jueves, 29 de abril de 2010

Música para el Doctor

¿Dos postas seguidas hablando de Doctor Who? Pues sí, es lo que tiene el ponerse a comentar y divagar cuando en realidad quería hablar de algo más concreto. Una de los aspectos que más me sorprendieron cuando estaba viendo la serie es la música compuesta para ella. Generalmente, las series no suelen contar con un score, o banda sonora, propia; lo habitual es un tema de presentación y algo de música que sale en los episodios, principalmente canciones. Salvo contadas excepciones, claro, como la música que lleva componiendo Michael Giacchino para Perdidos o la que realizó Bear McCreary para Battlestar Galactica, por poner un par de ejemplos.

La música de Doctor Who corre a cargo de Murray Gold, un compositor que se ha encargado de poner el trasfondo musical y que ha transformado la sintonía clásica de la serie y la ha modernizado, si eso es posible. Gold emplea, sobre todo, una instrumentación clásica en la mayor parte de la banda sonora pero a ello le añade con gran habilidad tanto instrumentos electrónicos como otros propios de la música actual (baterías, guitarra eléctrica, etc) creando una mescolanza que sorprende por la vitalidad y energía que desprende. Además, suele usar voces para acentuar algunos temas, tanto en solitario como grandes coros. Como recurso, Gold utiliza con frecuencia el leitmotiv, es decir, cada personaje tiene un tema que lo identifica y cuando éste aparece suena dicho tema para apuntalar su presencia en la pantalla, por eso hay cortes que se oyen con frecuencia en diversos episodios, fundamentalmente en las dos primeras temporadas.

Como no puede ser de otra forma, el personaje principal, el Doctor, tiene su tema: misterioso, sencillo y con una voz que casi es un murmullo, que muestra la soledad del Doctor con un deje de tristeza. En la cuarta temporada, Gold lo transformó y lo readaptó dándole una vertiente más grandiosa y épica pero sin estar exenta de aquella sensación de soledad y tristeza que tiene el tema base.






Al igual que el Doctor, sus compañeras tienen un tema propio. El de Rose ya lo puse en el primer post pero lo pongo igualmente, porque me gusta y yo lo valgo. Tanto el de ella como el de Martha Jones son temas cuasi románticos, tranquilos, pero casi sin alegría, muy melancólicos, como si se intuyese el destino de su relación con el Doctor. Por contra, el tema de Donna Noble es dinámico, alegre, extrovertido, como ella misma y contrasta mucho con el de las otras compañeras. Están en el mismo orden de su aparición: Rose, Martha y Donna.








Gold no se limita a presentar a los personajes más importantes, incluso los secundarios son merecedores de su tema. En concreto, me voy a centrar en dos, que aunque aparecen poco tienen su peso en la historia del Doctor. Por un lado, qué mejor que un vals para la última humana que puede ser considerada así, Cassandra, y que nos deja ver uno de los momentos más divertidos del Doctor. Y, por otro lado, un secundario misterioso, El rostro de Boe, del que se sabe poco y que habla aún menos pero lo que dice siempre es importante. Aparte de que en un momento dado se especula sobre el origen de este alienígena.


Por supuesto, los villanos también tienen un tema propio. Aquí quiero destacar a los Dalek, que siempre aparecen a lo grande, un tema potente con coros y una buena orquestación. Como debe ser, para algo son los archienemigos del Doctor.



Pero como decía en el post anterior, Doctor Who es una serie de ciencia ficción, de aventuras a través del tiempo y el espacio. Y es lógico que muchos de los cortes sean animados, vibrantes. Como referencia aquí vienen dos: el primero tiene el nombre apropiado de New adventures y pertenece a las dos primeras temporadas mientras que el segundo Corridors and fire escape es el corte de correr y escapar de la cuarta temporada. Son breves pero intensos, adrenalínicos y que reflejan muy bien la sensación aventurera de la serie.






Uno de los puntos fuertes de Murray Gold es la capacidad de ambientar momentos muy diversos, escenas divertidas, escenas cotidianas, escenas de tensión. El dúo de episodios de la tercera temporada, Human nature y The Family of Blood, tienen parte de la música más variada. Aquí va una muestra; el primer corte, Only Martha knows, empieza como si narrase un día cotidiano para irse convirtiendo en algo más serio mientras que el segundo refleja un anhelo del Doctor, lo que podría haber sido y nunca será.






Uno de los cortes musicales que me dejan con un nudo en el estómago cada vez que lo escucho es el que describe el triste destino de Donna, que además se titula así, The rueful fate of Donna Noble.




Esto es lo que convierte a esta banda sonora en magnífica. Cierras los ojos, la escuchas y te transporta a los momentos, a las situaciones que describe, a las emociones que suscita, las agita y te hace revivir esos buenos y "malos" momentos (con el Doctor nunca son malos). Si consigue eso no hay más que decir. Podría poner muchos cortes más, el tema de los Slitheen que aparecen en la primera temporada, la bossa compuesta para los monstruos, el tema de Gallifrey, planeta del Doctor, el de Silencio en la biblioteca (con una atmósfera entre mágica y misteriosa) o la constante necesidad de salvar el mundo (permanentemente diría yo). Por no hablar de las canciones que aparecen en los episodios, bien como fondo o como parte importante. Así que voy a acabar con un tema corto pero que nos lleva a un final sorprendente.




Como apunte final señalar que se han editado tres cds que recoge toda la música compuesta por Murray Gold. El primero abarca las temporadas uno y dos mientras que los otros ocupan la tercera y cuarta respectivamente. Para quien esté interesado.

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