Los Tudor son una dinastía inglesa surgida de la guerra civil llamada de las Dos Rosas y que gobernó en Inglaterra desde 1485 hasta 1603. Durante ese período de algo más de un siglo, reinaron tres reyes y dos reinas, pero los más conocidos de ellos son Enrique VIII e Isabel I, sobre todo la segunda que reinó durante cuarenta y cinco años y colocó a Inglaterra nuevamente en la política europea.
La cadena americana Showtime comenzó a emitir una serie hace tres años que, bajo el nombre de esa misma dinastía, The Tudors, se centraba en la mayor parte del reinado de Enrique VIII. La acción comienza a finales de la década de 1510 cuando Enrique VIII ya deja de entenderse con Catalina de Aragón, planteándose el divorcio, y acaba con la muerte de este monarca en 1547. En medio, cuatro temporadas y 38 episodios llenos de violencia, sexo, intrigas cortesanas, nuevas religiones, diplomacia europea, guerra, amoríos y demás. En realidad, más que Los Tudor debería haberse llamado Vida y milagros de Enrique VIII o algo así, sobre todo porque la dinastía fue mucho más que este rey.
Más de una vez he comentado lo que me parece, por lo que no voy a ahondar en ello. Sí que me ha gustado la ambientación, todos los aspectos técnicos e incluso la mayor parte del casting. Hay notables desviaciones de los hechos históricos (están muy bien detallados en el enlace de The Tudors que se encuentra arriba) pero entiendo que muchos lo son en favor de una mayor dramatización de la serie, aunque en otras ocasiones pueden descuadrar bastante. Uno que siempre me chocó fue el hecho de que Enrique VIII pareciese un jovenzuelo imberbe en la primera temporada, y lo era porque sólo tenía unos 28 años, mientras que Catalina de Aragón parecía su madre, cuando sólo le llevaba seis años de edad.
Hace un par de semanas me terminé la cuarta y última temporada, centrada en los años finales del reinado. Me gustó más que las temporadas anteriores, en especial la segunda. Básicamente porque se centra en cuestiones más diplomáticas, religiosas y mucha intriga cortesana en torno a la sucesión del rey. Incluso en torno a la familia y sus hijas; me gustó el último episodio y la vuelta de los fantasmas pasados de sus esposas muertas reprochándole sus actos. Una cosa que me ha quedado claro es que Enrique VIII fue un rey que sin llegar a ser absolutista, en el término que como tal se desarrolló un siglo más tarde, fue muy autoritario. El hecho que lo demuestra es su capacidad de crear una nueva religión sólo para poder divorciarse de su primera mujer. Su palabra es la ley y eso lo convierte en un rey peligroso. porque a ver quien le lleva la contraria. Entre eso y su obsesión por tener un sucesor varón le lleva a realizar todo tipo de hechos, algunos abominables como liquidar a algunos de sus amigos y ayudantes. En este sentido, a lo largo de la serie se puede ver el contraste en la evolución del carácter del monarca y la del que era su mejor amigo, el conde de Suffolk (un merendabilisimo Henry Cavill); mientras el primero permanece casi igual, el segundo va adquiriendo conciencia de la relevancia de su puesto y se hace más serio y consecuente. Además, es el único caso de un monarca que conozco en el que reinaron los tres hijos que tuvo, en su caso su hijo y las dos hijas.
Lo mejor de estas series históricas, al menos en mi caso, es que si te gustan y te pican el gusanillo pueden llevar a interesar al personal por el período histórico que tratan. En más de una, y de dos y de diez, ocasiones he buscado información sobre tal o cual personaje que sale en la serie. Ahora estoy en la búsqueda de una biografía de Enrique VIII o un estudio del período Tudor para refrescar mi memoria sobre esta época.
Te gustará si te atrae la Historia, desde la alta política a los amoríos, amantes e intrigas cortesanas y no te importa saber cómo acaba. Si es así, aprovecha que TVE está comenzando a emitir la serie en tandas de dos episodios por sesión. No te gustará si lo que has leído hasta aquí te parece un soberano aburrimiento.
La cadena americana Showtime comenzó a emitir una serie hace tres años que, bajo el nombre de esa misma dinastía, The Tudors, se centraba en la mayor parte del reinado de Enrique VIII. La acción comienza a finales de la década de 1510 cuando Enrique VIII ya deja de entenderse con Catalina de Aragón, planteándose el divorcio, y acaba con la muerte de este monarca en 1547. En medio, cuatro temporadas y 38 episodios llenos de violencia, sexo, intrigas cortesanas, nuevas religiones, diplomacia europea, guerra, amoríos y demás. En realidad, más que Los Tudor debería haberse llamado Vida y milagros de Enrique VIII o algo así, sobre todo porque la dinastía fue mucho más que este rey.
Más de una vez he comentado lo que me parece, por lo que no voy a ahondar en ello. Sí que me ha gustado la ambientación, todos los aspectos técnicos e incluso la mayor parte del casting. Hay notables desviaciones de los hechos históricos (están muy bien detallados en el enlace de The Tudors que se encuentra arriba) pero entiendo que muchos lo son en favor de una mayor dramatización de la serie, aunque en otras ocasiones pueden descuadrar bastante. Uno que siempre me chocó fue el hecho de que Enrique VIII pareciese un jovenzuelo imberbe en la primera temporada, y lo era porque sólo tenía unos 28 años, mientras que Catalina de Aragón parecía su madre, cuando sólo le llevaba seis años de edad.
Hace un par de semanas me terminé la cuarta y última temporada, centrada en los años finales del reinado. Me gustó más que las temporadas anteriores, en especial la segunda. Básicamente porque se centra en cuestiones más diplomáticas, religiosas y mucha intriga cortesana en torno a la sucesión del rey. Incluso en torno a la familia y sus hijas; me gustó el último episodio y la vuelta de los fantasmas pasados de sus esposas muertas reprochándole sus actos. Una cosa que me ha quedado claro es que Enrique VIII fue un rey que sin llegar a ser absolutista, en el término que como tal se desarrolló un siglo más tarde, fue muy autoritario. El hecho que lo demuestra es su capacidad de crear una nueva religión sólo para poder divorciarse de su primera mujer. Su palabra es la ley y eso lo convierte en un rey peligroso. porque a ver quien le lleva la contraria. Entre eso y su obsesión por tener un sucesor varón le lleva a realizar todo tipo de hechos, algunos abominables como liquidar a algunos de sus amigos y ayudantes. En este sentido, a lo largo de la serie se puede ver el contraste en la evolución del carácter del monarca y la del que era su mejor amigo, el conde de Suffolk (un merendabilisimo Henry Cavill); mientras el primero permanece casi igual, el segundo va adquiriendo conciencia de la relevancia de su puesto y se hace más serio y consecuente. Además, es el único caso de un monarca que conozco en el que reinaron los tres hijos que tuvo, en su caso su hijo y las dos hijas.
Lo mejor de estas series históricas, al menos en mi caso, es que si te gustan y te pican el gusanillo pueden llevar a interesar al personal por el período histórico que tratan. En más de una, y de dos y de diez, ocasiones he buscado información sobre tal o cual personaje que sale en la serie. Ahora estoy en la búsqueda de una biografía de Enrique VIII o un estudio del período Tudor para refrescar mi memoria sobre esta época.
Te gustará si te atrae la Historia, desde la alta política a los amoríos, amantes e intrigas cortesanas y no te importa saber cómo acaba. Si es así, aprovecha que TVE está comenzando a emitir la serie en tandas de dos episodios por sesión. No te gustará si lo que has leído hasta aquí te parece un soberano aburrimiento.
2 comentarios:
Hay una bio de Phillippe Boulanger si no recuerdo mal que está genial, pero cuesta encontrarla.
A mí me ha gustado mucho la serie, aunque las dos últimas temporadas no tanto como las dos primeras. El final de la cuarta y última temporada se salva y también me gustó mucho.
Una entrada genial, por cierto.
Van Hessa, gracias por la recomendación bibliográfica, la buscaré. Creo que la cuarta se salva en su tramo final, los últimos episodios recuperan lo mejor de la serie.
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