¿Recuerdan aquella frase de Apocalypse Now sobre el napalm? Si, venga, la de "Napalm, hijo. Nada en el mundo huele así. Que delicia oler napalm por la mañana". ¿No? Para los de memoria frágil, cinéfobos, jovencitos y víctimas del Alzheimer, aqui va el video (que luego no se diga que no ayudo, eh).
Esto viene a que me siento algo así por las mañanas. Mis neuronas arden y arden, aunque no huelen a napalm precisamente, y es que las tengo estrujadas estudiando las opos con algo que no me gusta nada, pero nada de nada: legislación. Que si la Constitución por aquí, que si un Estatuto de autonomía por allá, que si un procedimiento administrativo acullá. Y todo porque ya tengo fecha de ejecución fijada: el 11-M (vaya fecha para poner un examen, los del tribunal se han lucido). Así que mis mañanas se van rápidamente entre artículos constitucionales, funciones ministeriales, recursos potestativos, silencios administrativos y demás. A que suena chungo. Pues estudiarlo es aún peor.
Y es que, amigos, la vida es muy puñetera y se regodea en las miserias y debilidades de uno. Siempre había dicho que Derecho sería la última carrera en el mundo que estudiaría, me parecía un muermo insufrible, y eso que Historia no es precisamente la alegría de la huerta pero comparativamente es más divertida. ¿Y que me encuentro? Que poco menos que hay que estudiarla para acceder a la función pública. Y para colmo de males, ironías de la vida, he acabado trabajando rodeado de libros de Derecho (códigos, comentarios, derecho civil, penal, mercantil, ...) y de púberes, y no tan púberes, descerebrados.
¿Es o no es la vida un poco tocac...?
Esto viene a que me siento algo así por las mañanas. Mis neuronas arden y arden, aunque no huelen a napalm precisamente, y es que las tengo estrujadas estudiando las opos con algo que no me gusta nada, pero nada de nada: legislación. Que si la Constitución por aquí, que si un Estatuto de autonomía por allá, que si un procedimiento administrativo acullá. Y todo porque ya tengo fecha de ejecución fijada: el 11-M (vaya fecha para poner un examen, los del tribunal se han lucido). Así que mis mañanas se van rápidamente entre artículos constitucionales, funciones ministeriales, recursos potestativos, silencios administrativos y demás. A que suena chungo. Pues estudiarlo es aún peor.
Y es que, amigos, la vida es muy puñetera y se regodea en las miserias y debilidades de uno. Siempre había dicho que Derecho sería la última carrera en el mundo que estudiaría, me parecía un muermo insufrible, y eso que Historia no es precisamente la alegría de la huerta pero comparativamente es más divertida. ¿Y que me encuentro? Que poco menos que hay que estudiarla para acceder a la función pública. Y para colmo de males, ironías de la vida, he acabado trabajando rodeado de libros de Derecho (códigos, comentarios, derecho civil, penal, mercantil, ...) y de púberes, y no tan púberes, descerebrados.
¿Es o no es la vida un poco tocac...?
4 comentarios:
pues si, a veces la vida viene de culo y sin romper aguas pa que no lubrique!!
ya veras como te sale bien tu particular "11M"
Fosforo ferré que hace milagros y tranquilidad .
ánimo que tu puedes .
besukos
mokko
...ojones? Sí. Pero siempre nos quedará París y el horario de 9 a 3 + los 5 días moscosos + las dos horas del bocata + ...
Siempre nos quedará el funcionariado, qué leches...
Jo, soy de los funcionarios tontos: nada de dos horas de bocata, perdí un moscoso del año pasado, salgo a las mil cada día...
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