miércoles, 27 de mayo de 2009

De la Z a la ... y episodio 3

Anteriormente en De la Z a la ... y De la Z a la ... episodio 2 (lo pongo para refrescar, que hace mucho tiempo de esto).

Decía que cuando se estrenó Star Wars comenzó el frenesí por hacer películas del espacio, no navecitas disparando y esas cosillas. Algunos se lo curraron y crearon pelis novedosas mientras que otros se limitaron a mirar al pasado y ver qué se podía hacer. ¿Y qué se puede hacer mirando a la década de los cincuenta, esos años gloriosos para la ciencia ficción de serie B? Pues remakes, claro, una tendencia que hoy sigue de la máxima actualidad, por desgracia.

La primera que traigo es La invasion de los ultracuerpos (1978), un remake de la genial La invasión de los ladrones de cuerpos de 1956, con Donald Sutherland y Leonard Nimoy (sí, el señor Spock). Ambas se basaban a su vez en un libro de Jack Finney, y en el cual se narraba el extraño comportamiento de algunas personas que no parecen ser quienes son. Aunque el autor siempre señalaba que era una historia más, la película de 1956 fue interpretada como una crítica contra la paranoia anticomunista de la época, el intento de controlarlo todo, de uniformizar el pensamiento y luchar contra las ideas discordantes.

La verdad es que el remake no estaba mal; aunque había perdido un poco de la originalidad y frescura de la anterior mantenía la historia y se añadían algunos aspectos como cuando los afectados señalaban a los que aún estaban libres (esas escenas siempre me ponían en tensión). Lo mejor es que no hay ninguna concesión cara a la galería, la película persevera en la desazón, en la sensación de que no hay esperanza ni futuro. ¿Aún no la has visto? A qué esperas; si te pica la curiosidad ahí va el trailer.




La siguiente que traigo es de un par de años posterior. Se trata de La cosa, una película dirigida por el excéntrico e inclasificable John Carpenter. Al igual que la anterior es un estupendo remake de una película de los años cincuenta, El enigma de otro mundo. Una estación situada en la Antártida (en el Ártico en la peli original) recibe la visita de un alienígena hostil aunque los científicos, claro está, no lo saben al comienzo. A partir de ahí ya os podéis imaginar lo que puede pasar, claro.

Uno de los aciertos de la película de Carpenter consistió en la criatura alienígena que podía transformarse en cualquier ser vivo, acentúando la paranoia de quién era humano y quién no. Eso y la sensación de claustrofobia al suceder todo en una estación científica totalmente aislada. Al igual que la anterior, flota en el ambiente el presentimiento de que no hay remedio, que cualquier cosa que se haga no va a terminar nada bien, que no hay esperanza. Lo cierto es que como remake está bastante bien y, para mí, se iguala e incluso supera a la original.



Larga vida y prosperidad.

5 comentarios:

Otto Más dijo...

No nos gustan las entidades alienantes de lo que sea... eso incluye extraterrestres y curas :)

starfighter dijo...

Otto, alienígenas malos=KK ;)

Sota dijo...

La Cosa de Carpenter y la original sólo tienen en común el punto de partida argumental. En el original era un simple moco que crecía, y en la de Carpenter...daba yuyu de verdad (la escena de la cabeza-araña!).

Y el segundo Body Snatchers es BRUTAL. Personalmente, me gusta más que la original y que la de Ferrara.

starfighter dijo...

Sota, solo con acordarme de cuando se ponen a señalar ya entran escalofríos. Y La Cosa es asfixiante.

Shanks dijo...

Pues a mi del espacio sólo me ha gustado, sobretodo por su originalidad, Firefly...qué quieres que te diga!!
Es que las de tensión-miedo-angústia y tal no me sientan demasiado bien...Y como ví la original y ya lo pasé mal, pues no me atrevo a ver los remakes!!
Besos...(de una cobarde)