miércoles, 31 de octubre de 2012

Bond is back!!

Hoy se estrena la última película de James Bond, la saga más longeva del cine que recientemente ha cumplido cincuenta años de espionaje, aventuras, acción, gadgets, villanos y demás parafernalia del agente secreto más famoso. Tal vez no lo haya comentado nunca, lo siento, el alzheimer galopante es lo que tiene, pero soy un fan declarado de las películas bondianas, no hasta el extremo de tenerlas todas en dvd (algunas sí) ni conocerme los diálogos (como sí puede suceder en otras sagas galácticas) pero sí para haberlas visto todas y acudir religiosamente a verlas en pantalla grande desde Octopussy allá por el añooo ... ese mismo. Así que qué mejor momento que este para hacer una pequeña revisitación de la saga y su música.



Sean Connery. El primer James Bond y, para muchos, el único e inimitable en este papel que le dio a conocer  en el cine y del que acabaría tan harto que, después de cinco películas (007 contra el Dr. No, Desde Rusia con amor, Goldfinger, Thunderball, Sólo se vive dos veces) dijo basta. Claro que, como suele decirse, todo tiene un precio y volvería en dos películas más: Diamantes para la eternidad y Nunca digas nunca jamás (título irónico que juega con su negativa a volver). De todas ellas me quedo con dos: Goldfinger y Sólo se vive dos veces, para mí las mejores del período de Connery. Fue una etapa en la que el personaje nació, creció y se hizo popular hasta extremos insospechados, de manera que cuando Connery se negó a continuar creó un problema a los productores en buscar a un sustituto. Y lo mismo sucedió con las características de las películas, como las intros antes de los títulos de crédito, las canciones, los gadgets, etc. Hablando de canciones, ahí va mi favorita de este período y mira que me encantan las de Shirley Bassey.




George Lazenby fue el sustituto de Connery. Australiano, sin experiencia en el cine sólo interpretó a Bond en una película 007 al Servicio Secreto de Su Majestad. A pesar de los palos que le llovieron por sus escasas dotes actorales (que poco se acordaba la gente de Connery en sus comienzos) hay que reconocer que la película es de las mejores de la saga. Si tuviese que elegir un top five ésta se hallaría incluida. Romance, un villano perfecto interpretado por Telly Savalas, persecuciones en la nieve y un epílogo que te dejaba con los pelos como escarpias. Absolutamente recomendable. Y encima la canción la interpretaba Louis Armstrong, que más se puede pedir, aunque como novedad ésta no salía en los títulos de crédito iniciales.




Roger Moore, el tercero en aparecer por la saga, a la que llegó por su fama en la serie El Santo. Le dio un toque más divertido, irónico y quitándole seriedad al personaje, lo cual puede gustar o no. Es el que más ha durado en la saga (al menos de manera oficial) ya que protagonizo siete películas a lo largo de doce años (Vive y deja morir, El hombre de la pistola de oro, La espía que me amó, Moonraker, Sólo para sus ojos, Octopussy y Panorama para matar). En las últimas ya se le notaba un poco mayor para el personaje y, a pesar de sus reticencias, continuó por la presión de los productores, tal vez porque querían evitar un nuevo caso Lazenby. De todas ellas me quedo con dos, Vive y deja morir y La espía que me amó, quizás las más serias y conseguidas de esta etapa, por lo que la canción elegida es de una de ellas.




Timothy Dalton fue la nueva cara elegida a mediados de los ochenta. Con él se pretendía rejuvenecer y vigorizar la serie, darle un toque más actual al mover el personaje en un ambiente en el que la Guerra Fría se halla en pleno final. Dalton le dio un toque más realista, frío y agresivo a Bond, para muchos es el prototipo del personaje descrito en las novelas de Ian Fleming, el que más se acerca a él. Lamentablemente, el parón que sufrió la serie a comienzos de los noventa por batallas legales provocó que sólo interpretase al personaje en dos ocasiones: Alta tensión y Licencia para matar. De ellas me quedo con la primera en la que ya se aprecian detalles que aparecerán posteriormente: militares corruptos, el mundo de la droga...




Pierce Brosnan fue el quinto actor en ponerse la piel de James Bond. Insolente, altivo, con frases (aún más) ingeniosas y contundentes, fue el encargado de meter al agente prácticamente en las nuevas tecnologías y en el siglo XXI. Aunque se le ofreció el papel en los años ochenta no lo aceptaría hasta después del parón de seis años que sufrió la saga en los noventa. Cuatro películas (Goldeneye, El mañana nunca muere, El mundo no es suficiente, Muere otro día) en siete años colocaron a la franquicia en unos niveles de éxito económico que le auguraban un futuro largo y provechoso. De la era Brosnan me quedo con Goldeneye y El mundo no es suficiente, tanto por la temática (excomunistas, agentes dobles, petróleo y venganza) como la interpretación de Brosnan, los villanos, etc, son quizás las más completas. Aunque las canciones (salvo el horror de Madonna para la cuarta) están muy bien, voy a elegir la de Goldeneye que interpretó mi adorada Tina Turner.




Y llegamos al último, y actual, James Bond: Daniel Craig. Un Bond más rudo, agresivo, primitivo casi, llevado por las emociones, por las ansias de venganza (sobre todo en su segunda película). Su aparición se puede considerar casi un reboot de la saga ya que muestra, de manera rápida eso sí, sus inicios y cómo consigue ser un agente doble cero. Como siempre, escenas espectaculares de acción, persecuciones, más violencia, todo ello en un mundo ya totalmente tecnológico y mediático. Me encanta la relación que tiene 007 con M., interpretada por la fantástica Judi Dench desde mediados de los noventa con Brosnan. Hasta la fecha lleva tres películas incluyendo la que se estrena hoy: Casino Royale, Quantum of Solace y Skyfall. Dado que no he visto la última, mobviamente, prefiero la primera, la que inició este período por varios motivos: los comienzos de Bond, su relación con M., las escenas de acción y persecución están genialmente rodadas (la de África o la del aeropuerto son un estupendo ejemplo), la trama, las escenas del Casino (algo que echaba mucho en falta desde hace bastante tiempo), etc. Aunque me gusta la canción de Adele para Skyfall, seremos coherentes y pongo la primera, porque me gusta mucho al igual que la intro.



lunes, 29 de octubre de 2012

Qué es la ciencia ficción

La gran mayoría de la gente continúa asociando la ciencia ficción a naves, batallas espaciales, alienígenas y demás similitudes y que se halla circunscrito a un grupo reducido de frikis, a veces aislados del mundo exterior y con dificultades para relacionarse con el resto de la sociedad. Por eso me encantó la entrevista que ayer domingo publicó El País con Ursula K. Le Guin.


Le Guin es una de las grandes escritoras de ciencia ficción y novela fantástica que aún viven. En la entrevista se hace un recorrido no sólo por su obra sino que hablan de la ciencia ficción y de otros autores. Y del sexo, y del feminismo, y de la ecología, y de muchos temas más que ha tratado a lo largo de su carrera. Temas que hoy pueden parecer habituales y normales pero que eran una bomba cuando se publicaban allá por los años sesenta y setenta del siglo pasado. Frases cortas y contundentes, rotundas. Me quedo con una respuesta que da en un momento determinado cuando el entrevistador habla sobre una novela de George R.R. Martin:

"La ciencia ficción no es algo menor. Y no es solo, ni especialmente, la Enterprise, Star wars o las tropas del espacio. Significa experimentar con la imaginación, responder preguntas que no tienen respuesta. Implica cosas muy profundas, que cada viaje es irreversible…".

Adoro esta mujer. Así que les animo a que se lean la entrevista, es un placer. 


sábado, 27 de octubre de 2012

Música (LXXXVI)


I. OUVERTURE - 0:05
II. SUITE:
Rondeau - 3:26
Air I - 5:00
Air II - 6:20
Minuet - 7:46
Air III - 8:41
Jig - 9:54
Hornpipe, air IV - 10:33 - 11:19
Hornpipe - 12:45
III. SONG FOR JEMMY BOWEN: Lucinda is bewitching fair - 12:49

martes, 23 de octubre de 2012

Ciclos

En general no soy/somos realmente conscientes que nuestra vida se va desarrollando mediante ciclos. Digo soy porque uno, que ya de por sí va por esta vida con su despiste habitual, sólo se para a pensar en estas cosas un poco a posteriori, cuando te das cuenta de las etapas que vas cumpliendo a medida que pasan los años. Ciclos más largos, otros más cortos, unos de carácter laboral, otros sentimentales, familiares... Vamos, que cada uno puede estructurar su trayectoria vital en función de estos momentos.

Se puede decir que hace un año finalizó un ciclo para mí, más en el terreno personal que laboral, los cuales no necesariamente tienen que coincidir. Desde entonces estaba en una especie de interregno, de pausa, entre ciclos. Lo novedoso es que era perfectamente consciente de ello aunque lo achacaba más al hecho de que hacía meses que sabía que quería mudarme y cambiar de casa que a otra cosa que pudiese surgir en otros aspectos. Y entonces llegó él. Y las ganas de mudarme se incrementaron exponencialmente. Y todo se ha revolucionado de tal manera que ni siquiera he podido permitirme el lujo de la depresión postvacacional porque la vorágine del cambio de casa se lo ha comido todo. De una cosa estoy seguro: mi vida está empezando un nuevo ciclo con todas las de la ley. Nueva casa, nueva relación, objetivos en el horizonte... 

Y perdonen que sólo hable de mí y mis circunstancias pero tengo el resto de las rutinas un poco abandonada. El cine, las series, los libros, están ahí pero entre las vacaciones y la mudanza no les he prestado demasiada atención. En cuanto me instale...


viernes, 19 de octubre de 2012

Vaivenes

Llevo una semana con altibajos emocionales, dudas e indecisiones y más nervioso de lo que he estado en mucho tiempo. Dan ganas de mandar al otoño al carajo y que venga ya el invierno y ponga un poco de orden en esta vida. 

La culpa de todo la tiene la mudanza que estoy haciendo y que tengo que terminar en menos de dos semanas, antes de que acabe el mes. Esta semana, por fin, llegaron las llaves y pude volver a ver la casa y me entraron las dudas. A ver: entre los pros está el hecho de que el alquiler es más barato (me ahorro un buen dinerillo lo cual está muy bien y más en estos tiempos), está más cerca (aún) del trabajo casi que puedo fichar sin necesidad de quitarme el pijama, que es más grande que la actual (una salón grande, tres habitaciones, dos baños, un balcón cerrado amplio); entre los contras el hecho de que tiene sus años y hace tiempo que no se habita con lo que necesita una buena mano de pintura (este sábado) y de limpieza (sábado y domingo), aparte de eliminar los pocos muebles que quedan y hacer algunos apaños. Además, tenían que haber hecho ya una cosa con el tema de la luz, y hablando ayer con el hijo de la casera reconozco que no es su problema sino culpa de la persona a quien le han encargado el trabajo hace un par de semanas.

Llegó el miércoles y me dió el bajón. Así, tal cual. Uno que se precia de tener las cosas claras, de ser capaz de tomar decisiones meditadas y de controlar los aspectos más domésticos de la vida, pues todo eso se fue al garete. Hablé con J. y me aconsejó que llevase a alguien más a ver la casa, para que me diesen su opinión más objetiva. Y así lo hice. El miércoles por la tarde llevé a una amiga a la que le gustó y opinaba que podía hacerle muchas cosas a la casa; ayer por la tarde me fuí con T. y me volvió a ratificar la opinión de la amiga del día anterior. Todo para que al final las cosas se vayan poniendo en su sitio y calmándome después de comprobar que todo tiene una solución, a corto o medio plazo. Y que remedio queda porque ayer me fui a Ikea y ya visioné los muebles que necesitaba, que tampoco son tantos, el dormitorio y algunas cosillas para el salón, que intentaré comprar hoy o mañana como mucho.

Como me decía un buen amigo, no es sólo el tema de la casa. Según él "estoy viviendo muchas cosas a la vez" en referencia a mi relación con J. y, entre eso y la mudanza a la nueva casa, me haya saltado todo por los aires. Seguramente tenga mucha razón porque llevo unos días con la sensibilidad a flor de piel, cualquier cosa me entristece, me añurga como decimos por aquí, y tan pronto estoy contento, sobre todo cuando hablo con J., como parezco la María Magdalena, a veces también con J. porque me emocionan sus mensajes. En fin, que mi vida se está convirtiendo en un Dragon Khan emocional. Será por eso que nunca me ha gustado el otoño...


miércoles, 17 de octubre de 2012

Barcelona

Vamos a contar algo de las vacaciones, aunque sea por encima. Una de las cuestiones programadas consitía en viajar a Barcelona. Ir a la ciudad condal siempre es un placer. Esta era la tercera vez que viajaba a ella y siempre me he sentido bastante cómodo y a gusto; esta vez sólo porque las anteriores siempre he ido acompañado. Los motivos eran muy simples: disfrutar de la ciudad y ver a los colegas. Y aprovechar para ver un par de cosillas que se me habían quedado pendientes.

Una de ellas era el Museo Egipcio de Barcelona, considerado el mejor museo de esta temática en España. Es un museo relativamente pequeño, solamente tiene dos plantas pero el fondo que tiene es bastante curioso y procuran aprovechar al máximo tanto el espacio como el contenido. La entrada me pareció un poco cara para lo que realmente es pero teniendo en cuenta que es una fundación quien lo ha creado y no es un museo público pues tampoco es tanto. Lo que sí me gustó fue que en el rato que estuve de visita vi tres grupos de escolares con sus respectivos guías explicando cosas del antiguo Egipto, al menos se ve que contaba on bastante aceptación y que se mueven en el mundo escolar.





Otra de las tareas pendientes consistía en visitar alguno de los edificios creados por Gaudí. Esta vez me decanté por ir a La Pedrera o Casa Milá, como también se le conoce. Allá que me alcancé una mañana relativamente temprano, y menos mal que fui previsor, porque cuando salía a mediodía la cola para subir en el ascensor ya llegaba hasta el patio interior. Bueno, el edificio es uno de los emblemas de Barcelona y de la obra de Gaudí y para alguien a quien le gusta la arquitectura y el arte es una delicia. Se habrá escrito y hablado de él lo que no me puedo imaginar pero pasear por la azotea, por el ático donde tienen una exposición con maquetas del edificio y otras obras de Gaudí resulta todo un placer. Eso sí, recomiendo que si alguien está interesado vaya a primera hora, las hordas de turistas (entre los cuales me incluyo) pueden llegar a ser agobiantes, tanto para visitar con tranquilidad los distintos departamentos (azotea, ático, el piso) como para acceder al ascensor.






Y, luego para acabar, un poco de turisteo por el Barrio Gótico. En realidad, esta es una constante en cada visita, me encanta pasear, meterme por las calles, mezclarme entre los turistas y sentirme un poco así, sacando fotos a diestro y siniestro, disfrutar de esa zona de Barcelona...  Tópico ¿verdad? Pues me da igual, lo paso genial callejeando y recordando de nuevo todo lo que he visto anteriormente, sobre todo porque ya han pasado cuatro años de la última visita.










lunes, 15 de octubre de 2012

Reincorporación

Se terminó lo bueno. Volvemos a la rutina laboral, encima complicada con asuntos externos como una mudanza. Ahora sí que se acabó el verano. Y entre las muchas tareas pendientes intentar normalizar el blog después de tanta ausencia en las últimas semanas...


sábado, 13 de octubre de 2012

Música (LXXXIV)

En 1946, el compositor británico Benjamin Britten compuso una Guía orquestal para jóvenes, en la que utilizando como base un tema de Henry Purcell realizaba una serie de variaciones en las cuales participaban todos los instrumentos de la orquesta. La narración y el vídeo que coloco está en inglés pero creo que se entiende bastante bien así que anímense, siéntanse como unos jovenzuelos y disfruten de la música.



jueves, 4 de octubre de 2012

Cosas que hacer en Tenerife cuando estás...

Lo malo de las relaciones a distancia es que sólo puedes ver a la otra persona en momentos puntuales: vacaciones, puentes largos, más vacaciones... Lo bueno de la relación que estoy manteniendo ahora es que se halla relativamente cerca y podemos desplazarnos los fines de semana. Era lo que habíamos hecho hasta ahora. Pero estando de vacaciones se me apetecía más y me fui hasta Coruscant para gozar de cinco días estupendos en los que ha habido de todo. Y es que con una relación a distancia intentas aprovechar el tiempo al máximo, hasta el último minuto antes de pillar el ferry o el avión. Y vaya que lo consigues. Una pequeña muestra de nuestras actividades desde el viernes.

Ir a un guachinche (un sitio típico de Coruscant para beber vino y comer muy baratito) y acabar en un Casino jugando a la ruleta americana.

Desayunos copiosos en la terraza de J.

Intentos de ir a la playa pero como el tiempo no acompaña acabar comiendo al lado del Barranco del Infierno en Adeje y merienda en casa de un amigo suyo.

Paella en casa de una amiga con un tiempo típico de otoño, lluvia y algo de fresco, para acabar en zona de playa dando una vuelta con un helado.

Mañana laboral con una buena amiga suya subiendo a la Dehesa donde su familia tiene vides plantadas y, como están en plena vendimia, llevarte unos bocatas que riegas con vino blanco hecho por ellos mismos.



Paseo por el Monte con vistas a Coruscant.


Tarde de playa en Benijo y en el camino encontrarte con unas magníficas vistas de Taganana.

 



Desayuno estupendo con María, que encima te lleva de paseo por la capital enseñándote nuevos sitios de perdición, tanto culinarios como de libros. 

Tarde de buceo en la cala preferida de J.  Y eso que el tiempo no estaba demasiado por la labor ...


Y, sobre todo, aprovechando el tiempo para comer (mucho), hablar (aún más), ponernos de acuerdo en ciertas cosas e ir asentando la situación. ¿Qué más se puede pedir? Pues volver. Pero eso será la semana que viene, para acabar bien mis vacaciones. Cuando este post salga estaré de camino a Barna City, a ver al personal de la zona y disfrutar de la ciudad, que tengo ganas.