Esta semana se ha producido un cumpleaños, de esos que te dejan con la sensación de que eres un pelín dinosaurio. El walkman ha cumplido treinta años, tres décadas desde que Sony lanzara al mercado el primer modelo.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que parece increíble que haya pasado todo este tiempo, y uno casi sin enterarse, y que en la actualidad este aparato se haya convertido casi en una pieza de museo. Porque desde que surgieron los reproductores de mp3 y demás familia, ha sido desterrado de nuestra vida cotidiana. Aún recuerdo el primero que tuve, un ladrillazo, no tanto por lo que pesaba como por la forma y que te daba una libertad para escuchar tu música mientras estabas por ahí: en la playa, en la calle o simplemente en tu habitacion. Claro que había pequeños inconvenientes, como que te quedases sin pilas o que la cinta llegase al final de la cara y quisieses volver a escucharla. Menos mal que para eso estaban los lápices o los Bic.
Y a otra cosa. Esta mañana a primera hora me entero que ha fallecido Karl Malden (¿pero no había fallecido ya?) ¡a los noventa y siete años! Dicho así, seguro que a más de uno/a no le suena pero si pongo la foto
seguro que la memoria ha trabajado un poco más. Vaaaaale, nunca fue una superestrella del cine pero era un secundario de lujo, de esos que tan pronto te interpretaban a un villano frío como a una persona de lo más normal. Esa nariz era inconfundible en Hollywood. Un vistazo a imdb te puede dar una idea de todo lo que hizo, tanto en cine como en televisión donde también trabajó, sobre todo en los setenta, con un jovencísimo Michael Douglas.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención es que parece increíble que haya pasado todo este tiempo, y uno casi sin enterarse, y que en la actualidad este aparato se haya convertido casi en una pieza de museo. Porque desde que surgieron los reproductores de mp3 y demás familia, ha sido desterrado de nuestra vida cotidiana. Aún recuerdo el primero que tuve, un ladrillazo, no tanto por lo que pesaba como por la forma y que te daba una libertad para escuchar tu música mientras estabas por ahí: en la playa, en la calle o simplemente en tu habitacion. Claro que había pequeños inconvenientes, como que te quedases sin pilas o que la cinta llegase al final de la cara y quisieses volver a escucharla. Menos mal que para eso estaban los lápices o los Bic.
Y a otra cosa. Esta mañana a primera hora me entero que ha fallecido Karl Malden (¿pero no había fallecido ya?) ¡a los noventa y siete años! Dicho así, seguro que a más de uno/a no le suena pero si pongo la foto
seguro que la memoria ha trabajado un poco más. Vaaaaale, nunca fue una superestrella del cine pero era un secundario de lujo, de esos que tan pronto te interpretaban a un villano frío como a una persona de lo más normal. Esa nariz era inconfundible en Hollywood. Un vistazo a imdb te puede dar una idea de todo lo que hizo, tanto en cine como en televisión donde también trabajó, sobre todo en los setenta, con un jovencísimo Michael Douglas.
8 comentarios:
Tampoco era tan grande! Mi último walkman era casi como la caja de la cinta y buscaba canciones... era la hostia puta :)
Esta entrada la podía firmar yo, sustituyendo playa por piscina (es lo que tenemos los de interior, jejeje)
(Es hasta posible que Las calles de San Francisco empezara a verla antes de que la repusieran, horror)
Otto, los primeros tenían el encanto de los inicio, luego evolucionaron, como todo.
Nyc, yo creo que la veía en reposición, no quiero ni pensar si era en primera emisión o_O
Ostia, aquellos walkman que tenías que llevarlos en una carretilla de lo que llegaban a pesar... Que recuedos.
Sota, esos mismos.
Por si te sirve de referencia para la datación, yo era un adolescente cuando la vi, y si no me equivoco hay 5 años de diferencia entre nosotros...
Nyc, pues puede ser, sí. Ainsss.
No era el padre de la serie "Con 8 basta"?
Uff quw viejuno soy jajajaja
Publicar un comentario