El miércoles por la tarde aproveché para ir a ver la última película de Polanski: El escritor, aunque me gusta más su título original, The ghost writer.
En ella Ewan McGregor interpreta a un escritor de segunda categoría al que le encargan rehacer (de ahí el título original, equivalente al de negro literario en España) en un tiempo record las memorias del ex-Primer ministro británico Adam Lang (Pierce Brosnan), el cual se halla viviendo en una isla en la costa atlántica de Estados Unidos. Poco a poco va entrando en una historia llena de ramificaciones inesperadas al tiempo que el político es acusado de crímenes de guerra. Y no cuento más para no spoilerear mucho.
Polanski sigue teniendo una buena mano a la hora de dirigir y se nota. Un thriller a la manera clásica, sin efectos especiales ni bruscos movimientos de cámara, como es habitual ahora, ni situaciones increíbles de acción. Al contrario, todo se basa en una atmósfera opresiva, ya que casi toda la historia se desarrolla en la isla y sus alrededores, la cual se agudiza con una estupenda fotografía, donde los colores son apagados casi mates y con la presencia constante de cielos plomizos, lluvia y bosques típicos de Nueva Inglaterra. Tanto la historia como la ambientación me recuerda mucho a Frenético, una persona corriente que se coloca al borde del peligro sin saber en qué consiste éste. Lo que más me gustó es que no hay concesiones de ningún tipo, y si ven la película ya verán a qué refiero. Además, no hay giros inesperados ni información oculta, el espectador va averiguando la verdad al mismo tiempo que el escritor.
Los actores principales están bastante bien, sobre todo Ewan McGregor como el escritor que se va metiendo poco a poco en un nido de avispas sin saberlo. A ellos hay que añadir Tom Wilkinson como un inquietante profesor universitario, Kim Catrall que hace de secretaria devota de Pierce Brosnan y Olivia Williams como la esposa de Adam Lang que parece saber más de lo que aparenta. Aunque se basa en una novela de Robert Harris, en la película no puedes dejar de pensar en cierto político británico que se retiró hace unos años.
Uno de los elementos que acentúan esa atmósfera inquietante es la estupenda banda sonora de Alexander Desplat. Un tema central potente y unos cortes maravillosos.
Polanski sigue teniendo una buena mano a la hora de dirigir y se nota. Un thriller a la manera clásica, sin efectos especiales ni bruscos movimientos de cámara, como es habitual ahora, ni situaciones increíbles de acción. Al contrario, todo se basa en una atmósfera opresiva, ya que casi toda la historia se desarrolla en la isla y sus alrededores, la cual se agudiza con una estupenda fotografía, donde los colores son apagados casi mates y con la presencia constante de cielos plomizos, lluvia y bosques típicos de Nueva Inglaterra. Tanto la historia como la ambientación me recuerda mucho a Frenético, una persona corriente que se coloca al borde del peligro sin saber en qué consiste éste. Lo que más me gustó es que no hay concesiones de ningún tipo, y si ven la película ya verán a qué refiero. Además, no hay giros inesperados ni información oculta, el espectador va averiguando la verdad al mismo tiempo que el escritor.
Los actores principales están bastante bien, sobre todo Ewan McGregor como el escritor que se va metiendo poco a poco en un nido de avispas sin saberlo. A ellos hay que añadir Tom Wilkinson como un inquietante profesor universitario, Kim Catrall que hace de secretaria devota de Pierce Brosnan y Olivia Williams como la esposa de Adam Lang que parece saber más de lo que aparenta. Aunque se basa en una novela de Robert Harris, en la película no puedes dejar de pensar en cierto político británico que se retiró hace unos años.
Uno de los elementos que acentúan esa atmósfera inquietante es la estupenda banda sonora de Alexander Desplat. Un tema central potente y unos cortes maravillosos.
2 comentarios:
Al osezno le encantó... yo no pude ir a verla :-(
Sufur, está muy bien, si puedes vete a verla ;)
Publicar un comentario