viernes, 30 de abril de 2010

Rumores

Mi trabajo se ha convertido en un nido de rumores. Bueno, como casi todos los trabajos porque ya sabemos que basta que pase cualquier cosa, por insignificante que sea, para que comiencen las conversaciones soto voce, en corrillos y con un aspecto de estar tramando la Tercera Guerra Mundial o la venida del Terminator. Eso lo único que significa es que soy consciente de ello y que ya estoy plenamente integrado, y a pesar de mi exilio, porque el servicio al que pertenezco está en la última planta del edificio, ese ático donde en verano te achicharras, mientras yo disfruto de un destierro voluntario en la planta baja. Ainsss, y yo que pensaba que me hallaba cual superhéroe ajeno a todo eso en mi fortaleza de la soledad...

A lo que iba. Pues eso, rumores por todos los lados. La noticia bomba fue que mi jefe se mandó a mudar. De la noche a la mañana. Por razones personales. Yo diría aún más, sentimentales. Así que ha puesto mar por medio y se ha ido a la isla de enfrente, de donde es aunque llevaba aquí bastantes años. La cosa ha sido sorprendente porque nadie sabía nada y menos aún se lo esperaban. Así que esta semana ya no ha aparecido por el trabajo, se había pedido una comisión de servicios y ¡hala! a otra cosa. Yo me vine a enterar el martes cuando preparándome el cafe de primera hora de la mañana se me acercó una compañera y me lo dijo casi en un susurro, como si me estuviese pasando el ingrediente secreto de la Coca Cola. Y en esas estamos desde entonces.

Y en cuanto a lo del concurso de traslados pues parece que saldrá a mediados de mayo aunque he estado hablando con una compañera y me he tranquilizado un poco. En principio nuestra categoría estará relativamente tranquila y no se preveen cambios sustanciales; además, me dijo que se guardaba un as en la manga en el caso de que el único que podría fastidiarme y pedir mi plaza decidiese hacerlo. Otra cosa es la categoría superior, ahí sí que habrá marejada. Pero no creo que afecte a mi jefe.

Y ahora, un poquito de psicodelia setentera...



Era inevitable...


jueves, 29 de abril de 2010

Música para el Doctor

¿Dos postas seguidas hablando de Doctor Who? Pues sí, es lo que tiene el ponerse a comentar y divagar cuando en realidad quería hablar de algo más concreto. Una de los aspectos que más me sorprendieron cuando estaba viendo la serie es la música compuesta para ella. Generalmente, las series no suelen contar con un score, o banda sonora, propia; lo habitual es un tema de presentación y algo de música que sale en los episodios, principalmente canciones. Salvo contadas excepciones, claro, como la música que lleva componiendo Michael Giacchino para Perdidos o la que realizó Bear McCreary para Battlestar Galactica, por poner un par de ejemplos.

La música de Doctor Who corre a cargo de Murray Gold, un compositor que se ha encargado de poner el trasfondo musical y que ha transformado la sintonía clásica de la serie y la ha modernizado, si eso es posible. Gold emplea, sobre todo, una instrumentación clásica en la mayor parte de la banda sonora pero a ello le añade con gran habilidad tanto instrumentos electrónicos como otros propios de la música actual (baterías, guitarra eléctrica, etc) creando una mescolanza que sorprende por la vitalidad y energía que desprende. Además, suele usar voces para acentuar algunos temas, tanto en solitario como grandes coros. Como recurso, Gold utiliza con frecuencia el leitmotiv, es decir, cada personaje tiene un tema que lo identifica y cuando éste aparece suena dicho tema para apuntalar su presencia en la pantalla, por eso hay cortes que se oyen con frecuencia en diversos episodios, fundamentalmente en las dos primeras temporadas.

Como no puede ser de otra forma, el personaje principal, el Doctor, tiene su tema: misterioso, sencillo y con una voz que casi es un murmullo, que muestra la soledad del Doctor con un deje de tristeza. En la cuarta temporada, Gold lo transformó y lo readaptó dándole una vertiente más grandiosa y épica pero sin estar exenta de aquella sensación de soledad y tristeza que tiene el tema base.






Al igual que el Doctor, sus compañeras tienen un tema propio. El de Rose ya lo puse en el primer post pero lo pongo igualmente, porque me gusta y yo lo valgo. Tanto el de ella como el de Martha Jones son temas cuasi románticos, tranquilos, pero casi sin alegría, muy melancólicos, como si se intuyese el destino de su relación con el Doctor. Por contra, el tema de Donna Noble es dinámico, alegre, extrovertido, como ella misma y contrasta mucho con el de las otras compañeras. Están en el mismo orden de su aparición: Rose, Martha y Donna.








Gold no se limita a presentar a los personajes más importantes, incluso los secundarios son merecedores de su tema. En concreto, me voy a centrar en dos, que aunque aparecen poco tienen su peso en la historia del Doctor. Por un lado, qué mejor que un vals para la última humana que puede ser considerada así, Cassandra, y que nos deja ver uno de los momentos más divertidos del Doctor. Y, por otro lado, un secundario misterioso, El rostro de Boe, del que se sabe poco y que habla aún menos pero lo que dice siempre es importante. Aparte de que en un momento dado se especula sobre el origen de este alienígena.


Por supuesto, los villanos también tienen un tema propio. Aquí quiero destacar a los Dalek, que siempre aparecen a lo grande, un tema potente con coros y una buena orquestación. Como debe ser, para algo son los archienemigos del Doctor.



Pero como decía en el post anterior, Doctor Who es una serie de ciencia ficción, de aventuras a través del tiempo y el espacio. Y es lógico que muchos de los cortes sean animados, vibrantes. Como referencia aquí vienen dos: el primero tiene el nombre apropiado de New adventures y pertenece a las dos primeras temporadas mientras que el segundo Corridors and fire escape es el corte de correr y escapar de la cuarta temporada. Son breves pero intensos, adrenalínicos y que reflejan muy bien la sensación aventurera de la serie.






Uno de los puntos fuertes de Murray Gold es la capacidad de ambientar momentos muy diversos, escenas divertidas, escenas cotidianas, escenas de tensión. El dúo de episodios de la tercera temporada, Human nature y The Family of Blood, tienen parte de la música más variada. Aquí va una muestra; el primer corte, Only Martha knows, empieza como si narrase un día cotidiano para irse convirtiendo en algo más serio mientras que el segundo refleja un anhelo del Doctor, lo que podría haber sido y nunca será.






Uno de los cortes musicales que me dejan con un nudo en el estómago cada vez que lo escucho es el que describe el triste destino de Donna, que además se titula así, The rueful fate of Donna Noble.




Esto es lo que convierte a esta banda sonora en magnífica. Cierras los ojos, la escuchas y te transporta a los momentos, a las situaciones que describe, a las emociones que suscita, las agita y te hace revivir esos buenos y "malos" momentos (con el Doctor nunca son malos). Si consigue eso no hay más que decir. Podría poner muchos cortes más, el tema de los Slitheen que aparecen en la primera temporada, la bossa compuesta para los monstruos, el tema de Gallifrey, planeta del Doctor, el de Silencio en la biblioteca (con una atmósfera entre mágica y misteriosa) o la constante necesidad de salvar el mundo (permanentemente diría yo). Por no hablar de las canciones que aparecen en los episodios, bien como fondo o como parte importante. Así que voy a acabar con un tema corto pero que nos lleva a un final sorprendente.




Como apunte final señalar que se han editado tres cds que recoge toda la música compuesta por Murray Gold. El primero abarca las temporadas uno y dos mientras que los otros ocupan la tercera y cuarta respectivamente. Para quien esté interesado.

miércoles, 28 de abril de 2010

The Doctah

Hace unos veinte días escribí un post sobre Doctor Who en la que señalaba cómo estaba semienganchado a la serie. Craso error, estaba enganchado y aún no era consciente de ello. El fin de semana pasado acabé con la cuarta temporada de esta estupenda serie y así pude acabar con la etapa del décimo Doctor. Además, he extendido mis ganas porque T. se ha visto bastantes episodios conmigo y Mokko ha empezado a verlos también, jejeje.

He disfrutado como un chiquillo. Una serie de ciencia ficción con todas las letras sí, pero también una serie de aventuras, de viajes al pasado y al futuro, de encuentros con personajes históricos. Y eso que también lo he pasado mal porque cada final de temporada, y han sido cuatro, es una despedida, una despedida distinta en cada ocasión, que te emociona, te hace vibrar por dentro y, en algunos casos, te deja con un nudo en la garganta. Que viajar por el tiempo y el espacio disfrutando aventuras es genial pero acarrea situaciones extremas y arriesgadas, y como dice la madre de Martha Jones el Doctor atrae el peligro, aunque no es culpa de él, claro.

En estas cuatro temporadas han existido dos Doctores, Christopher Eccleston (el noveno) y David Tennant (el décimo), que han aportado mucho al personaje. Porque el Doctor se regenera cuando siente que va a morir pero en ese proceso pierde parte de su forma de interactuar, de su personalidad, de ser quién es; por eso cada Doctor es distinto, particular, con sus manías y sus gestos. Ecclestone fue el primero tras mucho tiempo sin doctor y era divertido aunque cuando se ponía serio su mirada era dura; mientras que Tennant le dio ese puntito de locura marca de la casa, con una curiosidad permanente, extrovertido, en una escena podía estar mirando inquisitivamente y al momento siguiente soltar una carcajada y reir como un niño. Es como obligarte a elegir a quien prefieres, a mamá o a papá. No sabría con cual quedarme porque Tennant tuvo la ventaja de estar tres temporadas completas, ganándose el cariño de todos los fans. Y el mío, por supuesto.


Luego están las compañeras del Doctor, las tres mujeres, porque el Doctor aún sabiendo lo que puede pasar necesita compañía, necesita a alguien que le frene cuando en ocasiones se enfada y amenaza con desatar todo su poder. Rose Tyler fue la primera y se ganó mi corazón forever and ever; la relación que mantenía con el Doctor fue más allá de una simple compañera. Eso perjudicó muchísimo a la siguiente, Martha Jones, porque ya sabemos lo que sucede después de una ruptura, que siempre recuerdas a la persona amada, y Martha lo pasó francamente mal, a pesar de ser la más inteligente e igualmente luchadora. Donna Noble, la tercera, es divertida, chillona, cabezota y testaruda, típicamente británica, pero con un gran, un enorme corazón y siempre está señalando que es una persona de lo más ordinaria, normal y común cuando sabemos que no es así; tiene algunos de los momentos más divertidos de estas temporadas del Doctor. No se merece el final que los guionistas le dieron, el último episodio de la cuarta temporada me dejó hecho polvo por eso y me entristeció porque me pareció injusto, así que ya ven, soy un jodido sensiblero (eso o es la primavera esta). Como diría Khan, desde el fondo de mi corazón te apuñalo y te maldigo, Russell T. Davis.


Y luego están los secundarios, de los cuales me he convertido en un gran fan: The face of Boe, Cassandra, los Ood, Jack Harkness... Así como los archienemigos del Doctor: los Dalek, los Cybermen, etc. Todos ellos se hacen contigo a la que te descuidas y se convierten en parte importante de la serie.

Es muy difícil decidir cuáles de los episodios son los mejores. Muchos están estrechamente ligados y detalles o frases que aparecen en un episodio pueden alcanzar un verdadero significado varios episodios más adelante o en otra temporada. La calidad es bastante buena, si consigues superar el impacto inicial del primer episodio al ver a los maniquíes andando, claro; todos son entretenidos, te descubren cosas nuevas. Los hay más orientados a la aventura, otros tienen aspectos de terror, otros son de acción pura y dura. No quiero contar mucho sobre las tramas por si alguien está interesado y evitarle los spoilers, porque nada enfada más que te cuenten qué va a suceder. Si tuviese que elegir pondría de la primera temporada el dúo The empty child y The doctor dances, ambientados en plena Segunda Guerra Mundial; de la segunda temporada elegiría The girl in the fireplace y el dúo The impossible planet y The Satan pit, aunque New Earth es muy bueno también; de la tercera temporada me llevaría Blink y el dúo Human nature y The family of blood, estos dos ambientados un año antes de la Primera Guerra Mundial; y por último, de la cuarta escogería Silence in the library y The forest of the dead, ambientados en una biblioteca gigantesca.


Así que como ven me he convertido en un fan del Doctor, tanto que creo que voy a destinar parte del dinero del curso de esta semana a pillarme las cuatro temporadas, Eccleston y Tennant se lo merecen. Este mes comenzó la quinta temporada, con un nuevo Doctor; todavía tengo el cuerpo mal por la despedida de Tennant así que esperaré a que emitan la temporada completa y la veré en verano.

Jo, que largo me está saliendo este post. Y además si yo lo que quería es hablar de otra cosa relacionada con la serie. Pero, bueno, eso será mañana.

Continuará...


lunes, 26 de abril de 2010

Trabajo + cine

Al fin llegó el gran día. Esta tarde tengo el curso que me endosó mi jefe. A ver que tal sale, aunque me he pasado parte del fin de semana preparándolo, que no me gusta llegar y ponerme a leer como suelen hacer la mayoría; lo malo es que al ser casi todo teórico y de legislación va a ser un auténtico tostonazo. Como siempre me pasa en estos casos, he pasado una noche inquieta, soñando, despertándome cada dos por tres y con la cabeza dando un poco la lata. Sólo tengo ganas de que llegue la noche de nuevo para que acabe todo. Lo bueno es que me pagarán y eso siempre es un aliciente.

Para colmo, la semana pasada me llama mi jefe, el mismo que me endosó el curso, y me comunica que habrá concurso de traslados de nuestro cuerpo, casi con seguridad el mes que viene. Ahí ya saltaron todas las alertas y fue como en las películas de submarinos, ponerse la imagen en rojo y sonando la alarma a todo volumen. Y es que soy el último mono en todo el cuerpo; llegué en la última oposición y encima el tercero, con lo cual seré el último en elegir, en teoría claro, porque todo dependerá de los méritos de cada uno pero viendo el panorama pues como que sí. Así que no se si me moverán la silla o me quedaré; en el caso de lo primero es muy probable que acabe en la capital del malvado imperio galáctico porque no creo que mis dos compañeras de aquí se quieran venir. Vamos, que me esperan un par de meses de cuidado. Ainsss...

El viernes por la noche fuimos con unos amigos a ver la Alicia de Burton, en 2D de toda la vida, que vistas las críticas no era plan de gastar más dinero.

No me gustó mucho pero tampoco me pareció un desastre total. La parte técnica no está mal, buenos efectos, imaginería visual decente, una fotografía aceptable. Y punto. Porque el guión es absolutamente plano, totalmente predecible, sin ninguna vuelta de tuerca. Unos personajes bastante sosos, sólo escapa algo el Sombrerero de Depp (a excepción del breakdance final, diosssss) y un poco, pero sólo un poquito, la Reina Roja. Pero le falta mucha, mucha mala leche, sobre todo a los malvados, más diversión, más oscuridad y algo de contundencia.

No se si Burton se ha pasado al lado oscuro, en este caso blanco, de Disney porque es su película más blanca, joder que hasta Ed Wood era más oscura y tenía un humor negro, y eso que era una biografía. Si me dijesen que la película es de otro director, pues vale, venga, no estaría mal, tal y como está el cine hoy en día, pero viniendo de él es penoso.


De las pocas cosas que se salvan está la banda sonora de Elfman, y eso que tampoco es de las mejores suyas. Sí que tiene un tema potente e interesante pero el resto suena bastante a cosas hechas ya para Burton.




viernes, 23 de abril de 2010

Previsiones

Casi tengo asumido que este año no me voy a ir a ningún lado de vacaciones. Ya se que tal y como está el patio en materia económica suena a banalidad pero semos así de banales. Y cuando digo ir a ningún lado me refiero a un viaje largo, tal y como tenía previsto, que este año quería ir a los niuyores. T. sigue con sus oposiciones y aún no ha salido nada, ni siquiera la lista de admitidos (que incluiría la fecha del primer examen) con lo que es probable que tenga los exámenes para junio y/o julio. Eso, si no posponen todo el proceso hasta después del verano, que también es posible. Con este panorama no pienso arriesgarme a reservar vuelos y hoteles para luego tener que renunciar. Ni hacerme ilusiones. De hecho, ni siquiera tengo pensado cuándo voy a cogerlas salvo que serán para septiembre, octubre o, incluso, noviembre, que es lo que más me mata.

Al menos, alguien sí que se irá de vacaciones. El comité de la empresa que le quita la vida a mi marido, como diría Will, organiza todos los años un viaje para los empleados; T. se apuntó y tuvo suerte en el sorteo. Así que se va a Suiza durante una semana por un precio ridículo, 200 leuros, a finales de mayo. Para compensar, ya le he dicho que, pase lo que pase, en otoño nos vamos unos días a tierras peninsulares. El sitio está aún por decidir porque me gustaría ir a Bilbao o Barcelona, donde tenemos gente que visitar pero ya veremos de aquí a allá. Seguiremos informando.

Hoy es 23 de abril, el día del libro, de San Jorge/San Jordi. A ver si esta tarde puedo echarme un salto y comprarme algún libro. Aunque tengo casi medio decidido cuál será, se aceptan sugerencias de lecturas. Ayer me terminé el tercer volumen de Canción de hielo y fuego, Tormenta de espadas. Como diría el de Ubrique: Im-presionante. Martin sigue manteniendo esa capacidad de asombrarte, de mantener los giros más inesperados, de absoluta precisión en todas las tramas y subtramas, de hacer que quieras más y más. Sólo espero que no se muera antes de que acabe de escribir los que le quedan.

miércoles, 21 de abril de 2010

No cumpleaños

Ahora que todo el mundo habla de la Alicia de Tim Burton, ¿no va siendo hora de recordar la otra adaptación, la más conocida hasta que llegó la psicodélica de Burton?

Y, ya que estamos, pues felicidades para todos, incluídos los que cumplen hoy. De parte del Sombrerero Loco.


martes, 20 de abril de 2010

Presentaciones

Estoy jartito de tanta legislación, de la modernización administrativa, de los accesos electrónicos, que si documentos para arriba, que si procedimientos administrativos para abajo. Y del Powerpoint. Menos mal que la cosa va por buen camino y ya tengo preparada la mayor parte de la presentación. Lo peor es que mientras intento dormir voy pensando en cómo exponer una parte, cómo diría esto o aquello, y así no hay manera de conciliar el sueño. Hoy me desperté por los pelos y con ganas de cinco minutitos más en la cama. Claro que, pensarán con razón, cuál es la novedad...



lunes, 19 de abril de 2010

Rural connection

Soy un urbanita y siempre lo seré. Nací en una ciudad, en la que he vivido la mayor parte de mi vida y me siento cómodo en el mundo del asfalto. Para compensar el equilibrio del universo, tengo un marido que es más de campo que las amapolas, y aunque ha vivido buena parte de sus años en la misma ciudad que yo sería muy feliz si viviese en una casa en el campo con un terrenito, allá por donde Cristo perdió las alpargatas.


Hace como un par de años, dos amigas nuestras se fueron con sus retoños a una casa rural durante un puente; nosotros les hicimos una visita y estuvimos como Billy Crystal en aquella peli de Cowboys de ciudad, pero sin Jack Palance, claro. En fin, les gustó tanto el momento rural que decidieron buscarse una casita que se alquilase para ir los fines de semana, a ser posible con terreno para dedicarse a sus labores agropecuarias (esto fue idea de mi marido, de quien si no). Pero como ellos son como son pues se lo tomaron con tranquilidad. Que si un periódico un mes, que si un aviso boca-oreja otro mes, alguna que otra visita (creo que en dos años vieron tres casas, así que ya pueden imaginar el ritmo).

Hasta que en Semana Santa una de ellas se enteró de una casa que estaba por encima de la villa más religiosa de esta isla, y también la más fría. Fuimos a verla el sábado pasado (no este último, el anterior) y, claro, se quedaron privados, porque no es muy grande (tres habitaciones, baño y cocina) pero tiene su jardincito, una pequeña zona para cultivar y una entrada cubierta donde comer. Y un precio bastante razonable teniendo en cuenta lo que hemos visto y nos han pedido por ahí. Además, está bastante cerca del pueblo aunque en un sitio tranquilo, oyendo las ovejas y cabras pastando casi al lado. Ayer por la mañana me fuí con una de ellas a hacer un poco de limpieza (la otra ya había hecho la compra y subido el sábado).

Y ahora me veo con una casa de campo para los fines de semana, yo que ya vivo en un pueblo (corrijo, villa, que le dio el titulo Alfonso XIII). A este paso me van a crecer las malas hierbas...




Eso sí, aprovechando que hay un televisor me pienso llevar el disco duro y seguir con mis actividades favoritas para el fin de semana: un sillón, una serie y una película. Y comer, por supuesto.

No he podido evitar poner el siguiente video, es de lo más bizarro y friki que he visto últimamente. Gracias a Crow de Churruscando cartelera.


jueves, 15 de abril de 2010

Teacher

¿Saben eso que se suele decir que si no quieres caldo pues toma dos tazas?

Ayer, a primera hora, me llamó por teléfono mi jefe, uno de ellos, el que tiene que ver con lo mío y no el administrativo. Me comenta que si estoy interesado en dar la sesión de un curso que se va a impartir en la agencia que la empresa que me quita la vida tiene para formar a los suyos, es decir, moi y al resto del personal, y que tiene que ver con una parte de lo nuestro y con tareas que hemos estado, y seguimos, haciendo estos últimos meses. Claro, entre que te coge de improviso y que te lo pide como un favor, a ver quien es el guapo que le dice: no, mira, es que estoy ocupado ... estoooooo ... verás, sí, es que tengo que salvar un planeta errante que ha caído en la órbita de una estrella gigante y ... bla bla bla.

Así que en un abrir y cerrar de ojos, y sin saber cómo de mi boca salieron las puñeteras palabras (sí, claro, porqué no), me vi colgando el teléfono y en un plas con dos correos electrónicos repletitos de material para el curso. Ah, bueno, sí, el detalle que faltaba. Es dentro de doce días. Vamos, con todo el tiempo del mundo para prepararlo. Y encima con lo que me apasiona hablar en público...

Que semanita me espera.








martes, 13 de abril de 2010

Pratchett TV

¿Eres fan de Terry Pratchett?


Pues que sepas que la cadena británica SkyTv ha hecho la adaptación de un libro de este autor
, Going Postal, el cual aún no se ha editado en español, y que trata de un condenado a muerte que es puesto al frente de la oficina de correos de Ankh-Morpork. ¿Quieres saber qué pinta tiene? Pues echa un vistazo.




Espero que hayan conservado el humor y la mala leche que suelen destilar sus libros. Creo que se estrena para mayo. Seguiremos informando.

Y de propina...


lunes, 12 de abril de 2010

It's over

Pues nada. Hasta aquí llegó. Se acabó lo bueno, como siempre. Hoy vuelvo al trabajo. Ya han pasado los once días de perreo absoluto, de salir de casa lo justito, de dormir, descansar y alguna que otra megasiesta.

Al menos la despedida de las vacaciones no estuvo mal. El viernes por la noche nos fuimos a ver, con Mokko y su marido, a Les ballets Trockadero de Monte Carlo. Impresionante, la verdad. Ver a trece hombres, algunos de ellos bastante altos, con mallas y tutú es divertido pero si encima hacen auténticas coreografías de ballet clásico pues te asombra más.

Aunque no lo parezca es una compañía fundada a mediados de los setenta con la intención de parodiar las formas tradicionales del ballet. Los momentos divertidos lo consiguen exagerando todo lo que conlleva la danza clásica: los accidentes, las incongruencias de algunas coreografías, las peleas entre divas... Y, a pesar de todo, no deja de ser ballet, porque al margen de la parodia, bailan, y bastante bien por cierto. Por ejemplo, en la primera parte escenifican El lago de los cisnes, parodiando los ballets clásicos rusos; mientras que en la segunda parte, entre otros números, parodian La muerte del cisne o Le grand pas de quatre, donde las divas del ballet quedan al descubierto. Los nombres de las "bailarinas" no dejaban lugar a dudas de su origen; allí estaban Yuri Smirnov, Katarina Bychkova, Vanya Verikosa, Irina Kolesterolikova, Nina Enimenimynimova, Vera Tchumpakova o Helen Highwaters, entre otras.



Esto es sólo una pequeña muestra.





viernes, 9 de abril de 2010

Doctores misteriosos

Me gustan las series inglesas. En su momento ya he comentado algunas como Misfits, Life on Mars o Los Tudor, y eso que no sigo más porque sencillamente el día sólo tiene veinticuatro horas. Pero me gusta su estilo, suele ser más sencillo, más creíble, más cercano al mundo real, aunque traten cualquier tema, incluído el de la ciencia ficción.

Estoy semienganchado a Doctor Who, una serie de culto inglesa de ciencia ficción. De culto y clásica porque comenzó a emitirse en 1963 y permaneció en antena hasta 1989, retomándose en 2005 y hasta la fecha, convirtiéndose en un referente en la televisión británica.


El Doctor es un personaje enigmático que es capaz de viajar en el tiempo y en el espacio mediante una nave espacial, la TARDIS, que tiene la forma exterior de una cabina de policía inglesa de los años cincuenta. Generalmente, suele ir acompañado de una o dos personas, que viajan con él (en la primera y segunda temporada de la nueva etapa es una chica llamada Rose Tyler, una antigua dependienta) teniendo constantes aventuras y enfrentamientos con los enemigos del Doctor. En la serie van desvelando, muuuuy poco a poco, detalles sobre quién es el Doctor, de dónde procede, sus aventuras anteriores, sus motivaciones, etc.

A lo largo de todo este tiempo, el personaje del Doctor ha sido interpretado por diez actores distintos (actualmente van por la sexta temporada, la cual se inicia con el undécimo Doctor), y estos cambios lo explican mediante la capacidad de regenerarse cuando siente que va a morir muy pronto.

Los distintos doctores, empezando por la esquina superior izquierda siguiendo las agujas del reloj

Hace algún tiempo que había leído y oído algo sobre ella pero nunca me había puesto en serio a verla. Hasta hace cosa de un mes, más o menos. Me bajé la primera temporada y prácticamente me la he visto en un par de semanas; tanto que casi he enganchado a T. también. Ahora vamos por la segunda temporada y ya tengo la tercera para ver, eso sí, procuro no pasarme para disfrutarlo más (aparte de las otras series que tengo por ver), de ahí lo de semienganchado.

Me gusta porque es bastante original, es ciencia ficción sí pero también es historia y aventuras. Un episodio estás en el año 5.000 millones en el futuro viendo como el Sol destruye la Tierra y al siguiente estás en el siglo XIX con Dickens resolviendo un misterio sobrenatural. Es verdad que la mayoría de las ambientaciones están situadas en el Reino Unido, lo cual es un alivio, que tanto Nueva York, Los Ángeles, Miami o San Francisco cansa un poco, pero no exclusivamente; por ejemplo, un episodio de la segunda temporada está ambientado en Francia. Por supuesto, tiene ese humor tan británico, donde casi siempre no sabes si están de coña o si dicen algo en serio; por ejemplo, el comienzo de esta etapa con una persecución de maniquíes.


Un punto a su favor es que los episodios no siempre son autoconclusivos, sino que la trama se desarrolla en dos episodios; o la aparición de personajes que ya lo hicieron en algún episodio anterior. O enlazar la historia de un episodio con la de otro acaecido anteriormente. De esta manera, la trama va incorporando historias nuevas pero con temas recurrentes, como los archienemigos del Doctor (sólo diré una palabra: EXTERMINAR). Además, las temporadas son cortitas; suelen iniciarse con un especial y luego trece episodios. Nada más, así que no hay excusa sobre el tiempo.

Tal vez la serie no sea tan espectacular ni cuente con grandes medios como puedan tener las americanas pero al menos es más coherente, en lugar de ofrecer muchos efectos especiales te explican porqué suceden ciertas cosas y otras no, como por ejemplo porqué la nave tiene la forma de la cabina de policía. En ese sentido no tiene nada que envidiar a las series americanas. Aunque no seas fan de la ciencia ficción puedes sentirte enganchado por el Doctor y sus viajes.

Si sientes curiosidad por saber más de la serie, pues aquí. Y si quieres ver la primera temporada por probar, pues aquí.




miércoles, 7 de abril de 2010

Bipolaridad

Ayer tuve un día bipolar. Eso o es que estaba emulando la clásica serie británica Arriba y abajo.

Me levanté bien, tempranito, con energía y con muchas ganas. Me fuí al gimnasio, sudé como un cochinillo y, a la salida, recuperé fuerzas con un desayuno. Pasé por el banco a hacer un ingreso, compré una lámpara para el coche que, por fin, pude poner en un periquete (y no como las otras, que me pegaba lo que no está escrito) y me disponía a volver a casa.

Entonces lo oí. Más bien lo volví a oir. Un pequeño tac-tac-tac en el coche que me lleva martirizando una temporada. La conciencia pudo más y me fui al taller donde había ido el año pasado. Como no estaba el mecánico lo dejé, me dí un paseo con mi libro hasta una cafetería y me tomé un té mientras esperaba. El hombre me confirmó algo que sabía, había una fisura o algo suelto, y entonces me acordé que era lo mismo que me habían dicho cuando en octubre le cambié el tubo de escape. Así que lo llevé al mismo taller y mientras comenzaba a revisar ya me advertía que podía ser una junta suelta o el colector. "Que sea una junta suelta, que sea una junta suelta". Pues no. El colector. Que no hace falta decir que es más caro. "Que no pase de, que no pase...". Pues tampoco, que me llamaron al mediodía para decirme que salía doscientos y pico largos de leuros. Y me entró la bajona. Que así a ver quien puede ahorrar unos euros. Y es que el lunes ya me había gastado unas perras en el cambio de aceite y de bujías. Eso sí, puedo ahorrarme el igic (el equivalente al iva) si no pido factura y pagando en cash (como diría la Lomana). Y ahí que estuve meditando unos minutillos porque, así como quien dice, son como trece euros. Pero va a ser que no, prefiero la fractura. Por si acaso. Que recuerdo muy bien la ley de Murphy...

Así que ahora, mientras sale este post, estaré saliendo del gimnasio para llevar mi coche al taller. Disculparán que no comente hasta dentro de unas horillas ¿no?



Pensaba hablar de la furia descafeinada del remake de Furia de titanes. Un auténtico truño, sin gracia, sin alma, sin nada de nada y aún menos con carne a la que echarle el ojo, al menos, con lo que se confirman los peores presagios. Pero Mocho lo ha descrito mejor de lo que podría hacerlo. Menos mal que no fuimos a verla en 3D, habría sido realmente doloroso.


martes, 6 de abril de 2010

Futuros paranoicos

Como decía el miércoles, esta Semana Santa iba a ser de perreo absoluto. He estado cuatro días prácticamente de Rodríguez (el pobre T. trabajó toda la semana hasta el sábado), levantándome cuando el cuerpo decía hasta aquí y viendo mis series y pelis con gusto, tumbado en el sillón y con un edredón. Además, el tiempo acompañaba porque parecía que había vuelto el invierno y se ha metido un frío que te cagas; eso o que los curitas echaron sus maldiciones para que nadie se fuese a la playa. Cosa bastante probable. Únicamente salí el viernes al cine a ver Furia de titanes y el sábado a casa de un colega a echar una partidita; el domingo ni T. quiso salir, quedamos con unos amigos en casa por la tarde para un chocolate con churros y a descansar.

Me terminé la primera temporada de Caprica, y con buen sabor de boca. Cuando hace un año se empezó a correr la noticia de que harían un spin-off de Battlestar Galactica, no sabía por donde iban a salir y qué podían contar, hasta que dijeron que sería una precuela ambientada cincuenta y ocho años antes de Galactica.

La duda de siempre es saber si estará a la altura de su predecesora o si, incluso, la superará. Pues bien, creo que es tan buena como Galactica. Lo mejor es que es un futuro que puede ser perfectamente el nuestro, es un futuro posible (salvando ciertas distancias) y eso es lo que te da un poco de pavor. También encontramos las luchas empresariales, las investigaciones sobre inteligencia artificial, el terrorismo religioso, las redes virtuales, etc. Eso sí, a diferencia de su antecesora, en Caprica apenas hay escenas de acción ni batallas espaciales, lo que no quita para que te mantenga en tensión en determinados momentos. Me gusta la ambientación, que mezcla los años cincuenta (esos sombreros, esos trajes) con la más avanzada tecnología. Todo ello rodeado de tufillos pseudoreligiosos que enlazan directamente con Galactica. Y que no se limita a seguir la estela de la serie original sino que cuente con sus propias señas de identidad.

Básicamente es la historia de dos familias que harán historia en Galactica: los Graystone, dueños de una empresa gigantesca dedicada al desarrollo tecnológico, y los Adama, unos emigrantes procedentes de Tauron cuyo cabeza de familia es abogado. Ambas unidas por la desgracia y, luego, por algo más. El personaje que más me gusta es Daniel Graystone, un científico que lucha por conseguir lo que más desea; en cambio, el que menos me gusta es el de su mujer, Amanda, que me parece cargante y siempre llorando, aunque pueda tener su justificación en la trama. Veremos. La parte de la familia Adama (que me recuerda a una familia italiana) me parece que está un poco desaprovechada, hay personajes que no están totalmente explotados y se centra básicamente en Joseph Adama, el padre.

Recomendable si te gusta la ciencia ficción posibilista y que no se limita a la space opera.



Entre el sábado y el domingo, pero sobre todo este último, nos pegamos una maratón viendo la miniserie "
The prisoner".

Está basada en una serie británica de culto de finales de los sesenta, cancelada antes de tiempo. Para quien no lo sepa, narra
como un hombre aparece en un desierto y llega a The village, un pueblo en el que las personas se nombran por números (el protagonista es Seis) y en el que parece que vive aunque no recuerda nada, además controlado por Dos. A partir de ahí intentará escapar y volver a lo que él considera su realidad.

Aspectos positivos: la paranoia, la mezcla entre realidad y ficción, parece todo salido de una novela de Philip K. Dick y, sobre todo, Ian McKellen, qué gran actor, una mirada por aquí, un silencio por allá y todo enigma. También me gustó la ambientación en plan años cincuenta, el pueblo parece la típica urbanización residencial de esa época.


Aspectos no tan positivos: una pobre resolución, creo que se liaron tanto que no supieron acabar satisfactoriamente, o al menos explicarlo. Eso o es que soy un tonto, que también es posible. Además, me parece que está extendida en exceso, hay partes que sobran; con un doble episodio podía haber salido perfectamente. Y, sobre todo, un error de casting monumental: el protagonista. Jim Caviezel es, para mí, un mal actor y encima un gafe; proyecto en el que sale o se embarca, sale malparado. No se qué le han visto a ese tipo, siempre con la misma cara de pena o estreñido.



viernes, 2 de abril de 2010

Destripando... El escritor

El miércoles por la tarde aproveché para ir a ver la última película de Polanski: El escritor, aunque me gusta más su título original, The ghost writer.

En ella Ewan McGregor interpreta a un escritor de segunda categoría al que le encargan rehacer (de ahí el título original, equivalente al de negro literario en España) en un tiempo record las memorias del ex-Primer ministro británico Adam Lang (Pierce Brosnan), el cual se halla viviendo en una isla en la costa atlántica de Estados Unidos. Poco a poco va entrando en una historia llena de ramificaciones inesperadas al tiempo que el político es acusado de crímenes de guerra. Y no cuento más para no spoilerear mucho.

Polanski sigue teniendo una buena mano a la hora de dirigir y se nota. Un thriller a la manera clásica, sin efectos especiales ni bruscos movimientos de cámara, como es habitual ahora, ni situaciones increíbles de acción. Al contrario, todo se basa en una atmósfera opresiva, ya que casi toda la historia se desarrolla en la isla y sus alrededores, la cual se agudiza con una estupenda fotografía, donde los colores son apagados casi mates y con la presencia constante de cielos plomizos, lluvia y bosques típicos de Nueva Inglaterra. Tanto la historia como la ambientación me recuerda mucho a Frenético, una persona corriente que se coloca al borde del peligro sin saber en qué consiste éste. Lo que más me gustó es que no hay concesiones de ningún tipo, y si ven la película ya verán a qué refiero. Además, no hay giros inesperados ni información oculta, el espectador va averiguando la verdad al mismo tiempo que el escritor.

Los actores principales están bastante bien, sobre todo Ewan McGregor como el escritor que se va metiendo poco a poco en un nido de avispas sin saberlo. A ellos hay que añadir Tom Wilkinson como un inquietante profesor universitario, Kim Catrall que hace de secretaria devota de Pierce Brosnan y Olivia Williams como la esposa de Adam Lang que parece saber más de lo que aparenta. Aunque se basa en una novela de Robert Harris, en la película no puedes dejar de pensar en cierto político británico que se retiró hace unos años.

Uno de los elementos que acentúan esa atmósfera inquietante es la estupenda banda sonora de Alexander Desplat. Un tema central potente y unos cortes maravillosos.








Altamente recomendable y si quieres saber más, pues aquí tienes el trailer.