martes, 12 de agosto de 2014

Canción del verano

¿Cuándo empieza para tí el verano? ¿Cuándo coges tus vacaciones laborales? ¿Cuándo empiezas a ir a la playa o a la piscina? ¿O simplemente el 22 de junio con la llegada de la estación? Esta pregunta que es relativamente sencilla de formular es bastante complicada de responder ya que no existe una respuesta única para todos. Para algunos el verano empieza al coger sus vacaciones, para otros cuando se inaugura la temporada de terraceo y para otros simplemente es un período de mucho calor entre invierno e invierno porque no pueden cogerse unas vacaciones. 

Hace algún tiempo que decidí que el inicio del verano se producía el 1 de julio, cuando comienza el horario reducido en mi jornada laboral. Una hora menos durante tres meses hace que salgas antes la mayoría de los días y eso se nota para bien. Porque lo de la playa, vale es una opción pero mi temporada de baño suele inaugurarse por Semana Santa aunque de manera esporádica hasta junio; lo de las terrazas pues otro tanto de lo mismo aunque aquí, por aquello del clima subtropical y demás, se puede terracear casi todo el año. Y no hablemos ya de las vacaciones porque, por lo habitual y salvo alguna escapada previa, soy de los tardones, de los que cogen sus días de asueto en septiembre o, incluso, octubre.

Pero si hay algo que asocio al verano son las canciones. No esas pesadeces que ponen y ponen hasta el infinito y más allá durante un año y esporádicamente vuelven a salir en veranos posteriores. No. Para el que escribe hay especialmente una: I love to love de Tina Charles. Es oirla y empezar a pensar en playa, buen tiempo, calorcito, vacaciones. Y eso que la canción no va de nada de eso. Pero se halla metida en mi subconsciente merced a unas vacaciones de verano que disfruté de pequeño en Playa del Inglés, de las que tengo recuerdos fragmentados: piscina de apartamentos, paseo por la playa a primera hora de la mañana, comerte un helado de noche en un chiringuito playero... Y de fondo, inevitablamente, esa canción. Así que cada vez que la oigo me pongo de buen humor, me sale la vena bailarina y disfruto de ella como un chiquillo.

¿Y tú? ¿Tienes también una canción del verano?


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