miércoles, 5 de octubre de 2011

La Nada

Hace un par de días Mocho se quejaba de su fin de semana soso y aburrido. Y el mío no se ha quedado atrás, ha sido como en La historia interminable y ver acercarse la NADA.

A excepción del viernes tarde-noche en la que quedamos con unos amigos para terracear, tomarnos algo y hacer planes para el fin de semana, el resto fue de lo más aburrido, doméstico y tranquilo que se puedan imaginar. Porque los planes se chafaron el mismo viernes cuando T. empezó a toser y tener problemas de respiración, lo cual es jodido cuando encima se es un fumador. Y en esas estuvo todo el fin de semana, así que nada de salir el sábado por la noche en esos sures de perdición ni ir a la playa el domingo. En realidad, podría haberlo hecho pero reconozco que soy como una madre mediterránea, de esas que no duermen hasta que sus hijos vuelven de marcha, que se quedan despiertas si están enfermos, etc., y me daba un nosequé dejarlo solo en casa pensando que le iba a dar un espasmo y cuando llegase a casa encontrármelo en el suelo como un pez fuera del acuario. Maldita conciencia.

Pues eso. Hacer la compra en el Mercadona, ir a devolver un regalo, quedar con un amigo para tomar un algo muy breve mientras paseaba a su bebe y ponerme al día con algunas series fue el apasionante historial del pasado fin de semana. ¿Entienden porqué no cuento nada? Ainsss, cuando vendrá Lrrr de Omicron Persei 8 y me llevará...

Y ahora una poca de música.


2 comentarios:

Sufur dijo...

Bueno, el aburrimiento y lo cotidiano tienen que formar parte de la vida. Si no, ¿qué definiríamos como emocionante? Que se mejore tu T...

starfighter dijo...

Sufur, y eso que soy un amante de lo rutinario pero lo de este finde ha sido apoteósico. El sillón ha acabado muerto por mi culpa :O