viernes, 31 de julio de 2009

De vuelta

El calor era sofocante y la humedad lo hacía aún más pegajoso. El ventilador apenas mitigaba esos efectos a pesar de que se hallaba al máximo de su velocidad. De hecho diría que ayudaba a propagar el calor por toda la habitación en lugar de despejarlo. El despacho en penumbra parecía un horno; no, peor, una sauna en la que me iba cociendo lentamente mientras esperaba.

Sabía que aparecería. Tarde o temprano lo haría, como siempre. Como el alien de Depredador que volvía a la Tierra en los años de mucho calor, conocía sus rutinas y percibía que estaba al caer. Y estaba preparado para ella. Vaya que si lo estaba.

Unas horas más tarde tocaron en la puerta. No me inmuté ni dije una palabra intentanto no hacer ruido. Volvieron a tocar con insistencia, incluso con más fuerza diría. Tampoco dije nada. Sabía que era ella y ella sabía que yo estaba dentro. La puerta se entreabrió lentamente y fue asomándose sin ningún disimulo, mirando al interior y cerciorándose de que yo estaba allí, sentado tras la mesa. Cerró la puerta tras de sí y se apoyó en ella mientras sacaba una pitillera de su bolso de mano, encendía un cigarrillo y le daba una calada.


"Necesito su ayuda”, dijo con voz sedosa, como la de un gato. “Peligro, peligro”, gritaron mis alarmas internas mientras miraba esas piernas sin fin, voluptuosas, sensuales. “Lo siento, cariño, estoy muy ocupado y no puedo atenderla”, señalé mientras recogía un montón de papeles y hacía como que atendía asuntos de vital trascendencia. “No pienso irme hasta que me atiendas o me prestes un poco de atención”, recalcó con esa misma voz sedosa, mientras se acercaba insinuante y lentamente hacia la mesa. “De verdad que no puedo atenderla, será mejor que venga en otra ocasión”, insistí sin mucha energía conocedor de que lo inevitable se acercaba. “Sabes que no me iré y no pienso ponerte las cosas fáciles”, señaló, al tiempo que apagaba el cigarrillo en el cenicero de la mesa.

Abrí un cajón de mi escritorio y acaricié con cariño mi revólver del 45 mientras musitaba “Lo sé”. Menos mal que en previsión lo había cargado con triptanes. Acabaría con ella y en un par de horas estaría enterrada. Espero. Porque ya se sabe que hay migrañas muertos que se resisten a desaparecer…





PD: Estos son los efectos que ejerce en una mente normal 40º de calor, más calima, más dos noches sin pegar ojo (esta pasada ya dormí algo de cansancio). Y así hasta mañana. Que ganas que el tiempo sea "Espacial".



jueves, 30 de julio de 2009

La que se avecina

La semana pasada se celebró la Comic-Con de San Diego, que se viene celebrando desde 1970. Inicialmente era un punto de encuentro de amantes de los cómics; en los últimos años se ha convertido en un auténtico escaparete de las novedades cinematográficas y televisivas que tienen que ver con el mundo del cómic, superhéroes, ciencia ficción y temática (no tan) relacionada, sin abandonar su intención original.

En ella se presentaron varias novedades de series televisivas. Una de ellas fue sobre Battlestar Galactica; se presentó la película The plan, que saldrá a la venta en octubre y se confirmó que Cáprica, el spin-off, se estrenará en enero de 2010. El episodio piloto ya se ha filtrado y se puede ver en la red pero por lo visto para el estreno quitarán las escenas ligeras de ropa (¡estos usamericanos!) y añadirán otras que no estaban. Y para ir abriendo boca...




Otra de las novedades es Spartacus: Blood and sand, una "muy libre" adaptación de la biografía del gladiador que lideró la revolución de los esclavos en el siglo I a.C.. Digo muy libre y ya me entenderán cuando vean el trailer. Siempre he estado a favor de las revisitaciones de las historias, pero de ahí a transformarlas por completo con una estética ultramoderna, no se yo. De todas maneras, la veré cuando se estrene que será para el año que viene, porque me encantan las series históricas. Viene a ser una mezcla entre Roma y 300, aunque no se si han cogido lo mejor de cada una. Como podrán ver hay más sangre que en una peli de vampiros así que absténganse los alérgicos a ella. Y la princesa Xena (aka Lucy Lawless) parece que no escapa de las producciones de espada e historia antigua.





De Flashforward ya he hablado en algún momento por aquí. Pues se estrena en Usamérica a finales de septiembre y la serie la ha comprado Cuatro que probablemente la emitirá en un corto plazo para luchar contra las descargas. Además han anunciado que la serie durará tres temporadas, aunque con un número de capítulos aún sin definir, y que saldrá Meriadoc Brandigamo, también conocido como Charlie (aka Dominic Monaghan).


Y, por último, otra novedad de ciencia ficción, esta especialmente dedicada a Mac. El universo de Stargate se expande aunque no sabemos si se romperá algún día. La cadena ha anunciado Stargate Universe, otra serie más sobre este mundo. En esto ya me pierdo porque yo me quedé con la peli, y eso que llegué a ver episodios sueltos cuando los emitían en Calle13, pero vamos que nunca me llegó a enganchar. Ya sabes Mac, otra más para tu colección.



Y queda la cuarta temporada de Dexter, el estreno de The prisoner, y la segunda de Fringe, y... La que se avecina después del verano.

miércoles, 29 de julio de 2009

... y a toda vela

Pues nada, el tema boda sigue adelante. Como decía hace unos días, la semana pasada nos la tomamos con calma en este tema. Prácticamente todo el mundo esta avisado y aunque quedan algunas invitaciones que entregar (se pueden contar con los dedos de una mano) esta gente ya sabe lo que hay. Así que no cuenta. La mayoría ya nos ha confirmado la asistencia, o no, a la celebración posterior. Y he de anunciar con alegría y satisfacción que el número ha bajado (gracias sean dadas al Sumo Hacedor) lo cual agradecerá nuestra economía.


Él también se lo está agradeciendo


¿Qué más? Ah sí, ya tenemos los trajes. Yo me fuí a comprar el mío con una amiga y fue entrar al sitio y decir "me gusta ese". Mi amiga decía que si no me iba a probar otro, así que elegí uno por compromiso. Pero como dice mi madre: "Cuando te emperras con algo, no hay quien te saque". Pues eso. El dependiente comenzó a sacar camisas y mi dedo dijo "ésta". Y así sucesivamente. Pensábamos estar toda la tarde con el tema traje y a la hora ya estábamos fuera, con lo que nos fuimos a tomar algo, a mirar tiendas y a dar una vuelta. Y mi pareja fue a comprar el suyo con otra amiga, así que iremos de incógnito hasta el día-D, aunque cada uno intuye cuál es el traje del otro que para eso ya habíamos hablado y mirado algunos trajes juntos.

El sábado elegimos el detalle que vamos a dar en la celebración. Fue por rendición. Mía, claro. Me cansé de decir no, no, no y poner caras de asco, asombro y cansancio. Así que fue ver eso y claudicar. Aviso que es lo más cutre, semi-inútil (se supone que tiene utilidad, que se la demos es otra cosa) y chorra que se pueda uno echar a la cara. Sólo para que se den cuenta lo vimos en una tienda donde se venden cosas para la casa (desde una alfombrilla de baño hasta vasos o velas) que es una especie de franquicia. Así que ya se pueden imaginar el nivelazo. Ainssss, no me queda nada.


Así que prácticamente está todo hecho. El viernes iremos a probar el menú, es decir, a cenar por la patilla. Bueno, no tanto, que con lo que vamos a gastar es lo menos. Luego quedaremos con alguno de los que aún no tienen la tarjeta y se acabó. Por ahora.

La adaptación (que es de lo mejor de la película)




Otra adaptación:


martes, 28 de julio de 2009

A fuego lento

Yo no se ustedes pero mi neurona se sigue cociendo en su jugo a fuego lento. Así que...



(Visto en La realidad estupefaciente)





No he visto mucho de la segunda pero coincido con la teoría de la canción. Digna de haber entrado como extra en Men in black, de alien por supuesto.

lunes, 27 de julio de 2009

Hot

Acalorado, sudoroso, pegajoso... ¿a qué parece que voy a hablar de una peli porno? Pues no. Que así he estado todo el fin de semana por culpa del calor. Joder, qué calor ha hecho. Ya se que en tierras continentales tener treinta y cinco grados o más es lo más normal en esta época del año, pero aquí pasar de treinta ya es para achicharrarse y si casi llegas a cuarenta, como según parece estuvieron el sábado por Maspalomas, es agobiante. Que estuvimos en alerta naranja por el calor, y dormir y/o realizar cualquier actividad suponía todo un reto. Así que lo mejor que se podía hacer era acoplarse al sillón, disfrutar de una peli o una serie y quedarte amodorrado en el mismo, soñando con las vacaciones.




El único momento fresco (gracias sean dadas al inventor del aire acondicionado, por muy malo que sea para el cuerpo y para mi garganta) fue cuando el sábado fuimos a la tienda sueca más famosa del mundo mundial, a acompañar a unos amigos que querían mirar un par de cosillas. Y, como siempre, algo pillas, en mi caso una estantería para poner mis dvd's por quince eurillos (estaba en la sección de ofertas porque decían que estaba dañada pero yo no ví nada de nada).

Ayer por la tarde acabamos dando una vuelta por la avenida de las Canteras. Mala idea, porque era la hora en la que la gente se estaba yendo de la playa y te ponías malo viendo la carne fresca recién tostadita. Así que nos fuimos a una terracita donde quedamos con un colega, nos tomamos algo para refrescar la temperatura ambiente, y corporal, y nos fuimos para casa a ver si podíamos dormir algo. A medias lo de dormir con este calor. Al menos parece que va a refrescar hoy.


viernes, 24 de julio de 2009

Pasen y vean

Cuánta verdad hay en el dicho ese de que la realidad siempre supera a la ficción. Uno lee cosas como esta y con este personaje ya no se sorprende de nada. Luego lees esto otro y ya no sabes si va en serio o saldrá diciendo aquello de: "¿Como están ustedeeeeeeeeeees?". Que si velinas, que si la mafia, que si las mamachicho. A Berlusconi lo que le hace falta es un circo de tres pistas en toda regla y actuar en la pista central.


Anda, pero si ya tiene Italia entera de escenario. Menudo payaso...




jueves, 23 de julio de 2009

Pausa

Estoy un pelín cansado, no tanto por el tema boda que esta semana está en situación de standby sino por las cosas naturales que van surgiendo de añadido. Entre eso y que a estas alturas del año el cuerpo está pidiendo a gritos un poco de descanso pues como que todo se hace más pesado de hacer. Así que hoy toca una pausa.






miércoles, 22 de julio de 2009

Hielo y fuego

Seguro que alguno ya lo sabe y habrá leído algo, que siempre voy como dos pasos detrás de todo. Pero como no he visto nada mencionado por los alrededores pues lo comento.

No se si conocen a George R. R. Martin, el creador de Canción de hielo y fuego. Supongo que más de uno sí pero para los que anden despistados, comentar que se trata de una saga de siete libros que podrían enmarcarse dentro de la fantasía épica, aunque no aparecen elfos, enanos y demás razas (por ahora), y en la que podemos encontrar de casi todo: grandes batallas, asesinatos, intrigas palaciegas, profecías, caballeros no tan galantes, damiselas un poco pendones y mucho mucho más. Más que narrativa fantástica, parece una novela histórica con rasgos muy medievales y en la que encontramos torneos, casas feudales que gobiernan territorios, el honor, la traición, lealtades divididas, peligros externos, etc. Un placer absoluto: bien escrito, múltiples tramas (cada capítulo está escrito desde el punto de vista de un personaje), giros inesperados, personajes nada maniqueístas y fuera de los estereotipos habituales... Absolutamente recomendables. Y si quieren saber más, pues a mirar aquí que encima está en español.


El año pasado, tras varias recomendaciones, me los empecé a leer. Y me enganché al primero de tal manera que me lo leí en poco más de una semana; teniendo en cuenta que son unos tochos de setecientas u ochocientas páginas (algunos editados en dos volúmenes) pues no está mal. He procurado mantener las ganas a raya porque sólo se han publicado cuatro libros y el quinto se supone que saldrá en septiembre de este año, en inglés, que ya veremos cuánto tarda en traducirse. El segundo me lo leí antes de Semana Santa y tengo el tercero en la recámara, posiblemente me lo lleve después de la boda.

Ayer me enteré que HBO, la productora americana, va a llevar estos libros a la pequeña pantalla en formato miniserie. El proyecto se anunció a finales del año pasado, sí, voy retrasado, y parece que la intención es que cada libro ocupe una temporada. De esta manera les daría tiempo de adaptar la serie completa ya que, supuestamente, Martin publicará los dos libros que faltan en 2010 y 2011. Esperemos que no la palme antes, que como nos deje colgados con la historia...



Parece ser que el piloto comenzará a rodarse en octubre en Nueva Zelanda. Y si gusta pues seguirán con el rodaje de la serie. Uno de los elegidos ha sido Sean Bean, quien dará vida a Eddard Stark, señor de Invernalia, noticia que vi en Las horas perdidas, de ahí que me enterase de todo el proyecto. Si quereis ver algunas ilustraciones basadas en los libros, pues aquí. Si se hace bien puede tener una pinta estupenda. Habrá que estar al tanto.

Ahora un poco de música. El sábado, aprovechando que buscaba alguna cosilla para una de mis sobrinas cuyo cumpleaños fue el lunes, me pillé la adaptación que Ralph Bakshi hizo de El señor de los anillos, a un precio irrisorio (4 leuros) aunque pelada y sin nada de extras (también por ese precio qué quieres ¿la versión ultraextendida y remasterizada?), y de la que ya nadie casi se acuerda después de la adaptación realizada por Peter Jackson. Pues eso, que me hizo recordar la música que compuso Leonard Rosenman para esa película. Ahí va un fragmento del final de la película.




martes, 21 de julio de 2009

Funcionando

Hoy me voy a meter en camisa de once varas. Pero es que estoy harto, bastante, de comentarios, miraditas y todo lo que conlleva cada vez que dices que trabajas en la Administración pública. Vamos, que por lo visto tengo que estar todo el día pidiendo perdón por vivir del cuento, por respirar y consumir oxígeno de este mundo y por no dar un palo al agua. Sólo me falta ir al sex shop, comprar lubricante y ponerme a cuatro patas en la calle para cumplir mi papel de servicio público. Hay que joderse.

Que sí, que ya está bien de meterse con los funcionarios (entiéndase también el personal laboral) cada vez que hay una crisis, de lo que sea. Y que conste que no soy nada gremial y el primero en reconocer que los funcionarios deberían pasar un período de tiempo de prueba en serio (por ejemplo, yo ahora lo estoy y así estaré los dos próximos años y dos meses) en el que si no cumples o no sirves pues a la calle, que se exija un constante reciclamiento en formación, que se cumplan objetivos, y más. Y que hay demasiados malos hábitos en la Administración, y mucho vago y caradura, por supuesto. Como en todos los sitios. O ahora me van a decir que no los hay en la empresa privada. Porque yo también me canso de esperar media hora para que me atiendan sólo porque el empresario, para ahorrarse costes, decide poner un dependiente en lugar de dos o tres. O que lo hagan con mala cara. O al trancazo. Que en todas partes cuecen habas.

Como siempre, se suele generalizar viendo únicamente lo negativo y nada de lo positivo. Y no se habla de la gente que está atendiendo y que aguanta de todo, desde insultos hasta amagos de llevarse una bofetada (visto por estos ojitos). Hay gente que curra y que se gana el sueldo. Y luego hay otros que viven del cuento, porque hay que reconocer que en la Administración es más fácil hacerlo.

Se que es un tema complejo, mucho más de lo que pueda parecer a primera vista y de lo que yo pretendo escribir aquí. Pero me fastidia mucho que cada vez que hay un problema (es que fui a ...póngase lo que proceda... y me atendió mal, o deprisa) salga el tema de que sucedió porque era funcionario. Mucha gente no se ha parado a pensar que tal vez esa persona trabaja en un servicio que se ha externalizado y, por lo tanto, trabaja para una empresa privada que puede que le esté explotando y pagando una mierda por su trabajo y de ahí las malas caras, los malos modos y demás. Pero como trabaja en un servicio municipal o autonómico pues ya es funcionario.

Y ahora con la crisis saltan los lumbreras económicos, esos que no detectaron la crisis a tiempo o aquellos que nos metieron en ella, y piden congelar el sueldo de los funcionarios. Y casi todo el mundo detrás apoyando la idea y poniendo verdes a los funcionarios: que si tienen un trabajo asegurado, que si hay demasiados, que si cobran mucho, que si no es justo, etc. A mí me gustaría saber dónde está la gente que estos años atrás han ganado pasta a destajo, como por ejemplo en la construcción, con sueldos de tres mil y cuatro mil euros. Ah claro, es que había que comprarse un televisor de plasma de 50 pulgadas, un móvil de cuatrocientos euros, un supercoche, el ordenador portátil y demás en lugar de ahorrar, que es una cosa así como pasada de moda. Y ahora en el paro la cosa está cruda. Lo siento pero cada vez que oigo una crítica (ni razonada ni motivada) el mensaje que me llega entre líneas es el de la envidia por no poder serlo. Y sí, es verdad y vuelvo a insistir, hay mucha gente que ni es eficiente ni educada ni da un palo al agua en la Administración que deberían irse a la calle.

En fin, que ya me he descargado de la irasosiá ottoniana. Nada como una buena sesión de terapia de grupo. Y me voy por fandangos...




lunes, 20 de julio de 2009

Versiones

Hay canciones cuyas versiones engrandecen el original. Y si encima quien lo hace es una cantante de los pies a la cabeza pues mejor. Así que para empezar bien la semana...

El original.




La adaptación.




El original.



La adaptación.




PD: Que bien le sienta a la jodía el traje del concierto. Y cómo se mueve.

viernes, 17 de julio de 2009

Qué me pasa, enfermera

Me he vuelto a enganchar.


Y de una mujer, por añadidura.



Me encanta Jackie Peyton, la protagonista de la nueva serie de Showtime, una enfermera con todas las de la ley. ¿Será porque es una adicta a los ansiolíticos aunque en apariencia no los necesite y sea una maestra en el arte de mezclarlos? ¿Será porque folla con Eddie, el farmacéutico del hospital, todos los días a las doce del mediodía? ¿Será porque se quita el anillo cuando entra a trabajar en el hospital y se lo vuelve a poner cuando vuelve a casa, donde la espera su marido y sus dos hijas? ¿O porque en el fondo hace lo que considere justo, así tenga que falsificar un carnet de donante de órganos o echar al baño la oreja de uno que ha acuchillado a una mujer? Tranquilos por el spoilerazo pero todo esto, todito, se ve en el primer episodio.

¿O será por esos secundarios siempre tan estupendos y que ponen el contrapunto, o la acompañan, en sus líos? La doctora O'Hara, una supermegapija capaz de gastarse ochenta dólares en unas medias (estupenda la escena cuando le da un bolso con un abrigo para que lo recicle y a la pregunta de si conoce las tintorerías reconoce que vio una en una película y le pareció tedioso) y de llevarle una cafe. Mo-Mo, un compañero, profesional, conocedor de todo lo que se mueve en el hospital y que le sirve de apoyo. Zoey, su ayudante, una estudiante de enfermería, charlatana, siempre con afán por ayudar y agradar y que se ve desbordada por todo. Eddie, el farmacéutico, enamorado de Jackie y suministrador de las drogas que ella necesita, además de ser su amante de mediodía. O el doctor Cooper que cuando se pone nervioso hace tocamientos sexuales poco apropiados para ser un médico.



A diferencia de House o Anatomía de Grey, ni hay casos complicados que no los descubre ni Dios ni embrollos amorosos (aún). Sólo casos normales, como infartos, caídas desde tres metros, etc. Comedia con un humor bastante negro, al menos para ser americana, lo cual siempre me ha gustado bastante.

Y eso que sólo he visto cuatro capítulos. Una de las cosas que se agradecen es que los capítulos sólo duran veinticinco minutos. Además, existen muchas preguntas que responder, demasiados enigmas, como el del anillo por ejemplo; menos mal que Showtime ya ha anunciado que habrá segunda temporada. Los títulos de crédito ya te anuncian por donde van los tiros.




Sección novedades: ¿alguien recuerda El prisionero?



Reconozco que yo muy vagamente, alguna cosa dispersa. Pues la cadena AMC estrenará en noviembre un remake en formato miniserie. De Número 6 estará Jim Caviezel y de Número 2 Ian McKellen. Habrá que estar al tanto. Mientras, un breve, brevísimo, adelanto.


jueves, 16 de julio de 2009

Sexo, amor y relaciones

Hace un par de días estaba leyendo un post de Proudstar, un blog que suelo leer aunque no comente ni participe (nota mental: divagar sobre lecturas blogeriles un día de estos), en el cual hablaba acerca de lo fácil que es follar en el mundo gay y que por eso los tíos ya no se lo curran tanto cuando les gusta alguien, y que, en general, se había perdido el romanticismo.


Antes de continuar, he de decir que creo que, en general, tiene razón. Vale que a las cuatro o cinco de la mañana pedir romanticismo en una discoteca es demasiado pedir pero es que se han perdido hasta las formas. Y no. Eso de que me vengas a ligar a las seis de la mañana cuando llevas toda la noche pasando de uno, y todo corriendo a última hora, va a ser que no. Cuando eso ocurría le decía a algún colega: "Estamos entrando en la sexta planta de El Corte Inglés" (la de las ofertas y rebajas).

A lo que iba que desvarío. Leyendo el post de Proudstar me vino una conversación que tuve con un amigo hace unas semanas sobre algo parecido. No tanto en el tema romanticismo como sobre el compromiso entre las personas y lo poco que la gente se curra las relaciones. O, al menos, esa es la impresión que me ha dado en los últimos tiempos. A estas alturas de la vida hay pocas cosas que me sorprendan bien sorprendido pero de vez en cuando alucino cuando alguien me comenta que ha conocido a otra persona y en dos semanas ya se han ido a vivir juntos, planean la boda, comprar el chalecito y tener niños. Para luego enterarte cinco o seis meses después que lo han dejado. Por incompatibilidad de caracteres, según la versión oficial.

No se trata de aguantar carros y carretones pero, a veces, pienso que la gente no se trabaja las relaciones a fondo. Que no se habla, que no se llegan a consensos. Que sí, que es muy bonito quedar con tu pareja para salir, ir de compras, viajar, ir de tiendas, cenar y demás actos sociales estupendo y wonderfulosos. Pero, luego, cuando te toca limpiar, hacer de comer, fregar, planchar y/o sacar al perro, la relación pierde su glamour y encanto. Y comienzan los conflictos. Y las discusiones. Que no todo en la vida es color de rosa. La de veces que no habré discutido con mi pareja para terminar hablando y hablando. Eso sí, sin insultar ni gritar ni llegar a lo físico, que entonces sí que se ha perdido todo.

La sensación que tengo últimamente es que parece que basta cualquier roce o problema para que la gente se separe. Siempre he creído que hay que profundizar en los puntos que te unen a la otra persona. Por supuesto que no siempre vamos a tener los mismos gustos, aficiones o percepción de las cosas pero parece que la gente se empeña en incidir en lo que separa en lugar de lo que une. Antes de conocerme, mi pareja era de los de cine independiente, cine español y esas cosas, que no es que lo haya dejado pero ha amplíado su repertorio. Luego me lo llevaba a ver la trilogía de El señor de los anillos, Star Wars y cualquier película que se estrenase sobre superhéroes, a excepción de las de animación que no hay manera (no se puede tener todo). A cambio, yo tolero mejor cierta música en español. Eso sí, si ya no hay nada en común entonces lo mejor es cada uno por su lado que eso de aguantar por los hijos queda ya muy decimonónico. Pero no deja de extrañarte que relaciones en apariencia sólidas acaben mal, o bastante mal. Sí, ya se que las tormentas y procesiones van por dentro peeeero...

En fin, que complicadas son las relaciones. O las complicamos.




Larga y próspera vida.

miércoles, 15 de julio de 2009

Sábado de cine

El sábado estaba en modo sofá y recuperándome de la cabeza, sin ganas de limpiar, recoger y esas cosas tan entretenidas y apasionantes del mundo amo-de-casa. Así que enchufé el disco duro y me dispuse a pasar el día con mi gran amiga la televisión viendo cine.

Una de las películas que ví fue Antes que el diablo sepa que has muerto.



Bajo este título tan sugerente se esconde un thriller clásico, en el que a través de flashbacks se narra un atraco en clave de familia en el que personas desesperadas llevan a cabo medidas desesperadas. Por supuesto, como dicta la ley de Murphy, si algo puede salir mal saldrá mal y es lo que ocurre: todo sale mal (en realidad esto no cuenta como spoiler porque se ve desde el comienzo de la peli). Oscura, deprimente en ocasiones, sobre todo por los personajes, y muy bien narrada, tiene un par de interpretaciones geniales por parte de Philip Seymour Hoffman y Ethan Hawke, así como una Marisa Tomei (que nunca me ha caído muy bien, la verdad) estupenda en el papel de esposa florero. Altamente recomendable.

A continuación, algo de su banda sonora, que es de Carter Burwell, un casi completo desconocido para la gran mayoría. Lo conocí con la banda sonora de Rob Roy (aquella película en la quie Liam Neeson se ponía el kilt por bandera para ejercer su venganza), aunque ha compuesto la música para muchas de las películas de los hermanos Coen (Barton Fink, El gran salto, Fargo, El gran Lebowski o Quemar después de leer) y algunas conocidas como No country for old men o Crueldad intolerable. Una música espesa y un poco árida de escuchar fuera de su contexto.




Como tenía tiempo, además me enchufé a ver Quinceañera.

El título hace referencia a la celebración que se realiza entre las chicas latinas al llegar a esa edad y se convierten en mujeres (¿a que me recuerda esto?). Se centra en una joven que poco antes de cumplir los quince años se queda embarazada y el padre, un predicador, la echa de casa, por lo que se va a vivir con un tío-abuelo. Sin dejar de ser un drama, es una peli que se deja ver bastante bien. Se reflejan diversos conflictos (el embarazo de la chica, su relación con un primo al que también han echado de casa por ser gay y fumar marihuana y que vive con el mismo tio-abuelo, la vida de la comunidad de origen mejicano en estados Unidos, etc) aunque sin llegar a profundizar demasiado en ellos, lo cual en parte se agradece, que no todo va a ser dramones, pero tampoco se escarba en ciertas situaciones. Lo mejor es ver a Jesse García, mmm, que estupendo está.

Sobre este tema, muy parecido al de puesta de largo a los dieciocho que algunos usan por estas tierras occidentales, se puede ver mucho por los interneces. Recomiendo que se den una vuelta, eso sí, prepárense para el choque, y shock, cultural. Advertidos están. Y para torturarlos un poco les pongo este video con una canción que sale en la película; no tiene desperdicio, entre la letra, la estética ochentera y los gallos que sueltan si sobreviven a esto lo harán a cualquier cosa.




Sí, lo se. No tengo perdón.

Para acabar con buen sabor de boca, música de Bruno Coulais compuesta para Coraline. Música en apariencia ligera pero de alto nivel, muy característica del autor y que, a ratos, me suena a Nómadas del viento.






Larga y próspera vida.

martes, 14 de julio de 2009

Versiones

Dicen los entendidos que hay dos formas de ver la ópera.

La de toda la vida.




Y la libre adaptación.




He de reconocer que me gusta la primera, sobre todo esa ópera, por muy tópica y manida que esté, y en concreto esa escena del restaurante llena de erotismo encubierto (o será mi mente calenturienta y disfuncional). Pero me divierto más con la segunda, tan clara y con una mala leche...

lunes, 13 de julio de 2009

Gula

Uno de los grandes placeres de esta vida es comer. Comer ya sea en plan nouvelle coisine como a un chiringuito de playa, que lo mismo me gusta una ensaladilla rusa, una tortilla de papas o un potaje de lentejas, mmmm, como un foie de pato con crema de no-se-qué a la barbacue. Este fin de semana ha sido totalmente de gula, comer y comer. Que si cenita el viernes por aquí, que si picoteo el sábado por allá.

Pero lo peor fue ayer domingo. Había quedado con un grupo de amigos, los de la época universitaria más algún añadido, para irnos a comer en plan picnic a la cumbre. Quedamos en el pueblo de mi pareja, que está por encima de donde vivo y allí nos tomamos un tentempié. Luego nos fuimos a un área recreativa en la cumbre con mesas y sitio para hacer barbacoas, aunque nosotros llevamos la comida preparada. Esa fue la parte más tranquila de conducir.

Cuando acabamos de hartarnos como cochinos, decidimos coger los coches y darles un poco de paseo. Así que nos fuimos hasta el Parador de Tejeda a tomarnos algo, la mayoría optó por un café para despejarse. A un amigo se le ocurrió la brillante idea de llegarnos hasta Artenara a comernos un helado. Sí, tiene su guasa pero fuimos. Y nos comimos el helado. Hay que decir que Artenara es casi, solo casi que aún hay algún sitio más distante, el sitio donde Cristo perdió la alpargata, es decir, de lo más lejano y pesado de llegar, todo curvas. Así que la vuelta la planteamos por otro sitio, igual de pesado y también con curvas pero, al menos, más entretenido por la novedad (aunque el mapa pone esa ruta en realidad fuimos por las presas que se ven a la izquierda).



Carreteras ya no secundarias sino de esas que sólo caben un sólo coche y rezas para que no venga otro de frente porque no sabes dónde os pondreis para pasar. Pero también son las que me gustan porque te ayudan a descubrir lugares que aún no conoces, como este tramo por las presas.

En fin, que llegué a mi casa como a las ocho de la tarde, molido y hecho polvo de conducir. Ya, ya se que eso me pasa por tener coche. Masoquista que es uno.


viernes, 10 de julio de 2009

Los 80 (y X)

Parece mentira que haya estado comentando cosas de los ochenta y no haya hablado nada de nada sobre películas de ciencia-ficción. Y es que esta década fue especialmente fructífera en este campo, en lo bueno y en lo malo, que también hay cosas cutres. Aunque nos quedaremos con lo bueno.

La década empezó de manera inmejorable con El imperio contraataca, la segunda parte de esa trilogía que todos conocemos y considerada por muchos, entre ellos quien escribe esto, como la mejor de las tres. Más oscura, más espectacular, más melodramática, la más mejor, en suma. Quien no recuerda la batalla de Hoth o el campo de asteroides, por poner dos partes memorables.




Otra película a destacar es Dune, basada en la novela de Frank Herbert. Entre las complejidades de la propia novela, difícil de llevar a la pantalla, y el choque de egos entre el director David Lynch y el productor DeLaurentiis, lo que salió fue una decepción cinéfila, aunque últimamente se la ha reivindicado algo. Una película enrevesada, compleja y con problemas de guión. Lo mejor es el sabor retro que impregna la ambientación y el diseño artístico; lo peor, el cutrerío de los efectos especiales que para esta época son muy mejorables.




¿Una secuela que puede estar al nivel de la original? Difícil pero no imposible, como había demostrado El imperio contraataca. Aliens fue una de las excepciones a esa ley no escrita de que segundas partes nunca fueron buenas. Más adrenalínica, mucha más acción con igual tensión, mejores efectos y los aliens haciendo de las suyas entre un comando de marines, todo ello dirigido por James Cameron, el mismo que poco antes había creado Terminator, otra joya ochentera. Y con una estupenda banda sonora de James Horner.




Otra película de culto de esta década es Blade runner. Y eso que en su momento fue un fiasco comercial. Oscura, deprimente, asfixiante pero al mismo tiempo llena de energía, sobre todo por parte de los replicantes. Un estupendo diseño artístico y de vestuario para un futuro inquietante y una banda sonora de Vangelis reconocida y reconocible en cualquier momento.




Por último, una película de gusto personal: Robocop. Gratuitamente violenta, tal y como gusta a su director Verhoeven, el mismo que poco después nos obsequiaría con Desafío total, es casi tanto una película de acción y de ciencia ficción. Desde luego, es para disfrutar sin prejuicios, no pretende ofrecer mensajes ético-morales, sencillamente una peli palomitera. Lo mejor, la banda sonora de Poledouris.




Por supuesto quedan muchas en el tintero, taquillazos como E.T. hasta continuaciones de sagas como Superman 2 (las siguientes pensad que no existen) y Mad Max II y III, o Star Trek capaz de lo mejor (como Star Trek II: La ira de Khan o Star Trek IV: Misión Salvar la Tierra) y lo peor (Star Trek V). ¿Cual es tu favorita?

jueves, 9 de julio de 2009

Estado de emergencia

No se han producido suicidios en masa ni ataques de histeria colectiva (bueno, si exceptuamos el mío, claro, aunque solo sea uno). Pero el martes fue un día negro. Negro para mi economía, ya de por sí en niveles paupérrimos con el tema bodorrio. La puntilla la puso el coche. Llevaba un mes con la correa haciendo ruido y lo llevé al mecánico. Cuando lo recogí por la tarde y vi la factura casi me da algo, y es que cualquier cosa con tres dígitos supone una quiebra absoluta. Así que he declarado el estado de emergencia y estamos en economía de guerra. No creo que sirva de mucho. Me conozco.

El sábado, cuando aún era una persona con posibles, me pillé un pack con las primeras películas de los hermanos Marx a un precio bastante bueno. Absolutamente geniales, recuerdo cuando echaban sus películas los sábados por la tarde. La juventud de ahora no saben lo que se pierden.


miércoles, 8 de julio de 2009

Televisionando

Las veinticuatro horas que tiene el día se me hacen pocas, el fin de semana demasiado corto. Así que he decidido que voy a fundar un partido político. Si Rosa Díez puede levantar un partido con dos ideas y el Partido Pirata con sólo una ¿porqué no yo? Además, ya tengo claro cual va a ser nuestro punto de partida: la lucha por el fin de semana de tres días. La duda que me ha surgido es si será de viernes a domingo, o de sábado a lunes. Joder, aún no tengo los estatutos y ya estamos con dudas existenciales.

No doy abasto. Sobre todo con mis series televisivas. La semana pasada me acabé la quinta temporada de Medium, vale que sólo me quedaban los tres últimos episodios. Esta temporada me ha gustado bastante, casi la que más, cuando parecía que iba a ir por unos derroteros va y te hace un quiebro y te deja en fuera de juego. Es más violenta, si se puede hablar de sangre y violencia en una serie familiar, lo cual no está tampoco tan mal. Y vuelve a salir Anjelica Huston, ¿qué más se puede pedir?


A la par me ventilé la tercera temporada de Los Tudor. Mucho mejor que la segunda, sin duda; más oscura, más violenta y más pérfidaalbión que nunca, y lo mejor es que ya no está la Bolena y es que no la aguantaba, ni a ella ni su familia, menos mal que el rey se hartó y, como decía la reina del País de las Maravillas: "Que le coooooorten la cabeza". Siento el spoiler histórico pero si no sabes estos pequeños detalles familiares de los antepasados de la prima Lilibeth entonces no tienes perdón. Y que morbo tiene el Henry Cavill, por dios.



A mediados de semana, me falló un episodio de Los Tudor y mientras mi ordenador hacía su trabajo comencé a ver la quinta temporada de The closer. Sí señores, ha vuelto la interrogadora más implacable en su trabajo y la mujer más débil frente a una chocolatina: la subjefa Brenda Johnson. Me encanta esta mujer.




Esta semana me he propuesto empezar la tercera temporada de mi asesino favorito, Dexter, que la tengo por ahí en el disco duro, esperando la pobre desde hace unos meses. Curiosamente, Cuatro comenzó a emitirla anoche pero voy a verla en versión original y a mi ritmo, es decir, con empacho.




Hace un par de meses, antes de entrar en la vorágine nupcial, me había planteado para este verano ver las seis temporadas de


y las cuatro temporadas, de la segunda a la quinta, de


pero me da que no voy a llegar a tanto, así que tendré que elegir una de ellas. Lo dicho, implantación del fin de semana de tres días YA. O acabaré así, si no lo estoy ya.




martes, 7 de julio de 2009

Viento en popa...

Pues ya estamos aquí. Que lo de ayer sólo fue una poca de desgana y de escasez temporal el domingo para hacer las cosas como es debido. Para mayor escarnio, por la noche el calor no me dejó dormir mucho y me levanté con sueño y pocas ganas de nada. Menos mal que el sábado por la noche sí que había dormido como una piedra y pude aguantar, que ya me veía dando cabezazos contra el teclado.


meditando sobre el nuevo orden económico mundial


Ahora que mi pareja ya ha encarrilado su situación en la cúspide del gobierno comunitario, se ha dignado a prestarme más atención. Lo cual es bueno. Y malo. Lo bueno no pienso contarlo que ya se lo imaginarán (y si no tienen imaginación, mal asunto). Lo malo es que estamos empezando a entrar en la vorágine de la boda. Apenas quedan poco más de dos meses y a mi nene, tan especial él, aún tiene que repartir unas pocas invitaciones. Sí, como lo oyen. Y yo más tranquilo queee..., queee..., que una monja en un sex-shop, vamos. Subiéndome por las paredes andaba la semana pasada, pero ya reflexioné el fin de semana y como que me da igual, si a él no le preocupa.

Lo mejor es que ya tenemos los anillos, podría hacer el chiste fácil, vale, venga: mi tessoooooro ¿contentos? Pues eso, que entramos en una joyería, tenía unos poquitos, vimos uno que gustó y estaba a un precio asequible, y para nosotros. Ni seguir mirando ni nada, para qué. Y ya están en proceso de grabado, iré a buscarlos hoy o mañana.

Lo peor es que seguramente, vamos, casi con toda seguridad, no tendremos viaje en septiembre. Mi nene está en proceso de un más que probable cambio laboral, y precisamente sucederá en septiembre, con lo cual no quiere arriesgarse a que lo llamen y esté por ahí dando tumbos en cualquier lugar apartado del mundo mundial. Y, claro, la estabilidad laboral va primero. Así que lo hemos dejado para Navidades y lo que haremos será irnos unos días a un estupendo hotel de nuestros sures, donde espero no hacer nada de nada. Bueno, sí, lo que nos ofrezca la imaginación, ya me entienden. Y si no lo pillan es que no tienen ni un gramo de perspicacia.




Y menos mal que ya han comenzado las confirmaciones de asistencia...

viernes, 3 de julio de 2009

Los 80 (IX)

Hay quien dice que cualquier tiempo pasado siempre fue mejor. Esta es una afirmación, que no verdad, discutida, discutible y cuanto menos relativa y totalmente subjetiva. Que la memoria de cada uno es muy selectiva y muy puñetera y recordamos los "buenos" momentos, aquellos en los que disfrutamos, lo pasamos bien o, al menos, no había cosas reseñables mientras que los más desafortunados van cayendo en el pozo del olvido. Que no es muy hondo, porque basta cualquier alteración para que salgan a flote. Como la mierda, sí, que siempre flota. Así que aquí van tres momentos personales de mi paso por los ochenta.

Muy poca gente sabe, que yo recuerde en estos momentos lo cual es mucho decir, que tuve que repetir el último curso de la entonces llamada EGB. Y no fue porque suspendiera, que me tenían, no se si con razón o no, por uno de esos estudiantes que lo aprobaban todo pero sin ser los empollones de la clase. Vamos, de la clase media media. Pues eso, que repetí porque cuando allá a mediados de los setenta ingresé en la escuela pública para hacer la EGB me pasaron directamente a segundo y me pegué todo ese tramo adelantado un año. Así que imagínense un pingajo con gafas rodeado de gente mayor al menos un año (añadan los típicos repetidores) durante siete años. Bastante hice con sobrevivir. Encima, el año que estaba repitiendo me dieron las chinas (también conocida como varicela) a finales de curso, justo cuando el profesor de ciencias estaba explicando la química del carbono, algo que nunca había visto.(que pasa, soy de letras). Menos mal que el día del examen, como éramos demasiados, eligieron a un grupo en el cual me incluyeron y nos llevaron a hacer el examen en la biblioteca, con lo que el copy-paste fue bestial. De algo tenía que valer que te tuviesen por una persona seria y formal. Incautos.

Ese fue el verano de El retorno del jedi, y tenía unas ganas de contar con una estrella de la muerte para acabar con el colegio...




El primer año que estuve en el instituto lo pasé mal. No jodidamente mal pero sí mal, básicamente porque por aquel entonces seguía teniendo pinta de pingajo con gafas y más de uno pensaba que tenía barra libre para meterse conmigo. Para colmo de males me había inscrito en un instituto masculino concertado donde aún había cierta disciplina. Creo que algo cambió cuando, casi a finales de curso, en un rato entre clases, un compañero se empezó a meter conmigo y le arreé dos guantazos y le eché las manos al cuello y comencé a apretar. Justo en ese momento entró la profesora de inglés y nos mandó a ver al jefe de estudios. El resto de la clase se había quedado un poco sorprendida por la reacción y, a partir de entonces, como que la cosa se relajó un poco. De hecho, hasta llegué a disfrutar de los dos últimos años de la secundaria y me llevé algo bueno de ella, como son dos de mis mejores amigos.



Cuatro años después, ya casi a finales de los ochenta, pasé a la Universidad. El primer día iba realmente acojonado, como siempre en esas situaciones; había llegado temprano y apoyado en la pared iba observando al personal. Ese mismo día conocí a una chica que vivía, y aún lo hace, casi al lado de la casa de mis padres, así que coincidíamos siempre en la guagua. Íbamos, veníamos, nos escaqueábamos juntos y aún seguimos siendo buenos amigos. Fue una de las que el año pasado estuvo en el viaje a Barcelona para celebrar los veinte años. De esos primeros días recuerdo la presentación del profesor de Historia del Arte, un cabronazo que al poco de empezar te suelta: "Ya saben que cuando acaben la carrera van a ir directamente al paro". Sí, ya lo sé, mamonazo, no hace falta que me lo recuerdes.