Reconozco que soy un animal televisivo, digamos un "Homo televisivus" como dirían los prehistoriadores. Me encanta la tele, la caja tonta, y mis recuerdos más antiguos son en gran medida viendo programas de la tele.
Eso sí, hay cosas que desde hace unos años (creo que nueve, si no me equivoco) no puedo aguantar. De verdad, es que no puedo con tanto reality.
Que si grandes hermanos encantados de conocerse y darse a conocer.
Famosetes, ex-famosillos y calientacamas abandonados en una playa o una isla.
Saltimbanquis patrios emuladores de Leroy Johnson.
Cantamañanas en busca del gen mutante.
Por no hablar de Operaciones Triunfales (deberían haber llamado a Yola Berrocal), Casas para una vida o Granjas y animales que las llevan, Buenorro/as aspirantes a pasear el palmito en pasarelas, Buses que podrían haber estrellado, Cocinas infernales y Coros carcelarios.
Eso sí, en un país donde el cutrefrikismo ha alcanzado cotas inimaginables en el resto del planeta, aparecieron dos que dieron hasta verguenza ajena.
Y, como no podía ser menos, ahora viene el momento Confesiones. Veo Gran Hermano. Pero, antes de que me salten a la yugular, he de decir en mi descargo que sólo esta edición y lo utilizo como sedante anti-insomnio. Me tumbo en el sillón, desconecto la neurona y empiezo a entrar en una modorra que en un ratillo estoy sopa. Cuesta un poco, eh, que con la gritona de la Milá a veces me despierto sobresaltado pensando que se quema la casa. Pero, al final, caigo. Y duermo como un bendito, sin preocupaciones ni pesadillas.
Y, para acabar unos momentos antológicos para que sufráis y vuestra cordura caiga un poquito.
Eso sí, hay cosas que desde hace unos años (creo que nueve, si no me equivoco) no puedo aguantar. De verdad, es que no puedo con tanto reality.
Que si grandes hermanos encantados de conocerse y darse a conocer.
Famosetes, ex-famosillos y calientacamas abandonados en una playa o una isla.
Saltimbanquis patrios emuladores de Leroy Johnson.
Cantamañanas en busca del gen mutante.
Por no hablar de Operaciones Triunfales (deberían haber llamado a Yola Berrocal), Casas para una vida o Granjas y animales que las llevan, Buenorro/as aspirantes a pasear el palmito en pasarelas, Buses que podrían haber estrellado, Cocinas infernales y Coros carcelarios.
Eso sí, en un país donde el cutrefrikismo ha alcanzado cotas inimaginables en el resto del planeta, aparecieron dos que dieron hasta verguenza ajena.
Y, como no podía ser menos, ahora viene el momento Confesiones. Veo Gran Hermano. Pero, antes de que me salten a la yugular, he de decir en mi descargo que sólo esta edición y lo utilizo como sedante anti-insomnio. Me tumbo en el sillón, desconecto la neurona y empiezo a entrar en una modorra que en un ratillo estoy sopa. Cuesta un poco, eh, que con la gritona de la Milá a veces me despierto sobresaltado pensando que se quema la casa. Pero, al final, caigo. Y duermo como un bendito, sin preocupaciones ni pesadillas.
Y, para acabar unos momentos antológicos para que sufráis y vuestra cordura caiga un poquito.
9 comentarios:
Pues yo tengo tendencia a tragármelo todo (lo q echan en la tele, malpensados!!) y de hecho el otro me sorprendía mí mismo viendo el del Granjero buscando esposa. Pero es q es tan divertido verlo en compañía y criticarlo...
Hombre, las operaciones de la Berrocal muy triunfales no es que fueran. A no ser que lo que quisieran fuese crear un adefesio, que entonces sí...
Interesante post. Te cuento que aquí los realitys han tenido suerte diversa, Los GH algunos con altísimo rating y otros no lo vieron ni los parientes de los que estaban en la casa.
Ahora comienza otra temporada de GH y otra de O.T. Veremos que pasa.
besos
Quijote, pero en muuuucha compañía y alcohol. Es la única manera de verlos.
Sota, yo veo a la Berrocal como un Frankenstein fallido. Querían imitarlos y les salió así.
Kowalski, me da que GH va a seguir aquí durante mucho tiempo. Por desgracia. Y bienvenido ;)
El horror, EL HORROR! Y eso de los coros, aunque no es reálity, es el horror...
En ocasiones tenemos miedo... ;)
Yo abandoné la TV el año pasado. Supongo que no será para siempre... pero es que no la soporto, precisamente, por este tipo de personajes que tanto abundan (vamos, que la tienen tomada).
Soportaba el corazón cuando era corazón... pero esto ya es una casquería asquerosa.
Pues yo me enganché a la primera temporada de Fama, lo reconozco, pero esta segunda me la pongo como dormidina, es la hora ideal para echar la siesta
Otto, ¿solo en ocasiones? Yo siempre...
Van Hessa, yo cada vez estoy más selectivo y aguanto menos. Lo peor es el después, cuando empiezan a salir por todos los programas.
Nyc, tú eres de los míos. ¡A dormir! ;)
Oh creia que anoche cuando lo lei habia comentado, jo me debi despistar, jajaja. Bueno son engendros vomitivos a los qu eno presto atencion..total salvo mis series favoritas, la tele para mi no existe..jejeje
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