Previsiones anuales

Cuando en verano del año pasado aprobé las oposiciones, a todo el mundo que preguntaba le decía que me iba a tomar un año sabático. Nada de estudiar, nada de cursos, nada de oposiciones (of course). Nada de nada, vamos, salvo cumplir el horario laboral. Y a disfrutar un poco.

(al que me haga esto le corto los h...s)

Lo malo es que como la cabra tira para el monte y soy una persona inquieta (término que usa mi hermana para aludir a mis chicho terremoto sobrinas) pues acabo enfollonado en cualquier cosa. Después de un par de meses revisando un proyecto de investigación que acabé en febrero, me puse a terminar una cosilla para la revista de la facultad de aquí y ahora ando con otro artículo que tenía a medio hacery que espero acabar antes del verano.

Y la semana que viene me voy un par de días a Tenerife a un estupendo curso de papeles viejos futuros documentación electrónica, que es el primero de dos y la segunda parte será aquí en noviembre.

Y añade un viajecito de casi una semana en junio porque me he matriculado para otro curso que se celebrará en Salamanca.

Y me he apuntado a un par de cursos que ofertaba la administración para la que trabajo, uno de ellos a fines de este mes.

Y, navegando por los interneces, he visto un par de cursos online que podrían estar bien pero creo que lo dejaré para después de la boda.

Y, y...


Y un par de trankimazines, por favor.

Como ayer Chaplin hubiese cumplido 120 añitos, que mejor que un rato de diversión y esparcimiento con un poco de ballet y música.