viernes, 30 de septiembre de 2011

Parte de guerra

Esto es como los pasos de Semana Santa, uno a uno y despacito. Hoy se acaba lo bueno que quedaba del verano: el horario reducido. No es que sea gran cosa pero salir una hora antes se nota. Llegas a casa antes, comes, te echas una buena siesta (ocasionalmente) y todavía tienes la tarde prácticamente entera por delante para hacer lo que te de la gana. Ahora será cuestión de salir y en nada, menos de un mes, será de noche así que para deprimirse un poco.

Hoy he ido a probar un gimnasio nuevo. Es de la misma cadena pero está mucho más cerca del curro y pensaba que esos minutillos que me ahorro en la vuelta los podía aprovechar para hacer más ejercicio. No me ha gustado mucho así que creo que, a pesar de tardar un poco más en entrar a trabajar y por tanto en salir, voy a continuar en el que estaba.

Y, por último, he tenido que comprarme un traje nuevo para una boda que tengo en un par de semanas. La verdad es que salvo el de mi propia boda no tenía un traje en condiciones así que era el momento, sí o sí. El miércoles por la tarde me fui con T. a mirar con vistas a comprar uno sobre la marcha cuando llegamos y vimos la oferta no nos poníamos de acuerdo; él eligió uno y yo pensaba en otro. Ante la falta de consenso y, a pesar de tener el voto de calidad en caso de desempate, decidí llamar a una buena amiga, la misma que me acompañó cuando compré el traje de la boda. Vino con su novio y se inclinó por la opción de T. y además eligió una camisa para la ocasión así que pude irme con el lote completo en una tarde. Nada como estar rodeado de gente con buen gusto a los que únicamente les falta una estupenda Visa oro que quemar en dos nanosegundos.

Y ahora una poca de música.


jueves, 29 de septiembre de 2011

Estrenos de temporada

Aunque hace una semana comentaba que de las nuevas series no había ninguna que me llamase la atención, en realidad no es así. Y es que el alzheimer es muy malo, hijos míos. Había dos series que tenía en el punto de mira y una tercera que me bajé el fin de semana por curiosidad y se ha quedado. Por ahora. Que ya saben cómo son los amores seriéfilos. En fin, que ahí va algunos detalles por si alguien tiene ganas de ponerse con ellas y quiere saber algo más.

Pan Am es una serie a la que muchos comparan con Mad Men por estar ambientada en la misma época. Craso error. Es verdad que la acción comienza en 1963 con el primer vuelo de un nuevo jet de la compañía, que intenta transmitir el glamour y el lujo de viajar en avión en aquellos tiempos donde los pasajeros no se sentían como sardinas en lata sino como unos privilegiados atendidos de manera exquisita.


En teoría, la protagonista de la serie es Christina Ricci (ex Miércoles Addams en su infancia) pero en el primer episodio sale poco, lo que puede indicar que la pretensión es convertirse en una serie más coral, con un protagonismo compartido entre las cuatro azafatas y los pilotos, aparte de los secundarios que vayan surgiendo.

La serie me ha gustado porque tiene una buena fotografía, una música de la época bien seleccionada y una excelente ambientación de la época. La historia es, quizás, donde más ha flojeado porque han intentado contar muchas cosas en poco tiempo y han tirado de los flashbacks para ello. Que no está mal, tampoco. Además, dado que estamos en plenos años sesenta con ls Guerra Fría en su apogeo han aprovechado para incluir a tramas de espionaje, lo cual sí que me ha parecido interesante. Le doy un aprobadillo alto y ya la tengo en la agenda para seguirla.


Otra serie que se estrenó esta semana es Terra Nova, otra serie producida por Spielberg, después de varios retrasos.
Es una serie de ciencia ficción en la que un grupo de personas del siglo XXII (en el que hay problemas de subsistencia, de daños irreparables en el planeta, etc) viajan atrás en el tiempo, concretamente unos 85 millones de años. A partir de ahí, deberán desenvolverse de la mejor manera ya que el viaje es irreversible pues sólo se puede viajar hacia atrás sin posibilidad de vuelta.

Teóricamente, la base es la ciencia ficción pero tras ver el primer episodio está claro que intentan llegar a todo tipo de público con tramas familiares y de aventuras. A pesar de que en la producción está Brannon Braga, un habitual de las últimas series de Star Trek, creo que la historia se va a decantar por la aventura y las tramas familiares. Ojalá me equivoque. Aunque el primer episodio no ha estado mal, hay cosas que deben mejorar un poco. La primera son los efectos especiales, y no porque los dinosarios de Parque Jurásico (una película de hace casi veinte años) sean mejores que los que salen aquí, sino porque hay cosas muy mejorables como los cromas y fondos, algunos de los cuales son bastante cantosos; en este sentido, Outcasts, la serie cancelada de la BBC, a pesar de tener menos medios estaba mejor cuidada. También deberían retocar algunos perfiles de los personajes que no aportan nada por lo reiterativos que son: el padre responsable que no ha estado presente, el hijo rebelde, la hija empollona, etc etc. Por supuesto, ya sabemos que hay secretos y quienes son los malos de la peli. Y no me refiero a los dinosaurios. Un aprobadillo y otra para la agenda. Por ahora.


Por último, y la gran sorpresa porque no tenía ni idea de ella tenemos a Revenge.

Ambientada en los Hamptons, ese lugar donde los ricachones de Nueva York tienen sus casas de veraneo, nos cuenta como Emily Thorne regresa para vengarse de aquellos que arruinaron su familia tiempo atrás. Empezando por Victoria Grayson, una estupenda Madeleine Stowe haciendo de madre controladora y muy bitch con todo el mundo y que es como la reina del lugar.

¿Qué se puede esperar de esta serie? Pues un culebrón en toda regla. Venganza, asesinatos, secretos, manipulaciones, engaños y mucho más. Lo bueno del primer episodio es que empezó con un final y, a partir de ahí en un flashback que probablemente lleve toda la primera temporada, contarnos cómo llegamos hasta aquel final. La protagonista, Emily VanCamp, no está mal pero yo me quedo con la Stowe, cuya cara de hielo y frialdad le viene que ni pintada al personaje que interpreta. Me la quedo porque me gusta tener un poco de bitchismo e hijaputismo en alguna serie, que no todo va a ser ciencia ficción o comedia ¿no?

Ahora, una poca de música.




martes, 27 de septiembre de 2011

Mitos, leyendas y naciones

Una de las primeras cosas que aprendes cuando estudias Historia es que la gran mayoría de pueblos, imperios, naciones y demás agrupaciones de personas (por no decir prácticamente todas) de trescientos años hacia atrás (y algunos hasta hace bien poco) intentan procurarse alguna base mitológica o legendaria tenida por cierta que defina dicho pueblo/nación/imperio en un camino de diferenciarse de los demás. Pero también en muchos casos de buscar un nacimiento acorde al destino que piensan les está reservado. Desde las charlas de Yahvé con Abraham y Jacob señalándolos como pueblo elegido a los Rómulo y Remo con su loba en Roma es algo bastante frecuente, sobre todo en la Antigüedad clásica o en la Edad Media.

Muchos de estos mitos y leyendas han enraizado de tal manera que mucha gente los tiene por ciertos y verdaderos. Por eso es bueno que de vez en cuando venga alguien, no necesariamente un historiador pero al menos que esté bien informado, para desmontarlos y ubicarlos como lo que realmente son: mitos.

Esto es lo que hace Ignacio Escolar y su padre Arsenio Escolar en La nación inventada.


A través de una anécdota histórica como es el paso de Carlos V en 1556 por la ciudad de Burgos camino de su retiro en el monasterio de Yuste y la construcción por parte de la ciudad de un arco con los grandes prohombres en la historia de Castilla, ambos se dedican a desmontar algunos de los mitos que durante mucho tiempo se han tenido por auténticos por la mayoría de la población a pesar de que algunos de ellos se sabe que son falsos por los historiadores desde hace más de un siglo. Desde que el reino de Castilla fue fundado por Fernán González a la figura del Cid pasando por algunos reyes como Alfonso VI o Fernando III el Santo.

La parte que más me ha gustado es precisamente la de los primeros capítulos en la que se dedican a hacer un repaso por los mitos más antiguos como la de la fundación del reino de Castilla y los jueces Laín Calvo y Nuño Rasura, al cual emparentan con Fernán González, y demostrar cómo todos ellos se crearon dos o tres siglos después por intereses bien políticos bien económicos. Los primeros a instancias de los sucesores que querían darle una pátina mítica de rebelión ante los abusos del reino de León; los segundos por parte de los monjes, y luego avalados por los monarcas, que querían convertirse en destino de peregrinos y donaciones de los más fervorosos. El resto de los capítulos es una síntesis de la historia castellana desde la creación del condado hasta finales del siglo XIII, cuando Castilla se ha convertido en el reino hegemónico de la Península Ibérica, a los que se añaden algunas cuestiones sobre los topónimos, el arte de la guerra y la población de la época.

En general, el libro está bastante bien porque es ameno y accesible, vamos, que cuenta la Historia de una forma que cualquier persona pueda entenderla. Es verdad que en algunos momentos puede hacerse un poco farragoso pero sólo en ocasiones, y sobre todo por el lío de nombres de reyes y reinas que se repiten más que el ajo. Y, por supuesto, es bastante recomendable para aquellos que aún sostienen lo de "una, grande y libre". Estaría bien que alguien hiciese lo mismo para la parte oriental de la península con los reinos de Aragón. Probablemente a más de uno se le caerían muchos mitos.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Back to work

Es una verdad asumida por casi todo el mundo que cuando te lo estás pasando bien el tiempo parece que transcurre más rápido mientras que si estás en una situación incómoda o a disgusto el tiempo fluye de manera más pausada. En realidad, los segundos siguen siendo los mismos pero es la sensación de relatividad del tiempo lo que nos lleva a pensar que pueda ir más despacio o más deprisa de lo que en realidad lo hace.

Y las vacaciones son un claro ejemplo de ello. Cuando las vas a empezar te planteas que tienes x días por delante, que parece te dará tiempo a todo y que nunca se acabarán. Craso error. Un instante después ya te encuentras sentado en el curro y trabajando mientras te preguntas cómo es posible que todo haya pasado en un suspiro y sin que casi te hayas dado cuenta. Indudablemente quien no entiende la teoría de la relatividad de Einstein es porque nunca ha disfrutado de vacaciones. Exacto, queridos combatientes contra el malvado imperio galáctico, habéis acertado: se me han acabado las vacaciones y ya estoy de vuelta en el curro. Desde el fondo de mi corazón yo te maldigo, Cronos.

Y después de este desahogo necesario para mi salud y paz mental, una poca de música.


jueves, 22 de septiembre de 2011

¡Han llegado!

Y no, no me refiero a aquel subproducto de serie B de los noventa sobre la llegada de aliens a la Tierra interpretado por una Charlie Sheen a medio gas que se dejaba ver.


No señor. Me refiero a que, como cada año por estas fechas, empieza la nueva temporada seriéfila, la que dura bien como media temporada (midseason) hasta Navidades o bien como temporada larga hasta abril o mayo. Algunas ya se han adelantado como Sons of Anarchy que empezó con el mes de septiembre pero la mayoría ha esperado hasta esta semana, la más importante. Downton Abbey, Raising Hope, Modern Family, Community, The Big Bang Theory, The Mentalist y, sobre todo, Fringe vuelven ya más algunas como Dexter o Bones que llegarán las próximas semanas. Y estas son las que sigo porque la lista es enorme y para todos los gustos.

De las nuevas no hay nada que me llame la atención así que esperaré a que salgan algunas críticas a ver si hay algo interesante que se me haya pasado. En cambio, he decidido dejar atrás Glee, que es más de lo mismo, salvo por la música o que cambie radicalmente, cosa esta última que dudo mucho. En fin, que ya he hecho limpieza de discos duros, señalado días en el calendario y ahora toca sentarse y disfrutar de una nueva temporada que traiga historias emocionantes.

Y ahora una poca de música. Televisiva, claro.


miércoles, 21 de septiembre de 2011

Cerrado por reformas

Tengo, corrijo, tenemos la casa patas arriba. Si hubiese tenido madre, o constructor en su caso, seguro que ni la reconocía. Es lo que tiene meterse a pequeñas obras aquí y allá, que acaban afectando a prácticamente todas las habitaciones.

Durante varios días el dormitorio ha estado en plan zen, muy minimalista. Tanto tanto que sólo estaba la cama, nada más. Y porque no la íbamos a desmontar que si no ya verían donde acababa el minimalismo. El salón ha tenido sus momentos de minimalismo pero sólo momentos que el trabajo era mucho menor. Para colmo, por toda la casa hay una fina capa de polvo blanco. El mejor detector antirrobos que existe; vamos, que si entra alguien a llevarse lo poco de valor que pueda hallar sabríamos quien fue; probablemente podríamos seguirle hasta su casa sólo con ver las huellas blanca que fuese dejando. Y sin necesidad de llamar a los del CSI. Lo que puede llevar a preguntarse a más de uno dónde ha acabado todo lo que hemos ido sacando de las habitaciones. Sólo diré que me estoy planteando una de esas jornadas de puertas abiertas tan a la americana, llevarlos directamente al estudio y comprobar si se creen que están en una especie de rastrillo benéfico y se llevan algo. Preferentemente lo que no nos sirve/gusta/queremos aunque con la suerte que tengo sólo se fijarán en el poster de Metrópolis. O el llavero del Destructor Imperial.

Y, mientras, imploro al Spaghetti Volador que todo esto acabe antes del fin de semana, a ver si puedo descansar una pizca entonces. Antes de la vuelta al trabajo. Porque sigo de vacaciones. Aunque también me estoy planteando una semana de descanso en el trabajo; no vean lo bien que sienta no tener que pensar en pintura, papel de lija, aguaplast, limpieza, fregonas y esas pequeñas menudencias tan mundanas. Que ganas de que el Euromillones se de una vueltita por aquí...

viernes, 16 de septiembre de 2011

Banda sonora de Oriente

Tal día como hoy nació hace 118 años Alexander Korda, un director y productor inglés de origen húngaro. Dirigió varias películas como La vida privada de Enrique VIII y Lady Hamilton aunque su nombre queda ligado como productor a la más conocida de todas El ladrón de Bagdad, un título fundamental para los amantes del género fantástico basado en los cuentos de Las mil y una noches. Fantasía desbordante, un technicolor apabullante y una música de Miklos Rosza simplemente espectacular.


miércoles, 14 de septiembre de 2011

3 en 1: La Hora de Miranda en Blanco

Por fin he encontrado un hueco para escribir un post en condiciones. Así que aprovecho y, en lugar de hacer tres entradas distintas, les hago un tres en uno: tres series por el precio de una, todas inglesas y todas ellas de la BBC.

La primera es Miranda, el auténtico sleeper de este verano. Antes del verano casi nadie la conocía y ha sido el boca-oreja (o el blog-to-blog, o tuiteando) quien la ha puesto en el punto de mira. Miranda Hart es una joven de gran volumen y presencia al que muchos confunden con un hombre. Es patosa, tanto física como verbalmente, no puede evitar ponerse a cantar en las situaciones más inesperadas (incluyendo un funeral), no tiene idea de comportamiento en eventos sociales y posee una preocupante tendencia a quedarse en paños menores en público. Tiene una tienda de artículos de broma que regenta con su amiga Stevie y está locamente enamorada de su amigo Gary (un ultramerendable Tom Ellis), teniendo que soportar a una madre cuyo mayor deseo es encontrarle marido. Uno de las mejores aciertos de la serie es que hace cómplice al público de sus hechos; suele mirar a la cámara como diciendo "¿qué dice este sujeto?" o para convertirlo en cómplice de alguna de sus locuras.


Miranda es una serie muy british, comedia pura y dura llena de gags tanto visuales como de situación. Tiene una estructura muy definida, comienza con la propia protagonista haciendo un repaso de los que le ha pasado la última semana y suele acabar con los miembros del casting saludando a la cámara mientras salen sus nombres. Han emitido dos temporadas de seis episodios cada una y te los puedes zampar en un periquete porque solo duran media hora. Menos mal que habrá tercera temporada. Aquí para lo que ya sabemos y si tienes curiosidad puedes echarle un vistazo al comienzo de la serie.



Por contra, The Crimson Petal and the White es todo un drama, de esos que tan bien sabe hacer la televisión inglesa. Basada en la novela de Michel Faber (que no he leído y, por tanto, no se hasta qué punto es fiel a la novela aunque por lo que he visto por ahí sí que parece serlo), narra la historia de William Rackham, un aspirante a escritor heredero de un negocio de perfumes y jabones, que tiene en Agnes a una esposa inestable mentalmente y que conoce a Sugar, una prostituta reconocida que escribe su propio libro como forma de vengarse de aquellos que han abusado de ella y sus compañeras de profesión. A partir de aquí, la vida de los tres cambiará por completo intentando luchar contra los convencionalismos y la rigidez de la sociedad inglesa de la época.


La miniserie (sólo consta de cuatro episodios) pasa de la sordidez de los bajos fondos del primer episodio para convertirse en un melodrama y volver a la sordidez al final. Tiene una muy buena ambientación de la época victoriana, tanto del Londres sórdido que haría las delicias de Jack el Destripador, como de los barrios de la clase alta. Y no sólo es la ambientación sino lo bien llevados que están los personajes, con sus dilemas, sus conflictos, y que se debatan entre lo que desean y lo que se espera de ellos. Me gustó bastante como se fue desarrollando el desenlace porque, a diferencia de las series norteamericanas, no se hace ningún tipo de concesiones al buenrollismo o a los happy endings. Altamente recomendable y aquí para lo que tú y yo sabemos.


Por último, pero no menos importante, se encuentra The Hour, otra serie de la BBC a la que han calificado, injustamente desde mi punto de vista, como la Mad Men británica. En realidad, lo único que les une es que se ambientan en momentos concretos del pasado reciente, en este caso en el año 1956. A partir de aquí desaparecen las semejanzas, al menos para mí.



The Hour es el título de un nuevo programa de información semanal que la BBC de entonces quiere lanzar en televisión. Productoras un poco desquiciadas, presentadores un pelín narcisistas y periodistas que buscan grandes temas es el trasfondo de la serie a la que se añade un hecho misterioso plasmado en un crimen. Y hasta aquí puedo decir. Aún no la he visto completa (únicamente los primeros episodios) pero parece que el eje central de la serie en esta temporada es la crísis del canal de Suez. ¿Que no sabes qué fue eso? Pues nada, lees un rato por aquí y así vas informado del asunto.

Tiene muy buena pinta y la combinación de televisión con intriga está bien manejada, por el momento. Encima tiene unos cuantos rostros conocidos. La protagonista es la misma de The crimson petal and the white, Romola Garai, y aparecen Dominic West (el agente McNulty de The Wire), o Burn Gorman (el doctor Owen Harper de Torchwood). Si estás interesado/a en verla, pues aquí para lo que ya sabes.

Así que ya tienen un poco de entretenimiento mientras este mes se van incorporando las series a la parrilla televisiva. Espero que les guste y si no pueden criticar con gusto, que no tengo comisión de la BBC. Y ahora una poca de música.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Still alive

Sólo un breve paso por este mi blog para desmentir cualquier posible rumor de desaparición y evitar que envíen un comando de rescate a quien sabe dónde (bueno, Maspalomas sería una opción bastante factible). Es lo que tiene estar de vacaciones. Llevar el coche a la revisión anual e ir a la playa te quitan bastante tiempo (más del que se piensan, no crean) y en el segundo caso además impide que tu neurona tenga un funcionamiento normal para pensar en un post. Simplemente se limita a disfrutar de la visión de los machazos que aún circulan sus cuerpos serranos por la playa intentando no derretirte bajo el sol. Y no, no hay fotos, hala.

Eso sí, prometo enmendarme en la segunda semana de mis vacaciones... Espero... Creo... Bueno, ya veremos cómo se van desarrollando los momentos ¿no?

viernes, 2 de septiembre de 2011

Y cero...

Parecía que nunca iban a llegar pero ya están aquí. Las huelo, las siento en el cuerpo y casi que las veo a la vuelta de la esquina. No se si es por la cara de felicidad de gili (como dice mi padre) que se me pone pero sólo de pensar que a la 1:30 pondré el dedo para fichar y me largo de vacaciones tres semanas es que me entran ganas de... de...




Pues eso de cantar y no parar. Planes para estos días tengo unos cuantos, viajes ninguno y sí muchas ganas de dormitar y vegetar en el sillón. Pero no se preocupen, que seguiré de visita por los blogs y algunos post saldrán por aquí. Para que no me echen de menos.


jueves, 1 de septiembre de 2011

41

No se si soy lo que Sufur llama un señor de mediana edad, aunque dicen que con los años me he puesto interesante. Gracias, queridos astigmáticos y míopes. Pero esto de cumplir años es algo que siempre me encanta; que el día de mi cumple caiga en verano, en plenas vacaciones (sobre todo antiguamente en la etapa escolar y ahora cuando se puede) y sobre todo contar con amigos con quien disfrutarlo. Tampoco es que me vuelva loco en plan celebraciones (sí, vale, suelen caer entre dos y cuatro cenas/almuerzos, depende del año) pero me gusta disfrutar del día, salir a comprar algún capricho, ir a comer o a cenar...



Ah sí, que ya son 41 y aún no he recibido la visita de la famosa "crísis de los cuarenta". Y ni se le espera, oigan.

Larga y próspera vida.