Cinefilia

Hace tiempo que no hablo de cine, de las películas que he visto últimamente. Así que hoy tres recomendaciones.

Antes de Semana Santa ví Gran Torino, la última película de Clint Eastwood. A primera vista puede parecer una película más en la que Clint hace de Eastwood, un viejo gruñón, solitario, incomprendido y sin ninguna gana de relacionarse con el resto del universo, incluída su familia. Y en parte es así pero también como en muchas de sus películas hay mucho más. Kowalski, el personaje, es un veterano de la guerra de Corea que además trabajó en la industria del automóvil y que tiene una pequeña joya en su coche, que da título a la película. Es un viejo solitario, amante de las convenciones, incluso xenófobo podríamos decir, y que busca respeto por parte de las personas, el cual viene a encontrar donde menos lo espera. En realidad, no soy objetivo porque siempre me han encantado las películas de Clint, tanto las que ha protagonizado como las que ha dirigido, y esta no ha sido una excepción. Ha sido de las mejores que he visto en los últimos meses demostrando que se puede hacer una buena película sin grandes medios. Absolutamente recomendable.

Otra que ví en las vacaciones fue El lector, con la que por fin Kate Winslet se llevó el Oscar. Está estructurada a modo de flashbacks en los cuales un hombre recuerda a la mujer que conoció siendo un adolescente y con la que tuvo un romance. Y hasta aquí llego, aunque no he contado nada que no se vea en los cinco primeros minutos. Sólo diré que está relacionada con el tema del holocausto judío, lo que llevó a la Winslet a hacer una parodia sobre interpretar un papel para conseguirlo. La peli no es mala pero tampoco es esa obra que podría emocionarte hasta las trancas, aunque hay algún momento que otro que casi lo consigue. Lo mejor sin duda es Kate Winslet y toda la parte, en la zona media de la película, en la que el protagonista estudia en la universidad y debate sobre cuestiones morales con su profesor. Recomendable pero puede ser un poco dura de ánimo así que hay que verla cuando se esté concienciado.

Por supuesto, no podía faltar la frikada de turno aunque, bueno, más que frikada es el buen gusto. Por Navidades me había comprado una película que no me había puesto a ver así que este fin de semana pasado me puse con ella. El increíble hombre menguante es una película de serie B de los cincuenta que siempre había recordado con cariño, por verla un par de veces siendo un chiquillo por la tele. Cuando la ví en el Carrefour y a precio bastante asequible me la agencié. Como casi todas las pelis de ciencia ficción de la época, tiene una duración relativamente breve pero eso no le quita nada de encanto. Los trucos ópticos, más que hablar de efectos especiales, siguen siendo más que dignos y ver al protagonista en una casa de muñecas o intentar sobrevivir a un gato sigue siendo una gozada. Por no hablar de un guión que es más consistente que muchas películas de los últimos años. Totalmente recomendable.