domingo, 28 de junio de 2015

28-J

Hoy es 28-J, día que siempre se merece una entrada especial en este blog. Así que aquí van dos ideas para celebrarlo como se merece.



Una sugerencia: Sense8. La última "locura" de los Wachowski. Aparte de por muchas otras, por la normalidad y naturalidad con la que trata el sexo, entre ellos gays y lesbianas. Me quedan episodios por ver pero merece la pena. Aquí para lo que ya saben.


Una escucha: Homage, el último disco de Jimmy Sommerville. El ex de Bronski Beat y The Communards ha mantenido una carrera en solitario desde finales de los 80 tal vez menos conocida para el gran público desde su salida de ambos grupos, aunque siga siendo bastante popular en su país de origen. Este año ha publicado un nuevo disco, inspirado y asumiendo la música disco de los setenta. No un homenaje con canciones de la época sino canciones nuevo con la estética de entonces, un derroche de música para bailar, pegadiza y con buenas letras. Lástima que no se le de la suficiente publicidad que se merece.




Y sean muy muy felices.

martes, 23 de junio de 2015

Bye Mr. Horner

Hoy nos hemos despertado con una mala noticia: el compositor James Horner ha muerto en un accidente de aviación.


Horner se hizo tremendamente popular, refiriéndome por este término a ser conocido más allá del reducido ámbito de los fans de las bandas sonoras, allá por 1997 cuando ganó el Oscar a Mejor Banda Sonora por Titanic, al que se añadió el de Mejor Canción. Una espinita que se le había clavado desde que dos años antes fuese doblemente nominado por Braveheart y Apolo 13 y se lo arrebatase un cuasi desconocido Luis Bacalov por El cartero (y Pablo Neruda). Digamos que se obsesionó un poco con el tema y siempre se le reprochó que la composición que hizo para Titanic, a pesar de ser la banda sonora más vendida en la historia, era bastante convencional. 

A Horner siempre se le ha reprochado mucho su capacidad de autoplagio, de reciclarse a sí mismo, de usar y abusar hasta la extenuación su famoso parabará. Pero en honor de la justicia hay que señalar que ha sido uno de los compositores más destacados de las últimas tres décadas. Es verdad que en los últimos años estaba un poco de capa caída; salvo el score que compuso para The Amazing Spider-Man de 2012 su último gran trabajo fue Avatar allá por 2009 y que le valió su última nominación al Oscar. Y seis años sin grandes trabajos, o al menos relevantes, es mucho en un mundo musical donde hay que ser constante; y si no que se lo pregunten a John Williams. Tal vez sea cierto lo que se comenta en las noticias y que había cogido la avioneta en busca de las musas y la inspiración.

Sinceramente, me quedo con el James Horner de los primeros años. El compositor de nuevas ideas, fresco, rotundo en las escenas de acción e intimista; el Horner de Star Trek II: La ira de Khan y Star Trek III: En busca de Spock, Krull, Aliens, Cocoon, Fievel y el nuevo mundo, Willow, Glory, Rocketeer... Luego se puso serio y, aunque creció en popularidad, también se puso como más intenso y, quizás, dejó de divertirse. Pero aunque ya no esté con nosotros sí que lo seguirá estando su música. Ella nos acompañará siempre. Adios, Mr. Horner.





jueves, 18 de junio de 2015

Reentrada

Pues ya estamos aquí. De nuevo metidos en la vorágine de la rutina con mis expedientes, mis cursos, mis series. Todo ello aderezado con un poquito de cansancio postvacacional, otra poca de pereza y desgana y un mucho de tener que ponerte al día con algunas cosas. Así que en vista de la situación he decidido no escribir un post sobre nuestras andanzas londinenses sino más bien un resumen telegráfico, ilustrado con algunas fotos que saqué (nada del otro jueves y muy "postales", por cierto), de lo que dio de si el viaje.

Lo mejor. Ver de nuevo Londres después de muchísimos años con J. Reencontrarte con antiguos lugares y descubrir muchos nuevos. Subir a la cúpula de San Pablo. El tour de Jack the Ripper. Camden Town. El turisteo puro y duro. La visita al Parlamento. Colarte en Westminster Abbey. Ver a Audrey Hepburn en Desayuno con diamantes en el Royal Albert Hall con orquesta en vivo tocando la banda sonora. 

Lo peor. Que Londres sea tan cara y más aún con el cambio libra-euro. Pero era de esperar ¿no? Y nada más porque ¿qué puede ser malo cuando vas con tu chico de viaje y hace tus gustos?



























viernes, 5 de junio de 2015

Back to Londinium

Llevo un par de semanas desaparecido en combate, como Chuck Norris pero sin tanta mala leche. Como siempre pasa, hay épocas más tranquilas y otras en las que se te junta todo, y esta ha sido una de esas. La semana pasada me empezó un curso de tres semanitas de duración, al mismo tiempo que me avisaban de que este mes tendría otro (menos mal que online), de esos que la empresa que tanto te quiere te obliga a hacer y que comenzó el lunes. Vamos, superchupi todo. A ello se ha unido la marcha de un par de compañeras por un concurso de traslado y empezar a llegar peticiones raras de documentos y expedientes de hace años desde la capital imperial. Vamos, una delicia de entretenimiento laboral. 

Para rematar la faena, he estado este par de semanas organizando y viendo material para el regalo de mi chico, una tarea más agradable y llevadera. Mañana nos vamos a la capital del Imperio Británico durante una semanita para que J. la vea y disfrute, así que he estado organizando visitas, recorridos, tours y demás parafernalias. Hace bastante tiempo que estuve, prácticamente vi a la reina Victoria paseando en carruaje, y aún recuerdo muchas cosas pero hay otras que, seguramente, han cambiado por completo. Iremos a tomar el té con la tía Lilibeth, pasaremos a saludar a Harry y Kate con sus retoños y probablemente acabemos recordando al destripador más sanguinario de Londres. Hasta la vuelta entonces.