De nochebuena

Al final la cena de Nochebuena no fue tan apocalíptica como esperaba, de hecho fue un éxito de público y crítica. Mi nene se pasó casi todo el día en la cocina pero la verdad es que mereció la pena y no se cogió los nervios de otros años. La familia fue llegando poco a poco, aunque un poco tarde porque estaba todo preparado desde las 8. La comida fue un poco caótica, entre el picoteo y tener que comer en dos tandas porque éramos tantos que no cabíamos en la mesa (ni tenía vajilla pa'tanta gente).
Lo mejor fue después de la cena cuando nos pusimos a jugar con la Wii. Antes de cenar una de las sobrinas de mi nene, la cual no es una quinceañera que tiene casi mi edad, eh, se puso a jugar porque quería probarla. Y después de la cena nos volvimos a poner. Empezaron jugando a los bolos pero la apoteosis vino con el boxeo. Sí, sí, como lo oyen. Aquello parecía que íbamos a machacar a todo dios porque además jugó todo el mundo, no se libró nadie. Y no pienso poner fotos, que luego me demandan y no está la economía para pagar indemnizaciones.
Hoy ha sido un día tranquilo, comida suave para calmar los excesos, minisiesta y se acaban de ir mi hermana con mis sobrinas que me han alborotado (con mucho gusto) la tarde. Que pereza volver mañana a la rutina del curro. No quieroooooooo. En fin, ya me resarciré la semana que viene.
Que la Fuerza os acompañe.