viernes, 21 de junio de 2013

Música para el Hombre de Acero

Hoy se estrena el último intento de relanzar el superhéroe por excelencia, Superman, bajo el formato de una nueva saga: Man of steel. Y para ir abriendo boca vamos a hacer un pequeño repaso por la música que se ha compuesto para este personaje.



Obviamente, y aunque existen adaptaciones televisivas de años anteriores, hay que empezar por la primera vez que fue llevado al cine. Bajo la batuta de John Williams, Superman llegó a la gran pantalla en 1978. Williams compuso un tema magistral, heroico, con el que aún hoy mucha gente sigue identificando a este personaje y que se convertiría en leitmotiv no sólo para esta película sino para las posteriores entregas. Pero es que, además, creó una estupenda banda sonora, con momentos espectaculares como todo lo concerniente al planeta Krypton (tanto en la escena del juicio como la de su destrucción), las superhazañas y toda la gran escena final, que se combinan con otros momentos más líricos y románticos, como la escena del vuelo. Quien diga que el Maestro sólo compone marchas es porque no ha prestado atención a la música de sus películas.




De las siguientes entregas, quizás la que tiene un cierto poso de calidad sea la segunda, debido a que Ken Thorne, el encargado de crear la música, mantuvo buena parte de los temas que Williams había creado y desarrollado en la primera parte. Se nota, por ejemplo, en el comienzo de la misma, donde calca prácticamente la composición de la escena del juicio. De las otras dos partes mejor ni hablo porque se limitan a un refrito del tema principal, salvando algún que otro corte compuesto por el propio Thorne para la tercera entrega.




Desde entonces, y durante casi dos décadas, Superman desapareció del cine para refugiarse en la pequeña pantalla. A mediados de los noventa, la Warner creó Lois y Clark: las nuevas aventuras de Superman, una serie en la que se seguían las peripecias de ambos desde su trabajo en el Daily Planet y que estaría en antena durante cuatro temporadas. Lo cierto es que para ser un producto televisivo no estaba mal y, desde luego, no daba la vergüenza ajena que sí produjeron las dos últimas películas de Superman. Curiosamente, se creó un tema propio para la serie sin recurrir al archiconocido de Williams que intentaba darle un toque heroico. Ya en este siglo apareció Smallville, otra serie que duró diez temporadas, en la que se jugaba con un Clark Kent adolescente y su vida cotidiana antes de lanzarse a ser Superman. En su música participó fundamentalmente Mark Snow, el mismo de Expediente X, combinando temas rockeros con un score más clásico.



En plena efervescencia de Smallville, se filmó una nueva adaptación de las aventuras del Kryptoniano más famoso, Superman returns. Una nueva vuelta de tuerca en la que, tras una larga ausencia, Superman volvía a la Tierra para reclamar a Lois y luchar contra Lex Luthor. El encargado de ponerle música fue John Ottman, que respetó y empleó el tema creado por Williams para, a partir de ahí, crear una banda sonora nueva, totalmente independiente, con grandes momentos heroicos con la utilización de coros. Es un score en el sentido más clásico que cuadra bastante bien con las imágenes y, de hecho, casi se puede decir que es mucho mejor que la propia película.




Y llegamos a la actualidad. Warner y DC han puesto toda la carne en el asador tras ver como Marvel se está llevando el gato al agua en la adaptación de los superheroes a la gran pantalla. Para ello nada mejor que partir de cero, con un reinicio de la saga acorde a los nuevos tiempos, y encargando el trabajo a Zack Snyder, el director de 300 y Watchmen. Amén de gastarse un pastón, unos 225 millones de dólares, que prácticamente han recuperado en el primer fin de semana. Pasando al tema musical, Hans Zimmer ha sido el encargado de crear la banda sonora. Zimmer se ha desvinculado por completo de la herencia de Williams; ha creado al igual que aquel un tema principal pero, a diferencia del Maestro, no implica al espectador, no tiene ese tono heroico que podamos asociar al superhéroe y llevar al espectador hacia éste. La mayor parte de la banda sonora es descriptiva; con la excepción de un par de detalles que la identifican al usar el tema principal, bien podría pasar por cualquiera de la saga de Batman (no en balde comparten el mismo compositor y productor). Tiene sus momentos épicos y grandilocuentes pero no hay diversidad, no hay distinción entre las escenas (salvando algunas) y no facilita que el que escucha se sienta cercano. Sinceramente esperaba más de Zimmer.




PD: Actualizo con una crítica a la banda sonora de Zimmer que dice mucho y con mejores palabras lo que pienso de ella.

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