viernes, 30 de julio de 2010

Kate & Lisa

Aprovechando que tenía que ir al MariMar para comprar el regalo de un amigo, ayer por la tarde me agencié un estupendo pack de películas de Katharine Hepburn por un precio más que estupendo.


En concreto, éste mismito de la imagen. Las películas no son clásicas, no, son clasicazos. De ellas he visto tres: La fiera de mi niña, María Estuardo y La reina de África. Sólo por estas tres ya merece lo que costó. De las otras tengo curiosidad por verlas, La gran aventura de Silvia y Faldas de acero, que es una comedia con influencias de Ninotchka. Siempre me ha atraído esta mujer y he disfrutado con sus películas, tanto el bloque de las que hizo con Spencer Tracy como con el resto. Me gusta ese aire de mujer dura, autosuficiente, moderna, aunque luego se enamorase de un tipo mayor que ella, casado y encima católico, con el que vivió en pecado durante veintipico años porque el señorito no quería divorciarse por sus creencias religiosas. Ya sólo falta buscar el tiempo para verlas.




Ahora, a petición de Grace:


Tenía una Lisa Simpson más grande que T. pilló en una promoción de unos cines en la época que se estrenó la película. Pero se le estropeó la ventosa y un día desapareció del coche. Cómo me entere quien se la llevó...


miércoles, 28 de julio de 2010

Prevacacional

Llevo unos días tonto. Pero tonto tonto. Apático, desganado, tonteando en mi casa y con ganas de no hacer nada. Así que el lunes por la tarde tomé dos decisiones.

La primera fue la de dejar de ir al gimnasio. Este mes apenas he ido unas cuantas veces, entre el verano de principios de mes, la migraña de la semana pasada y cualquier excusa que se me ponía por delante para no ir. Tenía intenciones de continuar toda esta semana pero, visto que el lunes según sonó el despertador lo apagué, me dí la vuelta y seguí durmiendo media hora más, estaba claro que mi cuerpo ya no está para nada que no sea comer. Si hablase en clave seriéfila diría que esta temporada ha terminado con más pena que gloria pero que la cadena ha decidido renovarla por lo que el gimnasio volverá, en octubre o noviembre, que aún no lo tengo claro. Todo dependerá de si en estos dos meses acabo como una ballena, león marino o similar o, por el contrario, me mantengo en condiciones aceptables.


En octubre tengo un congreso, uno que se celebra aquí cada dos años, y como soy así de masoquista pues presenté una comunicación al mismo. Bueno, el título, el resumen amplio y el abstract. Como era previsible, me la admitieron. Y ahora tengo que sentarme a escribir. En realidad, no es tan complicado. Lo tengo todo: la documentación, los datos estructurados, la bibliografía, la mesa, el ordenador. Se trata exclusivamente de sentarse, quemar unas cuantas neuronas y escribir algo decente. Lo que no tengo son ganas de ponerme a ello, con decir que son aún menores que las de ir al gimnasio y encima LA neurona ha dicho que nones, que para quemarse en verano ya están las terracitas, la playa o callejear. Así que decidí posponerlo para septiembre a ver si con la presión de la inminencia del congreso me pongo en serio.

Asi que puedo decir que prácticamente estoy en modo prevacacional. Salvo ir al trabajo a currar estoy en modo off, totalmente off. Bueno, eso y cuidar de la granja caralibrera; pero hasta eso me da una pereza...




lunes, 26 de julio de 2010

The Tudors o Enrique VIII on the top

Los Tudor son una dinastía inglesa surgida de la guerra civil llamada de las Dos Rosas y que gobernó en Inglaterra desde 1485 hasta 1603. Durante ese período de algo más de un siglo, reinaron tres reyes y dos reinas, pero los más conocidos de ellos son Enrique VIII e Isabel I, sobre todo la segunda que reinó durante cuarenta y cinco años y colocó a Inglaterra nuevamente en la política europea.


La cadena americana Showtime comenzó a emitir una serie hace tres años que, bajo el nombre de esa misma dinastía, The Tudors, se centraba en la mayor parte del reinado de Enrique VIII. La acción comienza a finales de la década de 1510 cuando Enrique VIII ya deja de entenderse con Catalina de Aragón, planteándose el divorcio, y acaba con la muerte de este monarca en 1547. En medio, cuatro temporadas y 38 episodios llenos de violencia, sexo, intrigas cortesanas, nuevas religiones, diplomacia europea, guerra, amoríos y demás. En realidad, más que Los Tudor debería haberse llamado Vida y milagros de Enrique VIII o algo así, sobre todo porque la dinastía fue mucho más que este rey.

Más de una vez he comentado lo que me parece, por lo que no voy a ahondar en ello. Sí que me ha gustado la ambientación, todos los aspectos técnicos e incluso la mayor parte del casting. Hay notables desviaciones de los hechos históricos (están muy bien detallados en el enlace de The Tudors que se encuentra arriba) pero entiendo que muchos lo son en favor de una mayor dramatización de la serie, aunque en otras ocasiones pueden descuadrar bastante. Uno que siempre me chocó fue el hecho de que Enrique VIII pareciese un jovenzuelo imberbe en la primera temporada, y lo era porque sólo tenía unos 28 años, mientras que Catalina de Aragón parecía su madre, cuando sólo le llevaba seis años de edad.


Hace un par de semanas me terminé la cuarta y última temporada, centrada en los años finales del reinado. Me gustó más que las temporadas anteriores, en especial la segunda. Básicamente porque se centra en cuestiones más diplomáticas, religiosas y mucha intriga cortesana en torno a la sucesión del rey. Incluso en torno a la familia y sus hijas; me gustó el último episodio y la vuelta de los fantasmas pasados de sus esposas muertas reprochándole sus actos. Una cosa que me ha quedado claro es que Enrique VIII fue un rey que sin llegar a ser absolutista, en el término que como tal se desarrolló un siglo más tarde, fue muy autoritario. El hecho que lo demuestra es su capacidad de crear una nueva religión sólo para poder divorciarse de su primera mujer. Su palabra es la ley y eso lo convierte en un rey peligroso. porque a ver quien le lleva la contraria. Entre eso y su obsesión por tener un sucesor varón le lleva a realizar todo tipo de hechos, algunos abominables como liquidar a algunos de sus amigos y ayudantes. En este sentido, a lo largo de la serie se puede ver el contraste en la evolución del carácter del monarca y la del que era su mejor amigo, el conde de Suffolk (un merendabilisimo Henry Cavill); mientras el primero permanece casi igual, el segundo va adquiriendo conciencia de la relevancia de su puesto y se hace más serio y consecuente. Además, es el único caso de un monarca que conozco en el que reinaron los tres hijos que tuvo, en su caso su hijo y las dos hijas.

Lo mejor de estas series históricas, al menos en mi caso, es que si te gustan y te pican el gusanillo pueden llevar a interesar al personal por el período histórico que tratan. En más de una, y de dos y de diez, ocasiones he buscado información sobre tal o cual personaje que sale en la serie. Ahora estoy en la búsqueda de una biografía de Enrique VIII o un estudio del período Tudor para refrescar mi memoria sobre esta época.

Te gustará si te atrae la Historia, desde la alta política a los amoríos, amantes e intrigas cortesanas y no te importa saber cómo acaba. Si es así, aprovecha que TVE está comenzando a emitir la serie en tandas de dos episodios por sesión. No te gustará si lo que has leído hasta aquí te parece un soberano aburrimiento.






viernes, 23 de julio de 2010

Descanso

Tengo un batiburrillo en la cabeza. Pensaba hablar de los enanos de La Palma. O de cómo voy haciendo mis deberes veraniegos. O cómo hoy me ha despertado el sonido de la lluvia. Pero como me decía mi madre de pequeño: "Estás más guapo callado".

Así que hoy toca un poco de silencio.








jueves, 22 de julio de 2010

Avances

Si han pasado más de una vez por aquí se habrán dado cuenta, y si no se lo comento ya, que me gusta todo lo que tenga que ver con la animación. Desde pequeño. Me chiflaban los dibujos de la Warner y cualquier cosa que se pareciese vagamente a una película de dibujos animados. Ya de mayor empiezas a seleccionar y a disfrutar más de otro tipo de animación. Que no se preocupen que no voy a entrar en detalle porque sería largo de contar.

Desde hace unos cuantos años, la animación tradicional ha dado paso a la realizada por ordenador y en este ámbito para mí, hoy por hoy, hay una clara dominante: Pixar. Soy un fan suyo y, aunque me gustan más unas que otras, hay que reconocerles que han mantenido un estilo propio y el listón muy alto. Este verano hay una cita ineludible. Los fans ya se imaginan cuál es. Pero por si acaso...




Y de propina.




martes, 20 de julio de 2010

Universos paralelos

Hay universos paralelos, o alternativos, o como quieran llamarlos que uno desconoce en una feliz y bendita ignorancia. Hasta que te tropiezas con ellos por casualidad, y cual agujero negro te absorben hacia su realidad hasta destrozarte por completo.


Tomemos por ejemplo el que yo llamo Universo B. Lo conocí hace unos tres o cuatro años (mi memoria ha intentado borrar el fatídico día) cuando una persona humana que no llegaba a mi cintura se acercó y con una inocencia impropia de su edad te larga: "¿Conoces Barbie en Fairytopía?". Y así, sin aviso, sin anestesia y sin ninguna piedad te sumerge en el Universo Barbie y te empieza a contar todas sus aventuras, todas, y cuando digo todas digo TO-DAS, sus películas. Que no son una, ni dos, ni tres. Que la jodida muñeca tiene quince, sí QUINCE, películas. Joder, ni Orson Welles. Que si Barbie y el Cascanueces, que si Barbie Rapunzel, Barbie y las doce princesas bailarinas... Y lo peor no es que sean quince, no, para nada. Y sí, hay algo peor que su imaginación está intentando descubrir y no se si será capaz de asimilar. En ellas la muñeca de marras se dedica a bailar y a cantar. Vamos, el Apocalipsis.


Este es sólo uno de los universos, que conste. Ya he pasado por el Universo Pocoyo, mucho más amable, más tolerable y que ya ha quedado en la distancia. Pero ahora estamos en plena efervescencia del Universo Patito Feo, una especie de Betty la fea en versión infantil, y del que podría haber sido el más terrible si no fuese porque ha implosionado y está a punto de desaparecer en breve: el Universo Hannah Montana. Loado sea el Sumo Hacedor, una pizca de piedad...

Es lo que te pasa cuando tienes dos sobrinas de siete y cinco años. Llevo un par de días mirando y remirando algo para el cumpleaños de la más pequeña que es hoy y estoy hasta los mismísimos de toda la parafernalia. ¿Por qué mi hermana no tendría varones? Con lo fácil que sería todo, unas pelis de Star Wars por aquí, unas de Star Trek por allá, unos muñecos de Burton y estarían a salvo. Voy a tener que idear un plan de rescate, mis sobrinas están a punto de caer en el lado Oscuro de la Fuerza. Porque aún no les he hablado del Universo P. ¿verdad? ... Sólo diré su nombre: Universo Princesas. ¿Cómo te has quedado?

Necesito despejar la neurona...





lunes, 19 de julio de 2010

Gran hermano

Esta isla en la que vivo no es Formentera pero tampoco llega a la categoría de Australia o Borneo, en lo que se refiere a tamaño. A pesar de que la población puede estar sobre los ochocientos y pico mil habitantes, en ocasiones es difícil mantener el anonimato y siento que me hallo en un gigantesco plató de Gran Hermano. Y no es por mi belleza natural estilo Clooney ni por ese cuerpo apolíneo ni el reflejo de esas canillas que me acompañan desde hace mucho. No, la culpa la tiene mi coche.

No tengo el batmovil ni un bólido capaz de participar en la carrera de los autos locos, sino un coche de lo más normal, un peugeot 206, pero que tiene un color inusual. No es de los habituales en este modelo, como pueden ser el gris plateado, blanco, negro o, incluso, el rojo. No señor, el mío es azul pero uno que se se le conoce como azul santo. Cuando me enteré hace un par de años en un revisión en los talleres la carcajada que solté se tuvo que oir hasta en mi casa. Que apropiado...


En toda la isla creo que tengo controlados como cuatro coches más del mismo modelo e idéntico color (encima, uno de ellos en el mismo pueblo). Así que es fácil que te tengan controlado. Si encima tienes una pequeña Lisa Simpson colgada del espejo retrovisor, identificarte ya es un ejercicio que puede hacer hasta un chimpancé amaestrado. Por eso no es raro que de vez en cuando me venga alguien diciéndome que estuve en tal o cual zona el día X porque habían visto mi coche por allí.

La última prueba la tuve el jueves pasado. Me fui a comer con unos amigos a un barrio costero justo a la entrada de la ciudad. Barrio de donde es mi cuñado. Así que cuando estaba terminando la sobremesa me llamó mi hermana para comentarme si estaba por allí (sí, mi cuñado había visto el coche) porque ella se encontraba en ese momento en la plaza. Me asomé a la ventana y allí estaba, con una playa de por medio y viéndola a lo lejos. Cuando acabé de comer ya sí que me fui a saludarla y ver a mis sobrinas. Después de eso estoy pensando que para el próximo coche o me decanto por la discreción absoluta o ya me lanzo totalmente y me pillo lo más llamativo que encuentre. Total, siempre vas a estar vigilado...





viernes, 16 de julio de 2010

Casado

Nos conocemos desde hace casi veintiseis años. Cumplimos años casi a la vez aunque el acento malagueño que tenía al principio ya señalaba que no nació aquí (lo que me encantaba oir a su madre llamarlo con ese acentillo por el teléfono). Hicimos juntos el bachillerato, salvo ese año que le dio por hacer ciencias puras cuando ya sabíamos que las matemáticas, la física, la química y demás no era lo suyo. Nos descojonábamos de Isidro, el profesor de gimnasia, y le cabreamos aquel día cuando nos quedamos con un par de colegas en el gimnasio y cogimos las barras de las espalderas para usarlas en plan jedi de la "guerra de las galaxias" y nos las cargamos todas todas. O hacer picadillo de papel y tirarlo al patio de recreo desde el cuarto piso cuando se reunían todos los alumnos para escuchar al líder jefe de estudios.

Cuando terminamos, seguimos siendo amigos, jugando nuestras partidas de rol, viendo esos hits de acción como Cyborg (con un Van Damme en pleno apogeo, jejeje), la saga de La jungla de cristal, Rambo (cómo nos reímos con aquellos soldados empujando al final de la cola del cine, la mujer sin zapato, el cabreo del marido), o cualquier cosa en la que saliese Schwarzenburger, Stallator y similares; yendo a patear por los caminos reales de esta cagada de isla o de acampada en la cumbre, como aquella que hicimos en pleno octubre con un frío espantoso.

Su habitación en la casa de sus padres era como un agujero negro porque cualquier cosa que entraba allí tenía una altísima probabilidad de transportarse a otro universo porque no volvía a aparecer. Por eso, si le prestábamos algo los colegas estábamos pendiente cada vez que íbamos a su casa de que estuviese visible y localizable. Despistado hasta la médula. Impuntual hasta hacerte sacar de tus casillas y obligar a sus amigos a citarlo media hora antes que al resto (y aún así no era el primero). Capaz de llegar tarde al cine, aunque fuésemos al que estaba a una manzana de su casa.

Un año antes de que conociese a T. empezó a salir con una chica y hasta la fecha. Hoy se casa con su mujer, pero es un simple formulismo porque llevan viviendo juntos desde hace cinco años y tienen una chiquilla de cuatro años. Aún así, y aunque no lo vaya a leer porque desconoce la existencia de este blog (al menos que yo sepa, claro), ¡Muchas Felicidades JC!

Y como es un friki, igualico que el que escribe...




miércoles, 14 de julio de 2010

Conspiraciones

Conspiraciones por doquier. Me hallo rodeado de conspiradores. Ahora sé lo que sentía Paca la culona cuando veía contubernios judeomasonicos comunistas por todos lados.

Estoy en pleno plan de choque veraniego con la sana intención de bajar un par de kilos o, al menos, intentar mantenerme como estoy, que ya cuesta. El motivo: a finales de agosto nos vamos con unos amigos a Galicia. El novio de una muy buena amiga tiene casa allí y los dos se van de vacaciones, y nos han invitado así que nos iremos ocho días para visitar una zona de la península que aún no conocemos. A ver. Relacionen. Galicia - Marisco - Pescado - Vinos - Tour gastronómico. Obviamente, el plan de choque es para prever las consecuencias de lo que nos espera: comer como descosidos, ponernos morados y, aún así, intentar no volver convertidos en auténticas morsas marinas.

Ahora bien. Alguien, alguienes o algo en este universo se han conjurado para impedirlo. Si no uno no se explica como es que ayer tuve una cena en casa de una amiga que nos invitó para celebrar que había acabado las oposiciones de secundaria (y que suelen ser de esas que acabas sudando), mañana jueves tengo un almuerzo con unas amigas y el viernes la boda de un buen amigo con la posterior cena. Cualquiera que me conozca mínimamente sabe que, ante la comida, tengo la misma voluntad que el Charlton Heston tenía de dejar sus armas. Ninguna. Nula. Que me pierdo y me pirro por cualquier cosa comestible y si encima vienen en forma de galletas y demás tentaciones de esas más aún.

Joder, que mesecito me espera...


martes, 13 de julio de 2010

Calor

Hace calor. Mucho calor.

Donde trabajo se está aceptablemente bien, nada como estar al lado del mar y tener un poco de fresquito marino a pesar del calorazo. Pero lo malo de vivir en un pueblo del interior, que encima está en un valle es que no corre nada de aire y hace más calor. Y para más ensañamiento vivo en la última planta, con lo que por la tarde-noche mi casa se parece a un gigantesco microondas donde sólo te falta la manzana en la boca para estar en tu jugo. Por su culpa culpita, llevo dos noches que apenas duermo tres o cuatro horas seguidas. Este año ya me pilla mal pero el que viene le pienso poner remedio porque esto es cada vez peor.

Para soportarlo solo llevo puesto lo imprescindible, y a veces ni eso, tal cual mi madre me trajo al mundo. No se si es peor el remedio que la enfermedad porque me paso la tarde intentando no quedarme pegado al sofá y esquivando los sobeteos de T., que con el calor no apetece nada de nada y menos aún sentir el calor de otra piel aunque sea el de la persona que quieras. Bueno, si hubiese una piscina cerca...

Algo refrescante.



lunes, 12 de julio de 2010

Perreo

Mi vida se está convirtiendo en insulsa y nada emocionante. El ejemplo más claro, este fin de semana. El viernes por la noche llegué cansado después de tres días de trabajo matinal y curso vespertino. Así que el sábado me dediqué a limpiar con tranquilidad y casi casi como el criado de Una jaula de grillos. Y el resto del fin de semana a perrear que además con estos calores no apetece nada.

Lo más emocionante que pasó creo que fue el sábado por la tarde cuando nos fuimos a las Canteras con D. y nos tomamos unas cervecitas mirando los maromazos que salían de la playa, hacían ejercicio o simplemente paseaban. Ah, bueno. Y también el partido de ayer, claro. ¡Qué cabrones los holandeses! Para mí que se equivocaron y pensaban que estaban en un campeonato de kickboxing, kung fu o algo parecido porque las patadas que pegaban, incluyendo una al pecho de ese cacho buenorro llamado Xabi Alonso que parecía Van Damme. El tercer duque de Alba, que por otro lado fue un gran cabronazo, debe estar disfrutando en su tumba.

Ya que he hablado de Una jaula de grillos (aunque me gusta más la original francesa La jaula de las locas), ahí va algo de música.


viernes, 9 de julio de 2010

Arrancando

Acabo de llegar al trabajo arrastrándome. Literalmente. Casi como el pulpo Paul. El binomio trabajo por la mañana + curso en Maspalomas por la tarde me está dejando para que me recojan con una pala y me lleven a la basura directamente. A pesar del interludio playero de ayer (y de hoy, vamos). Siempre digo que ya estoy mayor para estas cosas pero al final, como un politoxi confeso que soy, acabo enganchándome de nuevo y me apunto a lo que salga de lo mío. Al menos el curso está bastante bien, sorprendentemente.

La culpa no la tiene sólo el curso. Ayer pude presentar, por fin, los papeles para el concurso de méritos. La compañera del registro se tuvo que acordar de toda mi familia por tener que cotejar todos los cursos y titulaciones que presentaba. Me da igual, que me pase el martes rellenando formularios por Internet para lo mismo.

Así que disculpen esta brevedad y concisión pero mi neurona a estas horas aún está arrancando el disco duro. Y no se si llegaremos a tener el 100% de operatividad a lo largo de la mañana.




Y de propina...


miércoles, 7 de julio de 2010

Escenas familiares

La mayoría de las veces cuando te sucede algo bueno, la gente piensa y/o dice: "Que suerte tienes". Y en algún momento puede ser cierto porque el azar es un pelín caprichoso. Pero en la mayoría de los casos pienso que la suerte hay que currársela, incluso en esos casos en los que estás en el momento adecuado, en el lugar adecuado y con las personas adecuadas.

Algo así le pasó ayer a T. Llevaba desde el lunes mosqueado y enfadado porque sabía que la nota de SU examen, el que realmente importa, estaba lista desde el viernes y no la habían publicado. Al final salió ayer y quedó en un muy buen puesto, el segundo, por encima (por poco pero encima) de sus competidoras más directas. Así que cuando lo fui a recoger estaba como los palomos, que van con el pecho hinchado, y muy contento. Cuando vi la nota en el trabajo me alegré como si el que hubiese aprobado fuese yo, porque se que lleva unos meses estudiando con ganas y las últimas semanas han sido de mucho agobio y puro nervio. Y no ha sido suerte sino fruto de un esfuerzo, de no salir en la semana del Orgullo, de ir a la biblioteca a estudiar casi todo el día, aunque la gente piense que sea así. Sé que solo es el primer examen, aún queda el práctico, pero te da una moral para seguir que ni con otra cosa.




En otro orden de cosas, mi sospecha de que soy un poco masoquista se va confirmando. En lugar de disfrutar del verano, de ir a mis terracitas habituales copadas por futboleros cuatrianuales, de prepararme para el calor y la calima que se avecina, no se me ocurre otra cosa que apuntarme a un curso de verano. Así que desde hoy hasta el viernes tengo un curso por las tardes en Maspalomas, y en lugar de ir a la playa toca escuchar e intentar aprender algo nuevo. Aunque pensándolo un poco... mmm, creo que antes del curso puedo echarme una escapada breve y darme un chapuzón. Tengo que calcularlo y hablarlo con la compañera con la que bajo al curso. Todo sea por unas decimitas para el próximo concurso de méritos.


lunes, 5 de julio de 2010

Destripando... M.

No se preocupen, que no se trata de M., el pobre. Sino de M. (conocida en España como M., el vampiro de Dusseldorf), una película alemana de comienzos de los años 30 del pasado siglo.

El lugar donde trabajo se halla justo al lado de la Biblioteca Pública del Estado en esta ciudad, de hecho veo el edificio (más bien la sombra por culpa de los cristales translúcidos) desde mi oficina, lo que supone una constante tentación en busca de material, ya sea libros, cómics, películas, etc. En una de esas visitas hace cosa de un mes y medio me encontré un cómic, que luego me llevé a casa, que adaptaba esta película a ese formato y, tras leerlo, me entraron ganas de volver a verla. Este fin de semana por fin pude encontrar un hueco para verla con tranquilidad.

La película cuenta la historia de un asesino de niñas en una ciudad alemana (aunque el título mencione Dusseldorf parece más bien Berlin). En el inicio ya vemos que ha matado a varios de ellos y la población está bastante psicótica con el tema. La policía se encuentra desbordada porque no tiene pistas sobre quien puede ser y realiza redadas en los bajos fondos para ver si halla algo. Esto preocupa a los jefes del crimen organizado por la ruina que supone para el negocio, por lo que deciden buscar ellos mismos al asesino y darle caza para luego juzgarlo. Y hasta aquí cuento para no destriparlo todo.


Es de esas películas que podrían poner el subtítulo de "basada en hechos reales" porque lo es pero la calidad es infinitamente superior que las ¿películas? de este tono (de hecho, se basa en el caso de Peter Kurten, conocido como el "vampiro de Dusseldorf", de ahí el subtítulo en español aunque en la película no haya nada de vampirismo y menos aún sangre). Fue la primera película sonora del director Fritz Lang, el mismo de Metropolis, y eso se nota; hay varias escenas sin diálogos, únicamente con el sonido ambiente, y las miradas, las imágenes, siguen teniendo un peso fundamental. De hecho, no presenciamos el asesinato de la única niña en la película, lo intuímos a través de un globo y una pelota sin rumbo, y en esa escena prácticamente no hay sonido salvo la música. Sin embargo, cuando éste, el sonido, aparece es para tener un protagonismo fundamental; el asesino canta una tonadilla ("En la cueva del rey de la montaña" de Peer Gynt) y así sabemos que está de caza y de esta manera es cómo lo reconoce el mendigo. Esta es la principal diferencia con el cine mudo, el sonido se convierte en un elemento imprescindible y no habría tenido cabida poco tiempo antes.



La primera imagen que tenemos del asesino es una sombra y más tarde, cuando acompaña a una niña, su espalda; sólo veremos su cara cuando están hablando del perfil psicológico del mismo mientras Peter Lorre, el actor que lo encarna, hace gestos frente a un espejo. Este actor es impresionante; siempre me ha parecido inquietante, incluso cuando hace algún papel (esporádico, eso sí) de buena persona. Las miradas libidinosas cuando ve a una niña a través de un espejo en un escaparate, las de acorralado cuando le persiguen los mendigos, o cuando realiza un monólogo casi al final intentando exculparse porque no puede controlarse son impresionantes por no decir perturbadoras.

Casi todo el mundo está se acuerdo en que la película cuenta con referencias al nazismo, que ya en este tiempo se hallaba en fase ascendente. La policía inoperante, los villanos que realizan el papel de héroes, la aplicación de la justicia por los criminales ante la sospecha de una justicia blanda, etc. Podría hablar de muchas cosas más pero esto se haría largo y pesado, así que si quieres saber más pues aquí y aquí. Vamos, que es una película totalmente recomendable y que puedes conseguir por medio de los canales habituales, ya nos entendemos.

Y ahora el inicio de la película, una escena impresionante en la que un grupo de niños están jugando a quien se llevará el asesino mientras éste actúa.


viernes, 2 de julio de 2010

De los nervios

Llevamos una semana, o mejor dicho unos diez días, de los nervios en casa. De los nervios y bipolares, que de pronto estamos eufóricos, como si España hubiese ganado a Indonesia por veinte goles a cero, o nos entra una bajada de ánimos y y parece que perdemos con Papúa-Nueva Guinea. Vamos, que esto parece una montaña rusa.

En el caso de T. es que el pobre está de lleno con sus oposiciones. La semana pasada tuvo dos exámenes, en unas convocatorias que se apuntó más que nada para probar y practicar porque en ellas las opciones son nulas. Pero el suyo de verdad, la que realmente importa, fue el miércoles. Según me contó le salió muy bien, estupendo, que no había dudado e incluso le había dado tiempo de repasarlo; pero cuando lo recogí al rato estaba hecho polvo porque entre medias, y a pesar de intentar evitarlo, se encontró con compañeros de examen y trabajo y comenzaron a preguntar por las preguntas. Claro, como siempre pasa en estos casos, algunos habían puesto otra cosa y ya le hicieron dudar y se vino abajo. Así que me lo llevé a comer a la playa y quedamos con unos amigos por la tarde para tomar algo y animarlo un poco. Y mucha terapia de reanimación. Hoy tiene el cuarto examen, otra convocatoria y categoría distinta a la suya, y me tiene asustado porque ayer estuvo descansando y no se ha mirado nada; dice que ya ha estudiado lo suficiente y que quiere desconectar. A ver si sale bien porque este mes se lo va a pasar haciendo todos los exámenes prácticos de esas convocatorias.

En mi caso, la empresa que me quita la vida ha sacado el famoso concurso de méritos, justo antes del puente de la semana pasada. Y cada día es una cosa nueva. El primer día me veía en Coruscant, la capital del Imperio; el viernes una compañera me comentó que nones, que ella no concursaba y que, por tanto, no me preocupara que no se movería nadie. El miércoles me pasé por su oficina y me señaló que un compañero quería escapar de Coruscant y venirse a Tattoine, con la excusa de cobrar más y trabajar menos. Hemos intentado hacerle ver que este planeta es peligroso, con unos veranos calurosos, que aquel es más civilizado, más tranquilo, pero nada. Y estuvimos los tres de Tattoine (nosotros y otra compañera, que es la que corre más peligro) haciendo cálculos y las sumas de los méritos para ver cómo estábamos de emparejados. Por no contar con la rumorología, claro, que aunque intentas evitarla y estar tranquilito en tu burbuja de aislamiento siempre te llega toda la información, quieras o no. En fin, que me he planteado pasar de todo. Lo que tenga que venir ya vendrá. Más que nada porque tienen seis meses para resolver (cómo se esperan al final menudo regalito de Reyes que van a soltar) y sabemos que hasta octubre no sabremos nada de nada.

Hoy me he levantado un pelín raro. Creo que estoy incubando un catarro o algo porque no ando fino. ¿Lo único bueno de esta semana? Que por fin llegó el horario reducido. Salir una hora antes se nota y es un gustazo.




jueves, 1 de julio de 2010