lunes, 31 de diciembre de 2012

Y otro más...

Cuando miro atrás y recuerdo como empezó este año que acaba no dejo de sorprenderme de cómo ha cambiado todo. El pasado que se va cerrando, nueva mudanza de casa con perspectivas (esta vez sí) de una permanencia duradera, una nueva relación que me tiene en las nubes... No me puedo quejar para nada; el año ha ido mejorando a pasos agigantados según avanzaba y ahora estoy más feliz de lo que podría haber imaginado al principio. Y lo demás, sinceramente, me da un poco igual.

Sólo queda esperar que el 2013 sea tan bueno o mejor que éste. Al menos que vayamos saliendo de esta puñetera crisis y tengamos un poco de salud, dinero y mucho amor. Así que, señores y señoras...


y que nos sigamos leyendo y viendo por estos lares, o físicamente, que nunca se sabe lo que nos depara el año. 



viernes, 28 de diciembre de 2012

Vacaciones de invierno

Cuando salga este post estaré contando los minutos para empezar a disfrutar lo que quedan de mis vacaciones de este año. Diecisiete días por delante. Lo mejor es que los voy a pasar con J., todos ellos, ya que se viene esta tarde para acá para pasar lo que le queda de vacaciones también. Después de fin de año nos vamos unos días a aquí.






Y tengo unas ganazas de ir. Hace bastantes años que no me dejo caer (nunca mejor dicho) por Lanzarote y tiene que haber cambiado bastante en todo este tiempo. Encima voy con alguien que lo conoce al dedillo porque se ha criado allí. Después, me quedo unos pocos días en mi segunda isla, porque J. vuelve al trabajo antes que yo. Pienso aprovechar hasta el último momento de las vacaciones que el 2013 se presenta en ese aspecto menos favorable. Pero eso, ya se verá cuando toque.



jueves, 27 de diciembre de 2012

Destripando... El Hobbit

Nueve años después de cerrar la trilogía de El señor de los anillos, Peter Jackson vuelve al mundo de la Tierra Media para presentar El Hobbit.

Bilbo oyéndolas venir

El Hobbit: un viaje inesperado, que es el título que le han colocado para diferenciarla de las próximas, es la primera película de una nueva trilogía ambientada en la Tierra Media. En ella, Bilbo Bolsón un tranquilo hobbit se ve envuelto en una aventura junto con trece enanos y un mago que buscan recuperar el reino de los enanos cuyo heredero legítimo, Thorin Escudo de Roble, es el líder del grupo. Y no cuento más porque esta primera parte narra el comienzo de la historia y las primeras aventuras, como el encuentro con los trolls, la llegada a Rivendel y la huida de los orcos del interior de la montaña.


A ver, vayamos por partes que hay mucho que contar. Como siempre, y sobre todo después de la experiencia de El señor de los anillos, todo lo que atañe a la dirección artística, vestuario, maquillaje, ambientación, fotografía, etc es algo impresionante. Se nota la experiencia recogida, y aumentada, con las películas anteriores y en esto creo que nadie puede poner ninguna pega. El detallismo, el cuidado con todo lo que aparece en la pantalla, es absoluto y se transmite. Lo mismo sucede con los efectos especiales, que han mejorado notablemente en todos estos años y se notan menos (en algunos casos bastante y en otros no tanto), así como en el personaje de Gollum que está mejor definido (físicamente hablando).

En cuanto a la elección de los actores, creo que han acertado bastante. Me gustaría verla en versión original y comprobar las voces de los enanos pero la actuación de todos ellos cumple bastante bien. Y lo mismo me parece de Martin Freeman en su papel de Bilbo, que es perfecto en sus cambios de actiutud y dota al personaje de sus momentos de humor y otros de tensión, sobre todo en la escena con Gollum. Sí que se nota el paso de los años en Ian McKellen y Cate Blanchett pero, vamos, que es algo que se puede obviar y no supone ninguna carga para la película.



Entonces, si la película está bastante bien ¿qué es lo que falla en ella? Si es que falla algo, claro. Creo que el problema que tiene la película es el sentido o la orientación que le han querido dar. A ver, El señor de los anillos es una trilogía donde prima el sentido de la épica, los héroes que luchan en inferioridad de condiciones contra el mal y que lo darán todo para que prevalezca el bien. Y esta situación se trasvasó muy bien de las novelas a las películas. En cambio, El hobbit es un libro de aventuras, y aunque se titule así el hobbit del que habla, Bilbo Bolsón, no es el protagonista absoluto del mismo sino que comparte protagonismo con Thorin y alguno más que queda por salir. Es verdad, que en El hobbit suceden hechos que tendrán consecuencias trascendentales con Bilbo como eje central pero no es el dueño absoluto de la acción.

La cuestión que me ha chirríado viendo la película ha sido esa. El libro es una novela relativamente corta (en comparación con la siguientes), de aventuras, donde la épica, el sacrificio y la lucha sucede al final. Y en la película han intentado convertir a Bilbo casi en un héroe forzoso desde el comienzo, cuando en realidad él se mete en todo el embrollo por amor a la aventura y para conocer elfos. Por eso, las escenas que más me han gustado han sido, quizás, las más tranquilas, las que la mayoría de la gente está criticando precisamente por eso, por su lentitud, como la llegada y presentación de los enanos, la escena de los trolls o el enfrentamiento entre Bilbo y Gollum, mientras que, aunque las disfrute, me disgusta un poco toda la parte de la huida del interior de la montaña y la escena final.

Es verdad que hay añadidos sobre el relato original pero, con la excepción de la escena de lucha final, no me parecen que supongan un lastre. Por ejemplo, me gustó el comienzo que nos pone en antecentes de los motivos de los enanos para ir en busca de la Montaña Solitaria o la escena del Concilio Blanco, por citar un par de ellas. Es verdad que alargan la trama pero también la enriquecen un poco porque te da más información, que en los libros aparece de forma muy tangencial o directamente en los apéndices.

No obstante, y para terminar un poco, tampoco es que la película sea decepcionante o mala. En absoluto. Tal vez sea que el nivel dejado con la trilogía de El señor de los anillos era elevado en conjunto, que como siempre las primeras partes son de presentación y tardan en arrancar, etc, pero la nota sigue siendo más que aceptable. De uno a diez le pondría un siete justito


Y ahora la música. Jackson ha vuelto, como era lógico y de esperar, con Howard Shore para componer la banda sonora de estas películas. El trabajo es magnífico. Shore vuelve a crear una música que continúa, y conecta en diversas ocasiones, con la de El señor de los anillos. De hecho, en varios momentos vuelven a sonar temas de aquella, como el de la comarca, los elfos, etc, sin dejar de aportar nuevos cortes para el disfrute. Como en las anteriores, hay partes de narración donde la música subraya lo que el Bilbo mayor está escribiendo junto con otras de fuerza bruta como en toda la parte final de la película. Desde luego, es un trabajo impresionante y tengo ganas de escuchar lo que estará componiendo para las próximas partes.





lunes, 24 de diciembre de 2012

Navidades británicas

Ahora que ya estamos metidos en plenas celebraciones del solsticio de invierno y finales de año cronológicos, y como es posible que muchos estéis de vacaciones o si no al menos tendréis más tiempo con tanta fiesta, pues ahí van algunas sugerencias para esos días resacosos postcelebraciones o momentos tranquilos entre comilona y comilona.

Como cada año desde hace algunos, mañana se emitirá el especial de Navidad de Doctor Who, que suele ser un aperitivo paras las hordas de fans que esperan con ansia una nueva temporada, aunque en este caso es que se retome la séptima temporada que ha quedado dividida en dos hasta dentro de unos meses. Lo bueno de los especiales navideños de Doctor Who es que se pueden ver como episodios independientes, ya que no entran dentro de la trama general de la temporada, y suelen tener mucho que ver con las fiestas navideñas. Para los que quieran echar un vistazo, ahí el trailer de lo que se emitirá mañana.




Un día después, a partir del 26 de diciembre vuelve Miranda. Hace un par de años dediqué a esta serie un post compartido en el que ya comentaba lo estupenda que me pareció. Miranda es una chica alta, desgarbada y muy patosa. Protagoniza una sitcom en la que cuenta sus desventuras al frente de su tienda de artículos de broma junto a su amiga Stevie mientras intenta conquistar a su amor Gary intentando que su madre no la desquicie. La serie tiene mucho de slapstick porque no te extrañe que, al menos alguna vez, Miranda acabe por los suelos; pero también es una serie donde juegan mucho con las situaciones. No es de sutilezas al estilo Frasier pero tampoco llega al nivel de Little Britain. Contaba con dos temporadas desde hace casi dos años y esta tercera temporada se ha hecho de rogar durante más tiempo del deseado; lo malo es que parece que seguirá la costumbre seriéfila tan británica de temporadas cortas. Así que si no la han visto aprovechen para darle un vistazo, dos temporadas de sólo seis episodios cada una. Aquí para lo que ya saben y ahora el adelanto.




Por último, otra continuación, la segunda temporada de The Hour que está recién terminada. Se centra en el programa de televisión que lleva el mismo nombre y en el triángulo de personajes compuesto por la primera mujer que es productora, un periodista al que le gusta investigar demasiado y meterse en líos y el presentador mujeriego y fiestero. En esta temporada la serie se centra en los bajos fondos y antros de vicio y corrupción de Londres, dejando las tramas internacionales de la primera temporada. Y aquí para lo que ya saben.



Tres opciones totalmente diferentes (aventuras, comedia, drama) para unas Navidades más británicas. Que las disfruten.

sábado, 22 de diciembre de 2012

Música (XCIV)


 
I. Chorus: Wachet auf, ruft uns die Stimme (Sleepers awake, the voice is calling us) [0:00]
II. Recitative: Er kommt (He comes) [7:09]
III. Aria (duet): Wann kommst du, mein Heil? (When will you come, my salvation?) [8:07]
IV. Chorale: Zion hört die Wächter singen (Zion hears the watchmen singing) [14:39]
V. Recitative: So geh herein zu mir (So come in with me) [18:38]
VI. Aria (duet): Mein Freund ist mein! (My friend is mine!) [20:15]
VII. Chorale: Gloria sei dir gesungen (May Gloria be sung to you) [26:39]

jueves, 20 de diciembre de 2012

Volviendo...

Llevo dos semanas con un perreo encima que ni en mis peores tiempos. Matizo, perreo con el blog y para escribir y otras actividades pero, en realidad, no he parado la pata porque he estado haciendo un par de cosas en la casa, oteando algún regalo navideño y con ocupaciones paralelas a las fiestas que se avecinan. Bueno, y con un catarrazo también que empezó justo hace diez días. 

Si a eso le añadimos que J. vino el pasado fin de semana desde el jueves, también medio picado con su alergia, y no paramos de aquí para allá en los tres días que estuvo comprenderán que no tenga demasiado tiempo para dedicarle al blog. Intuyo que esta situación se va a prolongar hasta después de las vacaciones navideñas porque las próximas tres semanas van a ser bastante distraídas entre fiestas, celebraciones, visitas y viajes.

Y tengo posts pendientes, entre ellos el de El Hobbit. A ver si busco un ratillo y lo escribo antes de que salga en dvd.


sábado, 15 de diciembre de 2012

Música (XCIII)

 
Songs my mother taught me,
In the days long vanished;
Seldom from her eyelids
Were the teardrops banished.

Now I teach my children,
Each melodious measure.
Oft the tears are flowing,
Oft they flow from
my memory's treasure

lunes, 10 de diciembre de 2012

The Hobbit

El Hobbit: un viaje inesperado es el estreno de la semana, del mes y, para muchos, incluso el del año. Desde que en el 2003 se estrenase la última parte de El señor de los anillos mucho se había especulado sobre si Peter Jackson se pondría manos a la obra con el libro en el que empezó todo: El hobbit


Cambios de director, de guiones, fechas pospuestas... pero al final el proyecto se puso en marcha de manos del mismo Jackson, quien al principio quería mantenerse sólo en las labores de producción y guión, y que es el que se estrenará esta semana. Lo que en un comienzo iba a ser una historia narrada en dos partes se transformó este verano en una trilogía, lo que ha provocado las suspicacias de muchos, incluído el que escribe, sobre si la historia que Tolkien desplegó en un libro tan sencillo como El hobbit iba a dar para tanto. Lo veremos a partir de este viernes.

De propina, y como anticipo, la banda sonora de Howard Shore que sale hoy a la venta.


0:00 "My Dear Frodo"
7:58 "Old Friends"
12:17 "An Unexpected Party"
16:05 "Axe or Sword?"
21:57 "Misty Mountains" (performed by Richard Armitage and The Dwarf Cast)
23:29 "The Adventure Begins"
25:28 "The World is Ahead"
27:38 "An Ancient Enemy"
32:27 "Radagast the Brown"
37:13 "Roast Mutton"
40:51 "A Troll-hoard"
43:43 "The Hill of Sorcery"
47:26 "Warg-scouts"
50:25 "The Hidden Valley"
54:06 "Moon Runes"
57:24 "The Defiler"
58:32 "The White Council"
1:05:42 "Over Hill"
1:09:15 "A Thunder Battle"
1:13:04 "Under Hill"
1:14:53 "Riddles in the Dark"
1:20:08 "Brass Buttons"
1:27:43 "Out of the Frying-Pan"
1:33:32 "A Good Omen"
1:39:14 "Song of the Lonely Mountain" (performed by Neil Finn)
1:43:16 "Dreaming of Bag End"

jueves, 6 de diciembre de 2012

ST: Into Darkness

Después del reboot (o reinicio total desde el comienzo de la historia) de 2009, una de las series más longevas del cine va a volver cuatro años después. Aunque Star Trek: Into Darkness se estrenará en mayo de 2013, ya ha empezado la promoción con la aparición del póster, que no necesariamente será el oficial. Y le tengo muchas ganas, que pese a que uno es más del universo starwarsiano también es muy fan del universo trekkie; más aún si encima a los actores que ya salieron en la primera entrega se les une Benedict Cumberbatch (el Sherlock Holmes en la serie de la BBC Sherlock) ejerciendo de villano. No es el único estreno interesante para el 2013...




lunes, 3 de diciembre de 2012

Terapia grupal

He de reconocer que mi trabajo, salvo épocas excepcionales, es relativamente tranquilo, en comparación con otros. No estar cara al público, contar con mi propio espacio donde poner la música que quiero, poder usar el móvil para una charla por whatsapp o mirar los interneces facilita que no me estrese demasiado. Es verdad que siempre hay tareas que hacer pero, excepto que surja una emergencia internacional tipo "Salvemos la cacatúa de pico violeta del río Suriraya en el Amazonas", las voy priorizando o alternando para que vayan saliendo poco a poco sin dejarme nada atrás.




Eso es lo que suele ocurrir. Salvo épocas excepcionales, como señalé. Y hemos, mejor dicho he, tenido una de esas épocas. El mes de noviembre ha sido de lo más infumable que ha pasado en mucho tiempo. Primero un curso de tres semanas que he impartido a compañeras (todas mujeres) que ha sido un dolor. Teóricamente es un curso online (ja) pero, claro, teniendo en cuenta que esto no es demasiado grande (incluso podemos obviar el demasiado) y que en dos segundos te lo recorres pues no es extraño que se planten en tu puerta, con ojos de corderito degollado para que les expliques/eches una mano. Y ahí va uno planta arriba planta abajo a sentarse con algunas (otras son bastante autosuficientes) para que realicen las actividades y explicar porqué algo no sale como debería. Lo peor es que son la perfecta muestra de que vamos dejando las cosas para el final y la última semana del curso ha sido un no parar a pesar de los avisos que les daba para que se pusiesen las pilas.

Cuando ya pensaba relajarme redactando la memoria del curso y realizando actividades más tranquilas (físicamente hablando que lo de quemar neuronas es un no parar) va y se reincorpora mi jefa de una baja maternal después de tropocientos meses. Y fue instalarse, llamar para ponerse al día y seguir con más curro. Y es que cuando parece que no hay dinero porque durante todo el año has estado llorando pidiendo cosas y te han dicho que no hay ni para pipas, llega el mes de noviembre y se descubren pequeños remanentes de capital. Como si te sientas en el sillón de tu casa y descubres por casualidad un billetazo de quinientos euros que no sabes cómo ha acabado ahí. Mismamente como en la vida misma. Así que nos pusimos con un expurgo (eliminación/destrucción para los profanos) que tenía que hacerse sobre la marcha porque el 30 de noviembre se cierra la contabilidad. Y no piensen que eliminar quinientos y pico cajas es fácil. Pero, vamos, que ya está hecho y el parto ha salido bien. Además, hay que aprovechar porque el año que viene va a ser más jodido (aún) que este que ya acaba. Y van...

Ah, y sigo liado con cosas de la casa nueva. De esas menudencias y chorradas que parecen poca cosa pero que te quitan un tiempo precioso para actividades más mundanas y lúdicas como ver series de televisión, películas, leer. O actualizar blogs...




jueves, 22 de noviembre de 2012

Que trabajos nos manda...

Mi despacho está en lo que llamo un callejón sin salida; salvo que expresamente venga a verme a mí o pase la informática a mirar algo de los servidores (cuyo cuarto está casi enfrente del mío), prácticamente nadie pasa por delante de mi puerta. Así que, cuando a media mañana, oigo el chirrido de unas rueditas y un carro que se aproxima se que ha llegado el día. En ocasiones puedo escapar de todo el trajín porque no soy el único al que se dedica en exclusiva, o simplemente no la dejo que haga más que cambiar la papelera, pero en otras no hay remedio. Y hoy es el día, el carrito lo confirma. Se planta delante de mi puerta y saca toda su parafernalia. No hace falta que diga nada, en lo que va metiendo todo cojo el desayuno y le cedo mi despacho temporalmente como su nuevo dominio. Desaparezco un buen rato y, a la vuelta, aún me la encuentro afanada, levantando papeles de la mesa y pasando el trapo debajo. Eso significa que ya ha pasado por las puertas de los armarios, el suelo, el ordenador y todo lo demás. Así que me espero pacientemente a que termine su tarea.

Y es que Carmen se lo curra, limpia conciezudamente todo, por arriba, por abajo, del derecho y del revés. Pero ese afán laboral significa irme un buen rato porque no puedo estar trabajando mientras ella limpia. Por tanto, me voy a desayunar, o me dedico a hacer alguna tarea en el depósito... 

martes, 20 de noviembre de 2012

Destripando... Skyfall

Después de casi tres semanas de su estreno, por fin cuelgo el comentario de Skyfall, la última película del agente 007.


Skyfall comienza con el intento de recuperar, por parte de Bond, un disco duro que contiene información vital sobre agentes infiltrados en organizaciones terroristas. Pero algo falla... Mientras tanto, alguien está saboteando las instalaciones del MI6 que recibe un duro golpe. Y hasta aquí llego porque si no tengo que contar más y ya empiezo a desvelar detalles de la trama que es mejor verla sin conocerlas de antemano.

Skyfall es la vigésimotercera película de la saga Bond y se estrenó hace tres semanas para celebrar el cincuenta aniversario de la misma. En ella continúan, y se acentúan quizás mas, los toques que le han dado a las películas de 007 desde su reboot con Daniel Craig: más oscura, más seria, más física, más instropección, más de todo. Muchos han querido ver en esta entrega la influencia de Nolan y su Caballero Oscuro, por el peso del pasado, los secretos, las tormentas interiores y personales; y, tal vez, sea así y le hayan querido dar a Bond un punto más atormentado y oscuro. Esto puede ser bueno o malo, según se mire. Bueno porque le da una profundidad al personaje que antaño era más bien escasa, por no decir nula, lo humaniza y lo hace más cercano al espectador. Pero también hay que recordar que Bond es en el fondo un asesino a sueldo, al servicio de Su Graciosa Majestad es verdad, pero un agente con licencia para matar de la que usa y abusa (baste recordar los comentarios de M. en las dos películas precedentes a ésta) entrenado para cumplir su misión y al que no hay que buscar más motivaciones que esas.


Bond oteando sus dominios


Visto lo visto, me queda la sensación de que Skyfall es una película de transición, que cierra un ciclo iniciado con Casino Royale y continuado con Quantum of Solace, para iniciar o redirigir la saga hacia nuevos prados. ¿Cuáles? Eso ya es difícil de pronosticar porque dependerá muy mucho de los guionistas que participen en esa nueva etapa. Esa sensación de transición me la da al ver que se trata de una película de justificaciones (y los que la hayan visto me entenderán bastante bien), parece que al cumplir los cincuenta Bond necesita reafirmar su existencia, el porqué sigue al pie del cañón cuando ya no queda ni rastro de los enemigos de antaño. O tal vez sí que siguen ahí.

La historia me ha parecido bastante interesante, quizás lo peor ha sido el ritmo narrativo y que sea un poco larga. Sam Mendes, su director, podría haber metido la tijera perfectamente en alguna que otra escena y acortar la película en quince o veinte minutos, sobre todo en la segunda mitad de la película en la que, salvo la larga escena final, el ritmo baja mucho y se hace un poco tediosa. En cuanto a los actores, Craig sigue cumpliendo bastante bien como 007; su cara inexpresiva le pega mucho al Bond quemado por las misiones, torturado por el pasado y las circunstancias así que en ese sentido no hay ninguna pega. Mucho se ha hablado de Bardem y su sobreactuación; a mí me ha parecido un villano convincente (tal vez el final sea lo peor) y es que los villanos de Bond son así, sobreactuados, megalomaníacos, histriónicos si me apuran, y le da el contrapunto a tanta contención por parte de Bond y M. Y, por último pero no menos importante, Judi Dench como M. es la tercera pata de este trío extraño; esta mujer siempre me ha encantado en el cine y ha bordado su papel de superior del MI6. De lo mejorcito de la película.


Bardem haciéndole ojitos a Craig


De los aspectos técnicos no voy a decir nada porque como casi siempre están muy bien; cuando hay dinero, y aquí lo hay, no existen problemas para conseguir un buen director de fotografía (esos contrastes entre el comienzo luminoso en Turquía y el final sombrío en Escocia), unos estupendos efectos especiales, un montaje espectacular, etc. Como sucede en casi todas las películas de Bond hay escenas que te impactan y se quedan como lo mejor: en Skyfall  me quedo con la inicial en Estambul o el juego de cristales en la de Shanghai y la escena completa en paralelo de la comisión y Bond en Londres.

En cuanto a la música, después de cinco colaboraciones de David Arnold (que había decaído bastante en las últimas), esta vez le encargaron a Thomas Newman el trabajo. Resulta un poco extraño porque Newman no es un compositor al uso para películas de acción pero esta vez ha cumplido bastante bien con la tarea. Ha compuesto una banda sonora con toques de acción, oscura cuando tiene que serlo y trepidante en otras. Lo mejor es que ha procurado no abusar del tema clásico de Bond salvo en momentos muy puntuales en los que el protagonismo del agente es clave.




martes, 13 de noviembre de 2012

Instalación

Estar de mudanza tiene múltiples efectos secundarios. Al estrés que implica el mismo proceso por el cambio que supone hay que añadir todas las tareas que conlleva, así como las altas y bajas de todo lo que nos rodea y de lo que no solemos ser conscientes. Dado que el piso al que me iba llevaba cerrado un par de años buenos, hubo que dar de alta la luz, proceso largo por culpa de la persona a quien se lo habían encargado los dueños; el resultado fue que, entre unas cosas y otras, vinieron a darme de alta el viernes pasado con el consecuente ataque de nervios, ansiedades y demás pensando que mi chico venía ese mismo fin de semana y no íbamos a tener luz ni para el termo de agua caliente. Era lo peor que llevaba, saber que se venía el fin de semana y no tener electricidad porque, a pesar de ser un coñazo, me lo tomaba con paciencia benedictina (después de pegar cuatro gritos y acordarme de toda la familia de la directiva de Endesa, por supuesto).

Ayer lunes por fin pudieron conectar el teléfono a la red, así que ya tengo línea con el exterior e interneces. Y menos mal porque tirando de la red del móvil he consumido toda la velocidad del mismo en apenas unos días y ahí va ahora el pobre a su ritmo de tortuguita. Uno no es consciente de cuánto hemos llegado a depender de todo esta parafernalia tecnológica hasta que nos falta. Pero, como en casi todo, te adaptas un poco e intentas llevarlo como mejor puedes. La consecuencia de todo es que apenas he estado metido en las redes sociales (twitter, facebook, el blog...), aunque a veces viene bien un poco de separación.

Eso sí, continuo con la ardua labor de organizar el estudio y colocar todos los libros, cómics y demás relleno de manera ordenada, porque tengo una estantería menos y prácticamente el mismo material. Quien dijo que el saber no ocupa lugar no se refería precisamente a esto...


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Alphas: los X-Men televisivos

Ahora que ha finalizado la segunda temporada de Alphas voy a comentar algo de ella.


¿De qué va la serie? Pues todo comienza con un doctor, el neuropsicólogo Lee Rosen, que lidera a un grupo de personas con  habilidades sobrehumanas, denominadas "Alphas", en la búsqueda de personas similares a lo largo del país trabajando en secreto para el Departamento de Defensa de Estados Unidos. ¿A que les suena sospechosamente a X-Men? Pues es algo así, una variante de personas con habilidades lideradas por alguien que se dedican a localizar otros como ellos y, mientras tanto, se ven involucrados en tramas más complejas. El grupo está compuesto por Bill, un ex-agente del FBI con la capacidad de activar su sistema endocrino y darle más fuerza y resistencia; Gary, un joven autista que puede relacionarse socialmente a cierto nivel con tecnopatía pudiendo ver y captar las señales de comunicación y tratar con ellas de manera bastante rápida; Nina que tiene la habilidad de inducir a la gente a hacer algo que les pida verbalmente y con el contacto visual; Rachel, que puede aumentar alguno de sus cinco sentidos de manera extrema a costa de los otros; y Cameron que se incorpora al inicio de la serie con hipercinesia lo que permite a su cerebro procesar el movimiento a una mayor velocidad que a otros permitiéndole una mayor precisión en el lanzamiento y predicción de movimientos.

Alphas comenzó en 2011 como una serie de verano, de esas que comienzan en junio o julio para rellenar el espacio veraniego que, antigüamente, se consideraba de escasa relavancia entre las distintas temporadas televisivas que iban desde septiembre/octubre hasta abril/mayo. Y digo antiguamente porque en los dos dos o tres últimos años las series veraniegas se están convirtiendo en una auténtica sorpresa, series sin grandes pretensiones salvo la de entretener y hacerte disfrutar del verano. Series como Alphas, Hell on wheels, True blood, Warehouse 13, Falling skies...


Y aquí es donde aparece Alphas. Su primera temporada, de sólo once episodios, parecía que se iba a convertir en el típico procedimental ciencia ficción-policíaco en la localización de otros individuos con habilidades extraordinarias pero mediada la temporada viró hacia una trama más compleja en la que una supuesta organización terrorista estaba empleando alphas para cometer delitos. La primera temporada concluía de manera sorprendente y podríamos decir que había cumplido su misión de entretenimiento. Entonces llegó la segunda temporada y todo ha cambiado. La serie se ha vuelto más oscura, más transcendente, más dura; no quiero decir que se haya vuelto en una serie seria y aburrida, todo lo contrario, sigue entreteniendo cada vez más pero ha crecido, es más madura y los personajes, sin llegar a profundidades filosóficas, han adquirido más matices mostrando, por ejemplo, las contrapartidas de contar con estas habilidades. 

Sin llegar a tener unos efectos especiales abrumadores, lo mejor de Alphas son las tramas, la ambientación (con profusión de escenas en exteriores) y un tratamiento adulto de los espectadores, intentando crear una explicación coherente de los poderes (al menos dentro del mundo de la serie). Eso ha propiciado que haya crecido en estos dos años y mejorado bastante; de hecho, la segunda temporada consta de trece episodios, dos más que en la primera, lo que demuestra que la cadena Syfy confía en ella y parece que habrá tercera temporada.

No voy a contar más de las tramas que se desarrollan en las dos temporadas por si alguien está interesado/a en verla. Sólo puedo decir que si te gusta la ciencia ficción, los personajes con habilidades extraordinarias, X-Men y demás, esta es tu serie y que, además, va mejorando según avanza la historia. Si están interesados aquí para lo que ya saben: temporada 1 y temporada 2.



miércoles, 31 de octubre de 2012

Bond is back!!

Hoy se estrena la última película de James Bond, la saga más longeva del cine que recientemente ha cumplido cincuenta años de espionaje, aventuras, acción, gadgets, villanos y demás parafernalia del agente secreto más famoso. Tal vez no lo haya comentado nunca, lo siento, el alzheimer galopante es lo que tiene, pero soy un fan declarado de las películas bondianas, no hasta el extremo de tenerlas todas en dvd (algunas sí) ni conocerme los diálogos (como sí puede suceder en otras sagas galácticas) pero sí para haberlas visto todas y acudir religiosamente a verlas en pantalla grande desde Octopussy allá por el añooo ... ese mismo. Así que qué mejor momento que este para hacer una pequeña revisitación de la saga y su música.



Sean Connery. El primer James Bond y, para muchos, el único e inimitable en este papel que le dio a conocer  en el cine y del que acabaría tan harto que, después de cinco películas (007 contra el Dr. No, Desde Rusia con amor, Goldfinger, Thunderball, Sólo se vive dos veces) dijo basta. Claro que, como suele decirse, todo tiene un precio y volvería en dos películas más: Diamantes para la eternidad y Nunca digas nunca jamás (título irónico que juega con su negativa a volver). De todas ellas me quedo con dos: Goldfinger y Sólo se vive dos veces, para mí las mejores del período de Connery. Fue una etapa en la que el personaje nació, creció y se hizo popular hasta extremos insospechados, de manera que cuando Connery se negó a continuar creó un problema a los productores en buscar a un sustituto. Y lo mismo sucedió con las características de las películas, como las intros antes de los títulos de crédito, las canciones, los gadgets, etc. Hablando de canciones, ahí va mi favorita de este período y mira que me encantan las de Shirley Bassey.




George Lazenby fue el sustituto de Connery. Australiano, sin experiencia en el cine sólo interpretó a Bond en una película 007 al Servicio Secreto de Su Majestad. A pesar de los palos que le llovieron por sus escasas dotes actorales (que poco se acordaba la gente de Connery en sus comienzos) hay que reconocer que la película es de las mejores de la saga. Si tuviese que elegir un top five ésta se hallaría incluida. Romance, un villano perfecto interpretado por Telly Savalas, persecuciones en la nieve y un epílogo que te dejaba con los pelos como escarpias. Absolutamente recomendable. Y encima la canción la interpretaba Louis Armstrong, que más se puede pedir, aunque como novedad ésta no salía en los títulos de crédito iniciales.




Roger Moore, el tercero en aparecer por la saga, a la que llegó por su fama en la serie El Santo. Le dio un toque más divertido, irónico y quitándole seriedad al personaje, lo cual puede gustar o no. Es el que más ha durado en la saga (al menos de manera oficial) ya que protagonizo siete películas a lo largo de doce años (Vive y deja morir, El hombre de la pistola de oro, La espía que me amó, Moonraker, Sólo para sus ojos, Octopussy y Panorama para matar). En las últimas ya se le notaba un poco mayor para el personaje y, a pesar de sus reticencias, continuó por la presión de los productores, tal vez porque querían evitar un nuevo caso Lazenby. De todas ellas me quedo con dos, Vive y deja morir y La espía que me amó, quizás las más serias y conseguidas de esta etapa, por lo que la canción elegida es de una de ellas.




Timothy Dalton fue la nueva cara elegida a mediados de los ochenta. Con él se pretendía rejuvenecer y vigorizar la serie, darle un toque más actual al mover el personaje en un ambiente en el que la Guerra Fría se halla en pleno final. Dalton le dio un toque más realista, frío y agresivo a Bond, para muchos es el prototipo del personaje descrito en las novelas de Ian Fleming, el que más se acerca a él. Lamentablemente, el parón que sufrió la serie a comienzos de los noventa por batallas legales provocó que sólo interpretase al personaje en dos ocasiones: Alta tensión y Licencia para matar. De ellas me quedo con la primera en la que ya se aprecian detalles que aparecerán posteriormente: militares corruptos, el mundo de la droga...




Pierce Brosnan fue el quinto actor en ponerse la piel de James Bond. Insolente, altivo, con frases (aún más) ingeniosas y contundentes, fue el encargado de meter al agente prácticamente en las nuevas tecnologías y en el siglo XXI. Aunque se le ofreció el papel en los años ochenta no lo aceptaría hasta después del parón de seis años que sufrió la saga en los noventa. Cuatro películas (Goldeneye, El mañana nunca muere, El mundo no es suficiente, Muere otro día) en siete años colocaron a la franquicia en unos niveles de éxito económico que le auguraban un futuro largo y provechoso. De la era Brosnan me quedo con Goldeneye y El mundo no es suficiente, tanto por la temática (excomunistas, agentes dobles, petróleo y venganza) como la interpretación de Brosnan, los villanos, etc, son quizás las más completas. Aunque las canciones (salvo el horror de Madonna para la cuarta) están muy bien, voy a elegir la de Goldeneye que interpretó mi adorada Tina Turner.




Y llegamos al último, y actual, James Bond: Daniel Craig. Un Bond más rudo, agresivo, primitivo casi, llevado por las emociones, por las ansias de venganza (sobre todo en su segunda película). Su aparición se puede considerar casi un reboot de la saga ya que muestra, de manera rápida eso sí, sus inicios y cómo consigue ser un agente doble cero. Como siempre, escenas espectaculares de acción, persecuciones, más violencia, todo ello en un mundo ya totalmente tecnológico y mediático. Me encanta la relación que tiene 007 con M., interpretada por la fantástica Judi Dench desde mediados de los noventa con Brosnan. Hasta la fecha lleva tres películas incluyendo la que se estrena hoy: Casino Royale, Quantum of Solace y Skyfall. Dado que no he visto la última, mobviamente, prefiero la primera, la que inició este período por varios motivos: los comienzos de Bond, su relación con M., las escenas de acción y persecución están genialmente rodadas (la de África o la del aeropuerto son un estupendo ejemplo), la trama, las escenas del Casino (algo que echaba mucho en falta desde hace bastante tiempo), etc. Aunque me gusta la canción de Adele para Skyfall, seremos coherentes y pongo la primera, porque me gusta mucho al igual que la intro.



lunes, 29 de octubre de 2012

Qué es la ciencia ficción

La gran mayoría de la gente continúa asociando la ciencia ficción a naves, batallas espaciales, alienígenas y demás similitudes y que se halla circunscrito a un grupo reducido de frikis, a veces aislados del mundo exterior y con dificultades para relacionarse con el resto de la sociedad. Por eso me encantó la entrevista que ayer domingo publicó El País con Ursula K. Le Guin.


Le Guin es una de las grandes escritoras de ciencia ficción y novela fantástica que aún viven. En la entrevista se hace un recorrido no sólo por su obra sino que hablan de la ciencia ficción y de otros autores. Y del sexo, y del feminismo, y de la ecología, y de muchos temas más que ha tratado a lo largo de su carrera. Temas que hoy pueden parecer habituales y normales pero que eran una bomba cuando se publicaban allá por los años sesenta y setenta del siglo pasado. Frases cortas y contundentes, rotundas. Me quedo con una respuesta que da en un momento determinado cuando el entrevistador habla sobre una novela de George R.R. Martin:

"La ciencia ficción no es algo menor. Y no es solo, ni especialmente, la Enterprise, Star wars o las tropas del espacio. Significa experimentar con la imaginación, responder preguntas que no tienen respuesta. Implica cosas muy profundas, que cada viaje es irreversible…".

Adoro esta mujer. Así que les animo a que se lean la entrevista, es un placer. 


sábado, 27 de octubre de 2012

Música (LXXXVI)


I. OUVERTURE - 0:05
II. SUITE:
Rondeau - 3:26
Air I - 5:00
Air II - 6:20
Minuet - 7:46
Air III - 8:41
Jig - 9:54
Hornpipe, air IV - 10:33 - 11:19
Hornpipe - 12:45
III. SONG FOR JEMMY BOWEN: Lucinda is bewitching fair - 12:49

martes, 23 de octubre de 2012

Ciclos

En general no soy/somos realmente conscientes que nuestra vida se va desarrollando mediante ciclos. Digo soy porque uno, que ya de por sí va por esta vida con su despiste habitual, sólo se para a pensar en estas cosas un poco a posteriori, cuando te das cuenta de las etapas que vas cumpliendo a medida que pasan los años. Ciclos más largos, otros más cortos, unos de carácter laboral, otros sentimentales, familiares... Vamos, que cada uno puede estructurar su trayectoria vital en función de estos momentos.

Se puede decir que hace un año finalizó un ciclo para mí, más en el terreno personal que laboral, los cuales no necesariamente tienen que coincidir. Desde entonces estaba en una especie de interregno, de pausa, entre ciclos. Lo novedoso es que era perfectamente consciente de ello aunque lo achacaba más al hecho de que hacía meses que sabía que quería mudarme y cambiar de casa que a otra cosa que pudiese surgir en otros aspectos. Y entonces llegó él. Y las ganas de mudarme se incrementaron exponencialmente. Y todo se ha revolucionado de tal manera que ni siquiera he podido permitirme el lujo de la depresión postvacacional porque la vorágine del cambio de casa se lo ha comido todo. De una cosa estoy seguro: mi vida está empezando un nuevo ciclo con todas las de la ley. Nueva casa, nueva relación, objetivos en el horizonte... 

Y perdonen que sólo hable de mí y mis circunstancias pero tengo el resto de las rutinas un poco abandonada. El cine, las series, los libros, están ahí pero entre las vacaciones y la mudanza no les he prestado demasiada atención. En cuanto me instale...


viernes, 19 de octubre de 2012

Vaivenes

Llevo una semana con altibajos emocionales, dudas e indecisiones y más nervioso de lo que he estado en mucho tiempo. Dan ganas de mandar al otoño al carajo y que venga ya el invierno y ponga un poco de orden en esta vida. 

La culpa de todo la tiene la mudanza que estoy haciendo y que tengo que terminar en menos de dos semanas, antes de que acabe el mes. Esta semana, por fin, llegaron las llaves y pude volver a ver la casa y me entraron las dudas. A ver: entre los pros está el hecho de que el alquiler es más barato (me ahorro un buen dinerillo lo cual está muy bien y más en estos tiempos), está más cerca (aún) del trabajo casi que puedo fichar sin necesidad de quitarme el pijama, que es más grande que la actual (una salón grande, tres habitaciones, dos baños, un balcón cerrado amplio); entre los contras el hecho de que tiene sus años y hace tiempo que no se habita con lo que necesita una buena mano de pintura (este sábado) y de limpieza (sábado y domingo), aparte de eliminar los pocos muebles que quedan y hacer algunos apaños. Además, tenían que haber hecho ya una cosa con el tema de la luz, y hablando ayer con el hijo de la casera reconozco que no es su problema sino culpa de la persona a quien le han encargado el trabajo hace un par de semanas.

Llegó el miércoles y me dió el bajón. Así, tal cual. Uno que se precia de tener las cosas claras, de ser capaz de tomar decisiones meditadas y de controlar los aspectos más domésticos de la vida, pues todo eso se fue al garete. Hablé con J. y me aconsejó que llevase a alguien más a ver la casa, para que me diesen su opinión más objetiva. Y así lo hice. El miércoles por la tarde llevé a una amiga a la que le gustó y opinaba que podía hacerle muchas cosas a la casa; ayer por la tarde me fuí con T. y me volvió a ratificar la opinión de la amiga del día anterior. Todo para que al final las cosas se vayan poniendo en su sitio y calmándome después de comprobar que todo tiene una solución, a corto o medio plazo. Y que remedio queda porque ayer me fui a Ikea y ya visioné los muebles que necesitaba, que tampoco son tantos, el dormitorio y algunas cosillas para el salón, que intentaré comprar hoy o mañana como mucho.

Como me decía un buen amigo, no es sólo el tema de la casa. Según él "estoy viviendo muchas cosas a la vez" en referencia a mi relación con J. y, entre eso y la mudanza a la nueva casa, me haya saltado todo por los aires. Seguramente tenga mucha razón porque llevo unos días con la sensibilidad a flor de piel, cualquier cosa me entristece, me añurga como decimos por aquí, y tan pronto estoy contento, sobre todo cuando hablo con J., como parezco la María Magdalena, a veces también con J. porque me emocionan sus mensajes. En fin, que mi vida se está convirtiendo en un Dragon Khan emocional. Será por eso que nunca me ha gustado el otoño...


miércoles, 17 de octubre de 2012

Barcelona

Vamos a contar algo de las vacaciones, aunque sea por encima. Una de las cuestiones programadas consitía en viajar a Barcelona. Ir a la ciudad condal siempre es un placer. Esta era la tercera vez que viajaba a ella y siempre me he sentido bastante cómodo y a gusto; esta vez sólo porque las anteriores siempre he ido acompañado. Los motivos eran muy simples: disfrutar de la ciudad y ver a los colegas. Y aprovechar para ver un par de cosillas que se me habían quedado pendientes.

Una de ellas era el Museo Egipcio de Barcelona, considerado el mejor museo de esta temática en España. Es un museo relativamente pequeño, solamente tiene dos plantas pero el fondo que tiene es bastante curioso y procuran aprovechar al máximo tanto el espacio como el contenido. La entrada me pareció un poco cara para lo que realmente es pero teniendo en cuenta que es una fundación quien lo ha creado y no es un museo público pues tampoco es tanto. Lo que sí me gustó fue que en el rato que estuve de visita vi tres grupos de escolares con sus respectivos guías explicando cosas del antiguo Egipto, al menos se ve que contaba on bastante aceptación y que se mueven en el mundo escolar.





Otra de las tareas pendientes consistía en visitar alguno de los edificios creados por Gaudí. Esta vez me decanté por ir a La Pedrera o Casa Milá, como también se le conoce. Allá que me alcancé una mañana relativamente temprano, y menos mal que fui previsor, porque cuando salía a mediodía la cola para subir en el ascensor ya llegaba hasta el patio interior. Bueno, el edificio es uno de los emblemas de Barcelona y de la obra de Gaudí y para alguien a quien le gusta la arquitectura y el arte es una delicia. Se habrá escrito y hablado de él lo que no me puedo imaginar pero pasear por la azotea, por el ático donde tienen una exposición con maquetas del edificio y otras obras de Gaudí resulta todo un placer. Eso sí, recomiendo que si alguien está interesado vaya a primera hora, las hordas de turistas (entre los cuales me incluyo) pueden llegar a ser agobiantes, tanto para visitar con tranquilidad los distintos departamentos (azotea, ático, el piso) como para acceder al ascensor.






Y, luego para acabar, un poco de turisteo por el Barrio Gótico. En realidad, esta es una constante en cada visita, me encanta pasear, meterme por las calles, mezclarme entre los turistas y sentirme un poco así, sacando fotos a diestro y siniestro, disfrutar de esa zona de Barcelona...  Tópico ¿verdad? Pues me da igual, lo paso genial callejeando y recordando de nuevo todo lo que he visto anteriormente, sobre todo porque ya han pasado cuatro años de la última visita.










lunes, 15 de octubre de 2012

Reincorporación

Se terminó lo bueno. Volvemos a la rutina laboral, encima complicada con asuntos externos como una mudanza. Ahora sí que se acabó el verano. Y entre las muchas tareas pendientes intentar normalizar el blog después de tanta ausencia en las últimas semanas...