lunes, 5 de julio de 2010

Destripando... M.

No se preocupen, que no se trata de M., el pobre. Sino de M. (conocida en España como M., el vampiro de Dusseldorf), una película alemana de comienzos de los años 30 del pasado siglo.

El lugar donde trabajo se halla justo al lado de la Biblioteca Pública del Estado en esta ciudad, de hecho veo el edificio (más bien la sombra por culpa de los cristales translúcidos) desde mi oficina, lo que supone una constante tentación en busca de material, ya sea libros, cómics, películas, etc. En una de esas visitas hace cosa de un mes y medio me encontré un cómic, que luego me llevé a casa, que adaptaba esta película a ese formato y, tras leerlo, me entraron ganas de volver a verla. Este fin de semana por fin pude encontrar un hueco para verla con tranquilidad.

La película cuenta la historia de un asesino de niñas en una ciudad alemana (aunque el título mencione Dusseldorf parece más bien Berlin). En el inicio ya vemos que ha matado a varios de ellos y la población está bastante psicótica con el tema. La policía se encuentra desbordada porque no tiene pistas sobre quien puede ser y realiza redadas en los bajos fondos para ver si halla algo. Esto preocupa a los jefes del crimen organizado por la ruina que supone para el negocio, por lo que deciden buscar ellos mismos al asesino y darle caza para luego juzgarlo. Y hasta aquí cuento para no destriparlo todo.


Es de esas películas que podrían poner el subtítulo de "basada en hechos reales" porque lo es pero la calidad es infinitamente superior que las ¿películas? de este tono (de hecho, se basa en el caso de Peter Kurten, conocido como el "vampiro de Dusseldorf", de ahí el subtítulo en español aunque en la película no haya nada de vampirismo y menos aún sangre). Fue la primera película sonora del director Fritz Lang, el mismo de Metropolis, y eso se nota; hay varias escenas sin diálogos, únicamente con el sonido ambiente, y las miradas, las imágenes, siguen teniendo un peso fundamental. De hecho, no presenciamos el asesinato de la única niña en la película, lo intuímos a través de un globo y una pelota sin rumbo, y en esa escena prácticamente no hay sonido salvo la música. Sin embargo, cuando éste, el sonido, aparece es para tener un protagonismo fundamental; el asesino canta una tonadilla ("En la cueva del rey de la montaña" de Peer Gynt) y así sabemos que está de caza y de esta manera es cómo lo reconoce el mendigo. Esta es la principal diferencia con el cine mudo, el sonido se convierte en un elemento imprescindible y no habría tenido cabida poco tiempo antes.



La primera imagen que tenemos del asesino es una sombra y más tarde, cuando acompaña a una niña, su espalda; sólo veremos su cara cuando están hablando del perfil psicológico del mismo mientras Peter Lorre, el actor que lo encarna, hace gestos frente a un espejo. Este actor es impresionante; siempre me ha parecido inquietante, incluso cuando hace algún papel (esporádico, eso sí) de buena persona. Las miradas libidinosas cuando ve a una niña a través de un espejo en un escaparate, las de acorralado cuando le persiguen los mendigos, o cuando realiza un monólogo casi al final intentando exculparse porque no puede controlarse son impresionantes por no decir perturbadoras.

Casi todo el mundo está se acuerdo en que la película cuenta con referencias al nazismo, que ya en este tiempo se hallaba en fase ascendente. La policía inoperante, los villanos que realizan el papel de héroes, la aplicación de la justicia por los criminales ante la sospecha de una justicia blanda, etc. Podría hablar de muchas cosas más pero esto se haría largo y pesado, así que si quieres saber más pues aquí y aquí. Vamos, que es una película totalmente recomendable y que puedes conseguir por medio de los canales habituales, ya nos entendemos.

Y ahora el inicio de la película, una escena impresionante en la que un grupo de niños están jugando a quien se llevará el asesino mientras éste actúa.


8 comentarios:

Sota dijo...

Recomendable no. Imprescindible.

Y Peter Lorre era GRANDE. Su papel aquí y en El Halcón Maltés son de correrse de gusto.

starfighter dijo...

Tú lo has dicho: Im-prescindible y de visión obligada. Y en "Arsénico por compasión" también está genial.

rickisimus2 dijo...

Creo que ya deberías intuir que para mi Lang es lo más. Hizo con un ojo lo que generaciones de seres humanos han sido incapaces con dos ojos. Su universo creativo era tal que esas historias y esa estética serán geniales durante siglos.

Hasta la película más "pequeña" es una grande del arte.

Incluso le acompaña la historia de su vida, con esa huida apresurada de Alemania cuando podría haber sido el factótum del cine alemán.

Nadie como él para reflejar el lado oscuro del hombre corriente o la heroicidad del día a día.

rickisimus2 dijo...

¡Qué pedante he sido!

starfighter dijo...

Rickisimus, para nada pedante. No creo que hubiese congeniado con el nazismo, básicamente porque ya lo había denunciado, consciente o inconscientemente, en su cine. De hecho, esta película se iba a titular "El asesino está entre nosotros" y la M. significa eso, el asesino, una persona en apariencia normal que realiza actos terribles. Lang aún en sus películas menores es muuuy grande.

Casta dijo...

Que buena! Si es que el cine alemán antes del nazismo fué brutal!

Mac Dubh dijo...

añoro cuando en mi adolescencia veía esos ciclos de cine negro, que se podrían rescatar del olvido y poner de nuevo, en lugar del consabido cine de bario que repite hasta la saciedad las mismas películas año tras año

starfighter dijo...

Casta, y que lo digas, irrepetible.

Mac, y lo malo es que para verlo tienes que tener canales temáticos. Ni por la tdt prácticamente los ponen, una lástima, porque son buenísimas.