viernes, 27 de julio de 2012

Verano...

Alguna vez he comentado que hay personas que plasman en palabras lo que a ti se te pasa por la cabeza y que por vagancia, pereza o falta de tiempo no escribes. Hoy una defensa sobre cómo hay que saber disfrutar de las cosas pequeñas, que no hace falta irse a Australia o Japón (que ya me gustaría) para gozar de unas buenas vacaciones, que las tardes de verano se pasan igualmente bien en la playa como leyendo un libro...


"Es el tiempo de la felicidad. Apúrenlo y no piensen en el invierno que nos espera

Hay muchas cosas buenas que salen gratis. Pasear por la mañana temprano, cuando el sol es tierno, tímido como la brisa que coquetea con las hojas de los árboles. Caminar de madrugada por calles tan llenas de gente como en los mediodías del invierno, para asombrarse de la euforia silenciosa de las parejas que se besan en los bancos, o apoyadas en los pilares de las plazas porticadas. Los que viven cerca del mar lo tienen fácil, pero también es una fiesta meter en una tartera la comida prevista para consumir en casa, despacharla sobre una manta, en la hierba de algún parque, y tumbarse después a la sombra. Asistir a los conciertos de las bandas que suelen tocar en quioscos de parques y plazas mayores los domingos por la mañana. Y frecuentar las bibliotecas públicas, mientras duren.

Hay muchas cosas buenas que salen muy baratas. Una botella de vino para beberla despacio, en casa, al atardecer y entre amigos. Un buen libro de bolsillo, que proporciona una emoción que dura más que el vino y cuesta casi lo mismo. Un cine de verano, el lugar ideal para hacer manitas. Una ración de ensaladilla rusa y dos cañas, en la terraza de un bar cualquiera, antes o después del cine de verano. Enamorarse es un milagro todavía más barato, tan caro que, sin embargo, no se puede fabricar.


El verano es el tiempo de la felicidad. Apúrenlo y no piensen en el invierno que nos espera. Porque nuestros abuelos lo tuvieron muchísimo peor que nosotros y si no hubieran vivido, si no hubieran sabido disfrutar de la vida, si no se hubieran enamorado en tiempos atroces, nosotros no estaríamos aquí. Si existe una cosa que sabemos hacer bien los españoles es ser pobres. Lo hemos sido casi siempre, pero eso no nos ha hecho más desgraciados, ni más tristes que los demás. Recuérdenlo y sean felices, porque la felicidad también es una forma de resistir."

Almudena Grandes (09/07/2012). El original aquí.




 

miércoles, 25 de julio de 2012

Destripando... El caballero oscuro: la leyenda renace

Este fin de semana, como muchos otros y como era de rigor, me fui con los colegas a ver el cierre de la trilogía del murciélago: El caballero oscuro: la leyenda renace (The Dark Knight Rises).



Han pasado ocho años desde los acontecimientos que se narran en El caballero oscuro y Batman ha desaparecido de Gotham ya que, con la promulgación de la Ley Dent, el crimen organizado ha sido cuasi eliminado de las calles. Es entonces cuando aparece una ladrona de guante blanco y un criminal, Bane, que se ha hecho señor del submundo de la ciudad de Gotham con un único propósito y que pondrá todo patas arriba provocando el caos y la destrucción.

Con esta película se cierra la trilogía que Christopher Nolan ha escrito, junto con su hermano Jonathan, sobre el hombre-murciélago. El problema con que se enfrentaba Nolan a la hora de realizar la película era él mismo y el listón que se había colocado con la anterior, demasiado alto para mantenerse en una tercera parte. Y así ha sido. La contención y precisión del guión que se había percibido en El caballero oscuro, se ha sustituido por un "más grande, más épico, más extenso"; a la película le sobra metraje para contar lo que narra, otra cosa es que podría haber aprovechado ese metraje extra para explicar ciertas actuaciones. TDKR abarca un período de tiempo cronológico muy extenso (varios meses) y ello obliga a los Nolan al uso y abuso de elipsis para acortar la acción cuando podrían haber estructurado el guión de otra manera sin afectar necesariamente a las motivaciones de los villanos. Además, llega un momento (casi desde el inicio) en que tienes que realizar una suspensión de la incredulidad, porque hay agujeros en el guión que sorprende en dos personas como los Nolan cuyo anterior trabajo en la trilogía era todo lo contrario. ¿Una muestra de cansancio, quizás? Tal vez. 

A todo ello hay que añadir una falta de ritmo notable, la película tarda muuuuucho en arrancar, durante la primera hora apenas hay acción (salvo alguna persecución y poco más), y esta va apareciendo en pequeñas dosis aquí y allá, quizás con la intención de llegar al clímax épico al final para dejar al espectador pendiente de la trama hasta el desenlace, que se va intuyendo casi previsiblemente. La parte buena es que algunas escenas de acción están bien rodadas, sobre todo en la parte final, por la tensión que logran. 



Entonces ¿que hay de bueno? Pues mira, como siempre, la ambientación, el diseño de producción (salvo quizás en alguna parte como "el pozo") sigue manteniendo una buena calidad. Lo cual no es que sea tan complicado habida cuenta la pasta que se han gastado. Anne Hathaway haciendo de Selina Kyle en un papel que le va estupendamente aunque el guión no la trate excesivamente bien. Los nuevos secundarios de lujo, como un madurito Mathew Modine, Joseph Gordon-Levitt o la Marion Cotillard, que cumplen más que bien junto a los clásicos Michael Caine y Morgan Freeman, este último da la sensación de habérselo pasado bastante bien y sentirse cómodo en el papel.

Y, aunque no lo parezca por los párrafos anteriores, el intento de plasmar en el guión la existencia misma de los superhéroes. Hasta qué punto son imprescindibles y necesarios, la confianza de aquellos en los ciudadanos y su capacidad de hacer lo correcto, lo que es justo, porqué nace un héroe... Esto que había aparecido en ciertos momentos y escenas de las dos primeras partes se convierte casi en un leitmotiv en toda la película. Por eso me gusta cuando Selina Kyle le dice a Batman en una escena "ahora ya no les debes nada... le has dado todo" y él responde "todo no... aún no".


A pesar de todo lo dicho, no es una mala película, simplemente ha sucedido que las comparaciones son odiosas. Y las expectativas que se habían generado aún más. Sobre todo después de la magnífica El caballero oscuro que habían estrenado en 2008. Han intentado cerrar el círculo que iniciaron con Batman begins creando una trilogía sobre el surgimiento, auge y desaparición de un superhéroe, lo que implica necesariamente haber visto las dos primeras para comprender ésta. Y aunque no sea un cierre perfecto y redondo, creo que es bastante digno para lo que nos tienen acostumbrados las superproducciones hollywoodenses últimamente, especialmente en lo que concierne a las adaptaciones de cómics que suelen ser muy irregulares. Yo le doy un notable, creo que un siete es una nota más que aceptable.

En cuanto a la música, este es otro aspecto que ha bajado respecto a las anteriores entregas. Se nota que Newton Howard no ha participado y que la contención e intimismo que se sugería en aquellas ha desaparecido detrás de un Hans Zimmer desaforado y desatado. Hay algunos cortes tranquilos, pocos, pero la sensación que da en el cine es que es muy reiterativa y machacona, quizás por un exceso de uso en las escenas de acción. Una pena que el dúo de compositores no se mantuviese en este película también, probablemente habría ayudado a conseguir una mayor capacidad de tensión en algunos momentos.


jueves, 19 de julio de 2012

Antihielo

Antihielo es una de las primeras novelas de Stephen Baxter, considerado como uno de los sucesores de Arthur C. Clarke por ser partidario de una ciencia ficción más estricta.


La novela parte de la premisa de un asteoride que a comienzos del siglo XVIII se estrella en la Tierra y libera una sustancia, el antihielo, que es descubierto por los ingleses y posibilita un enorme salto tecnológico que les permite convertirse, a mediados del siglo XIX, en una superpotencia mundial. En esta ucronía que comienza y finaliza con una carta, la acción se desarrolla fundamentalmente en 1870, en plena crisis franco-prusiana, siguiendo las aventuras de Ned Vicars, un agregado del Ministerio de Asuntos Exteriores británico que se ve envuelto junto al periodista Holden y al inventor sir Josiah Traveller en un inesperado viaje a la Luna, eje central de prácticamente todo el libro.

En el prólogo se señala que la novela se inspira en aquellas que Verne escribiera por la misma época en que se ambienta Antihielo, lo cual se evidencia sobre todo en el viaje a la Luna, los inventos que surcan el relato, la actitud tan británica de los protagonistas. Pero también podemos encontrar reminiscencias de H. G. Wells y su libro Los primeros hombres en la Luna. Realmente, Antihielo es una mezcla de ciencia ficción y steampunk, combinando la tecnología decimonónica con las actitudes más victorianas en los que se refiere a educación y saber estar, caballeros que viajan en una nave pero no olvidan los buenos modales y que departen en un salón mientras se fuman un buen puro después de una cena.

Seamos sinceros. Antihielo no es una novela compleja, es un relato de aventuras espaciales en un mundo alternativo alterado por la presencia de una sustancia que concede una ventaja enorme a los ingleses. Hay algo de ¿romance?, veleidades políticas, alteraciones históricas (para el que suscribe esta parte está bien trabajada) pero en el fondo no deja de ser una novela de aventuras, muy al estilo de Verne aunque sin un final optimista, más bien todo lo contrario. Por eso es una lectura apropiada para estas fechas veraniegas, algo ligero y ameno, sin excesivas complejidades y que distrae al lector de los calores.

martes, 17 de julio de 2012

Destripando... The Amazing Spiderman

Este fin de semana pude ir por fin a ver el último estreno de la Marvel: The amazing Spiderman.


¿Realmente hace falta contar de qué va la película? Pues eso. De como comenzó todo, de como Peter Parker se convirtió en Spiderman, de su lucha contra el villano de turno (en este caso el doctor Curt Connors), de la entrada ela vida de Peter de Gwen Stacy... vamos lo habitual en una película de estas características.

En cuanto a la crítica, vayamos por partes. En lo que concierne al guión, bueno, tampoco es necesario estrujarse el coco porque, en esencia, se basa en los cómics de la Marvel. Pero hay cambios, algunos de ellos importantes en lo que se refiere a los padres de Peter Parker, a la muerte del tío Ben, etc. No soy muy partidario de los cambios porque creo que en el fondo alteran la estructura pero, bueno, aceptamos algunos cambios. Eso sí, aunque en este tipo de películas eres consciente de que pasas la frontera de lo verosímil me resulta complicado creer que una chica que esté en el Instituto trabaje de ayudante del doctor Connors en Oscorp. Si fuese una superdotada que la pongan directamente en la Universidad al igual que a Parker pero no, ese aspecto que podían haber cambiado ha permanecido inalterable. Lo que está claro es que, aún viéndose como una película independiente, constituye, y así está construída, como el primer acto de una supuesta y teórica nueva trilogía del trepamuros.


Sobre los actores voy a hacer una división. En los actores principales me parece que han dado el clavo en la elección y lo hacen bien; Andrew Garfield es más creíble que Tobey Maguire como Peter Parker y Emma Stone lo borda como Gwen Stacy. Voy a incluir a Rhys Ifans que también cumple como el doctor Connors aunque como villano resulta bastante flojo. Sin embargo, en los secundarios tengo el corazón partío. Mira que me gustan Martin Sheen y Sally Field pero no los veo como tio Ben y tía May, sobre todo en el caso de la segunda. Luego está el caso del capitán Stacey, un personaje algo desaprovechado porque sale ya mediada la película, aunque aquí creo que es más culpa del guión que de otra cosa. Y poco más porque tampoco es que hayan más actores relevantes, quizás el que hace de Flash. Y sobre la dirección sólo diré que me ha parecido bastante flojita y muy sosa, aparte que las escenas de acción como siempre van a tropecientas mil por hora, con mucho barullo, mucho lío y poca definición. Espero que Marc Webb no dirija la segunda y si lo hace aprenda a rodarlas con más tranquilidad.

De los aspectos técnicos no se puede decir nada malo. Una estupenda fotografía que contrasta las noches luminosas con días más apagados, unos efectos especiales en los que se nota lo mucho que se ha avanzado en estos diez años en la tecnología digital y un diseño de producción que te hace recordar bastante a los cómics originales. En ese sentido, son de los detalles que están mejor cuidados en la película.



Y, por último, la música. Encargada a James Horner resulta bastante decepcionante. Tiene un tema principal, vamos a llamarlo así por ser generoso, que no tiene ninguna fuerza y el resto de la banda sonora se puede decir que es de relleno, los cortes se suceden sin que podamos distinguir uno de otro. Es bastante sosa, reiterativa y muy anodina, no hay nada que llame la atención del que la escucha; ah sí, un pequeño tramo que me recuerda enormemente a la banda sonora de Rocketeer compuesta, como no, por el propio Horner. Si fuese de un principiante podría hasta pasar pero viniendo de Horner es penoso. Y contrasta enormemente, a peor claro está, con la música que Danny Elfman compuso para el Spiderman de Raimi hace una década.




A modo de conclusión, uno se pregunta si era necesario en volver a reiniciar la saga del Hombre Araña, sobre todo cuando la de Sam Raimi está aún bastante reciente (la primera es de 2002 y la última de 2007, apenas cinco años). La película en sí no es mala pero no aporta grandes novedades y, por ahora, resulta totalmente innecesaria por lo que es una muestra palpable de que faltan ideas y se necesita seguir haciendo caja con los superhéroes. En muchos aspectos sale perdiendo frente a la versión de Raimi que, al menos para mí, es mucho mejor que ésta. 

miércoles, 11 de julio de 2012

Arte ilustrado

Timothy Anderson es un artista conceptual en el mundo del entretenimiento, tal y como se define él mismo. Lo que antigüamente se llamaba un ilustrador, vamos, alguien que concibe y lleva al papel las ideas de otros. Lo encontré navegando por la red y me quedé prendado de una serie de cubiertas pulp que está dibujando basándose en películas de ciencia ficción y trasladándolas a portadas al estilo de aquellas novelas de los años cincuenta y sesenta, conservando ese saborcillo retro y un poco cutre.




Pero ya me ganó por completo cuando, leyendo su blog, encontré estas maravillosas ilustraciones que había realizado para la trilogía inicial de Star Wars.




No me digan que no son impresionantes. Además, no se limita exclusivamente al mundo del cine, también realiza dibujos basándose en libros como la siguiente ilustración, que refleja la nave espacial "El arca" que sale en el libro Los viajes de Tuf de George R. R. Martin.


Si quieren más información, pues su blog está aquí. Como incentivo diré que en su blog vende sus ilustraciones, para aquellos que estén más que interesados. Y ahora, una poca de música.

lunes, 9 de julio de 2012

Otro que se va

Hoy saltó la noticia que ayer falleció el actor Ernest Borgnine, que ya contaba con 95 años. 


Sí, es este señor de atrás. Seguro que a los más jóvenes, acostumbrados a considerar un clásico cualquier película de los ochenta, no les sonará demasiado. Pero a los que tenemos cierta edad y crecimos viendo películas en el único canal que existía en nuestra infancia-adolescencia (luego ampliado a dos gracias al Mundial 82, al menos por aquí) es una cara harto conocida. Cara conocida aunque muchas veces no recordases su nombre porque, sobre todo, Borgnine era lo que entonces se denominaba un "secundario de lujo". Un actor todoterreno que principalmente, por su particular físico de bruto, participaba en películas bélicas (Los doce del patíbulo, Estación polar zebra) y de acción (Grupo salvaje, 1997 Rescate en Nueva York) pero también en el cine de catástrofe (La aventura del Poseidón) e incluso de temática religiosa (Barrabás, Jesús de Nazaret) y ciencia ficción (El abismo negro).

Aunque no lo sepan muchos, ganó el Oscar en 1955 por Marty, una película sobre un hombre sencillo y que estaba basada en una serie de televisión, ante pesos pesados como Spencer Tracy, James Cagney o el James Dean de Al este del edén. Con él se va una parte de la historia del Hollywood clásico, aquel que todavía se desarrollaba bajo el sistema de los estudios en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo. Y ya no van quedando sino unos pocos supervivientes de aquella época.

viernes, 6 de julio de 2012

Perreando con Barbarella en lontananza

Llevo una semana muy perraco aunque, en realidad, tampoco es que pare mucho. Ayer jueves fue el único día que no salí por la tarde, cortesía de la migraña que me estuvo dando la lata desde que me desperté. Eso sin contar las mañanas laborales pletóricas de destrucción controlada, memorias de cursos y visitas en el desayuno. 

Pero es que mi vida es bastante anodina así que hay poco que contar. Los fans están controlados y se limitan a wassapear y mandar algún que otro mensaje por los interneces a través de páginas que ustedes y yo ya conocemos. Y si no las conocen, pues investiguen que con poco lo averigüan. Con decir que lo más emocionante que me ha ocurrido esta semana ha sido un mensaje tan corto y efusivo como "Que guapo eres". Y ahí quedó la cosa. De uno de Valencia. Que ya me dirán que hago yo con alguien de esa comunidad que aún no he visitado y me pilla un poco a trasmano. Por no hablar de que sólo me entran veinteañeros o los cercanos al medio siglo, que tienen su derecho a ligar, faltaría (ya llegaremos todos a esas edades), con lo que me pregunto donde estarán los de edades intermedias. ¿O es que ha habido una plaga apocalíptica y han acabado con los de treinta y tantos o cuarenta y pocos y yo sin enterarme? Porca miseria, que dirían los italianos el pasado domingo.

Cambiando totalmente de tercio. Para los más fans al género de la ciencia ficción más bizarra y sexy que sepan que se está desarrollando un proyecto para llevar el personaje de  Barbarella a la televisión.



El cómic de Jean-Claude Forest, que ya fue llevado en 1968 al cine por Roger Vadim y lanzó a Jane Fonda como símbolo sexual, podría volver a ser recreado gracias a la voluntad de Martha De Laurentiis (aquí es cuando sigo alucinando con la supervivencia de la saga De Laurentiis) y la productora Gaumont que quieren contar con el director de Drive, Nicolas Winding Refn. Más datos, aquí. Preguntas sin respuesta (por ahora): ¿habrá trajes ajustados? ¿tendremos erotismo latente? ¿o será una serie "para toda la familia"? ¿quien será la guapa que se ponga en el papel? ¿habrá cameo de Jane Fonda?


lunes, 2 de julio de 2012

Programación de verano

Aunque empezase hace unos días, oficialmente para este que escribe el verano comienza hoy. Ya se que me repito más que el ajo porque el año pasado fue igual pero es que la sensación de verano no viene por el calorcito que impera, aqui ya llevamos una temporada con él pegado, sino por el horario reducido en el trabajo, que se nota una barbaridad pese a que sólo sea una hora menos. Y con la llegada del verano, uno se plantea algunas tareas para llevar a cabo en estos tres meses, que además son los previos a mis vacaciones que este año se retrasan un poco.

En lo que se refiere a series, en estos días quiero terminar con algunas que tengo pendientes para luego ponerme con las de verano. Este año hay pocas series veraniegas que me interesen en serio: el cierre de la séptima temporada de The Closer (que también supone el final de la serie), la segunda de Alphas y dudo si ponerme con la segunda de Falling skies porque me da mucha pereza y la primera no me dejó buen sabor de boca. Como son pocas, quiero retomar dos que dejé a medias: la cuarta temporada de The Wire y seguir con A dos metros bajo tierra. A las cuales voy a añadir, de una maldita vez aunque tenga que buscar el tiempo de donde sea necesario, Star Trek Voyager, que se va a convertir en mi eterna deuda pendiente. Y, por supuesto, seguir con Continuum, una serie de ciencia ficción canadiense que no es que sea la octava maravilla pero se deja ver.



Otra tarea pendiente que tengo por acabar es la comunicación para los coloquios de historia en octubre. En realidad, lo tengo escrito como en un cincuenta por ciento, puede que incluso más, y tengo todo el material preparado así que sólo se trata de sentarse delante del ordenador, darle a la tecla y quemar algunas neuronas. Como siempre, me cuesta arrancar pero ya he decidido que una tarde de esta semana me pongo en serio porque quiero tenerlo escrito antes de que acabe el mes y así dejarlo ya hecho y quitarme una preocupación de encima.

Una tercera tarea, más destinada hacia septiembre-octubre, consistirá en buscar una nueva estrella de la muerte donde vivir. En realidad, estoy bien donde vivo ahora, a cinco minutos del trabajo, otros tantos del gimnasio, con plaza de garage y bien acondicionado. Pero se me ha metido en la cabeza ahorrar un poco o conseguir por el mismo precio algo más grande, sobre todo una tercera habitación o un salón más grande para las visitas. No es que me vaya a volver loco buscando sino que lo haré por curiosidad y si veo algo interesante pues allá que me voy.

Y, por supuesto, todo lo que conlleva el verano. Terraceo, playas, cines, leer y salir de vez en cuando. Este año, y aprovechando que vivo en la ciudad, he decidido que al menos un par de tardes me iré a las Canteras en cuanto salga del trabajo y coma. Llevarme un libro, botarme en la playa y no hacer nada es uno de las proyectos que seguro pienso cumplir.


Ahora lo que falta por ver es cuánto de todo se habrá cumplido el 21 de septiembre cuando salga de vacaciones. Menos mal que entonces tendré tres semanitas para recuperar lo que no haya hecho.


 

domingo, 1 de julio de 2012

OST (XXVII)

En el mundo de las bandas sonoras existen muchas historias sobre compositores defenestrados, músicas rechazadas por los directores a última hora, etc. Uno de los casos más conocidos, por los personajes que afecta, es el de la película 2001: una odisea del espacio. Alex North había sido el elegido para poner música a la película pero Kubrick rechazó su obra y la sustituyó por obras de compositores clásicos como Johann Strauss, Richard Strauss, Ligeti, etc. Lo peor fue que no se le dijo nada a North y en el estreno éste esperaba oir su música y, en cambio, escuchó otra cosa. En los años noventa Goldsmith la recuperó y la grabó para que quedara constancia del trabajo de este compositor que nunca ganó un Oscar por sus trabajos a pesar de haber estado nominado catorce veces.