nº 9 es una nueva serie de la BBC, compuesta por sólo seis episodios de media hora.
¿Y de que va? Pues es una serie en la que cada episodio es una historia distinta e independiente del resto (eso sí, se repitan varios de los actores y actrices que aparecen en ellos) y toma su nombre porque sucede en algún lugar con ese número: una casa, un piso, un camerino... Por tanto, se trata de una serie de interiores donde lo realmente importante son los diálogos, los personajes y la situación que se está narrando.
Es una serie de los mismos que crearon Psychoville, Reece Shearsmith y Steve Pemberton, que además participan en varios de los episodios. Es difícil definir el género de Inside Nº 9, tiene toques de comedia negra (muuuy negra en ocasiones), con una pizca de drama, un montón de suspense y algo de terror, incluso. Lo mejor que tiene la serie es la capacidad de sorprenderte, o al menos intentarlo cuando menos te lo esperas y darle un giro inesperado a la trama. En este sentido, los mejores episodios (al menos para mí) son los tres primeros, sobre todo el segundo, en el que se desarrolla toda la historia en una casa sin apenas diálogo alguno. El más flojo quizás es el cuarto episodio y en los restantes se va perdiendo el efecto sorpresa porque ya vamos conociendo de qué va la serie y estamos alerta ante lo que pueda suceder.
Inside Nº 9 recuerda un poco, o tal vez un bastante, a la serie de Alfred Hitchcock presenta, una antología de episodios con buenas historias concentradas en media hora y que cada semana te ofrecían un aspecto nuevo del género humano desde una perspectiva cómica, dramática, de suspense o simplemente terrorífica. Ha tenido una gran acogida y la BBC ha anunciado ya que habrá una segunda temporada, así que ya saben, denle una oportunidad y disfrutarán de una buena serie en la dosis justa. Aquí para lo que ya saben.
Y si quieren una previsualización, ahí tienen el trailer.
domingo, 23 de marzo de 2014
sábado, 22 de marzo de 2014
martes, 18 de marzo de 2014
Sin noticias
Como habrán podido observar, la tranquilidad ha caído sobre mi vida. No se si es la calma que precede a la ciclogénesis explosiva o es que ya estoy en modo rutina absoluta pero lo cierto es que mi vida se ha vuelto más anodina y rutinaria si cabe. Y como dirían los ingleses "No news good news".
La buena noticia de todo es que desde hace un par de semanas mi chico pasa más tiempo conmigo. Ha conseguido cambiar de aires y de servicio de manera que ahora su trabajo estará entre las dos islas, a disposición de la superioridad y a demanda del trabajo. Él está contento porque, por fin, está haciendo algo que le encanta y para lo cual se ha formado, aparte de que cada día hay algo nuevo, una salida, una visita o permanecer en la oficina. Y yo lo estoy aún más porque, además del fin de semana, lo tengo en casa dos o tres días entre semana.
Luego están mis rutinas varias, dominadas sobre todo por el aula de idiomas y mi inglés, que ahí va, a trancas y barrancas y no precisamente como las hormigas del Pablo Motos. En general, y teniendo en cuenta el tiempo que le estoy dedicando no me puedo quejar; podría ir mucho mejor pero al menos continúo y no lo he dejado en balde. Sin embargo, ya puedo prever que tendré que apretar un poco las tuercas cara a los dos últimos meses que quedan y forzar un poco la máquina estudiantil.
Y, por último, mis rutinas más básicas: comer, dormir, limpiar, ver alguna de mis series y alguna que otra película que aún tengo una cola interminable de pendientes. Por fin, después de dos semanas del perreo más absoluto, he vuelto al gimnasio y me he propuesto serle absolutamente fiel porque tengo el tonelaje absolutamente descontrolado y presiento que este año tendré que comprarme un traje de baño enterizo, muy al estilo de las doñas. Para cuando unas pastillas que quemen toda la grasa sin necesidad de sudar como un cochinillo segoviano...
domingo, 16 de marzo de 2014
sábado, 15 de marzo de 2014
martes, 11 de marzo de 2014
Pelis para una vida
Ya se sabe que en las últimas décadas hay una tendencia a crear listas de todo tipo: los más ricos, los peor vestidos, los mejor vestidos, los más sexys, los que tienen los mejores sueldos, etc etc. Y así con todo. Una variante de ellas es la lista de cosas que, supuestamente, debes hacer a lo largo de tu vida para que sea útil y provechosa y en ellas destacaría la de los "1001 ...". Los 1001 discos que debes escuchar antes de morir, los 1001 libros que debes leer, los 1001 videojuegos, las 1001 películas que debes ver...
¿He dicho películas? Pues sí, existe un libro con las 1001 películas que deberías ver antes de palmarla, obra de Steven Jay Schneider. Como todas las listas, hay abundantes obras maestras y otras que pueden ser más subjetivas. Basándose en este libro, Jonathan Keogh, que debe ser una persona con abundancia de tiempo libre, ha creado y montado un espectacular video donde aparecen todas ellas más 215 de su cosecha propia. En total, 1216 películas recogidas en un video de apenas diez minutos. ¿Te atreves a ponerlo y ver cuántas reconoces?
Visto en Fotogramas.es
domingo, 9 de marzo de 2014
sábado, 8 de marzo de 2014
jueves, 6 de marzo de 2014
Crónicas mañas
Después de bastante tiempo sin pisar tierras peninsulares, como año y medio o así, ya era hora de volver a realizar aunque fuese un minitour. Así que aprovechando el puente de carnavales (aquí el Martes de Carnaval es sagrado), J. y yo nos fuimos a Zaragoza. ¿A Zaragoza? dirán algunos con extrañeza, como si no hubiesen ciudades más cercanas o con mejores planes para ver. Pues mira, que quieres que les diga, que existían dos motivos para ir: uno era ir a ver a un buen amigo que recientemente se había aposentado en esa ciudad tras conseguir trabajo para una larga temporada y el otro consistía en ver a mi familia maña. Que sí, que tengo familia en esas tierras ya que un tío mío procede de un pueblecito zaragozano aunque todos ellos vivan en la capital.
Así que allá que nos fuimos. Tras pasar noche en los Mandriles por aquello de llegar a las horas de la Cenicienta, el sábado cogimos el AVE (que todo sea dicho de paso iba hasta los topes, para que luego hablen de crisis) y nos plantamos en esa ciudad llena de luz y color que es Zaragoza, y que nos acogió con lluvia y frío como no podía ser menos. Soltar los bártulos e irnos de tapas a la zona del Tubo fue todo uno, gracias a que este amigo vive en pleno centro, con lo cual todo nos quedaba a tiro de piedra. Después de ponernos a tono, gastronómicamente hablando, por la tarde decidimos dar un paseo por los alrededores empezando, como no por el Pilar, la Seo y acabamos en el Teatro Romano.
El Museo del Teatro Romano está muy bien, es pequeño pero está bien estructurado y bien montado, con dos partes: la interior donde se encuentran los restos que fueron excavando junto con la historia de su redescubrimiento, y la exterior donde puedes ver lo poco que se conserva del mismo, que es fundamentalmente la parte baja, ya que el teatro fue desmantelado para construir las antiguas murallas de la ciudad.
Obviamente, y estando en una ciudad ajena en pleno fin de semana, se imponía salir ese sábado para catar la noche maña. Con este amigo nos acercamos a la zona de ambiente: primero fuimos al Iman, un pub con buena música donde tomarse algo para luego acabar en el Versus, otro pub que se llenó con los restos del cierre de los demás locales. Me divertí catando a la fauna local y como éramos carne fresca los intentos de ligoteo por parte del personal; claro que con mi proverbial ceguera y despiste, me tuvieron que señalar quienes los especímenes lanzados por nosotros. Tampoco fue para tanto porque, sinceramente y salvo un par de excepciones, el personal era un poco brutángano y bastante normalito, al menos lo que vimos por allí. No obstante, nos fuimos a una hora decente porque, al día siguiente, teníamos almuerzo con mi familia y no era plan de llegar ojerosos y resacados. Y ese fue el plan del domingo, comida, sobremesa y casi merienda con la familia, porque a mis primas hacía bastantes años que no las veía.
El lunes aprovechamos para ver y hacer todo lo que no habíamos podido el día anterior. Subimos a una de las torres de la Basílica, aunque no es especialmente recomendable para los que padezcan de vértigo merece la pena por las estupendas vistas de la ciudad y el río.
Visita cultural a La Seo, la antigua catedral que está completamente restaurada y es una visita cuasi obligada; paseo por las calles del centro para acabar en el Palacio de la Aljafería, sede de las actuales Cortes de Aragón. Bastante recomendable aunque a J. no le gustó demasiado por aquello de que no habían conservado demasiado de la época árabe, normal si tenemos en cuenta que durante los últimos doscientos años había sido un cuartel y que el Ejército había hecho y deshecho lo que quiso y más. Aún así, y al igual que la Seo es una parada obligatoria y recomiendo la visita guiada porque te lo explican con detalle y sólo ocupa una horilla.
Ya el martes tocó realizar alguna compra por el centro, preparar los bártulos y almuezo con mi familia nuevamente, para salir disparados rumbo a Madrid. Lo bueno es que tuvimos un par de horas libres así que nos echamos un salto a Chuequilandia a tomarnos un café y pasear unos minutos antes de volver a la periferia de la periferia en el eterno avión.
Y colorín colorado, este viaje se ha acabado.
domingo, 2 de marzo de 2014
sábado, 1 de marzo de 2014
Suscribirse a:
Entradas (Atom)