miércoles, 28 de agosto de 2013

Ilustrando la imaginación

Como buen hijo del siglo XX me encanta todo lo que tiene que ver con la imagen, con las ilustraciones, y siempre envidio (a veces con un punto de envidia malsana lo reconozco) a aquellas personas que tienen una habilidad portentosa para fantasear y plasmar en imágenes lo que uno casi no podría ni soñar. 

Steve Thomas es una de personas. Un ilustrador que a través de su página te enseña lo que es capaz de hacer. Tiene trabajos dedicados a Disney, Star Trek, al género fantástico y muchos campos más. Pero me encanta el toque retro que les imprime, de postales e ilustraciones de las primeras décadas del siglo XX. Y un buen ejemplo son todas las que ha creado para el universo de Star Wars, que son mis favoritas por si alguien lo dudaba. Aunque reconozco que las dos dedicadas a Indiana Jones o las basadas en el mundo de Oz son sencillamente fantásticas. Te dan ganas de tenerlas. 

Si quieres saber más, pues aquí tienes su web. Y lo que viene a continuación es una pequeña muestra de lo que es capaz de hacer.












martes, 20 de agosto de 2013

Series para un final de verano

Aunque el verano está en pleno apogeo, y según para quienes, está en fase terminal, no me resisto a un par de recomendaciones seriéfilas para estos días de asueto y vacaciones que aún nos quedan. Sobre todo mientras esperamos la nueva temporada que empezará entre septiembre y octubre.

Arrow es la adaptación a la televisión de las andanzas del superhéroe Flecha Verde, o Green Arrow en su nombre original.


La serie arranca cuando el multimillnario y playboy Oliver Queen es rescatado de una isla en el Mar de la China tras haber naufragado y dado por muerto durante cinco años. A partir de ahí se narran sus andanzas como héroe que viene a intentar recuperar a Starling City de los gangsters para sus ciudadanos al tiempo que intenta evitar que su familia y amigos averigüen la doble vida que lleva. 


Arrow es un placer culpable para los ojos, hay que reconocerlo. La serie gira en torno a su protagonista, Stephen Amell, quien no pierde ocasión para quitarse la camiseta y lucir palmito. Que dicho sea de paso es espectacular, pero bueno eso es otra cuestión, jejejeje (o no). Aunque se puede decir que muchos de los episodios son conclusivos la trama sí que está serielizada a dos niveles: por un lado, el regreso de Oliver a la ciudad y sus andanzas en la captura de los criminales, la relación con su familia, con su mejor amigo y su ex novia; por otro lado, lo que vivió y padeció en la isla durante cinco años y cómo, y sobre todo el porqué, se transformó en la persona que es ahora, que se narra a través de flashbacks. Además, hay personajes secundarios recurrentes, como algún que otro asesino y villano que resurge, así que si te pierdes los primeros episodios puede que te falte información para comprender los siguientes.

Si no la has visto no hay excusa. La están emitiendo (o lo han estado haciendo este verano, no se si habrán puesto todos los episodios ya) en Antena 3 pero, como siempre, recomiendo obtenerla por los métodos habituales y visualizarla al ritmo que mejor les apetezca. Por ahora sólo cuenta con una temporada de veinticuatro episodios pero la segunda volverá en breve así que hay carne fresca garantizada, al menos por un año más.



La otra recomendación es Orphan Black, una producción de BBC América y que ha supuesto toda una pequeña sorpresa.


La serie gira en torno a Sarah Manning, una buscavidas huérfana que, después de diez meses, regresa a su ciudad natal. Nada más bajarse del tren presencia cómo otra mujer que es clavada a ella se suicida lanzándose delante de un tren. Sarah coge sus pertenencias y asume su identidad, sólo para descubrir cosas bastante inquietantes de su pasado y que existen otras mujeres prácticamente idénticas a ella. Mientras intenta sortear como puede la vida de la suicida, Sarah quiere recuperar a su hija Kira y averiguar porqué existen mujeres que son físicamente idénticas a ella.


Orphan Black es una serie que mezcla un poco de ciencia ficción (aunque no al uso), drama y suspense, aunque como algunas de las series de la BBC se puede decir que es inclasificable. Todo el peso de la serie recae en su protagonista, Tatiana Maslany, que interpreta a varios personajes a la vez, sin llegar a ser totalmente egocéntrica pues junto a ella nos encontramos a toda una serie de secundarios que tienen su buena dosis de aparición. De ellos me quedo con Félix, el hermano de adopción de Sarah y su mejor amigo, un chapero-artista-buscavidas que la ayudará en muchos momentos; y con la señora S., la madre adoptiva de ambos, interpretada por una enigmática y dura María Doyle Kennedy, que cuida de Kira y conoce algunos detalles del pasado de Sarah.

Lo mejor de la serie es el equilibrio entre lo posible y lo imposible, la asunción de las identidades y las filigranas que hacen para no ser descubiertas. Y, sobre todo, que es de la BBC lo que le da una calidad y una dirección argumental que hace que te enganche. Lástima (o tal vez no) que sólo sean diez episodios de esta primera temporada. Totalmente recomendable.



domingo, 18 de agosto de 2013

OST (LXXXIV)


00:00 = "Overture"
01:19 = "Welcome Marines"
02:58 = "Prince Tuan"
04:10 = "Murder Of The German Minister"
05:21 = "Preparing For Battle"
06:53 = "Here They Come (Peking First Battle)"
08:24 = "Children's Corner"
09:23 = "Theresa In Danger"
10:35 = "A New Kind Of Weapon"
11:44 = "Help Arrives"
14:06 = "End Title"

sábado, 17 de agosto de 2013

VI

Tal día como hoy nació este blog hace seis años. Seis años ya, que se dice pronto. Y que rápido han pasado, coño. Ya se que en los últimos tiempos el ritmo de publicaciones de entradas ha bajado un poco (y soy muy generoso conmigo mismo, lo se) pero, a veces, reconozco que no tengo mucho tiempo para sentarme a escribir y otras no se qué contar. Mi vida ha cambiado muchísimo en el último año, para mejor, y espero que continúe así durante bastante bastante tiempo. Y que ustedes lo vean.

Así que muchas gracias por seguir aquí, leyendo los locos desvaríos del que escribe, sus perogrulladas, sus intentos de crítico cinéfilo y seriéfilo. Espero que la séptima temporada que arranca hoy sea mejor y más fructífera para tod@s. Un beso enorme y nos leemos por aquí, siempre con nuevas aventuras.


jueves, 15 de agosto de 2013

Vacaciones

Aunque oficialmente mis vacaciones empiezan mañana viernes, en realidad lo hicieron ayer por la tarde en cuanto puse el dedo para fichar. Entonces se ve que los hombres de negro me flashearon la memoria porque no recuerdo nada, pero nada, del trabajo aunque sí de lo demás. Borrado selectivo debe ser. 

Cuando este post salga estaremos en nuestro particular crucero de... tachánnnnnn... ¡¡dos horas!! rumbo a la primera escala de nuestra ruta. Nuestro plan de hoy es cruzar Fuerteventura de sur a norte haciendo pequeñas paradas para disfrutar de algunas de sus playas.



Esta tarde tomaremos el segundo ferry para cruzar el Estrecho de la Bocaina, pasar al lado de la isla de Lobos y llegar a nuestro destino de los próximos quince días: Lanzarote. Quince días para hacer el tour de playas por toda la isla, comer en chiringuitos, descansar, dormir todo y más, leer algo, echarnos un salto a la Graciosa y, si se puede, a Alegranza, salir con los colegas... Y, sobre todo, disfrutar de mi chico. Pero no se preocupen, he dejado algunos posts programados y seguiré visitando mis blogs favoritos que para eso me llevo la tablet. Disfruten de estos días y aprovechen al máximo el verano que ya le queda poco.




lunes, 12 de agosto de 2013

Playeando

Hará como un mes, en uno de los blogs de referencia del que escribe por aquí, salió el tema del mar, de la playa, de las ventajas e inconvenientes y de si nos gusta o no. Esa es una de las preguntas clave que siempre te hacen algunos, cuando quieren conocer a alguien, porque hay gente que es muy muy de secano y otros que son playeros al 100%. Y yo, en mi tónica habitual, me pongo la piel gallega y contestaré que depende. En invierno prefiero campo, pasar un poco de frío (que sí, que por aquí también hace fresquete por mucho que suene extraño), ir de asadero o ponerte como un cochino antes de San Martin yendo de picnics varios. Pero en verano, no hay color. La elección es obvia: playa, playa y más playa.




Esto no quita para que uno sea un poco flexible (mentalmente cochinos) y se amolde un poco a las circunstancias. He ido tranquilamente a la playa en febrero e incluso en plenas navidades pero reconozco que no es lo mío, sobre todo porque me gusta bañarme y en esos meses el agua tiene la temperatura ideal para emular a Walt Disney y conservarte lozano y fresco para siempre. O acabar como la Kate Winslet soplando un silbato para que te rescaten justo antes de que el carámbano que te sale de la nariz te arrastre al fondo del mar. Por lo general, la temporada de baño la inauguro en Semana Santa y acaba allá por octubre, aunque como se imaginan tiende a concentrarse en los meses de julio, agosto y septiembre por aquello del buen tiempo, los calores, etc.





Eso sí. Huímos de las aglomeraciones familiares e infantiles y nos vamos a parajes más tranquilos pese a que haya que caminar un poco. O un mucho. Nos da igual, en esa cuestión es preferible trasladarte un poco y gozar de intimidad o calma. Tenemos nuestros rincones favoritos, las playas que nos gustan y cuándo ir a una u otra dependiendo de las circunstancias y el día. Me encanta el mar, ya sea cuando esté tranquilo en plena marea baja como cuando hay olas y casi no puedes salir a tierra. Disfrutar del último baño, a ser posible sin bañador, cuando el sol está cayendo y dando los últimos estertores es algo fantástico. Que sí, que la arena puede ser un coñazo porque se te mete por rincones que jamás habrías pensado tener. Pero también hay que reconocer que echarte una siesta bajo la sombrilla, tumbarte en la arena tibia por la tarde y atiborrarte de vitamina D son pequeños placeres que disfruto muy mucho.

Por lo tanto, ya pueden imaginarse el planning que me espera las dos semanas que me voy de vacaciones a Lanzarote. Un tour por toda la costa, disfrutando de todas sus playas y encima de la mano de J., que se las conoce como la palma de su mano. Creo que no me quedarán ganas de playa hasta el año que viene. O no.





domingo, 4 de agosto de 2013

I

Un año desde un encuentro en la playa.
Un año que he disfrutado por completo cada día. 
Un año que se me ha pasado volando, nunca mejor dicho gracias a Binter.
Un año en el que alguien me demostró que quiere compartir su vida conmigo y que yo comparta la mía con él.
Un año que, aunque suene a tópico, me ha cambiado la vida por completo.
Un año en el que he sido muy muy muy feliz.
Un año con J.

¡¡Cómo pasa el tiempo!!


jueves, 1 de agosto de 2013

Destripando... Expediente Warren

El fin de semana aprovechando que J. venía para acá, y sabiendo que le encanta el cine de terror, pues nos lanzamos a ver The conjuring, el título original de lo que aquí han llamado Expediente Warren.


The conjuring se halla ambientada a comienzos de los años setenta cuando una familia, los Perron, se trasladan a su nueva casa. Poco a poco comenzarán a producirse extraños sucesos, ruidos, visiones que harán que la madre acuda a un matrimonio de investigadores de lo paranormal, Ed y Lorraine Warren. Con su ayuda e implicación intentarán saber qué sucede en su casa, para lo cual tendrán que luchar con el mal mismo.

Vaya por delante que no soy un ultrafan de las películas de terror. Sí que me gustan aquellas que podemos considerar clásicos, desde las primeras hasta las estrenadas bien entrada la década de los ochenta pero en los últimos años, sobre todo en la última década y media,  el género ha ido derivando hacia el gore, la sangre y el sufrimiento gratuito, las muertes cada vez más rebuscadas y cruentas y esas cosas que, en realidad, no me atraen nada de nada. Así que hice un esfuerzo por acompañar a mi chico y me atreví a pasar un rato bastante desasosegante y muy intranquilo. Y vaya que lo pasé.

No todos los juguetes son lo que parecen

Si han prestado atención a la breve sinopsis que hice atrás se darán cuenta, sobre todo los más fans del cine de terror, que, en realidad, la película no presenta ninguna novedad en el género. Casas encantadas, maldiciones antiguas, familia que se muda a nueva casa y es acosada, pareja de investigadores que les ayudan, sótanos inquietantes, exorcismos, etc., son algunos de los elementos que podemos distinguir en esta película y que ya hemos visto antes en multitud de ocasiones.

Entonces ¿qué la distingue de las demás? Pues, por un lado, la puesta en escena de su director James Wan que, tras Insidious, se está convirtiendo en un experto del género. Wan pasa de largo sobre los golpes de efectos (de los que tanto se ha abusado), montajes tan rápidos que apenas se aprecia nada y de la sangre gratuita para apoyarse en una ambientación de la casa donde lo que asusta es lo que puede pasar, lo que intuimos más que lo que vemos. Para ello, se apoya en un guión escrito de tal manera que tiene al público a la expectativa, el cual reconoce las señales tradicionales (por ejemplo, cuando se descubre el sótano) y está esperando que suceda algo, por lo que juega con él y sus conocimientos del género. Sin embargo, donde en otras películas hay exceso en esta hay contención, Wan controla mucho los tempos de las situaciones, qué enseñar y cuándo y, sobre todo, mantener al espectador en vilo, en tensión, siempre con la sensación de un constante "mal rollo" y de que algo horrible está a punto de ocurrir.

Por otro lado, hay que destacar la estupenda actuación de los actores y actrices, en un reparto bastante escueto, del que me gustaría destacar la parte femenina: Lili Taylor (como Carolyn Perron) y Vera Farmiga (como Lorraine Warren), sobre todo esta última con un personaje aparentemente más frágil de lo que puede ser.


Sinceramente, creo que es de las mejores películas de terror de los últimos años y eso que, en lo que va de año, ya he visto tres: Mamá, Posesión Infernal y ésta, la mejor de todas ellas sin duda alguna. Sales de la sala de cine con el cuerpo aún en tensión, con una sensación de desasosiego, y eso sólo lo consiguen las buenas películas. Altamente recomendable si quieres pasar un "mal rato".

En lo que concierne a la música, Joseph Bishara, un habitual (aunque desconocido por mí hasta ahora) de las películas de terror de los últimos años, ha creado una banda sonora inquietante. Con muchos silencios, es una música de carácter ambiental en la que no hay un tema específico para describir el mal. Esa falta de concreción convierte el peligro en algo indefinido, ayudando a la ambientación agobiante y asfixiante de la película. Escucharla fuera del contexto puede resultar algo árido pero consigue transmitir ese "mal rollo", esa inquietud, que se halla constantemente en la película.



Este corte es el único que no está compuesto por Bishara sino por Mark Isham.