miércoles, 12 de noviembre de 2014

Motown

Parece que una de las actividades imprescindibles cuando estás de visita en Nueva York es acudir a alguno de los innumerables espectáculos que todos los días se suceden en la Gran Manzana. Ya sea una obra de teatro, un musical, una revista de varieté, un show, una performance... lo que sea. Casi parece algo ineludible e inexcusable. De hecho, desde semanas antes todo el mundo nos preguntaba que qué teníamos pensado ver, si ya habíamos previsto algo, si teníamos idea de los espectáculos, etc etc etc. Para ser sinceros, he de admitir que sí. Soy de los que les gusta viajar con algunas actividades y eventos mínimamente programado, o al menos hojeado para tener una idea previa de lo que se cuece. Y esta era una de ellas. Cuando ya teníamos los billetes, y sabedor de que había existido un musical de Priscilla, reina del desierto, me puse a buscarlo para llevarme un chasco al enterarme que lo habían finiquitado hace como un año o dos. Pero, oh, sorpresas de la vida, poco después, en verano, ví por los interneces que iban a realizar una adaptación en España y se estrenaba a finales de septiembre. Así que finalmente pudimos verlo en Madrid, en los días de relax y descanso que tuvimos a la vuelta de las Américas.

A lo que iba. Antes de ir ya sabía que había tropecientos musicales que era lo que más nos interesaba porque, seamos sinceros, ver una obra de teatro enterita en inglés como que... pasapalabra. Pero dudábamos mucho en cual elegir porque hay tanta oferta que es como en el Orgullo, mirar para todos lados y todo te gusta. Así que cuando llegamos la primera noche nos fuimos a Times Square de paseo, vimos un supercartelón de...


Motown es un musical basado en la vida de Berry Gordy, el fundador de Tamla Records que después se convertiría en la Motown Records. Comienza con la celebración del 25 aniversario de la discográfica en la que se van a reunir todos los cantantes que han pasado por ella y el protagonista recuerda la historia de la misma: sus orígenes, los primeros éxitos, cómo conoció a Diana Ross, su relación con ella, el traslado de la discográfica a Los Ángeles, etc.

Dado que Berry Gordy aún vive y que el musical se basa en su autobiografía, hay que decir que es bastante suave y blanco. Se centra mucho en el descubrimiento de los cantantes y grupos y la lucha para crear el sello discográfico y sacarlo adelante; sin embargo, apenas pasa por el hecho de la explotación de los cantantes, que apenas se le pagasen royalties y que muchos se fuesen a otras discográficas con mejores condiciones. Pero es que el musical es entretenimiento y diversión, para críticas sociales véase otras actividades. 



Otra cosa que puede llamar la atención es la sobriedad en el escenario con los decorados. Todo es muy sencillo y con pequeños aderezos movibles; lo único que salen en diversas ocasiones son unos pilares a modo de separación de espacios y simulación de distintas escenas. Esto, en realidad, no es malo pero puede chocar con la espectacularidad a la que nos tienen acostumbrados muchos musicales en Broadway donde priman los efectos visuales o los enormes cuerpos de baile como El rey León, El fantasma de la ópera o Aladdin. Aquí lo que interesa y lo que realmente importa son las voces. 


¡Y que voces! Para apabullarse y decir basta. La mayoría de las canciones son archiconocidas; han creado dos o tres, no recuerdo con exactitud, especialmente para el musical pero el resto pertenecen al catálogo de la Motown. Y salen diversos actores/cantantes que hacen de Diana Ross, Marvin Gaye, Stevie Wonder, The Jackson 5 o Smokey Robinson que lo clavan como los auténticos. El parecido físico en muchos de ellos es impresionante pero la interpretación de las canciones se lleva la palma. Si tuviese que elegir me quedaría con la actriz que interpreta a la Diana Ross porque la clava en todo: sus gestos, la sonrisa tan típica de la Ross, la voz... Es alucinante. Y este es el motivo por el que elegimos este musical: las canciones. Mi chico es un gran aficionado a este tipo de música, de los cincuenta y los sesenta, y a mí también me encanta, así que era la elección perfecta para ir a verla.



Además, el musical acaba en enero. Desde este mes están en gira por los Estados Unidos hasta agosto o septiembre del año que viene y en otoño de 2015 se estrenan en Reino Unido. Así que, ya saben, si están interesados siempre podrán echarse un salto a Londres el año que viene, que queda más cerca. Y si quieren hacerse una idea del musical, ahí van un par de videos ultrarecomendables.




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