miércoles, 24 de julio de 2013

Mente dispersa

Tengo ganas de vacaciones. Muchas ganas. Aunque aún me quedan tres semanas para pillarlas mi cerebro ya lo está pidiendo a gritos y, en ocasiones, me sorprendo totalmente desconectado (unplugged que dirían las modernas) en el trabajo. Cuando digo desconectado es encontrarme pensando en playas, cenas, playas, almuerzos, playas, sexo siesta, etc etc etc. Me voy quince días con mi chico de vacaciones, dos semanas juntos disfrutando de Lanzarote al máximo. Lo peor es que, para más sufrimiento, debo aprovechar el tiempo que me queda hasta entonces al máximo porque me propusieron impartir un curso y tengo que prepararme los materiales. Así que aquí ando como un poseso buscando información por los interneces y esos artefactos del demonio llamados libros y escribiendo sobre temas tan apasionantes como una breve historia de los ordenadores. Y lo que me espera después, que luego me meto con lo mío: la Administración. Vamos, como para animarme más aún.

Eso sí, esta será la última semana que vaya al gimnasio. Cada vez me cuesta más madrugar para ir a sudar la gota gorda y necesito un descanso, aún siendo un poco ficticio y conformándome con despertarme cuarenta y cinco minutos más tarde. Ya no hablo ni de mis hobbies: la cola de series y películas por ver llega hasta Sebastopol y menos mal que voy leyendo poco a poco en los breves trayectos de avión y antes de acostarme. Aunque hasta para eso estoy algo apático, lo cual empieza a preocuparme. Me da que voy a llegar al 15 de agosto arrastrándome...

viernes, 19 de julio de 2013

Coches y cine

La imaginería visual de, para, por y sobre el cine siempre ha dado mucho juego. Existen mentes creativas que tienen la asombrosa facilidad, al menos para mí, de generar y diseñar todo tipo de elementos basados en el cine. Uno de ellos es un diseñador español, Jesus Prudencio, que ha creado un proyecto "Cars and films" donde ofrece su visión acerca de los coches más emblemáticos del cine. Se trata de una serie de posters de línea clara y muy sencillas (que no simples) donde los coches son los protagonistas absolutos y que podemos reconocer fácilmente pues forman parte de la historia del cine. Ahí nos vamos a encontrar desde el DeLorean de Regreso al futuro hasta el mini de The italian job o el Aston Martin de Goldfinger.









martes, 16 de julio de 2013

Destripando... Star Trek: Into Darkness

Cuando hace cuatro años se estrenaba el reboot de Star Trek de la mano de J. J. Abrams fuimos muchos los que pensamos que aquello no iba a acabar bien, sobre todo después de los comentarios del susodicho sobre su desconocimiento del universo trekkie y confesando ser una auténtico starwariano.Y precisamente ese seguimiento condicional de Star Wars fue una de las cuestiones a las que se llegó tras ver la película: Star Trek había perdido cierta "ingenuidad" (vamos a llamarlo así) para starwarizarse y sobrevivir en Hollywood. Es verdad que la saga se encontraba moribunda después de los pobres resultados de las últimas incursiones tanto en la pantalla grande (Star Trek Némesis apenas recaudó 67 millones de dólares para un presupuesto de 40 millones en 2002) como en la televisión (Enterprise, la última serie, fue cancelada después de cuatro temporadas en 2005) y que se hacía necesario una nueva visión que le diese empuje no sólo entre los fans incondicionales sino también en las nuevas generaciones, que son las que, al fin y al cabo, llenan los cines. El resultado fue una película nueva en todos los sentidos: nueva tripulación con los personajes clásicos, nueva historia que se ambienta en un universo paralelo manteniendo similitudes y notables diferencias y, sobre todo, una perspectiva más ágil de la aventura sin perder la mayor parte de la esencia trekkie.



Cuatro años después se vuelve a repetir la ecuación. Abrams se coloca al frente de una tripulación ya consolidada que se puede ver con un inicio trepidante en el que se mantienen las pequeñas diferencias de afrontar las situaciones entre Kirk y Spock aunque siempre está el poso de la colaboración que nos retrotrae casi al final de la anterior película. Con esta aventura precréditos al más puro estilo Bond o Indiana Jones nos metemos en plena situación de la película y nos vuelve a mostrar las dos formas de encarar de sus protagonistas: el cumplimiento de las normas por parte de Spock y el Kirk impetuoso que se las salta a veces sin prever las consecuencias. 

[A partir de aquí habrá algunos spoilers en este párrafo así que lee a tu propio riesgo] La historia se inicia con un agente de la Federación que se vuelve contra la misma. Más tarde descubriremos que se trata de Khan, un individuo mejorado genéticamente, que ha sido recuperado para ayudar al mandamás de la Federación en orientar la misma hacia una vertiente más militar para poder combatir la creciente amenaza klingon. [Fin de spoilers]. Con el guión tengo sentimientos encontrados y no porque sea malo sino porque aún no se si decantarme porque se trate de un homenaje o de un plagio/saqueo total. Lo que está claro es que han ido a lo seguro, a revisitar una historia que se encuentra en el imaginario trekkie como una de las mejores de toda la saga (incluyendo la considerada mejor película) y que para los no iniciados da mucho juego por el antagonista. Y que han continuado con el juego de espejos que iniciaron en la película anterior al romper el canon original con la creación de un universo trekkie alternativo; los que hayan visto la película así como las de la tripulación original me entenderán, y que me perdone el resto pero tampoco quiero desvelar demasiados detalles para los que aún no la hayan visto.



Sin duda, lo mejor de la película es el villano, fantásticamente interpretado por Benedict Cumberbatch (el Sherlock Holmes del siglo XXI), que se lleva de calle las escenas en las que sale. En general, todos los actores/actrices tienen su escena de lucimiento, tanto la pareja protagonista Kirk-Spock como el resto, sobre todo Sulu y su primer contacto (y no último) con la silla de capitán, Chekov, Scotty y Bones. Me ha gustado la elección de secundarios con la vuelta de Greenwood como el almirante Pike y la aparición de Peter Weller (exRobocop) como el almirante Marcus. Del apartado técnico no voy a explayarme mucho porque donde hay capital se puede tener casi todo: una estupenda fotografía, unos magníficos efectos especiales, una producción artística sobresaliente, en fin, que ahí sí que se observa el mimo y la dedicación que le han puesto.


Después de esta película veremos hacia donde se dirige la saga. El final de la película en la que se rememora la clásica frase "ir  donde ningún hombre ha ido jamás" en una misión de exploración cinco años es clarificadora sobre las intenciones de continuar con la serie. Sin embargo, es bastante probable que Abrams no esté a los mandos de la Enterprise, habida cuenta de su dedicación absoluta a las nuevas películas de Star Wars, por lo que es casi seguro que se quede como productor ejecutivo. 

Por último, pero no menos importante, la música. Michael Giacchino ha sido consecuente y ha continuado con las líneas maestras que diseñó para la banda sonora de la primera película. Ha creado una banda sonora articulada en torno al tema principal que resuena en los momentos épicos y más impresionantes, en el que destellan algunos temas que se salen de lo habitual como la parte londinense o cuarteto de Kronos con coros. No es una banda sonora arriesgada ni innovadora pero cumple a la perfección con lo que se pide, que meta al espectador en la película, que conecte con los protagonistas y que disfrute. 




lunes, 8 de julio de 2013

Trucos cinéfilos

Alguna vez he comentado que el cine está lleno de trucos, de hecho cualquier película es un puro truco. La actuación, el montaje, el guión... todo es falso, un engaño, una evasión. Al menos en la gran mayoría de los casos. Cuando estamos ante una película de ciencia ficción o acción los efectos especiales son más visibles, por decirlo de alguna manera. Sabemos que esa nave espacial no existe, que esa pelea con espadas o sin armas no es posible sin semanas de ensayo y preparación, pero nos dejamos llevar porque nos encanta. En otras películas el engaño es más difícil de percibir para el ojo, tan acostumbrados como estamos a que lo artificial se haya convertido en natural. Una pequeña prueba de cómo el engaño cada vez es más imperceptible lo tenemos en el siguiente video de El gran Gatsby, una película ambientada en los años 20 del pasado siglo y de la que no esperaríamos unos espectaculares efectos especiales. ¿O tal vez sí?




viernes, 5 de julio de 2013

Donde ningún hombre ha ido anteriormente.

Este fin de semana llega, por fin, y después de casi dos meses de su estreno en Estados Unidos, la última entrega de la saga más longeva del espacio: Star Trek Into Darkness.



Ya saben que soy un fan redomado de las pelis de ciencia ficción, y eso incluye tanto las series como las películas de Star Trek. Así que con motivo de este nuevo estreno, y como hice con las películas de Superman, vamos a hacer un viaje musical por las bandas sonoras de Star Trek en la gran pantalla.

Star Trek La Película fue la primera de las doce películas que se han estrenado y aterrizó en los cines allá por 1979. El encargado de ponerle música fue el veterano Jerry Goldsmith quien creó un tema principal que rivalizó en seguida con el de Alexander Courage en el imaginario de los trekkies. Para mí es de las mejores bandas sonoras de ciencia ficción de todos los tiempos y casi sin dudarlo de la saga. Goldsmith sentó las bases para una música que seguiría utilizando él mismo, y en menor medida otros compositores que participaron en la serie, durante más de dos décadas. Goldsmith creó varios temas (para los klingons, para la nave Enterprise, el del Ilia...) en un alarde de creatividad y supo combinar a la perfección el uso de la orquestación clásica con el de sintetizadores y partes electrónicas, creando una atmósfera inquietante y misteriosa. Aunque creó la música de cinco películas (la primera, quinta, octava, novena y décima) sólo pondré de su primera colaboración.



Tanto para la segunda como para la tercera entrega, Paramount escogió a un joven James Horner para componer su música. Horner se desvió de los temas creados hasta entonces por Goldsmith y Courage y creó dos bandas sonoras intensas donde podías encontrarte con cortes más descriptivos (sobre todo para la tercera película) con otros más apoteósicos y de clara factura para la acción. 




Para la cuarta película, el elegido fue Leonard Rosenman, un compositor bastante acreditado (Al este del Edén, Rebelde sin causa, El señor de los anillos, etc). Utilizando fundamentalmente la sección de viento, Rosenman creó una música muy al gusto de los ochenta, con momentos divertidos y enérgicos (como la persecución en el hospital o la de Chekov) con otros más experimentales especialmente en las secuencias de las ballenas. Un score original y que tuvo como recompensa una nominación (la segunda y última hasta la fecha) en los Oscar.



Después de la vuelta de Goldsmith en la quinta entrega, Cliff Eidelman se encargó de poner música a la última película que se estrenaría con la tripulación original para celebrar el veinticinco aniversario de la saga Star Trek VI: Aquel país desconocido. Eidelman compuso una música sinfónica, clásica, en la que se combinaban sonidos grandilocuentes que incluían coros con otros en los que dominaban aspectos sombríos y oscuros que reflejaban la lucha de los protagonistas contra los conspiradores.



El desembarco de la tripulación de Star Trek: La nueva generación en la gran pantalla incluyó no sólo a los protagonistas sino también al compositor Dennis McCarthy, un habitual de la serie. McCarthy incluyó recursos que ya había empleado en la serie y su procedencia se observa en la cortedad de los cortes musicales (más propio de series de televisión que de películas) y en el uso de algo de instrumentación electrónica. Aunque tiene cortes bastante interesantes, uno tiene la sensación de que escucha la banda sonora de un episodio expandido de la serie más que de una película propiamente dicha.



Después de que Goldsmith acaparase las películas de la franquicia durante varios años, los nuevos responsables de relanzar la saga se decantaron por lavar la cara. El reboot de 2009 dirigido por Abrams contó con Michael Giacchino como compositor fetiche ya que ha participado en todas sus películas hasta la fecha. Giacchino compuso entonces una banda sonora en el sentido más clásico, con un tema potente que identificaba a los personajes, y con un uso estupendo de la orquestación. En esta segunda y última entrega podemos sentir la continuidad con aquella a través de la utilización del mismo tema al que se añade otros más sombríos que reflejan al villano. En algunos aspectos es mejor que la anterior y mantiene bastante la coherencia y unión de temas a través de los distintos cortes; no obstante, creo que Giacchino podría haberlo hecho un poquitín mejor y, dado que la película dura algo más de dos horas, se hace un poco corta. Aún así bastante recomendable.






jueves, 4 de julio de 2013

I'm alive!!

Una breve entrada para que no parezca que estoy cadáver O zombi. O ambas cosas, que ya se sabe que uno es propenso a los cataclismos. 

Tenía pensado comentar algo sobre el breve salto a Coruscant por motivos de trabajo a principios de semana pero, como siempre, lo mejor fue estar con J. aunque ambos estuviésemos agotados del fin de semana y que apenas nos diese tiempo de descansar. Encima el calor infernal de Coruscant que le hace parecer Tatooine no ayuda en nada así que el martes por la tarde nos fuimos un rato a los sures a echarnos un par de baños, un café con un amigo que nos invitó en su casa y vuelta rápida al aeropuerto. De las reuniones, porque tuve dos seguidas, no comento nada salvo reafirmarme que mis jefas son unas petardas, la una y media que la otra está la pobre hasta los ovarios e hicimos un poco de terapia dual despotricando y rajando de las otras en el descanso del café. Por supuesto, y como temía, me vine con más trabajo pero nada que no se pueda realizar con ganas.

También tenía pensado hacer una entrada comentando Man of steel pero se ha hablado tanto y tanto por la red de la película que la verdad es que se me han ido quitando las ganas. Sólo diré que me ha parecido excesiva, MUY excesiva en todo, tanto que al final sales agotado de tanta acción (en la última hora) y aunque entretiene no me creo que sea la visión definitiva de Superman. Una critica concisa y con la que estoy totalmente de acuerdo la podeis leer aquí a ace76. Me ratifico en la crítica de la banda sonora de Zimmer, con el añadido de que en muchas ocasiones se haya ahogada por tanto efecto sonoro; entre eso y que no destaque en determinados momentos la hace bastante olvidable.

Y que sigo yendo al gimnasio aunque sea a cuentagotas y tres veces a la semana por más que intente ir algún día más. Que tengo mis series televisivas un poco abandonadas, aunque he podido acabar las temporadas de las anuales y ya sólo me quedan un par de ellas. Y que tengo unas ganas de vacaciones este año que no puedo esperar a agosto...