martes, 31 de diciembre de 2013

Rumbo al 2014!!

Y con este título tan de gala Telecinco va el post de fin de año de este blog. 

Que, ojalá me equivoque y acierte el gobierno, para decir que salimos de esta crisis de una puñetera vez.

Que tengais mucho, pero mucho mucho (incluso demasiado), sexo y del bueno (vale, y amor mucho amor también).

Que tengáis una mala salud de hierro, de esasque siempre nos quejamos pero que vamos echando años encima, sin gripes ni virus raros ni nada de nada.

Que no os falte ni el trabajo ni las ganas de trabajar o estudiar y, sobre todo porque esto es importante, que los jefazos coñazos desaparezcan.

Pero, principalmente, que seamos felices, que lo pasemos bien, solos o acompañados, y no caer en el abatimiento y la tristeza porque eso sí que es chungo amigos. 




jueves, 26 de diciembre de 2013

Destripando... El Hobbit: La desolación de Smaug

Aprovechando la tarde medio muerta que tenía ayer, me dí un salto al cine para ver la segunda parte de la trilogía de Peter Jackson sobre El Hobbit, La desolación de Smaug.


En esta parte, continuamos casi casi en el punto en que se quedó la película anterior. Bilbo Bolsón, Gandalf y los enanos se encuentran perseguidos por los orcos y llegan a la casa de Beorn. Tras múltiples aventuras en su paso por el Bosque Negro, capturados por los elfos y perseguidos por los orcos, arriban a la Ciudad del Lago en su intento de llegar a la Montaña Solitaria, donde Thorin intenta restaurar el reino de sus antepasados.

Como señalaba hace un año, hay cosas de la película que me han gustado y otras que me chirrían demasiado. Así que vayamos por partes. Primero lo positivo, que es todo el aspecto artístico, desde el diseño de producción, el vestuario, el maquillaje, los decorados e, incluso, algunos efectos especiales que han permitido recrear reinos imposibles como el del Rey Elfo del Bosque. La fotografía juega un papel importante ya que se juega con ella para influir e incidir en el estado de ánimo no sólo de los protagonistas sino incluso de los espectadores, más oscura en el Bosque Negro pasando a luminosa en la huida con los barriles y una constante luz crepuscular en la Ciudad del Lago. En este sentido, se nota la unidad con la anterior película y no hay que objetar demasiado salvo, tal vez, el excesivo uso del CGI (o imágenes generadas por ordenador) en determinados momentos y que cantan un poco, algo sorprendente en una producción de estas características.


Y después de lo positivo, pues lo negativo que, como en la primera parte, se centra fundamentalmente en el apartado del guión. Ya señalaba en la entrada de la primera parte que El Hobbit es un libro de aventuras, casi infantil si se quiere apuntar, y que era mucho menos épico que los libros que vendrían después en El señor de los anillos. Esta falta de épica y espectacularidad podría ser un problema por lo que se añadieron algunos retoques para incluir algún que otro enfrentamiento y enemigos ancestrales. Vale, podemos pasar eso. Pero aquí, en esta segunda parte, ya se empieza a desvirtuar parte de la historia.

No me importa que se realicen añadidos como la aparición de Tauriel, un personaje inexistente en el libro, toda la parte de Gandalf con el Nigromante o, incluso, que el gobernador (y su ayudante) de la Ciudad del Lago sean un remedo del rey Theoden y Grima en Las dos torres. Pero hay dos momentos clave en esta parte que no me han gustado nada. El primero es la huida del reino elfo con el truco de los barriles idea de Bilbo, que aquí han convertido casi en un parque acuático con los enanos perseguidos por los orcos que, a su vez, son eliminados por los elfos, desvirtuando así la importancia de Bilbo en este pasaje. Y unido a esta parte voy a incluir la llegada de los enanos a la Ciudad del Lago y su encuentro con Bardo, completamente diferente y queriendo darle importancia ya a este personaje cuando la tendrá con posterioridad. El segundo es el del dragón. Curiosamente, y a pesar de los que dije anteriormente, el dragón es probablemente lo mejor de la película. El doblaje de la voz habitual de Benedict Cumberbatch es impresionante (me gustaría verlo y oirlo en su versión original) e impone sobremanera en su diálogo con Bilbo. Lo que ya no me gusta es lo que viene después, con los enanos luchando contra el dragón para darle una heroicidad que en el libro no asoma por ningún lado; porque, reconozcámoslo de una vez, los enanos son unos taimados que dejan a Bilbo al frente de los momentos más peligrosos mientras se quedan en la retaguardia. Será que soy un purista literario o qué, pero mi capacidad de introducción de cambios respecto al original sin ser pequeña tiene un límite.


Respecto a la música, Howard Shore ha continuado con la línea iniciada en la anterior. Se trata, fundamentalmente, de una música muy ambiental con tonos más oscuros e incluso dramáticos, con pequeñas pinceladas de momento épicos. Me ha gustado bastante la parte del interior de la montaña, con los toques dedicados al dragón. Se nota que es una banda sonora de transición, entre la primera (con sus temas principales y cortes de acción) y la que vendrá el año que viene.




sábado, 21 de diciembre de 2013

Música (CXLV)

Llegada la época en la que estamos no podía ponerse otra música que esta. Música ligera, divertida, alegre y festiva. Nada como El Cascanueces para Navidad.

ç


I. Miniature Overture 0:00
II. Danses
a. Marche 3:29
b. Dance of the Sugar-Plum Fairy 5:59
c. Russian Dance (Trepak) 7:47
d. Arabian Dance 8:58
e. Chinese Dance 12:04
f. Reed-Flutes 13:05
III. Waltz of the Flowers 15:15

jueves, 19 de diciembre de 2013

Life is a bitch

La mayoría de la gente que trabaja en la empresa privada, y con razón muchas veces, se queja de que ellos sufren más la incompetencia de los jefes, que trabajan más que aquellos y que los jefazos son unos cabronazos. Siempre he pensado que un cabronazo lo es tanto en la empresa privada como en la pública y que hay mucha gente que en cuanto tiene una pequeña cuota o parcela de poder se creen dioses. Algo así como la Joan Collins en Tierra de Faraones pero sin nada de glamour hollywoodense.

Mi jefa a lo Joan Collins


He de decir que tengo una jefa de servicio que es un poco zorra, y eso siendo hasta generoso. Es de esas personas que le cambian el humor según se levante, o al menos eso me han dicho, porque hasta la fecha y con la excepción de algún mínimo encuentro apenas la he tratado directamente y en carne mortal. Nada como trabajar en otra isla distinta con cien kilómetros de agua salada de por medio, y si no que se lo digan a mi jefa menor (la que lleva conmigo los asuntos más específicos de nuestra profesión) que la tiene que aguantar diariamente, con mobbing y puenteo incluido. Así que si te toca un jefe malo o pésimo te lo vas a tener que tragar durante una buena temporada, hasta que él o tú salgan hacia otro destino, y eso en determinados puestos es más fácil de conseguir que en otros.

Hace cosa de un mes me llamaron para ver si quería y me apetecía (esto, como siempre, es un eufemismo ya que detrás había un poco de chantaje emocional) ayudar y echar una mano en otra consejería porque la compañera había salido para otros menesteres más políticos. Después de pintarlo todo muy color de rosa, que si sería temporal, que sólo era para determinadas cuestiones muy específicas, que tendría hasta mi pequeña cuota de poder y demás caramelos en la boca accedí a consejo de mi jefa segunda para quedar bien. Para quedar bien y realizar una parte del trabajo nada más. Después de unas semanas en las que apenas supe nada, el lunes me citaron para una reunión ayer y ví con sorpresa que aquella compañera se había reincorporado. Así que acto seguido llamé a mis jefas para comentarles la situación y ambas dijeron que nones, que si se reincorporó que aguante el chaparrón. Mi jefa bipolar dijo exactamente "Zorra..." hasta que se recondujo y comentó "... con perdón, porque ella fue nuestra (póngase aquí un alto cargo) y sabe nuestra situación". Y me sentí como Juan Carlos, lleno de orgullo y satisfacción. La sonrisa que se desplegó en mi cara fue antológica...


lunes, 16 de diciembre de 2013

Estrellas que se apagan

En la próxima edición de los Oscars, el homenaje que se suele dedicar a los fallecidos va a tener que contar con más tiempo del habitual. Y es que este año está siendo un poco nefasto para el mundo del cine. A la muerte de Nagisa Oshima, Peter Duryea, Deanna Durbin, Esther Williams, James Gandolfini, Dennis Farina, Karen Black o Eleanor Parker por no mencionar a Fernando Guillén, Pepe Sancho, Sara Montiel y Amparo Soler Leal en España, por mencionar unos pocos, se suman dos más en el día de ayer. Una de ellas vivió el Hollywood dorado de los grandes estudios mientras que el otro comenzó cuando estos languidecían y daban paso a nuevas corrientes.

Primero nos enteramos del fallecimiento de Peter O'Toole, el acto irlandés, que deslumbró con sus ojos azules en Lawrence de Arabia gracias a esos primerísimos planos en los que David Lean quería plasmar el tormento interno del personaje. Gran bebedor, como buen irlandés, combinó papeles tanto en el cine como en el teatro hasta que su adicción a la bebida le impidió en muchas ocasiones seguir en primera línea y convirtiéndose en un secundario de lujo, ya fuese en el cine (como en El último emperador o Troya) o en series de televisión (como en Los Tudor).

Ya por la noche volvió la misma noticia pero esta vez la protagonista fue Joan Fontaine. Aunque ya había hecho algunos papeles en la década de 1930 saltó a la fama en el papel de la segunda señora De Winter en Rebeca y se llevó el Oscar en su segundo trabajo con Hitchcock en Sospecha. Esto provocó que se dedicase a papeles de mujeres algo atormentadas, con matrimonios o relaciones difíciles, salvo pequeñas excepciones como en Ivanhoe. Prácticamente retirada desde la década de 1960 (con algunas apariciones en series de televisión en los ochenta), justo cuando empezaba la suya Peter O'Toole, era sonada la rivalidad que mantuvo siempre con su hermana Olivia de Havilland, que debe estar satisfecha de haberla sobrevivido siendo mayor que ella.

Nos vamos quedando sin estrellas vivas del cine y, sinceramente, las actuales no les llegan ni a la suela de los zapatos.



domingo, 15 de diciembre de 2013

OST (C)

Que mejor manera de celebrar la entrada número cien que con una revisitación del universo musical de Star Wars de la mano de un cuarteto de cuerda.




sábado, 14 de diciembre de 2013

Música (CXLIV)

Ahora que estamos un poco apagados por eso del invierno y el frío, que tal si nos animamos con un poco de la locura parisina gracias a Offenbach.


miércoles, 11 de diciembre de 2013

Recarga de batería

Aunque estaba programado desde hacía tiempo, el viaje a Lanzarote de este largo fin de semana pasado ha servido para finiquitar algunas cosillas que J. tenía que hacer en esa isla. Hace dos semanas estuvimos los dos también en Lanzarote pero en plan curro, sobre todo él ya que yo iba para ayudarle en lo que pudiese que, la verdad sea dicho, era bien poco (al menos desde mi punto de vista). La suerte fue que este puente sirvió para terminar ese trabajillo ocupándonos sólo una mañana por lo que el resto del tiempo fue de esparcimiento y ocio continuado.

Y, por supuesto, para quedar con los colegas para picotear algo por el charco de San Ginés. Irnos a un concierto de Los Salvapantallas, un grupo de versiones de canciones que van desde los setenta hasta la actualidad. Plantarnos en la playa de Matagorda al comienzo de la pista del aeropuerto y disfrutar del aterrizaje de los aviones en la tarde. Incluso aprovechar un par de horas el domingo al mediodía para estirarnos en la playa y darnos un chapuzón. Aparte de comer, beber y no parar de aquí para allá. 








Lanzarote, como siempre, hace que me recargue bien las pilas. Tanto que ayer mismo me fui al gimnasio a pesar de llegar un pco tarde del viaje. Ya tengo ganas que llegue el día de Reyes para otra escapadita...



miércoles, 4 de diciembre de 2013

Cine y diseño

Hoy coloco otra entrada con un poco más de diseño gráfico relativo al mundo del cine. Federico Babina es un diseñador que ha recreado en una serie de posters, reunidos en una colección denominada Archicine, los edificios más representativos del mundo del cine. Diseño, minimalismo y buen gusto todo junto y reunido para dar lugar a una colección para el disfruta de todo cinéfilo. A veces uno desearía tener una casa enorme para decorarla con este tipo de posters.











Visto en Fotogramas.