martes, 16 de julio de 2013

Destripando... Star Trek: Into Darkness

Cuando hace cuatro años se estrenaba el reboot de Star Trek de la mano de J. J. Abrams fuimos muchos los que pensamos que aquello no iba a acabar bien, sobre todo después de los comentarios del susodicho sobre su desconocimiento del universo trekkie y confesando ser una auténtico starwariano.Y precisamente ese seguimiento condicional de Star Wars fue una de las cuestiones a las que se llegó tras ver la película: Star Trek había perdido cierta "ingenuidad" (vamos a llamarlo así) para starwarizarse y sobrevivir en Hollywood. Es verdad que la saga se encontraba moribunda después de los pobres resultados de las últimas incursiones tanto en la pantalla grande (Star Trek Némesis apenas recaudó 67 millones de dólares para un presupuesto de 40 millones en 2002) como en la televisión (Enterprise, la última serie, fue cancelada después de cuatro temporadas en 2005) y que se hacía necesario una nueva visión que le diese empuje no sólo entre los fans incondicionales sino también en las nuevas generaciones, que son las que, al fin y al cabo, llenan los cines. El resultado fue una película nueva en todos los sentidos: nueva tripulación con los personajes clásicos, nueva historia que se ambienta en un universo paralelo manteniendo similitudes y notables diferencias y, sobre todo, una perspectiva más ágil de la aventura sin perder la mayor parte de la esencia trekkie.



Cuatro años después se vuelve a repetir la ecuación. Abrams se coloca al frente de una tripulación ya consolidada que se puede ver con un inicio trepidante en el que se mantienen las pequeñas diferencias de afrontar las situaciones entre Kirk y Spock aunque siempre está el poso de la colaboración que nos retrotrae casi al final de la anterior película. Con esta aventura precréditos al más puro estilo Bond o Indiana Jones nos metemos en plena situación de la película y nos vuelve a mostrar las dos formas de encarar de sus protagonistas: el cumplimiento de las normas por parte de Spock y el Kirk impetuoso que se las salta a veces sin prever las consecuencias. 

[A partir de aquí habrá algunos spoilers en este párrafo así que lee a tu propio riesgo] La historia se inicia con un agente de la Federación que se vuelve contra la misma. Más tarde descubriremos que se trata de Khan, un individuo mejorado genéticamente, que ha sido recuperado para ayudar al mandamás de la Federación en orientar la misma hacia una vertiente más militar para poder combatir la creciente amenaza klingon. [Fin de spoilers]. Con el guión tengo sentimientos encontrados y no porque sea malo sino porque aún no se si decantarme porque se trate de un homenaje o de un plagio/saqueo total. Lo que está claro es que han ido a lo seguro, a revisitar una historia que se encuentra en el imaginario trekkie como una de las mejores de toda la saga (incluyendo la considerada mejor película) y que para los no iniciados da mucho juego por el antagonista. Y que han continuado con el juego de espejos que iniciaron en la película anterior al romper el canon original con la creación de un universo trekkie alternativo; los que hayan visto la película así como las de la tripulación original me entenderán, y que me perdone el resto pero tampoco quiero desvelar demasiados detalles para los que aún no la hayan visto.



Sin duda, lo mejor de la película es el villano, fantásticamente interpretado por Benedict Cumberbatch (el Sherlock Holmes del siglo XXI), que se lleva de calle las escenas en las que sale. En general, todos los actores/actrices tienen su escena de lucimiento, tanto la pareja protagonista Kirk-Spock como el resto, sobre todo Sulu y su primer contacto (y no último) con la silla de capitán, Chekov, Scotty y Bones. Me ha gustado la elección de secundarios con la vuelta de Greenwood como el almirante Pike y la aparición de Peter Weller (exRobocop) como el almirante Marcus. Del apartado técnico no voy a explayarme mucho porque donde hay capital se puede tener casi todo: una estupenda fotografía, unos magníficos efectos especiales, una producción artística sobresaliente, en fin, que ahí sí que se observa el mimo y la dedicación que le han puesto.


Después de esta película veremos hacia donde se dirige la saga. El final de la película en la que se rememora la clásica frase "ir  donde ningún hombre ha ido jamás" en una misión de exploración cinco años es clarificadora sobre las intenciones de continuar con la serie. Sin embargo, es bastante probable que Abrams no esté a los mandos de la Enterprise, habida cuenta de su dedicación absoluta a las nuevas películas de Star Wars, por lo que es casi seguro que se quede como productor ejecutivo. 

Por último, pero no menos importante, la música. Michael Giacchino ha sido consecuente y ha continuado con las líneas maestras que diseñó para la banda sonora de la primera película. Ha creado una banda sonora articulada en torno al tema principal que resuena en los momentos épicos y más impresionantes, en el que destellan algunos temas que se salen de lo habitual como la parte londinense o cuarteto de Kronos con coros. No es una banda sonora arriesgada ni innovadora pero cumple a la perfección con lo que se pide, que meta al espectador en la película, que conecte con los protagonistas y que disfrute. 




No hay comentarios: