martes, 20 de marzo de 2012

Destripando... El abismo negro

A raíz del exitazo de Star Wars, muchas productoras de cine se interesaron por el género de la ciencia ficción desde el punto de vista espacial. Por eso, a finales de los setenta y muy comienzos de los ochenta se vivió un pequeño boom del género en el que tendrían cabida desde la vuelta de Star Trek al terror espacial con Alien, el octavo pasajero, Saturno 3 o Atmósfera cero. Y, entre ellas, se encuentra The black hole o El abismo negro como se le llamó en España.

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El abismo negro cuenta la vuelta a casa de la nave Palomino (los guionistas anglosajones deberían consultar el traductor de vez en cuando porque sacan cada nombre en sus películas) cuando tropieza con un agujero negro en torno al cual se encuentra una nave en perfecto estado y sin ser absorbida por el fenómeno. La nave resulta ser la Cygnus, una nave perdida a bordo de la cual iba el padre de una de las tripulantes de la Palomino y en la que se encuentra como único superviviente de la tripulación original el Dr. Reinhardt. Pero no todo es lo que parece. Y no cuento más para no soltar un spoiler por si alguien siente curiosidad.

La película fue un intento de la Disney para entrar en el mundo de la ciencia ficción por la puerta grande. Para ello contrataron a un elenco de actores con cierto relumbrón: Maximilian Schell, Anthony Perkins (intentando quitarse de encima la losa del personaje de Psicosis), Yvette Mimieux, Robert Forster (ahora en Alcatraz) y Ernest Borgnine. Además, intentaron alquilar los equipos de la ILM pero ante el elevado coste decidieron crear los suyos con opciones alternativas a la automatización de las cámaras que habían diseñado la ILM. Por último, al intentar crear un producto más "adulto", ésta fue la primera película de Disney que no obtuvo la clasificación para todos los públicos.

Sin embargo, y aquí viene uno de los peros, la película se queda en una tierra de nadie. Por un lado, no es un producto lo suficientemente adulto para llevar la historia hasta sus últimas consecuencias; por otro lado, no es tan infantil como para que el público mas joven pueda entender ciertas implicaciones que aparecen, sobre todo, en el tramo final de la película. Personalmente, creo que la base de la historia es buena y que la primera mitad de la película (la llegada de la nave Palomino al agujero negro, el descubrimiento de la Cygnus, la entrada en la nave y la aparición de Reinhardt) mantiene la tensión y el interés, pero luego el guión empieza a flojear y acaba en una resolución abierta que puede ser interpretada de múltiples maneras.


El diseño de producción es más que aceptable para la época, no hay más que ver el escenario del puente de mando de la Cygnus, el formato de la misma, etc, se nota que se gastaron sus buenos cuartos para hacer algo en condiciones. Pero hay algunos aspectos, como los robots Vincent y Bob, que sinceramente me parecen colocados un poco (o un mucho según se mire) para atraer al público más jóven. Otra cosa es Maximilian, el robot del Dr. Reinhardt, o los supuestos robots que dirigen la nave, con una vertiente más oscura.

En ciertos aspectos, la película ha envejecido mal en estas tres décadas; algunos efectos especiales son bastante simples y se notan las superposiciones por no hablar de algunas cosillas más penosas. En cambio, hay determinadas partes que están bastante bien como la escena de la lluvia de meteoritos que culmina en esa roca que entra en la nave y avanza rodando mientras los protagonistas cruzan un puente (la imagen inferior) en una especie de premonición de la bola del inicio de En busca del arca perdida. O la llegada de la Palomino a la Cygnus, por poner un par de ejemplos.



Por último, hay que hablar de la banda sonora. Compuesta por el gran John Barry tiene un tema principal impresionante, que sugiere a la perfección ese gran agujero negro girando en el universo. Tema que será recurrente y constante a lo largo de toda la película. A pesar de que cuenta con varios cortes descriptivos que intentan, y lo consiguen, dar un aire de misterio e intriga a la película, creo que falla principalmente en las escasas escenas de acción. Barry era un compositor melódico, sobre todo, y no se le daban muy bien las escenas de acción (en comparación con otros compositores, ojo) que cubría con los temas principales; así lo hacía con las de James Bond y el resultado no era tan malo. No obstante, y con todo, la banda sonora es muy buena y más ahora que la han reeditado con más cortes de lo que hicieron en su momento.







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