miércoles, 30 de septiembre de 2009

Argumentos

Pongamos la siguiente historia. El capitán de un barco americano llega a un país exótico y se casa con una chica de quince años, un matrimonio concertado, aunque ella cree que se casa por amor mientras que para él es casi un juego. Fuerte ¿verdad? Pues esto no es nada. Él vuelve a su país y ella le espera durante tres años, en los cuales ha tenido un hijo del capitán y ha sido repudiada por su familia. El capitán regresa de nuevo pero ahora está casado con una mujer de su país, se entera de que ha tenido un hijo y, a través del cónsul, pretende llevarse al niño. La joven, sola y abandonada por casi todos, se suicida.

Una historia como esta haría las delicias de los programas del "corazón" de la tele amiga y de su clónica antena tres. Tiene todos los ingredientes para ser la comidilla no ya durante días sino semanas. Lástima que esta historia no sea real sino que esté basada en un libro que, a su vez, dio lugar a una obra de teatro y, ésta, a una ópera: Madama Butterfly. Entonces ¿porqué no nos escandalizamos de lo que vemos en esta ópera? ¿Será porque ya lo tenemos más que asumido, porque la estupenda música de Puccini lo perdona todo o porque, en el fondo y según creo yo, la mayoría de la gente no tenemos ni idea de qué va la historia?

Y es que hay cada argumento en la ópera, que es para quedarte tararí y no echar gota. Porque esto es casi lo más habitual: suicidios, asesinatos, venganzas, incestos, etc. No entiendo porqué dicen que la ópera es aburrida. Vale, las seis horas de cualquier ópera de Wagner echan para atrás pero eso esun poco masoquismo.


Varias escenas del acto I de Madama Butterfly

martes, 29 de septiembre de 2009

Publi

Reconozco que cuando veo la tele y llega el momento de la publicidad hago zapping. A veces me gusta ver algún que otro anuncio (cuando tenía el Plus en casa veía los especiales de premios de publicidad que ponían ocasionalmente) pero pegarse diez o quince minutos de publicidad machacona en la tele amiga o en truño tres es de género masoquista. Y no, lo siento, pero no me va el sadomaso.

Eso sí, muy de vez en cuando, te encuentras con cosas curiosas. Como la publicidad que algunas instituciones realizan para atraer no ya clientes sino potenciales usuarios, utilizando el humor osituaciones que se han convertido en cotidianas. La primera foto la vi en la fachada de Biblioteca Insular (donde estuve trabajando unos meses hace ya, ufff, casi cinco años), la sede de la red de bibliotecas del Cabildo de Gran Canaria (el equivalente a la diputación provincial), que está en la plaza Hurtado de Mendoza, conocida por todo el mundo por la plaza de las ranas y donde vamos con frecuencia a tomarnos algo a la terracita.



Estas dos las saque en el lateral del Museo de la Ciencia; hacía tiempo que no pasaba por allí hasta justo el día de la boda. Había varios carteles en plan noticias sensacionalistas pero con información. La verdad es que estaban muy curradas porque tomaban frases del cine e intentaban llamar la atención de los que paseaban por el parque Santa Catalina para que entrasen al museo.




A veces, sólo es necesario tener ganas y un poco de imaginación.


lunes, 28 de septiembre de 2009

De vuelta

Como siempre, se acabó lo bueno y hoy empiezo de nuevo en el curro. Y a lo grande: con un curso durante toda la semana. Creo. Porque no he recibido ningún correo confirmándolo y me da que ha habido algún problema, así que ahora mismo empiezo a hacer llamadas a ver qué ha pasado.

Para celebrar el último de mis quince días por casarme nos fuimos T. y yo con un amigo a Maspalomas. Un buen día, algo de viento al principio, pero ha estado estupendo y al menos ha servido para mantener el colorcillo que cogimos la semana que estuvimos allí. Ahora sí que se ha terminado el verano; podría poner esta canción que es como muy clásica y demasiada oída. Pero no se porqué siempre asocio el fin del verano con el comienzo de una gran película.




Que, por cierto, la música que suena al comienzo pertenece a una película (titulada en España La colina del adiós) que tiene uno de los temas más preciosos que pueda uno escuchar.




Menos mal que aún me quedan quince días de vacaciones y me iré de viaje...

viernes, 25 de septiembre de 2009

La boda. Episodio II

Estoy un poco perezoso, bueno, un mucho. Diría que mi subconsciente está intentando aprovechar al máximo los últimos días de permiso antes de volver al trabajo la semana que viene. Ya ayer tuve que madrugar porque aproveche para llevar el coche a la revisión aunque aún no me lo han dado, pero salvo eso apenas he hecho nada. Así que para disimular un poco, para qué negarlo, pongo unas fotillas más del momento celebration de la boda y de la semana que nos pasamos de vacaciones.


Dónde me ha tocado, pito pito gorgorito...


El plato aún sin estrenar


Repartiendo los puros

La Talaso del hotel, ooooohhh, quiero más


Disfrutando de los placeres

La zona de recepción del hotel


Ah si, que se me olvidaba. Fui a ver Distrito 9 y me ha gustado. No es nada del otro jueves en cuanto al guión pero al menos intenta ofrecer algo distinto (eso de que una nave llegue a Sudáfrica y no a Nueva York o Los Ángeles, como siempre) y no pretende ir más allá de lo que hay. En comparación a lo que últimamente se ve por el cine en cuestión de ciencia ficción no está mal, me ha gustado el tono pseudo-documental de muchas partes de la película y el tonto del protagonista que se merece todo lo que le pasa y más, por estúpido. Vamos, que se merece una visualización.


miércoles, 23 de septiembre de 2009

Estaciones

Dicen que llegó el otoño. Ayer. Así, como quien no quiere la cosa. Pero como sigo con los días de permiso, para mí comenzará realmente el próximo lunes cuando vuelva al trabajo.


martes, 22 de septiembre de 2009

Negro sobre blanco

O como cambiar de tercio para no caer en el monotema. Hace tiempo que no comentaba nada de las lecturas veraniegas, que a pesar del stress preboda hubo momentos para leer un poco.

Después del humor y la ironía británica de Terry Pratchett en El éxodo de los gnomos, me sumergí en la paranoia y esquizofrenia de Philip K. Dick con uno de sus libros más conocidos y que no había podido leer hasta ahora: El hombre en el castillo. Desarrolla una de las ucronías más famosas, pues el libro narra el hecho de que los alemanes y japoneses ganaron la Segunda Guerra Mundial, controlando la mayor parte del planeta. De hecho, Estados Unidos se halla dividido en tres zonas: la occidental controlada por los japoneses, la oriental por los nazis y en medio un estado independiente pero títere de facto de los otros dos. Bajo esta premisa, el autor narra varias lineas argumentales donde se pone de manifiesto el desarrollo histórico que ha posibilitado esta situación; además hay un libro dentro del libro, La langosta se ha posado, que especula con la posibilidad de una victoria de los aliados, por lo que es prohibido por los alemanes, y que provoca una de las líneas argumentales.

Es de los mejores libros de Dick, me lo fundí en cuatro o cinco noches, porque sin dejar de tener las características de buena parte de su literatura (el control del poder, el Estado vigilante, personas que no son quienes dicen ser, tramas paralelas con subtramas y más subtramas, protagonistas perseguidos, etc) éstas son bastante más tenues y hacen del libro más ameno y fácil de digerir que otros posteriores. Particularmente, Dick siempre me ha gustado precisamente por ese toque paranoico y un poco esquizofrénico, aunque algunos de sus libros son bastante densos y un poco tostonazos, para que mentir. Si quereis saber más, pues aquí.

Cuando lo acabé, continué con más clásicos de la ciencia ficción, nunca mejor dicho porque retrocedí en el tiempo y me puse con La guerra de las salamandras, de Karel Capek, un autor checo de la década de los veinte y treinta. En él se narra el hallazgo de una especie de salamandra en las islas de la Indonesia, cuando era colonia holandesa, y a las que se enseña a hablar, a razonar y a trabajar, aunque aprenden más de lo que los humanos se imaginan, y desearían. Bajo el barniz de la ciencia ficción, en realidad hay una crítica feroz y muy aguda del capitalismo, pero también de los totalitarismos, el fascismo, y es toda una lección de la insaciable voracidad de los humanos. No me extraña que los nazis tuvieran fichado al Capek como muy peligroso; afortunadamente, o no, para él, murió justo antes de la guerra mundial. En realidad, el libro casi no parece ciencia ficción, pues no habla de sociedades futuristas, con grandes avances tecnológicos; al contrario, está ambientado en las primeras décadas del siglo XX y si no fuese por las salamandras casi sería una novela costumbrista. De todas maneras, muy recomendable.

La semana pasada, ya en pleno relax, me metí de lleno con Brasyl, el último libro de Ian McDonald, que se va a convertir en uno de mis autores favoritos a este paso. Hace un año me leí El río de los dioses, ambientada en la India en un futuro cercano y con el desarrollo de las IAs como telón de fondo. Brasyl, como su nombre indica, lo hace en en ese país pero la trama es, en realidad, tres tramas que se desarrollan en el siglo XVIII, en el 2006 y en un futuro relativamente cercano, el 2032. La del siglo XVIII está protagonizada por el jesuita Luis Quinn que es enviado a Brasil para llevar a cabo una misión. La trama del 2006 es controlada por Marcelina Hoffman, una productora de realities practicante de la capoeira y que se embarca en la búsqueda del hombre que hizo llorar a Brasil. Y la trama del 2032 la lleva a cabo Edson Oliveira de Freitas, un joven emprendedor que se enamora de una física. Tres historias, tres momentos, todo aparentemente independiente, todo unido bajo la teoría cuántica. Y un viaje que te sumerge en este país en el que todo es posible, desde hablar de fútbol hasta debatir sobre la individualidad de los seres humanos, el determinismo o libre albedrío, los mundo paralelos y universos posibles. Vamos, que me ha encantado.



Después de tanta ciencia ficción, he decidido cambiar totalmente de registro. Así que justo antes de la boda me agencié Wicked, lo empecé justo antes de venirnos, y con este libro sigo. Y me lo estoy pasando pipa con Elphaba. Ya contaré algo más.


lunes, 21 de septiembre de 2009

La boda. Episodio I

Bueno, pues ya estamos de vuelta. Como quien dice, estamos aterrizando de nuevo en la dura vida cotidiana después de una semana de relax y descanso. Pero antes que nada, muchas gracias a tod@s por las felicitaciones, los buenos deseos, los mensajes, los posts dedicados y todo lo bueno que ha llegado, que siempre anima un montón y te alegra que no veas.

A ver, por donde empezamos a contarlo todo. La boda salió muy bien, casi a pedir de boca, que ya se sabe que siempre hay algo que no habías previsto o no sale como querías. La única pega es que comenzó con bastante retraso, de hecho me gocé la entrada de la boda anterior; yo no estaba muy pendiente del reloj pero creo que en lugar de las nueve de la noche entramos casi a las nueve y media, aunque visto lo visto este sábado, que también se casó una prima mía en el mismo sitio y una hora antes, es casi lo normal porque ella empezó con veinte minutos de retraso.

La ceremonia estuvo genial, Ricardo, el concejal, se ganó a la gente e hizo un discurso entre un pelín reivindicativo y un pelín bastante personal. Cuando comenté que lo habíamos encargado, en realidad es que elegimos a Ricardo para que nos casara. Durante muchos años fue presidente de Gamá, el colectivo lgtb de Las Palmas, y T. le conocía desde hace bastante tiempo, de cuando se pasaba por la sede y participaba ocasionalmente. Al año siguiente de conocernos T. y yo se organizó la primera manifestación del orgullo (que ha seguido todos los años) y nosotros siempre hemos ido, tanto a la mani como a casi todos los actos que suelen organizar. Y allí nos encontrábamos a Ricardo, y participábamos en lo que podíamos. Este año le hicieron un pequeño homenaje en el Orgullo y comentaron que le habían nombrado concejal, así que T. fue a hablar con él y le dijo que quería que nos casara. Y aceptó de muy buena gana. Muchas gracias porque la verdad es que lo hizo estupendamente, tanto el discurso que hizo como el trato con todo el mundo.

Además, mientras esperaba en el coche se acercó y me dice que le preguntó a T. dónde nos conocimos y que si lo puede decir. Le dije que no de coña pero lo soltó en medio del discurso en plan intriga y, claro, al final todo el mundo se puso a preguntarnos dónde nos habíamos conocido. Y para quien lo sepa fue en la Flash, una discoteca cutre como ninguna que cerró como tres o cuatro años después de conocernos. Ainsss, que tiempos aquellos.

En fin, como sucede con estas cosas, todo está ultraprogramado. Que si la llegada...

Anda pero si vamos con el mismo color


Momento anillo

que si la firma de los papeles, con pausa incluida para la foto...


que si foto con las madrinas, antes de salir...


Vamos, que como se puede ver salió todo estupendamente. Intentaré poner más fotos en el Facebook (quien quiera que le agregue no hay ningún problema, eh) pero será poco a poco porque estoy en proceso de recopilación de fotos y las que tengo son las que sacó una amiga con nuestra cámara. Aún no he visto las fotos oficiales, con eso digo todo. Y hasta aquí llegamos hoy. Próximamente más.


martes, 15 de septiembre de 2009

Sarantontón

Ahora que ha pasado todo, podemos ir desvelando detalles poco a poco.

En agosto estuvimos mirando el detalle que íbamos a regalar en la celebración. Había opiniones contrapuestas, que si un detalle unisex, que si una chorrada friki, que si algo útil, etc, incluída la de algunos expertos que nos aconsejaron no regalar nada. T. me llevaba de aquí para allá y yo con resignación iba detrás, poniendo caras de "no", "ni hablar", "por encima de mi cadáver", "qué horror", "quieres que nos quedemos sin amigos ¿verdad?". Hasta que, por rendicion y agotamiento, decidí que más valía escoger el mal menor.

Así que elegimos algo mariquita, cutre y con un ligero barniz de utilidad para acallar mi conciencia. Y cuando digo mariquita es literalmente.



mariquitas en formación de a siete

En Canarias a las mariquitas también se las conoce como sarantontón, de ahí el título del post.



sábado, 12 de septiembre de 2009

El día después

Cuando decidimos casarnos, en el ayuntamiento nos dijeron que si queríamos podíamos elegir tres cortes musicales para tres momentos concretos de la ceremonia: la entrada, la firma y la salida. El último fue el primero en decidirse, el segundo estaba más o menos claro por parte de T. y el primero llegó por medio de sugerencias. Y aquí van en el orden en que sonaron.











A que no está mal, ¿eh?

viernes, 11 de septiembre de 2009

Día D

Y llegó el día. Aunque aún casi no me lo creo después de tanto tiempo de papeleo, preparación, cuentas, arreglos, etc, etc, etc.

Y también llegaron los nervios. El miércoles mientras comía me entró un nudo en el estómago y casi se me quitaron las ganas de comer; me costó coger el sueño y eso que me vine a acostar como a la una de la madrugada, que para mí es casi trasnochar entre semana. Y cuando disfrutaba del sueño por la mañana, el cabronazo que tenemos por gato empezó a subirse a la cama, encima de uno, y a jugar con las zapatillas, por poco no hago estofado de gato. Ayer jueves estuve más tranquilo, me fuí a buscar a Mac al aeropuerto, comimos juntos y estuvimos trasteando por ahí durante la tarde, hasta que lo dejé en las buenas manos de Mokko y me fuí a casa. Entre la falta de sueño de la noche anterior y el trajín del día, pues caí frito en la cama.

Así que ahora cogeré el planning para que no se me olvide nada de lo que tenemos que hacer y a ponerse las pilas. Intentaré responder esta tarde, desde la casa de la amiga donde me vestiré. Ah, y dejaré un par de posts programados para que la espera sea menos dura, que mañana desaparezco durante unos días.




Que la Fuerza os acompañe, siempre.

jueves, 10 de septiembre de 2009

1

Escena: Ayer, por la tarde, bastante tarde. En el coche. Conduciendo.

starfighter: ¿te imaginas? a partir del viernes seremos señores de starfighter y starfighter.

(miro de reojo, y se vislumbra cara seria)

starfighter: bueno, también podemos contestar al teléfono como casa de starfi y starfi...

(el acompañante trajina con el móvil disimulando su creciente irasosiá)

starfighter: o como starfighter asociados...

T.: (con voz seria y mirando al conductor) no tiene ninguna gracia.


Pues sí, es lo que tiene haberte pegado cinco horas y media esperando para poder renovar el DNI. Que se te va el humor a una velocidad estratosférica inversamente proporcional a la que avanzan los números de la cola. Eso, o es el stress preboda. Menos mal que el brillo en los ojos le delataba que si no pensaría que hasta lo decía en serio...


martes, 8 de septiembre de 2009

3

Hoy el post sale más tarde de lo habitual pero es que toca dia de fiesta en la isla, que es el día de Mari Pino, y que mejor manera de celebrarlo que durmiendo hasta buena hora de la mañana. Nica, espero que Pinito tenga ración doble de comida para celebrar su día, jejeje.

Además, anoche quedamos con la mayor parte de mis primos y primas para ir a cenar. Algunos ya conocían a T. de encuentros por cualquier lado pero para más de uno era la presentación oficial. Lo pasamos bien, nos hartamos a reir, sobre todo poniéndonos verdes con el tema de la edad y las canas, y disfrutamos de un buen rato. Vamos, que me da que quieren repetirlo dentro de una pequeña temporada, ya veremos.

Lo mejor del fin de semana fue el sábado por la noche, cuando nos hicieron la despedida de soltería (ehem... ehem..., por dios que tos más inoportuna). Un buen amigo nos montó un sarao en un local bastante tranquilo donde bebimos a base de bien, con mojito de bienvenida (que estaba riquísimo, joder), algo de picoteo y sorpresa incluida.


Efectivamente, hubo stripper. Eso pasa por tener un futuro marido que se pone perretoso con cualquier cosa. Estuvo dos semanas diciéndole a este colega que organizaba la despedida que si no había stripper él no iba. Pues, toma, por pesado. Obviamente, el de la primera foto es él y el de la segunda foto soy yo, que además me gocé la mejor parte porque me sacó cuando ya le quedaba poca ropa, ñam ñam. Eso sí, alguien cogió la cámara de fotos y nos hizo todo un reportaje fotográfico, que no pienso poner obviamente, que uno aún tiene un mínimo de verguenza y dignidad.

Después nos fuimos a un local, donde estuvimos bebiendo y bailando hasta que lo cerramos a las cuatro de la mañana. La verdad es que entre que no había demasiada gente (lo justito para no agobiarse que el Bridge es pequeño) y lo entonados que ya iban más de uno pues nos pusimos a bailar, a cantar berrear y saltar en el pequeño escenario que tienen al fondo. Creo que tardaremos una pequeña temporada en volver, porque le dimos la lata al dueño, que encima nos conoce y nos felicitó, para que nos pusiera una última canción a las cuatro de la mañana.




El grupo de coros y danzas ensayando

Normal que el domingo estuviésemos medio muertos. Y ahora si me disculpan me voy un rato a la playa a ver si cojo una pizca de color para el viernes.

Larga y próspera vida.

PD: Por cierto, pondré alguna foto más en el Caralibro, por si alguien está interesado y quiere curiosear.

lunes, 7 de septiembre de 2009

4

A ver. Recapitulemos.


- el traje, comprado, probado y guardado

- los anillos, probados y en casa

- el hotel, reservado

- la celebración, reservada

- la tarta, encargada

- la música, escuchada y grabada

- el concejal, encargado


Creo que me olvido de algo pero no sé. Mi neurona me está gritando algo pero no la entiendo.





Hoooooooombre, el novio, claro.


para toserle a estos dos

Jo, con las pesadillas de marras.


viernes, 4 de septiembre de 2009

7

Con el permiso de todos ustedes, voy a pasarme mi primer día de vacaciones poniéndome más guapo, aún. Si eso es posible, claro (se nota que no tengo abuela, eh). Dentro de un ratillo me iré, en realidad nos vamos que T. también se viene, a la peluquería de un buen amigo a cortarme y arreglarme los pelos estos y a una sesión de limpieza-masaje (y restauración, añadiría yo) facial. Pienso aposentarme donde me digan y dejarme hacer de casi todo. Y a disfrutar de los placeres terrenales, oigan.



Luego, para esta tarde ya tengo hora para un estupendo masaje relajante pre-boda (este ya me lo pago yo) para ir liberando las tensiones y disfrutar del fin de semana. Que se presenta movidito, que mañana tenemos la despedida de soltero.

Ainsss, que dura es la vida. Y eso que no tengo dinero cash. Claro que es ir a la pelu y acordarme de Frenchy


jueves, 3 de septiembre de 2009

Holiday

Hoy no pensaba postear pero ya ves, de vuelta a las andadas. Ayer por la tarde, entre el sueño que llevaba arrastrando y la desgana que se incorporó a al fiesta, me entró el modo perreo y caí sobre la marcha en desconexión automática. La cual me va a durar poco porque mañana empieza la última semana antes de lo que ya sabemos y ya tengo preparado un listado de cosas que tengo que hacer entre mañana viernes, el sábado y el lunes. Eso sí, en modo suave y relajado porque ya estaré de vacaciones. Ah ¿qué no había dicho que hoy es mi último día de curro y que no vuelvo a pisarlo hasta el 28? En que estaría pensando yo...





Cómo me gusta el mes de septiembre.


miércoles, 2 de septiembre de 2009

Noche de verano

Anoche en la avenida de las Canteras, con un helado en la mano después de una buena cena...




Que sueño tengo, por favor. Que ganas de volverme a la cama.


martes, 1 de septiembre de 2009

39

Los 39 escalones es una de las películas más conocidas de Alfred Hitchcock de su etapa inglesa, o lo que es lo mismo, de los años treinta del pasado siglo. En glorioso blanco y negro, es una película de espías, organizaciones secretas, persecuciones y demás, altamente recomendable y que, al estar basada en una obra de teatro, se sigue representando.

Hoy subo otro peldaño más en la escalera y llego a los 39. Estupendo. Me gusta cumplir años porque al menos puedo seguir cumpliéndolos ¿no? Hay que pensar en positivo y buscar el lado bueno de la vida. Además, quedo con los amigos para ir a comer o cenar, nos pasamos un buen rato y nos divertimos. La pena es que este año es el primero en bastante tiempo que trabajo el día de mi cumpleaños, la costumbre de coger vacaciones en septiembre tiene sus pequeñas ventajas. El sábado ya fui a cenar con unos amigos que también cumplen por estas fechas y siempre los celebramos juntos. Esta noche toca con los colegas de la universidad y ya tengo elegido el sitio, un restaurante libanés al que hemos ido alguna vez pero hace tiempo.

Y, por supuesto, un deja vu del pasado.






En la primera foto estoy con mi hermana, la que va después de mí, en el parque Doramas y con vistas al puerto de la Luz, totally seventies. En la segunda no tenía aún cinco años porque a esa edad fue cuando me pusieron las gafas. Y recuerdo ese peto con el león como si fuera hoy. Que tiempos aquellos, jejeje.

Que la Fuerza os acompañe.